30 Oct. 2019

Distribución del voto por departamentos

Eduardo Bottinelli - Diálogo con Pilar Teijeiro y Martín Rodríguez

TV Ciudad - Informe Capital

¿Cuántos votos perdieron el Frente Amplio, el Partido Nacional y el Partido Colorado en cada departamento en las elecciones de octubre? El rol de Cabildo Abierto en la captación de esos votos y las estrategias para recuperarlos de cara al balotaje.

P.T.: ¿Cómo viene la lectura de los votos, por departamento, que resultaron de las urnas el domingo pasado?

E.B.: Hemos presentado más de una vez no solo la intención de voto que veníamos registrando, sino también la composición sociodemográfica de la intención de voto. Vistos los resultados, hay algo que se confirma y es que, por área geográfica, el Frente Amplio estaba teniendo problemas a nivel del interior del país.

Hay algunas salvedades, porque hay departamentos donde la distancia entre el primero y el segundo es muy importante, y otros donde es muy ajustada. Pero el mapa está pintado en dos grandes colores, nueve departamentos el Frente Amplio, nueve departamentos el Partido Nacional, y queda el Partido Colorado ganando en Rivera; la recupera, después de haberla perdido en 2014. En ese caso, tenemos que hay un triunfo del PC, pero que está un punto por encima del PN y tres puntos por encima de Cabildo Abierto. Recupera Rivera, algo muy importante para el PC, porque es su bastión, y donde Manini era una amenaza. Simbólicamente es importante haber quedado primero.

M.R.: El FA termina cuarto en Rivera. Se me ocurre que debe ser histórico en las elecciones nacionales.

E.B.: Habría que repasarlo, pero en los últimos años no, porque, en realidad, solamente competían tres partidos con un cuarto siempre muy por debajo. Ahora estamos viendo un cuarto partido que tiene presencia en el territorio, que en algunos lugares termina tercero. Podemos repasar la tabla, para ver algunos departamentos donde, en caso del FA, se mantiene primero en algunos departamentos que son clave históricamente, y vemos cuáles son las diferencias que ha habido entre 2019 y 2014.

P.T.: Lo cierto es que igual bajaron los votos del PN y, sobre todo, del FA, en todos los departamentos.

E.B.: Exactamente. Quizás ese sea el dato central de todo el proceso. También lo veíamos en las comparaciones que hacíamos en la encuesta, que bajaba el FA ocho puntos, que bajaba el PN y que bajaba el PC, o se mantenía en el mismo nivel, pero la suma del PN y el PC daba menos que hace cinco años o, a lo sumo, se mantenía en el mismo nivel, y crecían los otros partidos, fundamentalmente Cabildo Abierto. El FA tiene pérdidas importantes en todo el país. Hay caídas más fuertes y muy importantes, como el caso de Artigas, Cerro Largo, Lavalleja, Maldonado. En estos cae entre 10 y 15 puntos. Son caídas muy importantes. Cae un 17% en Rivera, 14 puntos en Salto, 10 en Rocha, 11 en Tacuarembó, 12 en Soriano, 13 en Treinta y Tres. Son caídas de magnitud importante. Los lugares donde menos cae son Montevideo, con seis puntos, Canelones, con ocho puntos. En Flores y Durazno cae 9 puntos. Colonia siete.

P.T.: Seis puntos en Montevideo es muchísimo.

E.B.: En cantidad de votos sí. Hay dos lecturas: en cantidad de votos pesa más la caída porcentual en Montevideo que la que puede tener en Flores, por poner el otro extremo, pero, sin dudas, hay un factor clave que es que el FA estaba teniendo problemas en el interior. Ahora, si vemos la tabla, el PN también tiene caídas en casi todos los departamentos. Hay caídas sistemáticas, algunas muy importantes, como Durazno, con nueve puntos, ocho en Treinta y Tres, seis en Tacuarembó. Y hay algunas caídas que son más relativas, como las del PC, que cae ocho puntos en Artigas, cinco en Cerro Largo, cuatro en Maldonado, pero en el resto se mantiene en el mismo nivel o crece levemente.

