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El día después de
las elecciones internas
EMILIANO COTELO:
Es la hora del análisis, de las definiciones en las
distintas tiendas partidarias. A la espera de esas
determinaciones, hemos estado comentando desde
temprano los resultados en nuestra tertulia, hoy en
horario madrugador.
Ahora les proponemos el análisis del director de
Factum, Oscar A. Bottinelli. ¿¡No te habrás
equivocado anoche, con tu proyección de escrutinio!?
OSCAR A. BOTTINELLI:
En algún momento tuve el sueño macabro de que todo
eso pudiera ser un error o una broma.
EC - El chiste viene a propósito de que el
procesamiento de datos de la Corte Electoral aún está
lejos del 100 por ciento de las mesas receptoras.
OAB - Cuando salí de casa, como a las siete y media
de la mañana, iba por el 57 por ciento; ahora debe
estar llegando al 70 por ciento.
EC - Aproximadamente. Y si uno trataba de sacar
cuentas más temprano, se encontraba por ejemplo con
que el ranking entre partidos era bastante distinto
del que tú diste y empresas de opinión pública
manejaron anoche. Hoy sobre las siete, siete y media
de la mañana iba arriba el Partido Nacional (PN)
cómodamente, muy cómodamente arriba del Encuentro
Progresista - Frente Amplio (EP-FA), con ocho puntos
o algo por el estilo.
OAB - Esto sirve para ver para qué sirven las
encuestas a boca de urna y las proyecciones de
escrutinio. Imaginemos esta escena: el único dato que
hay es el de la Corte Electoral, todavía están sin
dormir Larrañaga, Lacalle, Vázquez, Sanguinetti,
Stirling, y quizás en este momento empiece a diluirse
el festejo del PN por haber ganado, porque las cifras
empiezan a dar que de repente gana el FA.
Imaginémoslo, porque todo el mundo está manejando un
resultado que es producto de que nosotros hicimos una
encuesta de boca de urna y una proyección de
escrutinio.
En 1962, más o menos hasta las dos o tres de la
mañana había festejado el Partido Colorado (PC), hay
una escena famosa de Eduardo Víctor Haedo diciéndole
a Grauert por radio: "Espere que vengan los datos del
interior, espere que llegue Paysandú", y allá como a
las cinco de la mañana sale a festejar el PN que
efectivamente había retenido el gobierno. Pero
atención, a las cinco de la mañana estaba el
resultado; ahora son cerca de las nueve y media y
todavía no sabemos cuál es el resultado entre los
partidos de acuerdo a la Corte, de acuerdo a los
únicos datos acumulados se supone que oficial o
semioficialmente; oficialmente de la Corte, antes era
semioficialmente el Ministerio del Interior.
Resulta que ayer habló Larrañaga, habló Lacalle,
habló Vázquez, habló Stirling después de que dimos
las cifras de la proyección del escrutinio.
EC - Recordemos en qué consiste el trabajo de una
empresa como Factum en un día como el de ayer.
Ustedes habían estudiado el comportamiento del
electorado por dos sistemas.
OAB - Yo diría por tres, porque uno son las encuestas
previas que nos dan un piso. La gente pregunta qué
aportan las encuestan, y aportan nada menos que lo
que cree obvio porque es como si alguien creyera que
sabe qué temperatura hay sin leer ningún termómetro;
cosa que mucha gente cree, además, escucha en la
radio que hay 20 grados y dice: "No, no hay 20
grados; no sé si ese termómetro anda bien o mal". Se
sabe por el termómetro.
Primero el termómetro de las encuestas previas. Con
eso hay un escenario, por ahí va a andar la cosa.
EC - Después se hace el propio día de la votación la
encuesta a boca de urna.
OAB - La encuesta a boca de urna se hace a la salida
de los locales de votación, normalmente, salvo cuando
nos meten preso al encuestador... como hizo ayer el
comisario de Cardona, que conmemorando los 31 años
del golpe de Estado hizo que nadie olvidara lo que es
vivir en dictadura donde la Policía puede poner preso
a alguien porque está preguntando qué opina.
EC - Eso pasó ayer, año 2004.
OAB - En 2004 el comisario de Cardona nos llevó a la
comisaría al encuestador. Aclaro que, cuando se
enteró, el ministro del Interior quedó horrorizado.
EC - Lo cierto es que se hace una encuesta en boca de
urna, como se puede, con las dificultades que ya
hemos comentado en otras ocasiones.
OAB - No, no; en 1992 hicimos aquí toda una especie
de show con los problemas que tuvimos en los
circuitos cuando cubrimos la Ley de Empresas
Públicas.
EC - Sí, lo recuerdo bien.
OAB - Eso fue pecata minuta en relación a ayer. Fue
la vez en la historia de que hacemos coberturas
electorales que tuvimos mayor sabotaje a nuestro
trabajo con participación de altos funcionarios
electorales, como en Florida donde largaron un
comunicado diciendo que no se los dejara entrar a los
escrutinios, o en Soriano donde cada vez que llamaba
un presidente de mesa en lugar de decirle: "Usted
tiene la autoridad para decidir", le decían: "No lo
deje entrar". Y cuando llamaban acá, ministros de la
Corte llegaron a decir que era potestad del
presidente de mesa, pero el funcionario electoral
decía: "Pero no lo puede dejar entrar".
Esto no fue casual, no fue que de golpe se volvieran
burros los presidentes de mesa; hubo algunos
impertinentes que creyeron que porque era aniversario
del golpe de Estado eran generales golpistas; como
uno que llamó a la Policía para echar a la esquina al
encuestador boca de urna porque lo molestaba en la
puerta del local, sin tener potestades.
EC - Es increíble que todas esas dificultades existan
para el trabajo de las empresas de opinión pública
que están desarrollando la encuesta en boca de urna o
la proyección de escrutinio, cuando al mismo tiempo
todo el sistema político del país depende del
resultado de ese trabajo.
