Derecha
e izquierda
en la política uruguaya
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano
Cotelo
EMILIANO COTELO:
A media mañana, como todos los
viernes, vamos a encontrarnos con Oscar
Bottinelli, politólogo, director de
Factum. Hoy, el tema de análisis
para el espacio La Opinión
Pública es: "Derecha e izquierda en
la política uruguaya".
¿Tiene validez la
clasificación en derecha, centro e
izquierda aquí en Uruguay?
¿Los uruguayos se ubican en esa
clasificación? ¿Cómo
consideran este tema?
OSCAR BOTTINELLI:
Es un tema que ha resultado
polémico, más aún en
los últimos tiempos (luego vamos a
explicar por qué). Empecemos a
manejar su conveniencia y la necesidad de
su uso. En primer lugar, porque es
empleado en todos los países, por
lo menos los países con los que a
Uruguay le interesa comparar los datos. Es
decir, todos los países europeos,
los demás países del
Mercosur, Estados Unidos, Canadá...
Y por lo tanto, es uno de los elementos
que conviene utilizar en la medida en que
hay que tratar de manejarse con
estándares comparativos.
Lo segundo es que el 84% de la gente
encuestada se ubica en algún lugar,
se clasifica en el eje izquierda o
derecha. Esto es una constante, nosotros
exploramos la autoidentificación
ideológica en forma continua desde
1993. Sólo el 16% no se ubica. Ni
siquiera hay que decir que ese 16% rechaza
el eje izquierda o derecha, porque los que
siguen habitualmente este programa
estarán acostumbrados a que
normalmente hay un piso no menor al ocho o
10 por ciento de gente que no opina,
aún sobre los temas más
conocidos y de mayor impacto. Por lo
tanto, si es del 16%, la no
ubicación en la escala
izquierda-derecha es muy baja.
El tema es que empecemos a ver qué
quiere decir izquierda o derecha o
cómo se obtiene la
clasificación izquierda-derecha. Se
obtiene así: a la gente se le
presenta una regla, en un extremo
está la izquierda y en el otro la
derecha. Tiene normalmente 10 escalones,
entre otras cosas, con la finalidad de no
sugerir el centro (el centro
matemático en número enteros
no existe, el cinco está un poquito
a la izquierda y el seis un poco la
derecha), y se le dice: "ubíquese
acá". La gente se autodefine. Y
cuando cada cual se ubica, les está
dando un sentido particular a los
conceptos de derecha, de izquierda o de
centro.
El término tiene 200 años o
un poco más. Surge en la
Revolución Francesa, en la
convención. Como "izquierda" se
definía al grupo de
asambleístas, de parlamentarios,
que se situaban a la izquierda de la
presidencia o a la izquierda de la mesa, y
que era el sector más fuerte,
más radical, más
revolucionario. A la derecha de la mesa se
situaba el sector más contrario a
las grandes reformas, el más
conservador.
Este ha sido el sentido que ha tenido. En
el período final del campo
socialista hubo algunas complicaciones, en
los países de Europa del este y de
la Unión Soviética.
Allí era muy difícil
establecer (sobre todo con la palabra
"izquierda", que ya adquiría en el
mundo una connotación muy clara en
relación a determinados partidos
políticos) si el que
defendía con más ortodoxia
la continuación del régimen
era de izquierda (porque siempre se
calificó de izquierda a ese
régimen) o de derecha, en la vieja
terminología de la
Revolución Francesa, porque
defendía continuar lo que estaba y
se oponía al cambio.
En Estados Unidos, por ejemplo, el eje
derecha-izquierda se usa con otras
palabras: conservadurismo-liberalismo.
Pero en Estados Unidos, "conservador" es
lo más parecido a derecha, y
"liberal" es lo más parecido a
izquierda.
El otro tema de esta controversia, es que
en Uruguay, a diferencia de otros
países, tuvo legitimación la
palabra izquierda. Con legitimación
no quiero decir que no haya gente
furibundamente contraria a la izquierda.
Pero fue muy clara la clasificación
a favor o en contra de la izquierda y rara
vez ha existido la
autoclasificación en derecha. Es
muy raro que en Uruguay se entreviste a
alguien, a una fuerza política que
diga: "nosotros representamos la derecha".
Generalmente, figuras o grupos que en
otras partes del mundo se ubicarían
a la derecha, en Uruguay se autodefinen de
"centro".
Si comparamos con España,
recordemos que han existido partidos como
la Confederación de Derechas
Autónomas, famosa en los
años 30. Pero consideremos los
más recientes debates Aznar-Felipe
González, tanto ahora con el
triunfo de Aznar, como tres años
antes con el triunfo de Felipe
González. Aznar hablaba de
"nosotros, los hombres de las derechas".
Nunca entendí por qué en
España se habla en plural y no en
singular, cuando se habla de
derecha-izquierda, y se dice que se es de
"derechas" o de "izquierdas". Aznar
decía que ellos son "las
derechas".
EC - De todos modos, en el último
tramo de la campaña, en los
últimos meses, ya era de
centro.
OB - En el último tramo, los dos
eran de centro. Felipe González, a
diferencia de la campaña del 92 y
del comienzo de la última
campaña que hablaba de la
izquierda, decía que ellos eran el
centro, los únicos del centro. Esa
es una de las características de
todo país que busca la
antipolarización. En la
última campaña electoral
uruguaya, el tema era quién se
superponía más con el otro
candidato en el centro.
Esta falta de legitimación del
término "derecha", también
lleva a que, si no está legitimado
ubicarse en el espectro de una regla,
tiende a rechazarse la existencia misma de
esa regla.