M.R.: En Artigas crece el PN.

E.B.: Hay un trasvasamiento. Si miramos la caída de 13 puntos del FA y de ocho del PC, un crecimiento de solo cinco del PN. En la columna no está Cabildo Abierto, porque no existía hace cinco años. Es ese fenómeno que se ha dado en varios departamentos. Hay caídas del FA, del PN y del PC en casi todos los departamentos. No solo cae un partido, caen dos, y esa caída la recoge CA. No son las mismas. No es que todo lo que cae lo recoge CA. Hay otros movimientos, pero es sintomático, y es importante la consideración de cómo hay departamentos donde CA es muy fuerte, se hizo muy fuerte, a costa de caídas, y quien más las sufrió, no directamente a instancias de CA, fue el FA. Esto ayuda a entender el nivel de votación del FA. .

P.T.: Para hacer números gruesos, 200.000 votos menos.

E.B.: 200.000 votos menos, que son ocho puntos porcentuales. Pasar de una mayoría parlamentaria obtenida en el último segundo en la elección anterior, a un Parlamento con ocho diputados y dos senadores menos. Sigue siendo el partido más votado, pero ha tenido dificultades para sostenerse. El FA, en la elección pasada, había tenido una caída en Montevideo, no muy pronunciada, y había tenido un crecimiento en el interior del país. El elemento destacado de la elección anterior era ese trasvasamiento de votos. Eso duró una elección. .

P.T.: ¿Fenómeno Mujica?

E.B.: Es el fenómeno Mujica. Es una construcción del Gobierno de Mujica. La campaña electoral y la candidatura es una cosa, pero el voto no se decide solamente en la campaña y la candidatura. La construcción que se hace, a lo largo del tiempo, lleva a que decante el voto. La construcción que se hizo del FA, sobre todo a partir del Gobierno de Mujica, de una presencia en el interior mayor, un perfilismo mayor hacia el interior, y una especie de empatía de la población rural, de menores recursos, las clases más bajas, con la ley de los peones rurales, hay un conjunto de elementos que hizo que esa gente se acercara al FA. Pero, como ese electorado, que es reciente, que no siente pertenencia partidaria, y que, además, por propia construcción social, es más volátil en el voto, no logró ser retenido por el FA. No solamente en la campaña, que quizás también tuvo alguna influencia, sino en el período de Gobierno. La ley de ocho horas ya está aprobada, ya no hay novedad. Consejo de Salarios del sector rural ya está, no hay nada nuevo. Las grandes políticas hacia el interior ya avanzaron, como la electrificación rural, la caminería y otros elementos, pero ya no son los elementos que hicieron que el FA pudiera tener para mantener a este electorado.

M.R.: Incluso el actual período de gobierno estuvo marcado por manifestaciones desde el interior hacia la capital, como Un solo Uruguay.

E.B.: También es ese un elemento clave. La manifestación de Un solo Uruguay, que parecía un movimiento sin demasiada influencia en el electorado, tuvo algún efecto.

P.T.: Pero el PN también cayó. ¿No será que la volatilidad de los votantes es pareja?

E.B.: Claro, pero las caídas que tuvo el PN fueron, proporcionalmente, mucho más bajas que las que tuvo el FA. Hay una caída, pero no es el mismo fenómeno. Es más a nivel nacional y, en términos proporcionales, es bastante menor que la del FA. No solo en el total, sino mirando cada uno de los departamentos. Es verdad también que sí, lo hemos visto en este período interelectoral, hay mucha más volatilidad que antes. Cuando hablamos del voto de CA, hay tres puntos que son ex votantes del PN, y eso repercute en cada uno de los departamentos. Pero también hay votantes del PN que, en esta elección, eligieron al PC. Y a la inversa. Ha habido muchos movimientos en este período, en distintas direcciones.

P.T.: ¿Más que en otras direcciones?