OAB - Voy a contar una cosa delirante. Ayer estábamos
hablando con asesores importantísimos de Lacalle,
personalmente con Larrañaga, con Sanguinetti, con
gente de todos los grupos que se quiera y entre
llamada y llamada la denuncia de que no los dejaban
entrar a un lado y a otro. Mientras tanto, los
líderes políticos nos preguntaban: "¿Cómo anda el
trabajo?". Estábamos prestando un servicio público
que además paga una empresa privada, como fue en un
momento El Espectador y ayer Canal 4. Era un servicio
público pago por una empresa privada y en lugar de
decir: "Qué bárbaro", llamaron con toda la guerra. Es
una carrera de obstáculos, no puede ser que con lo
difícil y delicado que es este trabajo ayer tuviera
que estar desde las tres y media hasta las siete y
media solamente ocupándome de resolver problemas para
que los encuestadores, que eran corresponsales de
prensa además, pudieran entrar a los circuitos.
Realmente esta imagen deja muy mal parada a la Corte
Electoral. Eso es lo que tienen que entender, más
allá de que también lo resolvimos gracias a algunos
ministros de la Corte Electoral sin cuya ayuda no se
resolvía. Y de algunos diputados, que cuando
escucharon al aire nuestra protesta llamaron por
teléfono y recorrieron algunos un centenar de
quilómetros hasta llegar al circuito a convencer al
presidente de que nos dejara entrar. También tuvimos
un apoyo excepcional del sistema político y de varios
ministros de la Corte Electoral.
EC - Tú decías que incluso fue peor que en otras
ocasiones.
OAB - Fue la peor de todas.
***
EC - Dejando de lado ese punto, que creo que va a dar
para bastante más en los próximos días, sobre todo
con vistas a las elecciones de octubre, terminemos de
explicar a los oyentes qué tipos de estudios hicieron
ustedes ayer. Fueron dos básicamente.
OAB - Ayer fueron dos. Uno viene con el panorama de
lo que espera, que le dan las encuestas previas y ese
día se hace la encuesta en boca de urna: a la salida
de los locales se interroga a los votantes a quién
votaron. Nosotros relevamos partido y candidato
presidencial. Eso nos da un panorama que tiene un
margen de aproximación importante pero con dudas,
porque hay quienes no contestan. Hicimos el primer
anuncio con estos datos, que fue el claro triunfo de
Larrañaga, que por lo menos era de seis a cuatro;
ahora nos está dando cerca del dos a uno, pero capaz
que el "No contesta" ajustaba las cifras pero quedaba
claro que era por lo menos seis a cuatro; que el
Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA) salía
primero, pero muy cerca el PN; obviamente el triunfo
de Stirling en el Partido Colorado. Eso fue lo que
nos permitió la boca de urna.
El otro trabajo es la proyección de escrutinio, o más
exactamente lo que llamamos resultado proyectado. El
resultado proyectado en base al conteo de votos no es
una encuesta en la que se le pregunta a la gente,
sino que se toma el dato verdadero, el voto abierto,
se planilla…
EC - Ustedes diseñan una muestra, eligen una serie de
circuitos en todo el país cuyo conjunto es
representativo del 100 por ciento del electorado,
entonces van colocando en esos circuitos funcionarios
de Factum que transmiten al centro de cómputos la
información ¿cada cuántos votos escrutados?
OAB - Primero a los 100 votos escrutados y luego al
final. Cada circuito vale distinto según lo que esté
representando, y eso da un resultado muy ajustado,
muy aproximado. Cuando llegamos al 70 por ciento de
la muestra se mueven algunos decimales, por supuesto,
e igual queda alguna distancia del resultado final.
Lo ideal es que la diferencia con respecto al
resultado no supere el 1 por ciento a nivel de
partidos. En Italia, por ejemplo, en la última
elección del Europarlamento quedó situada
promedialmente en el 0,8 la diferencia entre la
proyección de escrutinio y el resultado final. Esto
permite lo que ha permitido: que Uruguay cuente con
información. En 1999 fue así, en abril los tres
partidos proclamaron su candidato en función de la
proyección de escrutinio, en octubre el orden de los
partidos y cuál era el balotaje y en noviembre
Vázquez reconoció el triunfo de Batlle y Batlle lo
aceptó en base a la proyección de escrutinio. La
diferencia es que esta vez nos cayó una
responsabilidad mucho mayor porque la otra vez había
más de una empresa trabajando e incluso los partidos
hacían su propia proyección, entonces todos nos
respaldábamos mutuamente si coincidíamos en los
datos; esta vez corrimos en solitario en la
proyección de escrutinio.
EC - Factum fue la única empresa que desarrolló ese
trabajo.
OAB - Fue la única proyección de escrutinio, lo cual
a uno lo halaga, mucho pero por otro lado lo hace
temblar mucho porque la responsabilidad es muy
grande. Quiero expresar el agradecimiento a todos los
líderes políticos porque el doctor Vázquez, el
escribano Stirling, el doctor Lacalle y el doctor
Larrañaga hicieron las movidas políticas confiando
absolutamente en nuestro resultado. Esto nos halaga
mucho porque nos dieron un test de confiabilidad
público muy alto que agradecemos muchísimo.
***
EC - Corresponde ingresar ahora al examen de los
datos, todavía en base a la proyección de escrutinio,
esperando los números de la Corte Electoral después
del mediodía.
OAB - En base a la proyección de escrutinio pero con
un 70 por ciento de tabulación oficial; ya hay un
montón de datos que corroboran la proyección.
Yo diría que una elección como la de ayer tiene la
peculiaridad de que el resultado cumple una doble
función: es un análisis de lo que pasó y el primer
efecto de lo que va a pasar.
EC - No en vano hay quienes denominan a estas
elecciones de ayer elecciones primarias.
