30 Oct. 2015

La reconfiguración del Partido Colorado

Oscar A. Bottinelli – diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Bordaberry ha retomado un fuerte protagonismo, sin duda es uno de los senadores de mayor porte de la oposición, y ello hace presumir que retoma el liderazgo de Vamos Uruguay y continúa siendo un referente político y electoral. Ese es un dato de la realidad […] Otro dato de la realidad es que, más grande o más chico, con mayores o menores bases, sin que quede claro quién puede ser el referente individual, pero con varios referentes colectivos, se va armar algún ala o bloque de impronta netamente batllista y cierto tinte socialdemócrata […] Y también es un dato de la realidad que hay un tercer conjunto dentro del electorado colorado que sigue la figura de Edgardo Novick […] Por aquí anda el presente y el futuro inmediato del Partido Colorado, sus desafíos, sus problemas y sus posibilidades de sobrevivencia e inclusive de recuperación.

OAB: Hoy está fuera de toda duda que el Partido Colorado se encuentra en una situación crítica, objetiva y subjetivamente. Cuando hace once años, en octubre de 2004, de estar por encima del 30% cayó a tan solo el 10%, fue un shock impresionante; sin embargo, nadie puso en duda que el coloradismo iba a subsistir. Más aún, se tomó con cierta ligereza que había sufrido un accidente imprevisto, del cual iba a salir rapidamente. Ayudó a esa percepción la excelente votación del Partido Colorado en mayo del año siguiente, hablamos de mayo de las elecciones departamentales de Montevideo de mayo de 2005, en que alcanzó el 28% de los votos en la capital con la candidatura de Pedro Bordaberry.

Ello facilitó el recambio en los liderazgos, el fin de los liderazgos históricos de Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti y la aparición del nuevo liderazgo de Pedro Bordaberry. Para 2009 alcanzó el 17%, lo que en principio confirmaba la tesis del accidente imprevisto.

Costó al coloradismo en este entonces, y le costó hacia 2014, entender un dato fundamental. Lo que los estudios de opinión pública señalaban era que el Partido Colorado podía situarse en el 13%, que esa era el nivel natural al que podía aspirar en 2009. La diferencia entre el 17% obtenido y la base natural del 13% estaba dada por la formidable caída del Partido Nacional en el tramo final de la campaña electoral de 2009. Por lo tanto, su base natural era el 13% y había recibido un voto ocasional, prestado como se dice, de 4 puntos porcentuales.

Los dirigentes prefirieron la explicación fácil de que las encuestas se equivocaban, que el Partido tenía una base del 17% y que de 2009 a 2014 el camino estaba despejado: no podía bajar del 20%. El resultado, como se sabe, confirmó que la base electoral del Partido Colorado es del 13%. Esos 4 puntos prestados u ocasionales, no se mantuvieron. Pero aquí viene algo significativo. Subjetivo. Lo que no produjo el desplome de 2004 lo produjo el resultado normal de 2014. Vino el quiebre psicológico en el Partido Colorado, la sensación de espantosa derrota, las dudas sobre la propia sobrevivencia de una colectividad que ha superado el siglo y tres cuartos de vida. Y produjo formidables impactos al interior del Partido.

FV: ¿Cuáles son esos impactos?

OAB: Primero, para analizar la arquitectura recibida de las elecciones de 2014, el quiebre de las dos grandes corrientes: Vamos Uruguay y Batllistas de Ley.

Vamos Uruguay obtuvo 3 senadores y 11 diputados. Todos los senadores continúan respondiendo al liderazgo de Pedro Bordaberry. Pero de los 11 diputados no le responden ninguno de los 4 de Montevideo ni Daniel Bianchi de Colonia. Quedan fieles a su liderazgo los dos diputados de Canelones, más los de Maldonado, Salto, Paysandú y Tacuarembó. Tampoco se mantuvo unida la otra ala, Batllistas de Ley, con José Amorín de un lado y del otro Tabaré Viera con el diputado por Montevideo Conrado Rodríguez, que ahora construyen el llamado Espacio Abierto; y por separado Alberto Iglesias, sin representación parlamentaria.

Luego vino el fenómeno Novick, que provoca que dos de cuatro diputados por Montevideo de Vamos Uruguay rompan con Bordaberry y adhieran a la candidatura Novick: Facello, que continúa siendo el puntal parlamentario de Novick, y Rapella -con el repaldo de Isfrán- que apoyó a Novick en lo departamental pero ahora se mueve independiente.

Los otros dos diputados de Vamos Uruguay actúan de manera independiente, Fernado Amado y Ope Pasquet, aunque este último probablemente participe en la construcción de un proyecto de recconstrucción del batllismo, proyecto en que anda el Espacio Abierto de Tabare Viera, del intendente de Rivera Marne Osorio y otras figuras.

Así es cómo está hoy el Partido Colorado, ahora vine cuáles son los desafíos.

FV: ¿Y cuáles son esos desafíos? ¿Que va a pasar internamente?

OAB: En principio la mayor amenaza al Partido Colorado la representa la estrategia de Edgardo Novick, que pretende continuar o parece que pretende continuar con el Partido de la Concertación a nivel nacional, con la esperanza de repetir el fenómeno de Montevideo. Por un lado cabría analizar -y para otro momento ese análisis- cuánto tiene de viabilidad o no ese proyecto, especialmente cuánto puede o no mellar al Partido Nacional y qué captación puede tener dentro del electorado blanco. Lo que es claro hoy que ni todo ni la mayoría del Partido Nacional acepta diluirse en un nuevo sujeto político. Ese es un tema en cuanto a la viabilidad del proyecto Partido de la Concertación a nivel nacional.

Pero en cuanto al tema específico de este análisis, lo que queda es si todo el Partido Colorado acepta ir por el esquema de la concertación o por el contrario el proyecto Partido de la Concertación supone dividir al coloradismo entre los que quieren continuar con la marca e identidad partidaria y quienes quieren construir ese nuevo sujeto político.

Por lo que se sabe y se intuye, ni los batllistas ni los que siguen a Bordaberry, ni los que se han independizado como Isfrán y Rapela, ninguno de ellos adhiere a la desaparición del Partido Colorado como actor político independiente, propio y diferenciado. Es decir, el proyecto Concertación va a ser muy resistido dentro de esas dos alas del coloradismo.

Bordaberry ha retomado un fuerte protagonismo, sin duda es uno de los senadores de mayor porte de la oposición, y ello hace presumir que retoma el liderazgo de Vamos Uruguay y continúa siendo un referente político y electoral. Ese es un dato de la realidad.

Otro dato de la realidad es que, más grande o más chico, con mayores o menores bases, sin que quede claro quién puede ser el referente individual, pero con varios referentes colectivos, se va armar algún ala o bloque de impronta netamente batllista y cierto tinte socialdemócrata.

Y también es un dato de la realidad que hay un tercer conjunto dentro del electorado colorado que sigue la figura de Edgardo Novick.

Por aquí anda el presente y el futuro inmediato del Partido Colorado, sus desafíos, sus problemas y sus posibilidades de sobrevivencia e inclusive de recuperación.