13 Jul. 2012

El fin público del monolitismo en el oficialismo frenteamplista

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

El Frente Amplio se caracterizó por un cierto monolitismo desde que asume el gobierno [...] Con Mujica es un gobierno muy personalizado, donde el presidente entra en todos los temas, salvo el área que había reservado Astori [...] Astori se vino manejando mucho [...] Y ahora llegó un momento en que […] sintió la necesidad de ponerse firme, decir basta, y esto […] suena a un choque bastante fuerte, cambia un poco la forma de manejar el gobierno, las reglas de juego.

OAB: Lo que es bastante característico es que el Frente Amplio se caracterizó por un cierto monolitismo desde que asume el gobierno, lo mismo ha hecho en el gobierno departamental, con poco conflicto público de alto nivel ¿no? Lo que ha tenido sí, son algunos episodios de disidencias parlamentarias que la legislatura pasada, básicamente el senador comunista Lorier, no tuvieron impacto en la medida que el Frente le sobraba un senador y dos diputados para mantener la mayoría. Y en esta legislatura sí tiene impacto al estar el número justo, particularmente en la cámara de diputados, recordemos no hubo 50 votos cuando Semproni se negó a votar esa ley que de alguna manera dejaba sin efecto la ley de caducidad, luego está trabado el proyecto de aborto, habría una transacción con el Partido Independiente pero alivianando mucho la despenalización del aborto por la resistencia del diputado Lima de Salto, y ahora estamos viendo el diputado Felipe Carballo de Compromiso Frenteamplista, lista 711, afín a Sendic, que cuestiona la ley de Pluna si no se compromete el pago a ANCAP.

Pero estamos viendo que hasta ahora aparecían del lado más legislativo, lo otro también que apareció fue, que hicimos un par de análisis muy detenidos aquí el año pasado y este sobre la permanente guerra que desde el entorno presidencial de la Torre Ejecutiva se hacía contra el astorismo, un año de lucha, de rumores, que culminó en forma escándalo con la remoción de Lescano.

FV: En Uruguay los gobiernos siempre contaron con el apoyo de diversos grupos políticos, entonces ¿cómo se manejaron las cosas antes?

OAB: Bueno, primero acá una aclaración, la relación Mujica-Astori no es presidente y vice, que esto nos han preguntado en estos días corresponsables extranjeros pero esto es como Argentina cuando el uno y el dos entran en conflicto como la presidenta Cristina Kirchner y el vicepresidente Daniel Cobos en el gobierno anterior, los problemas en la provincia de Buenos Aires entre el gobernador y el vicegobernador. No, acá no es que Astori sea el número dos de Mujica, y el dos se rebela contra el uno, cada uno es el líder de medio Frente Amplio dicho groseramente, hay gente que no es liderada por Astori, hay otra que no es liderada por Mujica, pero más o menos Mujica fue el que representó a la mayoría del Frente y Astori al resto, y por lo tanto esto más bien hay que emparentarlo con los viejos conflictos que se dieron dentro de partidos, como épocas conflictivas dentro de los partidos tradicionales, año 50 entre la 15 y la 14 en el Partido Colorado, en los años 60 en el Partido Nacional entre el Herrerismo y la Unión Blanca Democrática, hablando de partidos en el gobierno, y en el gobierno de Lacalle entre el Herrerismo-Lacallismo y el Movimiento Nacional de Rocha. Pero la diferencia es que en general en estas etapas conflictivas los partidos tradicionales lograron, estando en el gobierno, reglas de juego para el manejo de las distintas corrientes, son esas reglas que son implícitas, no están en ningún código, se van trazando con el tiempos, se aprenden con el tiempo y que llevaron por ejemplo que en el gobierno de Batlle, Batlle fuera un presidente muy explosivo, con ideas permanentes, todos los días con proyectos nuevos, pero bastante contenido por la relación con Sanguinetti de un lado, con Lacalle del otro, donde cada uno tenía sus ministros, y el presidente de la República respetaba las distintas áreas. En cambio en el Frente Amplio los manejos han sido distintos, Vázquez fue un presidente un poco todopoderoso que delegaba todo en los ministros, en la primera etapa del gobierno los ministros fueron los grandes líderes de los sectores del Frente, pero cuando él tomaba un tema arbitraba y decidía. Con Mujica el problema es que es un gobierno muy personalizado, donde el presidente entra en todos los temas, salvo el área que había reservado Astori, básicamente el equipo económico, transporte, turismo pero con un problema de estilo.

