La
competencia interna
en el Partido Colorado
Abril de 1997
Oscar
A. Bottinelli
Quedaba para hoy el examen de la
competencia interna en el Partido
Colorado. Para empezar, vamos a manejar
los números de los dos años,
que va a ser lo mejor. En el Partido
Colorado tenemos a nivel de sectores que
el Foro Batllista no ha bajado nunca del
35%, se ha situado en el 50% y viene
permanentemente oscilando en esta gama. El
Batllismo Lista 15 está por encima
de lo que ha tenido en las elecciones y en
general se está ubicando en las
proximidades del 20%. Y la Cruzada 94 se
ubica muy estable en torno al 10% o 12%
del electorado. Luego, vienen en cifras
inferiores al 5% los otros grupos, como el
Partido por el Gobierno del Pueblo, la
Unión Colorada y Batllista, y el
Movimiento de Reafirmación
Batllista.
Hagamos algunas aclaraciones.
Primero, en cuanto al Partido por el
Gobierno del Pueblo; nosotros tomamos una
decisión que todavía no ha
tomado ese grupo político, si va a
seguir siendo un partido político
independiente, si se va a integrar al
Partido Colorado. Sencillamente, ocurre
que cuando a la gente se le pregunta a
qué partido político vota,
en forma abierta, normalmente contesta:
Partido Colorado, Partido Nacional, Frente
Amplio, Nuevo Espacio, y en alguna forma
muy marginal aparecen el Partido Verde, el
Partido del Sol o alguno de los otros
partidos pequeños. En general, muy
rara vez aparece nombrado el PGP como
partido. Cuando dentro del Partido
Colorado se le pregunta a la gente a
qué sector vota, ahí
sí aparece la 99, el PGP o la
figura de Batalla. Es decir que la
visualización del PGP como un
sector colorado y no como algo
independiente al Partido Colorado surge de
la propia forma de recoger las opiniones
de la gente.
Con el Partido Colorado, desde el
punto de vista de la medición de la
opinión pública, tenemos el
mismo problema agravado que hubo con el
Partido Nacional en el período
anterior. Recordemos que en el
período anterior el Partido
Nacional hasta fines del año 93
mantuvo intacta la
fraccionalización, la forma de
conformar los sectores que había
habido en las elecciones nacionales del
89, con la excepción del viejo
movimiento Por la Patria, que apenas
pasaron las elecciones empezó un
proceso de ruptura y
fraccionalización.
Había dos temas: una
recomposición de sectores que se
formula recién en el correr del
año 94 -ahí surgió
Propuesta Nacional, el grupo conformado
con la figura de Alvaro Ramos como
elemento referente o convocante- y por
otro lado teníamos un tema muy
complicado en la medición, que no
había un sucesor natural del
presidente de la República, que no
podía ser reelegido. Y las figuras
de Ramírez y Volonté fueron
oficialmente lanzadas desde el
Herrerismo... A mediados del año 93
se mencionó que las tres figuras
podían ser Ramírez,
Volonté o Juan Carlos Raffo, que
hasta fin de año no lograron un
despegue. La opinión pública
seguía todavía sin
visualizar a los candidatos; las
señales no habían tenido la
fuerza suficiente.
Esto generaba algunas distorsiones
muy fuertes en la medición, entre
otras que aparecían -por lo menos
en relación a lo que fue la
elección- con mayor nivel de
captación de lo que luego se dio en
las elecciones y además en forma
gigantesca. La gente veía a los
demás candidatos presidenciales del
89 como figuras entre las cuales
distribuir la adhesión, y
particularmente había un
fenómeno con el que hay que tener
mucho cuidado, que es que el
vicepresidente de la República
aparece fácilmente
sobre-representado, porque la gente tiende
a verlo como sucesor natural del
presidente, lo que luego no ocurre cuando
ya están proclamados los candidatos
o el candidato que es el sucesor del
presidente de la República.
Estos son algunos de los problemas
que tiene el análisis y la
medición del partido
político del presidente de la
República. Sobre todo porque en el
Partido Colorado se da aún
más acentuado que en el Partido
Nacional el hecho de que
prácticamente todos los sectores
que componen el Partido Colorado son
sectores nuevos, hablando por lo menos de
los sectores de gran envergadura, como son
los tres que tienen mayor competitividad a
nivel de sectores. Me refiero al Foro, al
Batllismo Lista 15 y a la Cruzada 94,
porque la Cruzada 94 se creó como
sector independiente, separado de la
Unión Colorada y Batllista, en el
año 90.