OAB - Exacto; desde que se empezó a discutir la
reforma he dicho que el nombre es absolutamente
disparatado, no son internas, son elecciones
generales y preliminares o primarias.
EC - ¿Empezamos por la comparación de la votación de
los distintos lemas?
OAB - Primero, esto marca un escenario muy diferente
al del año pasado, confirma un escenario muy
diferente al del año pasado y marca un cambio que
tenemos que analizar respecto de las encuestas hasta
hace una semana.
EC - ¿En qué sentido marca un escenario muy
diferente?
OAB - Respecto al año pasado, esto ya confirma
definitivamente el desnivel entre el PN y el PC.
Aquel sistema de un gran partido en términos
electorales, que era el FA, y dos partidos igualados,
que eran el PC y el PN, se rompió. El PN claramente
está detrás del FA, pero muy por delante del PC, y
este es un escenario completamente diferente del que
pudimos tener hasta diciembre o comienzos de este
año, aunque ya ahí el PN estaba delante, pero en
niveles de cierta competencia. Ahora el PN duplica
-en esta elección mucho más que duplica- al PC.
Lo otro es que difiere de la encuesta de intención de
voto si las elecciones de octubre fueran hoy.
Nosotros estábamos suponiendo el escenario con voto
obligatorio y esto tiene que ver con la concurrencia.
Vamos a analizar concurrencia y competencia entre
partidos como una sola cosa.
EC - Recordemos que la concurrencia estuvo en el 45
por ciento.
OAB - La gente que decía que iba a votar estaba entre
el 50 y el 54 por ciento. ¿Quiénes no fueron a votar?
Básicamente gente que dice que votaría al FA en
octubre, ahí está la pérdida de participación. Y
básicamente esos cinco puntos que van del 45 al 50
son los que le faltan al Frente para llegar del 43 al
48.
EC - Recordemos que según la proyección Factum el EP
habría obtenido ayer el 43 por ciento de los votos,
el PN el 38, el PC 15 por ciento y otros 3 por
ciento.
OAB - Es decir que sostener que esto es un piso para
el EP-FA es correcto, siempre y cuando tengamos en
cuenta que el piso no es el 43 por ciento, sino el
número de votos de ayer, que equivale al 21-22 por
ciento de todo el electorado, porque la otra mitad se
quedó en la casa. No confundamos los porcentajes,
hablar de porcentajes puede ser la mejor forma de que
nadie entienda nada.
¿Cuál es el tema que hay que analizar? Que estamos
hablando de la competencia entre partidos. No lo
hicimos el 26 de abril de 1999 (yo tenía esa idea
pero por las dudas fui a fijarme en los archivos de
los análisis que hicimos acá; no hablamos de ese
tema)...
EC - O sea, no interesaba cómo había votado uno en
comparación con otro partido.
OAB - No. El PC salió primero, el FA segundo; lo
mencionamos al pasar, pero hoy es un tema central.
¿Por qué? Porque el EP-FA decidió, hizo publicidad en
ese sentido, lo comunicaron los líderes de los
sectores, lo dijo su vicepresidente Jorge Brovetto,
lo dijo el vicepresidente del EP, Rodolfo Nin Novoa y
lo dijo el presidente de ambos, Tabaré Vázquez:
"Demostremos nuestra fuerza política el 27 de junio".
El tema es que el EP-FA se puso a sí mismo un desafío
y en ese desafío que nadie le pidió y que no tenía
ninguna razón, le fue mal. Ése es el dato.
EC - Logró ser la primera fuerza política.
OAB - No: ya lo era; ya lo había sido en octubre de
1999. Demostrar que seguía siéndolo era demasiado.
EC - Está bien, el EP-FA tenía que demostrar otra
cosa.
OAB - Tenía que demostrar, una de dos: o que tiene
una ventaja de cinco a tres sobre el PN, como daban
las encuestas; o, si el PN crecía por desplome del
PC, cosa que no ocurrió, que estaba en el nivel de
las encuestas: 48-49 por ciento o, como esperaban,
por encima del 50 por ciento. Encuestas de esas medio
raras que aparecen por ahí, que nunca se sabe bien
quiénes son sus responsables, decían que el Frente
iba a pasar el 50 por ciento. Era una propaganda.
Creo que era lo que creían que iba a ocurrir.
El tema es que esto puede no afectar la votación de
octubre, es probable. Es probable por dos razones: al
EP-FA no lo afectó a favor el referéndum por Ancap,
no logró capitalizar el arrollador éxito del Sí.
EC - De diciembre a junio el Frente no capitalizó en
las urnas aquel triunfo.
OAB - De diciembre a marzo: a fines de febrero,
principios de marzo, el Frente llegó al 53 por ciento
y a fines de marzo ya estaba en 50 por ciento, en
abril en 49 y después en 48. Es decir que se
desvaneció el éxito del referéndum de Ancap.
De la misma forma quizás esto que aparece como un
golpe pueda afectar en una encuesta inmediata y
desvanecerse, como se desvaneció un éxito puede
desvanecerse un golpe. Pero es un golpe.
EC - Lo cierto es que en esta foto el PN aparece muy
cerca del Frente.
OAB - Y la explicación de que si en Montevideo el
porcentaje de votación hubiera sido el mismo del
resto del país el EP-FA hubiera llegado al 50 es
excelente: si el Chengue Morales hubiera hecho el gol
Uruguay le hubiera ganado a Senegal 4 a 3 y hubiera
sido el país que pasaba a las semifinales, de repente
hasta la final, mientras habían sido eliminados
Argentina, Francia… El único detalle es que el
Chengue Morales no metió el gol.
EC - Estás aludiendo muy ácidamente a comentarios que
realizó ayer en la conferencia de prensa el doctor
Tabaré Vázquez y que han hecho otros dirigentes del
Frente, como el ingeniero Jorge Brovetto, por citar
otro caso.