Por último, es interesante tomar en
cuenta que hoy, en el Uruguay y en el
mundo occidental, el eje izquierda-derecha
no es uno, sino que pueden ser dos. Porque
hay un eje derecha-izquierda, que uno
puede llamar "eje institucional", el que
tiene más que ver con la
polémica de los años 60, 70,
80, donde la derecha es lo más
opuesto a la izquierda clásica, al
comunismo, lo más partidario de una
postura autoritaria. En muchos sentidos,
con una visión menos crítica
o más favorable a lo que fue el
proceso militar.
Pero hay otro eje que no se superpone en
absoluto con éste, que es cuando se
ubica en relación al Estado. En
Uruguay tenemos, claramente, fuerzas que
pueden ubicarse como derecha
institucional, pero que no coinciden con
la postura más de derecha en
relación al tema Estado privado, si
es que se considera que izquierda es lo
más Estado y derecha es lo
más privado. Cuando alguien se
autoclasifica, a veces se está
clasificando en función de un
parámetro o del otro.
Dijimos que el 16% de los uruguayos no se
autoubica. Nos encontramos con que los
demás lo hacen de esta manera: en
la izquierda pura, se ubica el 8%; en una
izquierda moderada, el 14%; en el espectro
centro, el 32%; en la derecha moderada, el
14%, y en la derecha pura, el 15%. Si
agrupamos un poco, encontramos que hay un
23% (14 más ocho es 22, pero
acá siempre hay decimales sueltos
que los redondeo, si no después nos
complican) de gente que se ubica a la
izquierda. El 29% se ubica en la derecha y
el 32% en el centro. El promedio nacional
anda en el centro, oscila entre el 5.2 y
el 5.8.
Ahí hay exquisiteces
estadísticas, donde la propia
variabilidad, el promedio del largo
tiempo, es el punto más exactamente
central que 5.5. En las últimas
encuestas se nos está corriendo un
poquitito hacia la derecha. Estamos en el
5.8, que es un poquitín a la
derecha del centro puro. Pero el gran
promedio es el centro más puro y
hay -como estamos observando- una gran
centripetación. No sólo si
hacemos una curva, el punto más
alto es el ce0ntro, sino que el centro es
más fuerte que toda la izquierda
sumada y que toda la derecha sumada.
Lo segundo es cómo se ubican a
sí mismos los votantes de los
distintos partidos. Promedialmente, los
votantes del Frente Amplio-Encuentro
Progresista se ubican en la izquierda
moderada. En promedio, siempre hay un
abanico muy grande. El 39% de los
frenteamplistas se autoubica en la
izquierda moderada, el 24% en la izquierda
pura y el 23% en el centro. Acá
queda muy claro que la izquierda moderada
es el gran aglutinante, pero hay un
porcentaje tan importante de
frenteamplistas que se definen de centro,
como los que se definen de izquierda pura.
Y todavía queda un porcentaje muy
pequeño, pero que existe, de
frenteamplistas que se definen de
derecha.
En el Partido Nacional, predomina el
centro, 35%; derecha moderada, 23%;
derecha pura, 22%. Queda un 5% que se
ubica hacia la izquierda.
En el Partido Colorado, es más
fuerte el peso de la derecha, 28% de
centro; 21% de derecha moderada, 30% de
derecha pura, y hay un 5% que
también se ubica en la
izquierda.
Los promedios nos dan: los frenteamplistas
se ubican en izquierda moderada, el
Partido Nacional en derecha moderada, el
Partido Colorado en derecha moderada.
Aunque queda levemente más a la
derecha la ubicación
ideológica que hacen de sí
mismos los colorados que los blancos.
Repito, acá no es como los
demás los ven, ni como los
demás ven a los distintos partidos,
sino como cada uno se ve a sí
mismo.
El tema da para mucho más. En
algún otro momento volveremos a
él, porque es un tema interesante:
cómo ve la gente a los partidos y
cómo se ven a sí mismos, por
ejemplo.
Primero, el término puede ser
confuso, sobre todo en este momento en que
derecha e izquierda pueden querer decir
cosas muy distintas. Un eje puede ser ese
autoritarismo de revolución, para
hablar en los términos más
próximos a los años 60, pero
otro puede ser un Estado privado. No se
superponen totalmente. A pesar de todo
esto, el 84% de la gente se ubica.
Segundo, si bien el término
"izquierda" parece más autoasumido
por fuerzas políticas, hay muchos
grupos políticos en el Uruguay que
se dicen de izquierda y no hay
prácticamente grupos
políticos o dirigentes
políticos que digan "somos de
derecha". A pesar de eso, el hombre
común uruguayo se ubica en toda la
escala ni más a un lado, ni
más al otro. El promedio de los
uruguayos es el centro puro.
Los votantes del Partido Nacional y del
Partido Colorado se están ubicando
en una derecha moderada, quizás lo
más moderado de todo, lo más
próximo al centro. Pero,
curiosamente, la izquierda también
se ubica en una izquierda moderada,
bastante próxima al centro.
Otro dato interesante es que el Frente
Amplio constituye cerca del 30% del
electorado y, sin embargo, la gente que se
define de izquierda es sólo el 23%.
Esto queda muy claramente explicado cuando
más de la cuarta parte de los
votantes del Frente no se ve a sí
misma como de izquierda, sino como de
centro. Entonces, la izquierda como
institución y la izquierda como
definición ideológica no son
términos absolutamente
ubicables.
La otra conclusión muy importante,
más allá de todas las
polémicas que pueda representar
este eje, es el reflejo, la
radiografía de esa búsqueda
del centro, de esa centripetación
típicamente uruguaya. Uruguay es un
país que se ha ido despolarizando y
ha ido caminando hacia el centro
político.
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