09 Ene. 2015

La política exterior: tema de diferencias y coincidencias entre Tabaré Vázquez y José Mujica

Oscar A. Bottinelli – diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

En todo partido político en Uruguay hay fracciones. Se puede decir que en todo partido político importante de países muy politizados, con una sociedad muy plural que ama los matices. Esas diferencias a veces se ven tan solo como diferencias personales y la gente, pero también el periodismo, tiende más a destacar los problemas personales que los conceptuales.

OAB: En todo partido político en Uruguay hay fracciones. Se puede decir que en todo partido político importante de países muy politizados, con una sociedad muy plural que ama los matices. Esas diferencias a veces se ven tan solo como diferencias personales y la gente, pero también el periodismo, tiende más a destacar los problemas personales que los conceptuales.

Un caso típico fue la diferencia entre los dos grandes líderes del Batllismo que acapararon la lucha interna colorada desde la restauración democrática hasta la finalización del ciclo de gobiernos colorados: Julio Ma. Sanguinetti y Jorge Batlle. Nadie puede dudar de que hubo problemas personales y enfrentamientos personales; y sobre todo luchas de poder. Pero el privilegiar la visión de luchas personales, impedía ver algo más de fondo: la fuerte diferencia conceptual entre un Jorge Batlle como gran propulsor del liberalismo económico y Julio Ma. Sanguinetti como un hombre con una concepción favorable a un Estado más fuerte pero que no ahogue al mercado. Si estuviésemos en Alemania, Jorge Batlle sería un hombre del Partido Liberal y Sanguinetti del Partido Social Demócrata.

Entre José Mujica y Tabaré Vázquez hay una fuerte competencia por el liderazgo de la izquierda, hay una fuerte lucha por el poder, y por el poder dentro del gobierno, del gobierno que se viene. Pero detrás de esa lucha por el poder hay diferencias de concepciones. Y un terreno donde las diferencias son importantes es en la política exterior.

En el caso de Vázquez conviene señalar que al instalar su primer gobierno él mismo tuvo una concepción de la política exterior diferente a la que impulsó en la segunda parte de su mandato. Un caso claro fue el de Venezuela. Fue él quien privilegió la relación con Hugo Chávez, quien le dio un papel estelar en su asunción del mando. Pero fue también él quien comenzó después un importante alejamiento de Venezuela, en la segunda mitad de su mandato.

FV: ¿Dónde están las grandes diferencias?

OAB: Conviene comenzar por lo más lejos. La Administración Mujica con Almagro en la Cancillería impulsó una línea de claro alejamiento respecto a Israel y una fuerte relación con los países árabes. Este quinquenio marca el periodo en que Uruguay en los organismos internacionales votó más veces contra Israel y votó menos veces junto a Israel. Pero además del alejamiento respecto a Israel, fue muy claro el acercamiento en relación a Irán. No es que estableció relaciones con Irán, que son de muy vieja data y muy fuertes en lo comercial, desde el periodo militar inclusive. Pero hubo un fuerte acercamiento político. Uno de los momentos más significativos fue cuando Uruguay en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el mismo momento votó la condena a Israel y se abstuvo de votar una condena a Irán. A ello cabe sumar mar el reconocimiento como Estado de la Autoridad Nacional Palestina, el reconocimiento del Estado Palestino.

Ahora, Vázquez acaba de designar como director general del Ministerio de Relaciones Exteriores al actual embajador uruguayo en Israel Abram Bernardo Greiver. Ello fue interpretado por el Comité Central Israelita del Uruguay y por toda la comunidad judía uruguaya como un giro en la política del próximo gobierno. Giro que ubicaría al país en el mismo punto en que lo dejó Vázquez cuando dejó la Presidencia hace casi cinco años.

FV: ¿Y qué otros aspectos clave pueden observarse?

OAB: Lo otro que hay que atender es qué pasa con la región. Aunque entre la región que dejó Vázquez en 2010 y la de hoy hay diferencias significativas. La primera incógnita tiene que ver con las relaciones con el gobierno argentino y especialmente con el kirchnerismo. Como se recordará la relación entre Vázquez y Néstor Kirchner fue muy tensa, fue el periodo en que estuvieron total o parcialmente cortados los puentes sobre el río Uruguay, con la tolerancia del gobierno argentino.

Mujica fue al otro extremo y estableció una muy estrecha relación, no siempre correspondida, que le generó más de un enojo. Vázquez ya ha dado señales de buscar mantener un buen relacionamiento, lo cual por otro lado no lo compromete demasiado, dado que va a convivir con Cristina Kirchner en la presidencia de la otra orilla durante tan solo 9 meses y 10 días. Por tanto, más que hacer un giro, lo que ofrece es paz y lo que necesita es tan solo paciencia.

Sin embargo, no se ve a Vázquez tan entusiasmado como Mujica ni con el Mercosur ni con la Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas con sede en Quito. Y se lo ve un poco más lejos de Rafael Correa, presidente de Ecuador.

Quizás uno de los detalles más significativos del giro en la política exterior es la designación como vicecanciller del embajador José Luis Cancela. Fue director general de la Cancillería en la primera mitad del gobierno Vázquez, como hombre de confianza del presidente, como ojos y oídos del primer mandatario. Luego partió como embajador a Naciones Unidas, de donde llegó a fines de 2013. Lo que es un secreto a voces es la diferencia de concepción estratégica de la política exterior del Uruguay entre él, Cancela, y el actual Canciller, Almagro.

FV: ¿Y qué otros aspectos señalarías?

OAB: Parecería que en las relaciones con Estados Unidos no habría muchos cambios. Mujica estableció muy fuerte relación con el gobierno republicano de George W. Bush, mientras que Mujica le tocó hacerlo con el gobierno demócrata de Barak Obama. Pero más allá de que uno debió tratar con gobernanets republicanos e hizo buenas migas, y que el otro trató con gobiernos demócratas, no parece que haya nada que altere las relaciones.

Quizás sea algo diferente con Europa. Vázquez en su gobierno marcó una línea más fuertemente pro europea que la seguida por Mujica. Aunque también el peso de Europa era uno antes de la crisis de 2008 y es otro luego de la segunda crisis de 2011. Aquélla Europa estaba más volcada hacia el mundo lejano, particularmente al mundo geográficamente lejano pero de fuertes raíces europeas. Y la Europa de hoy está muy encerrada en sí misma y muy preocupada de su entorno geográfico inmediato.

Habrá que ver los próximos pasos para develar coincidencias y diferencias.