E.B.: Sin duda. Por lo menos, se detectó en el período interelectoral mucho más movimiento. Hubo otro, que quedó muy oculto, que fue entre 2009 y 2014, donde el FA votó exactamente lo mismo, décimas más, décimas menos, y votó distinto. Adentro de Montevideo, en los distintos municipios, que también es sintomático, y están las diferencias que se han ido produciendo en cada uno de los departamentos. Y también está la volatilidad existente en términos de clase social, de perfiles geográficos, que llevaron a que existiera una idea de que no se había movido nada, porque había votado más o menos lo mismo, y sin embargo transformó su electorado. Pasó de ser un electorado más volcado a la clase media a la clase más trabajadora, y ahora perdió, básicamente, la transformación de las clases bajas, que habían votado al FA por primera vez, o no lo habían votado en la anterior, y también sufre en una parte importante de las clases medias, medias altas.

M.R.: ¿Se puede decir que las clases bajas tienden a ir más hacia CA, y las medias hacia las opciones de los partidos tradicionales?

E.B.: Sí. Podemos verlo desde ese lado, en grandes números sí. Podría ser ese movimiento, que está muy vinculado a los perfiles de los propios partidos.

M.R.: Recuerdo que en los varios chisporroteos que hubo en los procesos de definición de los candidatos del FA, incluso rumbo a la interna, en una ocasión creo que Lucía Topolansky le puso reparos a la idea de Daniel Martínez, porque no era conocido en el interior. ¿Puede haber pesado eso?

E.B.: Puede haber pesado un sentimiento de lejanía, del intendente de Montevideo, montevideanizado, en el interior. También de la fórmula. También se podría decir lo mismo de Lacalle Pou y Argimón, pero el partido tiene una tradición muy importante en el interior. Entonces, no necesariamente son asimilables. Sin dudas, en el caso de Daniel Martínez, hubo un primer momento en que necesitaba ser conocido en el interior. No era tan conocido, más allá de toda su presencia mediática y la importancia del rol de intendente de Montevideo, no era extendido en todo el territorio el mismo nivel de conocimiento.

P.T.: Hablaste de un mensaje que llega desde las clases más humildes que captó CA. ¿Cuál es ese mensaje?

E.B.: Ahí hay dos elementos. Uno que no tiene que ver con el mensaje, sino con la estructura militar. Hay algunos indicios que muestran que, donde hay más presencia de bases militares, de cuarteles, hay más votos a Manini. Tanto en el interior como en Montevideo. Ese es un primer elemento que no responde al mensaje, sino a la vinculación. Treinta y Tres, Rivera, Cerro Largo, y en el caso de Montevideo el noreste. El segundo elemento tiene que ver con el mensaje que transmite Manini; no necesariamente lo que dice. Transmite seguridad y orden. ¿Dónde son los lugares donde hay más predisposición a la presencia firme de una línea más dura hacia la seguridad? En las clases más bajas. Tienden a votar más las medidas de reforma constitucional que aumentan penas, o que bajan la edad de imputabilidad, o en el caso de esta última “Vivir sin Miedo”. Y el otro es la figura autoritaria paternalista. Alguien que pone orden, que pone presencia, que va a proteger al pueblo y, entre otras cosas, está el trabajo de la presencia del Estado en defensa de esos intereses. Esos mensajes son los que llegan sin necesidad de demasiado discurso.

P.T.: ¿Esto puede pintar el panorama de lo que puede llegar a ser el 24 de noviembre?

E.B.: Es muy difícil aventurar algo concreto sobre el 24 de noviembre. Nosotros no presentamos encuestas de escenarios del balotaje antes del 27 de octubre. Porque lo que sucedió el 27 de octubre es una señal. 27, 28, 29, 30. Todavía estamos recibiendo señales. Estaba recién la conferencia de Lacalle Pou con Talvi, va a haber reuniones de Lacalle Pou con Martínez.

P.T.: Me refería más a la conformación del voto.

