VAZQUEZ, SANGUINETTI Y LACALLE LIDERAN LAS PREFERENCIAS EN SUS PARTIDOS POLITICOS

A poco más de un año de realizadas las últimas elecciones nacionales y a menos de tres para el comienzo de la primera campaña electoral del siglo XXI, el Encuentro Progresista-Frente Amplio estrena las mediciones políticas en un nivel superior al obtenido en octubre de 1999, mientras los otros tres partidos se sitúan varios puntos por debajo del resultado logrado. Un hecho relevante es que el conjunto de electores representados en la encuesta incorpora más de 200.000 personas, que no votaron en el pasado ciclo electoral y en cambio lo harán en el próximo. El total de nuevos votantes para el ciclo 2004-2005 será del orden de los 250.000, es decir, que la medición toma en cuenta a cuatro de cada cinco futuros votantes (el quinto restante tiene en la actualidad menos de 15 años de edad).

En relación a las elecciones de octubre de 1999 el EP-FA se sitúa en casi cuatro puntos porcentuales por encima, el Partido Colorado casi seis puntos porcentuales por debajo, el Partido Nacional cinco puntos y medio menos y el Nuevo Espacio baja un punto y medio. El total de personas sin definición es de 13%, que cabe desagregar en un 3% que normalmente vota en blanco o anulado y un 10% de verdaderos indefinidos, todos estos provenientes de los partidos tradicionales. En las encuestas realizadas desde 1990 en adelante siempre se observó el mismo fenómeno en relación al Frente Amplio: su votación anterior constituye un piso del que rara vez baja, y durante el período interelectoral normalmente se encuentra varios puntos por encima de dicha votación.

A la inversa, los partidos tradicionales alcanzan sólo excepcionalmente los niveles obtenidos en la elección anterior. Estas tendencias, que operaron en el lapso 1990-1994 y en 1995-1999, se mantienen en este nuevo período 2000-2004.

El frenteamplismo crece por tres vías: capta más de la mitad de los nuevos electores, absorbe casi todo lo que cae el Nuevo Espacio y logra alguna llegada en gente que viene de votar a los partidos tradicionales. El Partido Colorado está en el mismo nivel que tuvo en las encuestas a lo largo del invierno de 1999. El Partido Nacional pierde igual porcentaje de adhesiones que el coloradismo en relación a octubre. Es relevante destacar que no se manifiesta el repunte logrado en las elecciones municipales, lo que permite en principio interpretar que en la mayor captación de la contienda departamental jugaron factores estrictamente locales, que no son fáciles de trasladar a la competencia nacional.

Al interior del EP-FA se mantiene el liderazgo indiscutido de Tabaré Vázquez quien logra dos tercios de las adhesiones. Es interesante observar que tres de cada 10 frenteamplistas se inclinan por el voto presidencial a Vázquez, pero expresan mayor simpatía por otra figura de la coalición de izquierda, fundamentalmente por el intendente Mariano Arana (Vertiente Artiguista).

El senador Danilo Astori (Asamblea Uruguay) aparece, aunque muy lejano, como el único contendiente relevante de Vázquez, seguido por Arana y el senador José Mujica (tupamaro). Los otros dirigentes que captan adhesiones significativas son los senadores Reinaldo Gargano (socialista) y Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista).

El Partido Colorado reproduce el problema de todo partido titular de la Presidencia de la República: el primer mandatario es el referente fundamental del partido, está excluido de la siguiente carrera electoral y rara vez tiene sucesores claros. También se reproduce la situación de un alto nivel de figuración del vicepresidente de la República, lo cual ocurrió con igual magnitud en los dos gobiernos anteriores (con Gonzalo Aguirre y Hugo Batalla, respectivamente).

Existe inicialmente en un sector del electorado la asociación entre la figura vicepresidencial y la sustitución del presidente en ejercicio; ello constituye un plus inicial para quien fuera compañero de fórmula del mandatario actuante, ventaja que se traducirá o no en términos electorales en función de su manejo político, del que haga el propio primer mandatario y del contexto partidario. Por encima del 5% de respaldo colorado se sitúan además el ministro del Interior, Guillermo Stirling, y el senador Pablo Millor, ambos del Foro Batllista, con niveles parecidos de apoyo.

Entre los dirigentes de la Lista 15 los colorados otorgan además respaldo relevante al senador Alejandro Atchugarry, al diputado José Amorín Batlle, al ministro de Transporte, Lucio Cáceres, al secretario de la Presidencia, Raúl Lago y al futuro presidente de ANCAP, Jorge Sanguinetti. Y dentro del Foro Batllista al diputado Washington Abdala, al ministro de Defensa, Luis Brezzo, al embajador en EEUU, Hugo Fernández Faingold, y al canciller Didier Opertti.

El Partido Nacional presenta un claro despegue del ex presidente Luis Alberto Lacalle (Herrerismo), que capta el 50% de las adhesiones blancas. Su oponente más destacado es el senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional), con el 18%. Los ex candidatos presidenciales Juan Andrés Ramírez (Desafío Nacional) y Alberto Volonté (Manos a la Obra), con cierto equilibrio entre ambos, son las otras dos figuras que superan el 5% de las adhesiones partidarias.

Por debajo de ese nivel captan adhesiones significativas los senadores herreristas Francisco Gallinal, Luis Alberto Heber y Julia Pou, y el ministro de Industria, Sergio Abreu, el diputado Arturo Heber, el senador Carlos Julio Pereyra y el ex canciller Alvaro Ramos fuera del herrerismo.

Publicado en diario El Observador
diciembre 10  - 2000