OAB - Sí, yo oí a Brovetto; no sabía que también lo
había dicho Tabaré Vázquez. El tema es el siguiente:
no analicemos el resultado electoral de lo que
"hubiera ocurrido si"; yo qué sé cómo hubiera sido la
historia de Europa si Napoleón hubiera ganado
Waterloo pero perdió en Waterloo, y el Chengue
Morales erró el gol y los frenteamplistas, o
presuntos frenteamplistas o simpatizantes del EP-FA
en Montevideo no fueron a votar y esto no tendría
importancia si no se hubiera dicho: "Vamos a
demostrar que somos el 50 por ciento". No lo fue, esa
es la realidad.
***
EC - Pasemos ahora a la votación del Partido Colorado
(PC).
OAB - La votación del PC no es para nada
sorprendente. 15 por ciento; probablemente el número
de los que se quedaron en la casa que están
dispuestos a votar al PC en octubre es el mismo que
los que votaron. Está en los niveles que están dando
las encuestas. No me importa si es 12, 13, 14 o 16,
es un partido que está en un nivel muy bajo, muy
lejos de poder disputar la Presidencia de la
República. Todo indica que el Foro le gana a la 15.
EC - Según los datos del propio Foro Batllista (FB),
porque allí no hay todavía proyección de Factum.
OAB - No; nosotros no tenemos proyección y los datos
de la Corte Electoral son muy difíciles de procesar
en la medida que da una información de listas hay que
tener exactamente el panorama de todas las listas;
nosotros tenemos un panorama bastante completo pero
con la cantidad de listas de esta elección no nos
pidan que lo tengamos completo, entonces es muy
difícil hacer la sumatoria de votos. El trabajo del
Foro es muy técnico, no es un trabajo político.
EC - Según los datos del Foro el triunfo sería 60 a
40.
OAB - Ellos están haciendo una proyección de
escrutinio sobre actas cerradas, sobre el final de
cada escrutinio y les está dando no importa si 60 a
40 o seis a cuatro, quiere decir que ganó el Foro con
alguna holgura, por supuesto en términos electorales
muy bajos del PC.
Aquí hay varias cosas importantes. Primero, cuando
después hable del PN voy a analizar algunas cosas,
porque según cómo termine jugando el PN -en lo cual
van a incidir el armado de la fórmula presidencial y
el manejo de las señales hacia dentro que por ahora
son confusas- podrá o no retener a todo el electorado
que no siendo realmente blanco (y ojo: esto no tiene
que ver con voto extrapartidario, en este país hay
gente que es frenteamplista, colorada, blanca y gente
que se siente independiente y que vota a un partido u
otro según las simpatías a partir del candidato del
momento), y hay un sector que votó a Lacalle o que
por lo menos no estaba identificado con el PN hasta
hace un año, se fue identificando durante estos
meses, que si no se recompone muy bien el proceso
dentro del PN y no queda una candidatura abierta y
omnicomprensiva, podría emigrar hacia el PC. Es decir
que el PC tiene la expectativa, no va a andar debajo
de este porcentaje; ahí también cabe decir que esto
es un piso. Claro que es el 15 del 45, pero me atrevo
a decir...
EC - 15 por ciento del 45 por ciento, que fue la
gente que votó efectivamente.
OAB - Sí, de la mitad; vamos a hablar claro por lo
siguiente: 45 es la mitad de 90, 90 es el electorado
que vive en Uruguay, más o menos; el otro décimo,
quizás un poquito menos, son los habilitados para
votar que viven fuera y rara vez votan. Entonces, el
PC tiene el 15% de la mitad del electorado real, pero
tenemos la presunción, porque coincide con las
encuestas, de que otro tanto está en la casa y esto
debe ser el piso. El PC puede esperar recibir algo,
en parte por el mérito que haga, pero en gran medida
por el demérito ajeno.
EC - ¿De tu razonamiento puedo deducir que el PC
debería esperar al PN? ¿Debería primero conocer cómo
resuelve su fórmula presidencial el PN y en función
de eso elegir el candidato a la Vicepresidencia?
Supongamos que el PN resuelve armar una fórmula 100
por ciento "larrañaguista".
OAB - Es una posibilidad.
EC - En ese caso puede perder votos lacallistas o,
como tú decías hace unos minutos, votos de
independientes que se volcaron a Lacalle en la
elección interna y no están dispuestos a votar una
fórmula del PN exclusivamente larrañaguista. Para
captar esos votos el PC puede buscar un candidato a
la Vicepresidencia más adecuado que otro, ¿o no? Como
decía más temprano alguien en la tertulia: un
candidato a la Vicepresidencia más a la derecha para
atraer a esos simpatizantes de Lacalle.
OAB - Primero, hay un dato que no hay que olvidar,
que es la importancia de presentar las encuestas
previas a la elección como las presentamos
generalmente nosotros, salvo la última - última, que
era el porcentaje sobre el total del electorado,
porque eso permitió un fenómeno que es el siguiente:
Lacalle creció una vez y media en materia de espacio
electoral, perdió porque del otro lado el crecimiento
fue muchísimo mayor. Este dato es fundamental para
comprender que la tercera parte de los votantes de
Lacalle -porque si creció una vez y media, ese medio
de plus es la tercera parte de uno y medio- es gente
que ahora se inclina por Lacalle pero no estaba ni
con Lacalle ni con el PN; esa gente está medio
suelta, va a ver qué hace Larrañaga antes de seguir
votando al PN. Si ve una cosa demasiado
"larrañaguizante" esa gente va a mirar hacia el PC.
EC - ¿Y mira hacia el PC con cualquier fórmula
presidencial?
OAB - No creo que el tema sea de derechas, porque hoy
todo el PC puede entrar en el espectro de lo que
representa Lacalle en términos macro. Con esto no me
estoy salteando la diferencia entre posturas del
libre mercado y posturas más estatistas, pero
aclaremos que el Foro ha diluido muchísimo su
propuesta, sobre todo en el discurso más fuerte y más
central.