El Foro Batllista y el Batllismo
Lista 15 -entendido como absoluto e
indiscutido de Jorge Batlle- son ambos
productos de la ruptura de un viejo
sector. Al ser tan nuevos, las adhesiones
no tienen una vieja persistencia. Sobre
todo entre el Foro y el Batllismo Lista 15
hay muy viejos resquemores -recordemos que
fue una ruptura en términos muy
dramáticos, con enfrentamientos muy
duros hasta bastante avanzada la
campaña electoral del 94, en la que
empezó ya en los últimos 30
días a silenciarse un poco la
dureza del enfrentamiento-, pero por otro
lado tienen una raíz común
que permite a muchos electores poder
desplazarse de un sector hacia el
otro.
La razón del análisis
de los antecedentes -aparte de que en esto
es muy útil- es que en el caso del
Partido Colorado son altamente estables y
esto es muy importante en el
análisis.
Con respecto a la competencia
presidencial, hay algunos apuntes que son
muy importantes. El primero de ellos es
que en principio recién ahora, en
las últimas semanas o en los
últimos días,
quedaría despejado que
efectivamente no hay ninguna
intención de postular al presidente
de la República a la
reelección, que no se
impulsaría un proyecto de reforma
constitucional que posibilite la
candidatura presidencial a la
reelección.
Esto en los últimos tiempos
tuvo idas y venidas y había tenido
ya un impulso muy grande cuando figuras
muy representativas del Foro habían
dado señales muy positivas hacia
esto. Sin duda es una forma de que la
opinión pública no se fije
en otros candidatos. Si existe una
expectativa de que el presidente de la
República pueda ser candidato a la
reelección, sus seguidores no van a
pensar quién puede ser el sucesor
del presidente. Sencillamente, van a
esperar a poder votar nuevamente al
presidente; eso parece bastante obvio.
Entonces, el hecho de que recién
ahora se despeje es una señal para
que pueda empezar a clarificarse la
competencia.
El segundo problema es que
inmediatamente después del
plebiscito constitucional y a raíz
de un artículo periodístico
del semanario Búsqueda
surgió una "explosión" de
candidaturas o de precandidaturas
presidenciales. Rápidamente
apareció más de una decena
de nombres más o menos vinculados
al Foro Batllista o al actual gobierno
como posibles precandidatos
presidenciales. Eso también es una
señal de confusión en la
opinión pública.
Lo que sí tenemos es que
algunos nombres, con distinto grado de
receptividad en la opinión
pública y con oscilaciones muy
fuertes, están presentes a nivel de
las candidaturas coloradas.
En primer lugar, está el tema
del doctor Batlle. Nosotros vamos a
empezar a lanzar cifras a nivel
presidencial cuando se estabilicen un poco
más las cifras, posiblemente dentro
de un par de meses. El doctor Batlle da la
impresión de estar recogiendo en
este momento adhesiones que trascienden su
sector y que le permiten una captabilidad
interesante dentro del Foro
Batllista.
El doctor Hugo Batalla aparece con
mucha oscilación como una figura a
la que los votantes del Foro ven como
candidato presidencial. Y dentro del Foro,
también con oscilaciones fuertes,
la figura de Hugo Fernández
Faingold, en menor grado la del ministro
del Interior, Didier Opertti, la del
senador Luis Hierro López y la del
ex candidato a intendente y actual
presidente de UTE, Mario Carminatti, son
las que recogen con cierta
sistematización, con cierta
regularidad, adhesiones de la
opinión pública.
Luego hay otras figuras
políticas, algunas de las cuales
recién ahora han aparecido ante la
opinión pública como
posibles precandidatos presidenciales. Y
el efecto de esto es que en alguna
encuesta pueden recoger adhesiones y en
otra no haber sido visualizados como
precandidatos presidenciales.
Este es el panorama, bastante
confuso, lleno de incógnitas, lleno
de interrogantes, que presenta el Partido
Colorado. Y la clarificación de
este panorama le va a ser vital hacia las
elecciones del 99, entre otras cosas
porque el Partido Colorado tiene la
experiencia de lo que le pasó al
Herrerismo, que por la definición
de la candidatura presidencial puede pasar
el sector mayoritario, sea un sector
político que se mantenga como tal e
imponga su candidato o que ese sector se
vea afectado en su continuidad como tal y
pueda sufrir rupturas o
escisiones.
El Herrerismo tuvo una
escisión ante de la
elección, que fue la de
Volonté, y una escisión
luego de la elección, que es la de
Ramírez. Prácticamente toda
la gran competencia del Partido Nacional
está girando en torno a sucesores
del presidente de la República o al
propio presidente.
Este riesgo que tiene el Foro
Batllista y que tiene el liderazgo de
Sanguinetti plantea una de las grandes
dudas: cómo va a hacer el Foro para
resolverlo de una forma que sea realmente
eficiente.
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