11 Ene. 2013

Los movimientos en la interna colorada y la reconfiguración de un ala no bordaberrista

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Una segunda ala es algo que muchos dirigentes colorados y analistas consideran muy necesario para la mejor competitividad del partido, que además recoja la adhesión de gente que no se identifica con Pedro Bordaberry. [...] Esta es la nueva arquitectura interna hacia la que camina el Partido Colorado. El año 2013 va a ser decisivo para ver cuánto de esto se consolida y cuánto no.

OAB: El Partido Colorado viene posicionado en la intención de voto en un abanico que va del 15% al 17%. Ese abanico tiende a subir cuando a los encuestados se le presenta una fórmula electoral concreta, con Pedro Bordaberry de presidente y un candidato a vicepresidente de la otra ala colorada. La subida no es menor, ya que lleva al Partido Colorado a situarse entre el 17% y el 20%. Lo que dan todas las mediciones por ahora es que a veces está más cerca y otras más lejos del Partido Nacional, pero que todavía no lo alcanza. Este es sin duda el gran desafío que siente la dirigencia colorada.

La necesidad de una segunda ala no es que implique ninguna debilidad de Bordaberry, específica suya, sino que los partidos tradicionales requieren desde hace mucho tiempo la necesidad de tener al menos dos grandes alas. Así les paso a grandes líderes como fueron en su momento Wilson Ferreira Aldunate y Julio Ma. Sanguinetti. La mayor debilidad del Partido Nacional en 1984 fue la ausencia de un ala poderosa diferente al wilsonismo, y la mayor debilidad colorada 10 años después, en 1994 fue la ausencia de un ala poderosa diferente al sanguinettismo.

Una segunda ala es algo que muchos dirigentes colorados y analistas consideran muy necesario para la mejor competitividad del partido, que además recoja la adhesión de gente que no se identifica con Pedro Bordaberry. Así como el Partido Nacional requiere un ala más a la derecha que equilibre el papel centrista de Larrañaga, el Partido Colorado requiere un ala más hacia el centro.

FV: ¿Se puede decir que es un ala que refleje el batllismo?

OAB: Bueno, esto es un tema de puntos de vista. Sin duda en Vamos Uruguay hay muchos que consideran que Vamos Uruguay refleja en todo o en parte al batllismo, o incluye al batllismo. Desde el otro lado se considera que al Partido Colorado le falta batllismo, que es necesario recrear el batllismo, como fue cuando la creación del Batllismo Unido en 1971 con Jorge Batlle y Renán Rodríguez, o en 1984 con Jorge Batlle, Sanguinetti, Tarigo, Vasconcellos. Por lo tanto, responder la pregunta es tomar partido.

La base para esta corriente es el actual sector Propuesta Batllista, también conocido como Proba, que ha elegido como coordinador al senador José Amorín y tiene como segunda figura al senador Tabaré Viera. El primero originario de la Lista 15 y el segundo originario del Foro Batllista. En las proximidades de esta ala hay otro sector, además de Proba, llamado Uruguay es Posible que conduce el ex diputado Alberto Iglesias.

También hay otros movimientos en el tablero de distintas figuras políticas coloradas, como el ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del gobierno de Jorge Batlle, Martín Aguirrezabala.

Propuesta Batllista cuenta con dos senadores (Amorín y Viera), un diputado (Richard Sanders, de Rivera) y una de las dos intendencias coloradas, la de Rivera en las manos de Marne Osorio, a su vez sucesor de allí Tabaré Viera, quien cumplió dos periodos consecutivos al frente del gobierno departamental fronterizo.

Esta corriente pretende además rescatar a muchas figuras de destaque que ha tenido el Partido Colorado en sus tres gobiernos desde la restauración democrática, algunas de ellas que dejaron los cargos públicos a edades muy tempranas. En principio lo que esta corriente pretende es abrir un espacio competitivo dentro del coloradismo.

Hasta ahora, la oposición era presentada en los medios de comunicación y vista así por los analistas, como compuesta por tres partes: Alianza Nacional, Unidad Nacional y el Partido Colorado, como una sola cosa. Ahora buscan, y comienzan a conseguirlo, que se vean cuatro partes, o mejor dicho, dos partidos, cada uno con dos partes: Alianza Nacional y Unidad Nacional en el Partido Nacional, y Vamos Uruguay y la nueva corriente batllista en el Partido Colorado.

Recordemos que en las pasadas elecciones Vamos Uruguay, es decir, la lista al Senado de Bordaberry, obtuvo el 55% del voto colorado; Propuesta Batllista, es decir, José Amorín y Tabaré Viera, el 30%; Alberto Iglesias el 8% y Martín Aguirrezabala el 5%. El restante 2% fue para listas de menor porte o por votos al lema.

FV: ¿Y Vamos Uruguay?

OAB: Vamos Uruguay es un sector compacto, con un liderazgo claro, una nítida identificación para la opinión pública, esencialmente personalizada en la figura de Pedro Bordaberry y sin un claro número dos a nivel parlamentario, ya que por ejemplo la Secretaría General del Partido Colorado ha ido rotando en forma anual. Quizás pueda decirse que el número dos es el intendente de Salto Germán Coutinho, uno de los dos intendentes con que cuenta el Partido Colorado (el otro, como ya dijimos, Rivera).

Vamos Uruguay tiene tres de los cinco senadores colorados: Pedro Bordaberry, Ope Pasquet y Alfredo Solari. Y fueron elegidos por este sector 14 de los 17 diputados colorados. Cuenta ahora con 15 por la incorporación de un diputado por Canelones electo por Propuesta Batllista.

No queda claro si a Vamos Uruguay le satisface la competencia interna o no. En principio uno pensaría que sí, que en general la competencia interna es vista como fortalecedora de los partidos, siempre naturalmente que se dentro de determinado clima y determinados límites. Si en lugar de competencia es lucha o pelea, no solo no fortalece, sino que debilita y hasta destruye.

Ahora bien. Hace poco ocurrió el episodio de acusaciones desde Vamos Uruguay contra el director batllista de Ancap Juan Justo Amaro (hijo) y a raíz de ello un cruce duro entre el bordaberrismo y Propuesta Batllista. Este episodio, por ahora el único, generó algunas dudas de cuánto considera positivo y cuánto molesta a Vamos Uruguay el fortalecimiento de una segunda corriente colorada.

Esta es la nueva arquitectura interna hacia la que camina el Partido Colorado. El año 2013 va a ser decisivo para ver cuánto de esto se consolida y cuánto no.