El tema es que el PC va a resolver -todo lo indica-
siguiendo lógicas internas, no siguiendo lógicas de
mercado. Es decir, no le va a decir a una agencia de
investigación de mercado: "Elíjame el vicepresidente
que tenga el mejor envase, el mejor color y el mejor
tono", sino que va a elegir de acuerdo a lógicas ya
trazadas, Foro o 15, cuál de los dos grupos tuvo más
peso, y de ahí saldrá el candidato. Y las figuras
están más o menos por ahí.
EC - ¿O sea?
OAB - Yo diría que uno de los nombres más repetidos
desde hace ya tres meses es el del intendente de
Salto, Malaquina. Yo no espero que del lado del Foro
aparezcan sorpresas (casi tampoco del lado de la 15,
aunque la 15, sobre todo a partir del estilo de Jorge
Batlle, acostumbra a darlas), el Foro, siguiendo el
estilo de Sanguinetti, está acostumbrado a la
previsibilidad. Y lo previsible es que no aparezca
una figura "rara"; me refiero a que no sea uno de los
actores políticos que están hoy en danza. Podría
tratar de recurrir a alguna figura de renombre, de
prestigio que no están hoy en la acción política
cotidiana…
EC - ¿En quién estás pensando?
OAB - No quiero entrar en la danza de nombres, pero
por ejemplo un Opertti, que es candidato a la
Secretaría General de Aladi, hoy no puede estar
mencionándose -no sé si lo mencionarían o no, si
aceptaría o no, pero no está en juego-; así como no
está en juego un Mercader por el lado del Herrerismo,
por impedimento constitucional, porque es nacido en
España y no tiene ciudadanía natural; como no está el
nombre de Enrique Iglesias en ninguna danza
presidencial porque es nacido en España, es ciudadano
legal y no puede ser candidato.
EC - Ni está en juego el nombre de Luis Hierro,
porque no puede volver a ser vicepresidente de la
República.
OAB - Por una disposición constitucional que sigue
siendo inexplicable, de que el vicepresidente no
puede ser reelegido, cuando es alguien que no ejerce
el poder; esto priva hoy al Foro de un candidato
importante. Creo que el Foro resolvería mucho con el
nombre de Hierro, vista esta promoción en que ha
quedado: ayer fue reconfirmado en el papel de gran
ejecutivo, operador del Foro en esta comisión de
programa Atchugarry - Hierro - Davrieux que se
anunció en la conferencia de prensa.
Creo entonces que el Foro o sorprende buscando alguna
figura de gran prestigio... para no manosear nombres
menciono a alguien que ya murió: como si dijera:
"Busco una Adela Reta". Busca algo así, o va por el
camino previsible. El camino previsible va a ser un
actor político, uno de los cuales podría ser
Malaquina.
El tema es que una fórmula así tampoco va a ser de
gran atractivo electoral como para decir "aparece
algo nuevo". El PC más bien va a andar por el camino
de la previsibilidad: somos esto, estos son nuestros
nombres, al que le gusten que siga nuestra
trayectoria, que sabe por dónde vamos.
EC - Tú descartas la posibilidad del doctor Alejandro
Atchugarry. Tengo claro que es un hombre de la 15,
pero podría ser un hombre de la 15 elegido por el
Foro.
OAB - El problema es que hasta ahora quien se ha
venido descartando es Alejandro Atchugarry. Fue el
precandidato presidencial obvio, semiproclamado,
natural de la 15 hasta la famosa carta del mes de
enero. Tuvo al país un mes en vilo con que "No, igual
va a ser Atchugarry", porque la 15 daba como un hecho
que terminaban convenciéndolo, hasta que al final no
lo fue. Después era el candidato obvio de la 15 a
disputar la Vicepresidencia, encabezaba la lista, la
idea era: "Usted va a votar al vice, Stirling -
Atchugarry", hasta que sale otra carta de Atchugarry
diciendo: "No; no es así, yo no soy". Yo no lo
descarto, quien se vive descartando es Alejandro
Atchugarry. Si Atchugarry no se descartara podría ser
un candidato, incluso ganándole el Foro a la 15.
***
EC - Llegamos al PN, que concentraba buena parte de
las expectativas y que ayer mostró, en cuanto a la
relación Larrañaga - Lacalle, un triunfo del primero
realmente impresionante, de 65 por ciento a 33 por
ciento, casi dos a uno.
OAB - Casi dos a uno; más bien 65-34 nos daba la
última cifra, no la que dimos en televisión, aunque
no cambia nada.
Insisto en un comentario que hicimos originalmente
hace como tres semanas y reiteramos varias veces: hay
que marcar la importancia de un partido que crece en
las dos puntas. Es una cosa bastante inédita que le
dio al PN esta fortaleza; no estamos acostumbrados a
la competencia interna, que es como una carrera de
velocidad o de acumulación, el que acumula más gana,
pero no sacándole al otro, que es lo habitual. Esto
marca una competencia diferente.
EC - Una competencia que por otro lado se manejó; se
cuidó desde los dos sectores con una prolijidad que
los propios blancos decían "No parece nuestra".
OAB - Con una prolijidad colorada, más allá de que
los colorados dos por tres hacen desprolijidades
blancas.
EC - Sí, el PC ha tenido sus internas sangrientas,
pero últimamente venía mostrando este perfil.
OAB - Es casi antihistórica esta prolijidad del PN.