FV: Influye el llamado “estilo Mujica”

OAB: Bueno sí, yo diría que el estilo Mujica influye de dos maneras. Por un lado, es un estilo de sorprender, de improvisar, repentinista, por ejemplo lo estamos viendo en estos días con el tema de la marihuana, tira el tema, se provoca una gran reacción y dice bueno vamos a consultar a ver qué pasa, otras veces va por un lado cuando todo el mundo espera que vaya por un lado y cambia de rumbo. Pero a su vez hay un problema de comprensión institucional de Mujica y de su gente, que no manejan con afinamiento cómo es que se maneja un gobierno, cuáles son los niveles, las reglas de juego entre un presidente y ministro, el elenco presidencial, diría que también es un tema general del Frente Amplio ¿no? Al Frente le ha costado el manejo pleno de la institucionalidad, sobre todo digo al Frente actual, el Frente de los 80 y de los 70 lo entendía claramente, pero hubo ahí como un retroceso en la comprensión institucional con un cambio generacional y de sectores políticos.

Y otro tema de Mujica complicado es ese tema de muchas veces de no consultar y no informar ni al Frente, ni al gabinete, ni a los otros líderes frenteamplistas y por lo tanto sorprender.

FV: Y por qué Astori reacciona ahora y de esta forma

OAB: El tema es el siguiente, Astori se vino manejando mucho, yo diría hasta con un tema de gran lealtad, de considerar que su función era apoyar plenamente y sin condiciones al gobierno y al presidente, y uno diría visto de otro ángulo, también con el síndrome Hugo Batalla. Recuerden que la ida de Hugo Batalla del Frente Amplio fue muy traumática, desde el ángulo del Frente consideraron que Batalla había sido desleal, fue muy dura la reacción del Frente contra Batalla, bueno Batalla tuvo sus razones, el Frente no las entendió y Astori tiene siempre un poco el temor de que disidencias suyas sean vistas como deslealtad ¿no? Eso lo ha llevado a callar mucho sus discrepancias, a muy en privado, a hacer pocos planteos tajantes en el sentido “es esto o pego el grito”, sino más bien decir discrepo con esto pero en el plano más reservado, y lo que empezó a ver es una presión sobre Astori, una presión de desconoformidad sobre todo a nivel de electorado, a nivel de una gente suya que sentían que el gobierno hacía cosas con las que ellos no estaban de acuerdo, la gente le reprochaba, o los estilos, era un colaboracionismo sin condiciones, que bueno había un ataque permanente, una erosión de la figura vinculada al astorismo, al Frente Líber Seregni, como fueron los ataques al ministro Pintado, los ataques al equipo económico, la forma de remoción del ministro de turismo. Y ahora llegó un momento en que Astori, el Frente Líber Seregni y el astorismo sintió la necesidad de ponerse firmes, decir basta, y esto claro en la medida que el presidente tenía el campo libre suena a un choque bastante fuerte, cambia un poco la forma de manejar el gobierno, las reglas de juego con un vicepresidente líder de la otra parte del Frente, que además es la cabeza del Parlamento diciendo esto está mal, esto no es así, esto no va y lo que vemos entonces es que se inicia una nueva etapa en las reglas de juego del Frente Amplio como oficialismo, como gobierno, y hay que ver con el tiempo cómo sigue y cómo termina este proceso.