E.B.: Desde ese punto de vista hay dos elementos. Uno es si esta gente que ya votó al FA y no lo votó en esta elección está dispuesta a volver, y el FA le da argumentos para votar en una segunda vuelta. El otro es si van a responder a una línea; no es el mismo electorado del principio, que tiene un arraigo en el partido, o hacia la figura militar. Que lo que ve es, en la figura, determinados elementos que lo convencen, pero que seguirlo a todos lados es distinto. Eso es algo que es una incógnita inicial. Hay una parte que ya votó al FA, y hay otra que no, pero tampoco eligió lo que votó en elecciones anteriores. Hay algún grado de disconformidad en esa gente, que por algo no volvió a votar lo que votaba y vio esta alternativa. Qué haga después va a depender de qué le ofrezcan, qué le estén mostrando para convencerla de volver al lugar donde alguna vez estuvieron.

M.R.: También en los barrios y municipios de Montevideo se empieza a notar dónde perdió más votos el FA, porque también cayó en la capital. ¿Es una pista eso de que la zona de Cerrito de la Victoria, Belloni, el noreste de Montevideo, como ya se había notado en la interna, es una zona de fuga del FA?

E.B.: Sí. Ahí hay una. La otra es la costa de Montevideo. Estaba teniendo dificultades que se profundizan. Esa es la línea que estamos estudiando para definirla bien, pero claramente son dos lugares donde el FA estaba teniendo dificultades, y las sigue teniendo.

P.T.: ¿Y la costa adónde fuga?

E.B.: Más hacia los partidos tradicionales. EL PN y el PC. Igual, en la zona de Carrasco, probablemente haya un voto a CA. Hay que mirar porcentualmente cuánto es. Lo que pasa es que esa zona es Carrasco y Carrasco Norte, no es homogénea, como pasa con Pocitos, Punta Carretas, que son más homogéneos socioeconómica y culturalmente.

M.R.: Ahora, en un escenario complejo para el FA, disputando solo el voto de CA no alcanza. Hay otro frente abierto.

E.B.: Claro. Ese es el desafío del FA, que no había tenido hasta ahora, salvo en el 99, pero en otras condiciones. La estrategia, ahora, es diversa. Tiene que ser diversa, no solo dirigirse a un público sino a varios, que no lo eligieron. Eligieron otras opciones y, en muchos casos, eligieron apariciones contestatarias al sistema, y el sistema, hoy, aparece más representado por el FA que por los partidos tradicionales, es decir, el Gobierno. Y tiene que ver cómo capta eso, que porcentualmente es menor, pero en estas circunstancias, cualquier décima porcentual es importante. Es mucha gente. Cualquier punto que se pueda atraer es significativo. Sin dudas, el voto más importante hoy, para el FA, es el de los tres grandes partidos. Porque es un bloque un poco más homogéneo, y ese voto “vale doble”, porque no solamente le suma uno al FA, sino que le resta al otro. Pero lo que tiene que hacer es presentar algo que, realmente, sea atractivo para esa gente que no lo eligió en la primera vuelta.

P.T.: Si tuvieras que señalar algún departamento que haya llamado particularmente la atención, ¿Cuál sería?

E.B.: Hay algunos que no tienen tanto peso electoral y tienen modificaciones importantes, como Flores, porque tiene pérdidas importantes del PN, que es el que ha ganado históricamente, y del FA, pérdidas porcentualmente importantes. Y después algunos que se esperaban. Se sabía que había dificultades para el FA en Salto, en Rivera, en Tacuarembó, en Treinta y Tres, en Soriano. No llamó la atención el resultado final, pero denota la debilidad que tenía el FA en esos lugares.

M.R.: En Rivera pasa de 36% a 19%, de primero a cuarto. Es el ejemplo por excelencia.

E.B.: Ese es el caso extremo. Había sido sorpresiva la votación del FA en la anterior. Había votado muy bien para lo que se esperaba, y ahora vota dentro de lo esperable, porque venía, claramente, un panorama de que el FA salía cuarto. Los pocos estudios específicos de Rivera mostraban que era un escenario muy probable.

M.R.: Como dato, la fórmula reconocía que ahí había sido uno de los actos más flojos del cierre de campaña.

E.B.: Sí. Quizás, en la propia dinámica de las caravanas locales, se engañaba un poco, pero los estudios mostraban, claramente, que había problemas. Rivera era el caso típico. Referenciar Manini y Rivera era muy fácil, pero toda la frontera con Brasil tenía una fortaleza importante.