Primero vamos a hablar de Lacalle, que tiene dos
grandes logros en esta elección. Primero, que pierde
habiendo aumentado su espacio electoral en una vez y
media, y segundo, habiendo reducido su nivel de
rechazo de manera extraordinaria; son los dos cambios
fuertes. Es muy difícil hablar elogiosamente de una
persona o un grupo político que pierde dos a uno, sin
embargo es un grupo que tiene logros importantes en
esta elección que se van a ver en el largo plazo,
después de que pase el coscorrón del día de ayer,
sobre todo porque lo posicionan bien al Herrerismo si
no tiene problemas internos, si resuelve bien
-después vienen problemas de armado de listas y
afinamientos, acuerdos-, sale muy bien para octubre
si el partido se juega de vuelta entre un candidato
único, Larrañaga, y dos grandes sectores: uno que es
el propio Larrañaga y otro que es el Herrerismo.
Mucha gente puede decir: "Qué linda combinación, me
gusta Larrañaga y me gusta Lacalle", como en octubre
de 1999 mucha gente decía: "Qué lindo que es votar a
Batlle y a Sanguinetti a la vez, uno a presidente y
el otro a senador".
Ahora hablemos de Larrañaga. Primera cosa: fue un
candidato en el que creyó muy poco la dirigencia
política hasta muy avanzado 2003. Recuerdo frases,
conversaciones de dirigentes blancos que en el
invierno de 2003 decían: "Larrañaga se cae". La caída
de Larrañaga fue el hecho más esperado de la política
blanca desde julio de 2000 hasta cerca del referéndum
de Ancap. En ese tiempo Larrañaga logró una cosa
importante: segundo claramente distanciado detrás de
Lacalle, claramente distanciado de todos los demás
que aspiraban a ser los desafiantes del primero. Y
prácticamente en noviembre, diciembre -la fecha no
importa tanto- se instala que no va a haber otro que
Larrañaga, llega en algún momento -a nosotros nos da
a fines de febrero - principios de marzo- a emparejar
con Lacalle, a los pocos días se produce la
incorporación de Ramírez, Abreu, Gallinal y Long,
desnivela y ese desnivel lo lleva a esta carrera
ascendente.
Primero tenemos un Larrañaga que se sostuvo contra lo
que muchos creían, y esas cosas no son por
casualidad, son porque alguien se sabe mover. Jugó un
equilibrio muy interesante entre ser un hombre que no
petardeaba demasiado a la coalición de gobierno pero
no se involucraba demasiado con la misma. Más allá de
que es verdad que ahora tiene dentro de su conjunto a
personas que defendieron la coalición de gobierno
hasta el final, que defendieron no irse del gobierno,
que fueron ministros de este gobierno y algún otro
que hasta casi fue vocero del gobierno.
EC - ¿A quiénes aludes?
OAB - A Abreu y Gallinal. Además no es un demérito,
lo hicieron públicamente, con mucha convicción, pero
la imagen de él quedó en el otro sentido. Creo que
eso lo ayudó muchísimo. Navegó muy bien en el
referéndum de Ancap, siendo un hombre que votó la ley
no navegó jugándose al No, como sí lo hicieron
Lacalle y Gallinal. Y después se movió muy bien para
rematar; porque esta es la segunda victoria de
Larrañaga: la primera fue ser el desafiante único de
Lacalle.
EC - O sea que logró convencer a los demás no
lacallistas, por la vía del respaldo popular,
básicamente de las encuestas, de que era él el
abanderado.
OAB - Eso es lo interesante. Normalmente se logra eso
con un tejido de negociaciones; Larrañaga lo logró
diciendo "Soy yo", casi sin negociación; la
negociación fue el remate que se necesita para
incorporar a alguien, pero el resultado no fue el
producto de la negociación, la negociación fue la
culminación de un producto y el producto fue un
Larrañaga que apostó: "Estoy yo, ¿y qué? De aquí
nadie me baja. Y si nadie me baja lo único que le
queda es subirse a mi ómnibus", y se subieron. Es un
hombre de decir: "Apuesto, y si me desafían redoblo
la apuesta". Ese fue el camino, transmitiendo una
gran seguridad en su triunfo hacia la campaña
electoral.
Pero ojo: no nos salteemos los aspectos sustantivos.
Larrañaga maneja un concepto de renovación
generacional, es el único candidato relativamente
joven. Digo relativamente porque el otro día cuando
estaba hablando para un medio de comunicación
extranjero me decían: "¿Estoy equivocado?, ¿qué edad
tiene Larrañaga?". "Es un hombre de 47 años". "Ah:
eso en Uruguay es joven". Claro, pero no olvidemos
que Lacalle y Sanguinetti llegaron a la Presidencia
con 49 años, o sea que no es extraordinario en este
país que a esa edad se llegue a la primera
magistratura. Estoy hablando de gente elegida
directamente por sí misma; hubo otros presidentes
también jóvenes: Pacheco llegó joven, pero como
vicepresidente; Bordaberry llegó más o menos a la
misma edad, pero fue elegido más bien como un vicario
de Pacheco; por sí mismos Sanguinetti y Lacalle. Es
una fuerte renovación en este país donde Sanguinetti,
Stirling, Vázquez y Lacalle están más o menos entre
los 64 y los 68-69 años. Este fue un factor muy
importante de cambio.
Segundo, un discurso muy distinto. Quizás el discurso
menos esperado desde el ángulo montevideano: no es la
renovación estilo muchos programas radiales,
televisivos que estamos viendo, esta especie de
informalidad medio transgresora, sino un estilo "sin
corbata - del interior". Pero también en materia de
contenidos, Larrañaga tiene una línea central que
sintoniza con la línea central del pensamiento de los
uruguayos, con el imaginario de los 50 renovado, el
imaginario del Estado protector, el Estado
paternalista, de una economía que puede abrirse o no,
pero donde esa apertura no es sagrada como objetivo
en sí mismo. Y yo diría, diferenciándolo del discurso
tradicional de la izquierda -digo tradicional porque
ahora el de Mujica le da a la izquierda también ese
discurso-, ese tinte ruralista que era ajeno al
discurso tradicional de la izquierda. Pero se
confunde mucho en las macrodefiniciones.
