29 Jun. 2012

A punto de volar los puentes entre Mujica y Larrañaga

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Cuando es elegido Mujica, lanza claras señales de búsqueda de entendimiento y de una relación fluida con la oposición. […] Alianza Nacional buscó dar el mayor apoyo posible al gobierno, sugerir soluciones y buscar entendimientos. […] Larrañaga desgastado internamente por la actitud de darle soporte al gobierno y no encontrar respuesta, da este ultimátum: o se cumple lo acordado, o da un portazo y se pasa a la oposición lisa y llana.

OAB: Días pasados, mediante una carta pública el dirigente nacionalista Jorge Larrañaga emitió un virtual ultimátum al presidente José Mujica. En síntesis dijo: o se cumplen los acuerdos suscritos en educación, o se terminó la buena voluntad hacia el gobierno.

FV: Convendría recordar de qué estamos hablando ¿Qué es este acuerdo?

OAB: Más bien es bueno empezar bien atrás. La relación entre el gobierno y la oposición tuvo su máximo nivel de aproximación en la primera presidencia de Sanguinetti, sin duda motivada por la necesidad de consolidar la democracia recién restaurada. Se debilitó en el gobierno de Lacalle y alcanzó los mayores niveles de distancia tanto en la segunda presidencia de Sanguinetti como, a la inversa en cuanto a los actores, en la presidencia de Tabaré Vázquez. Y fue muy oscilante en la presidencia de Jorge Batlle, con picos muy altos de aproximación en los comienzos de la misma.

Cuando es elegido Mujica, lanza claras señales de búsqueda de entendimiento y de una relación fluida con la oposición. Y busca esa aproximación en dos planos. Uno de ellos es el de la participación de la oposición en los entes autónomos y servicios descentralizados, es decir, en los bancos y empresas del Estado, organismos educativos y de seguridad social y otras instituciones administradas por fuera de la administración central, del manejo directo del Poder Ejecutivo. La oposición no participaba en los organismos autónomos desde la primera administración Sanguinetti. No lo estuvo en el gobierno Lacalle, ni el segundo de Sanguinetti, ni en el de Batlle ni en el de Vázquez.

Este hecho permitió otro: el acuerdo de todos los partidos políticos parlamentarios, de los cuatro, para designar una nueva Corte Electoral y un nuevo Tribunal de Cuentas, que no se renovaban desde octubre de 1996.

FV: Este es uno de los planos de acercamiento ¿cuál es el otro?

OAB: El otro consistió en la búsqueda de acuerdos para desarrollar lo que se llama políticas de Estado, es decir, políticas que por un lado aseguren su continuidad en el tiempo más allá de los cambios de gobierno, y por otro lado políticas con un muy amplio apoyo político, en lo posible que supongan muy amplios y fuertes consensos.

Para ello se eligieron cuatro áreas: energía, medio ambiente, seguridad pública y educación. Y se conformaron grupos de trabajo que comenzaron a funcionar a poco de haber sido elegido el nuevo gobierno

FV: ¿Y qué pasó con eso?

OAB: Los tres primeros grupos llegaron a acuerdo antes del cambio de gobierno. Además en energía ya venía un largo trabajo de entendimientos, a través de grupos interpartidarios convocados por el entonces presidente Vázquez. Los acuerdos se plasmaron en un documento y hay consenso en que se avanza por el camino acordado. En medio ambiente hubo rápidos acuerdos y lo hecho por el gobierno en buena medida respeta los acuerdos.

FV: ¿En seguridad pública qué pasó?

OAB: Bueno, el acuerdo tuvo algunas dificultades, pero se logró. Y algunas cosas del acuerdo se han cumplido, como la eliminación del llamado servicio 222. En otras cosas el gobierno cumplió pero está en mora el Parlamento, los cuatro partidos. Es en crear un organismo desconcentrado para el manejo de las cárceles, fuera de la policía. El proyecto de ley fue enviado y no se ha tratado en el Parlamento. Otras cosas del acuerdo de seguridad pública se han cumplido y otras están en el tintero.

FV: ¿Y en educación?

OAB: Bueno, aquí viene la cosa. Aclaremos, cuando se habla de educación, se habla de lo que se llama la educación general o la educación no superior, es decir, se habla de educación inicial, pre-escolar, escolar, liceal, enseñanza media técnica. Que es la enseñanza pública regida por ANEP (Administración Nacional de la Educación Pública), dirigida por el CODICEN, un Consejo Directivo Central, y en un segundo nivel por los consejos de educación Primaria, Secundaria, de UTU y de Formación Docente.

Bien, en esta área, así definido, ocurrió esto. Primero que todo, fue el acuerdo más trabajoso, al punto que recién se firmó ya instalado el gobierno. En su discusión hubo una actitud refractaria de las propias autoridades de la enseñanza hacia un acuerdo interpartidario y hacia el hecho de participar ellos junto con los partidos políticos.

Aquí hay un primer gran problema para una línea de acuerdo político: los gremios de la enseñanza consideran que el tema de la educación es un tema exclusivamente suyo, y que los partidos políticos no deben entrometerse. Los partidos por su parte consideran que la educación es un problema político y social del país, que debe resolver el gobierno, y el gobierno (Poder Ejecutivo y Poder Legislativo) se integra con los partidos políticos, que son quienes representan al conjunto de la sociedad. Este es pues un punto de partida donde el entendimiento es difícil, y ha sido sin duda la causa de fondo del mal funcionamiento del acuerdo político en la materia.

FV: ¿Luego hay un segundo acuerdo?

OAB: Aquí es donde entra Larrañaga. El líder de Alianza Nacional desarrolló una línea política diferente a la del Partido Colorado y a la de Unidad Nacional, es decir, al herrerismo y aliados. Mientras colorados y herreristas se han volcado hacia una oposición relativamente fuerte, en términos uruguayos, Alianza Nacional buscó dar el mayor apoyo posible al gobierno, sugerir soluciones y buscar entendimientos.

En este camino tuvo algunos logros, sin duda el acuerdo de patente única no hubiese existido sin esa actitud de Alianza Nacional.

Y Larrañaga apostó mucho al acuerdo educativo. Habló mucho con Mujica de lo que entendía eran desencuentros en el Codicen, en que consideraba que las propuestas de su representante allí, de Daniel Corbo, eran frenadas o saboteadas. En particular, un proyecto vital para Larrañaga denominado “Pro Mejora”, que levanta la más feroz oposición de los sindicatos de la enseñanza media.

De esas conversaciones surgió el segundo acuerdo educativo este verano pasado. En el medio hubo sus tiras y aflojes entre el presidente y las autoridades de la enseñanza, inclusive entre el presidente y altos funcionarios del Ministerio de Educación. Esos tires y aflojes tuvieron su momento clave con cambios realizados por el gobierno en las autoridades de Secundaria y del propio número dos del Ministerio de Educación. Al final, los cuatro partidos firmaron un nuevo acuerdo, mucho menos ambicioso que el primero

FV: ¿Y ahora qué pasa?

OAB: Según Larrañaga, no se ha cumplido nada de este acuerdo. Lo sustancial está frenado. Desgastado internamente por la actitud de darle soporte al gobierno y no encontrar respuesta, da este ultimátum: o se cumple lo acordado, o da un portazo y se pasa a la oposición lisa y llana. Vuelan los puentes y no hay más entendimientos.

Esto es lo que está en juego. Y en los próximos días habrá que esperar si se reencausan los acuerdos, o se corta el diálogo entre el gobierno y el único sector dialoguista de los partidos tradicionales.