***
EC - Hablando del PN, te detenías en cómo llegaron
Larrañaga y Lacalle a este resultado de ayer, a este
triunfo tan holgado de Larrañaga de 65 a 34. Pero
queda por ver cómo manejan este resultado.
OAB - La primera forma de manejarlo es cómo decir la
frase que dijiste recién: si son los que
contribuyeron al triunfo de Larrañaga o los que se
beneficiaron del voto de Larrañaga. Ahí viene la
famosa discusión, cuando hay un líder y un grupo que
lo apoya, uno dice: "Tú llevaste estos votos que yo
te aporté" y el otro dice: "No, tú llevaste esos
votos porque yo era el candidato". Lo que estoy
diciendo es una discusión real que se da siempre; no
estoy hablando de Larrañaga sino de todos los grupos
habidos y por haber en Uruguay y en el mundo.
EC - Sí, sí. Esto venía a cuento de que se puede
pensar que la definición del candidato a la
Vicepresidencia es un tema a resolver entre Lacalle y
Larrañaga, pero no es tan así porque Larrañaga, a su
vez, tiene que deliberar dentro de la propia
coalición que lo llevó a ser el candidato único del
PN.
OAB - Empiezo por la negativa: ¿cuáles son las dos
cosas que no hubo ayer? El 28 de mayo 1989 fue la
primaria del Batllismo Unido entre Jorge Batlle y
Enrique Tarigo; producida la elección (con una
primaria muy dura, similar a la blanca de 1999)
Batlle dijo en televisión, en Canal 4, conmigo -ante
mi pregunta: "¿Qué va a hacer ahora?"-: "Ahora voy a
ir a saludar a mi madre". "¿No va a ir a saludar el
presidente de la República?". "Voy a saludar a mi
madre." Inmediatamente, al lado de él, el que era el
número dos, dijo: "Esta elección demostró que los que
se creían más eran menos". En 30 días Batlle ya
estaba detrás del PN; es decir, había dado la
sensación del que gana, destroza al que pierde y no
unifica al partido. Eso ayer no ocurrió.
El 25 de abril de 1999, en la casa del PC en la calle
Andrés Martínez Trueba, la gran foto del PC fue el
abrazo Batlle - Hierro. "Este es un partido unido",
que tampoco hubo ayer.
Ni un extremo ni el otro, ni el PN dio ayer la imagen
de ganador y vencido que dio Batlle con Tarigo (y
Tarigo con Batlle en sus declaraciones de esa noche),
ni dio el abrazo Batlle - Hierro de un partido unido.
EC - Hubo un saludo ayer, más de un saludo Lacalle -
Larrañaga, pero fueron saludos…
OAB - No hubo un abrazo.
EC - ...formales.
OAB - No hubo un abrazo; hubo un saludo, en que el
gesto de Lacalle iba hacia el abrazo y el gesto de
Larrañaga fue quedarse con la mano. Y hubo un segundo
gesto que no sé cuánto tuvo de intencionalidad y
cuánto de equívoco: la silla vacía que separaba a
Lacalle y Larrañaga. Es la silla de Luis Alberto de
Herrera, pero nadie se gastó en explicar que esa
silla queda vacía.
EC - Sí, lo explicamos anoche en la transmisión de El
Espectador.
OAB - Claro, pero ellos tenían que haberlo dicho:
"Aquí está presente in spiritu Luis Alberto de
Herrera", entonces uno veía que estaban los dos
flanqueándolo y no era una silla vacía, con la
simbología que queda entre los dos.
EC - O podrían haber elegido otro lugar para sentarse
en la mesa que les permitiera estar uno al lado del
otro.
OAB - O ese mismo, que simbólicamente era muy fuerte;
cualquiera de los dos: o la silla vacía explicando lo
que era y un abrazo.
La Alianza Nacional y sus aliados, el larrañaguismo
entonces, está en esta encrucijada estratégica: ¿cómo
hace la campaña electoral de aquí al 31 de octubre?
Por un lado logró montarse en la frontera con el
EP-FA, logró que haya un espacio deslizante donde la
gente pueda dudar entre Vázquez y Larrañaga y decir:
"Para lo que yo quiero, representan lo mismo; del
lado de Larrañaga no me gusta toda esta gente
-incluso algunos que lo acompañan- y de este otro
lado no me gusta toda esta otra gente", quedar en la
duda. Ese espacio deslizante decide la elección de
octubre, por lo menos decide si el EP-FA llega o no a
la mayoría absoluta y hay balotaje o no, y define el
balotaje.
Entonces, por un lado cómo se posiciona ese espacio
deslizante donde a Larrañaga le va a jugar en contra
todo lo que no es renovación y es gobierno.
EC - O sea, cómo elegir un candidato a la
Vicepresidencia con ese tipo de consideraciones.
OAB - Sí, pero le juegan en contra Lacalle y Abreu.
Si está pensando en alguien que tenga la mayor
distancia del gobierno le juega en contra todo lo que
haya tenido que ver con este gobierno. Así como le
juega en contra a Vázquez para el espacio deslizante
la alta votación del MPP.
Por otro lado, ¿puede jugar una estrategia de: "Soy
yo solo compitiendo con Vázquez y no tengo todo un
partido detrás"? Ahí vienen varios golpes, a
Larrañaga lo van a intentar golpear porque navega y
porque deja de navegar; también a Vázquez, a
cualquiera. Pero ¿cuál es la opción estratégica de
Larrañaga? Que si dice: "Yo tengo a todo el partido
unido detrás de mí" lo van a golpear porque "En el
fondo sigue estando Lacalle" y además se le van a
sumar Batlle y Sanguinetti en la segunda vuelta.
EC - Y con eso puede teóricamente perder algunos
votos que le permitan al FA ganar en primera vuelta.
OAB - Por ahí estaría la idea. Pero por el otro lado
si él hace la estrategia de separarse de todo lo que
pueda "mancharlo", la gente va a preguntarse "¿Y con
quién va a gobernar?, ¿voy a elegir un presidente
solitario que después o se recueste en el FA o en
aquellos de quienes se está separando?".
Vázquez tiene el mismo problema, si unifica demasiado
al Frente: "Mire el peso que va a tener el MPP". Ya
apareció en la última semana: hacía años que en
Uruguay no se hablaba de tupamaros y se empezó a
hablar de "los tupamaros de la 609". Si trata de
distanciarse de los demás: "¿Y cómo va a gobernar con
esa colcha de retazos que tiene líderes con mucha
votación?". Es decir, eso de golpear a uno y otro
porque navega o no navega es habitual.
Larrañaga tiene que definir y el primer gesto es la
fórmula presidencial. Una fórmula presidencial que no
sea omnicomprensiva del PN le crea el problema de que
se le empiece a debilitar el partido, y si empieza
como un PN que no es absolutamente poderoso sobre el
PC, sino que empieza a caer y el PC empieza a crecer,
se pierde ese hálito. La sensación que hay hoy es de
que el 31 de octubre puede haber dos resultados: o
Vázquez resulta elegido presidente con mayoría
parlamentaria esa noche o el Frente no tiene la
mayoría parlamentaria y hay un balotaje Vázquez -
Larrañaga. Eso es lo que está planteado, y si hay
balotaje, no sólo hay balotaje sino que el escenario
es menos favorable a Vázquez. Pero para eso Larrañaga
tiene que llegar con esta potencia, no con un PN que
se le vaya cayendo y un PC que vaya creciendo y
termine en el balotaje porque a último momento le
ganó por un poco al PC. También eso tiene que cuidar.
Vaya chiste: hay que estar en este momento en la piel
de Larrañaga, porque tiene una decisión estratégica
extremadamente difícil; haga lo que haga tiene
riesgos importantísimos.
EC - Más temprano consultábamos al intendente de
Tacuarembó, Eber da Rosa, a propósito de este tipo de
factores: cómo están siendo considerados en estas
negociaciones, en las deliberaciones de estas horas,
y él no se animaba a pronosticar que hoy fuera el día
de la definición. Pese a que ayer Larrañaga había
aventurado que podía ser hoy lunes ya los tiempos
empiezan a considerarse con más cautela.
OAB - Yo diría lo siguiente: si llega hasta el
miércoles estamos en plazos normales. Si analizamos
lo del PC de 1999, que se toma como un modelo de
prolijidad, están el abrazo del domingo de noche, el
supuesto de que se camina hacia la fórmula Batlle -
Hierro y la decisión política del miércoles; es
decir, no la formal, la política definitivamente se
toma el miércoles de mañana: es Batlle - Hierro. Es
decir que horas más, horas menos, hasta no muy
avanzado el miércoles, está en plazo para decir: "Fue
meditado, fue conversado y no hubo problemas"; si
pasa el miércoles la sensación es: "Ay qué lío que
cuesta resolver esto".
***
EC - Oscar ha dejado trazadas las principales
interrogantes que quedan abiertas a partir del
resultado de ayer. Sin pretender avanzar mucho más en
ese terreno ahora, a la espera de lo que deparen este
lunes, quizás mañana martes y tal vez el miércoles,
conviene atender también otros frentes de la votación
de las elecciones internas de la víspera.
Concretamente, hemos recibido preguntas de oyentes
que quieren saber cómo les fue a los partidos
menores, incluso los debutantes; cuáles pasaron la
prueba, cuáles van a continuar corriendo hacia
octubre.
Oscar sigue aquí con nosotros, pero Conrado Hughes
estuvo sumergido en el sitio web de la Corte
Electoral con los datos más frescos. ¿Qué
conclusiones podemos compartir con quienes nos están
escuchando?
CONRADO HUGHES:
Participaban 10 partidos ayer, y todo el mundo sabe
que en los tres mayores fueron electas sus
convenciones de 500 miembros. El requisito para
continuar hacia octubre era reunir 500 votos a los
efectos de que pudieran tener su convención con 500
miembros. Esa era la hipótesis, pero en realidad hubo
algunos que no llegaron, como el Partido Humanista,
que no llegó a 100 votos, y el partido GAC que arañó
los 100 votos.
Los restantes cuatro partidos quedaron ubicados en
este orden: salió cuarto, detrás del PC el Partido
Independiente que postulaba la candidatura de Pablo
Mieres con alrededor de 2.500 votos; en quinto lugar
el Partido Intransigente, del ex director de Aduanas,
el doctor Lissidini, con 1.600 votos; sexto el
partido Unión Cívica (UC) con la candidatura del
arquitecto Aldo Lamorte, con 1.200 votos; séptimo el
Partido Liberal (PL), con 1.000 votos, que tenía tres
precandidatos entre los cuales se impuso Julio Vera
casi con el 90 por ciento de los votos; y octavo y
último el Partido de los Trabajadores (PT), que va a
registrar aproximadamente 800 votos pero curiosamente
tiene su máxima votación en el departamento de
Canelones, por lo que o se equivocaron, hay un
problema de error en el número que registraron, o hay
un curioso liderazgo del PT.
EC - ¿Cuántos votos tuvo en Canelones el PT?
CH - Casi 400 de los 800 votos que obtendría en todo
el país.
EC - ¿Oscar?
OAB - Siempre hay un conjunto de partidos menores que
tienen en el rango de los centenares de votos, a lo
sumo algún millar.
El Partido Independiente no corría en esta elección,
su concurrencia era meramente simbólica, y aun así
parece un número extremadamente bajo para un partido
que tiene tres diputados.
EC - Claro, pero esos tres diputados quedaron de la
escisión del Nuevo Espacio (NE).
OAB - Exacto, pero cuando se rompe un partido que
tiene un senador y cuatro diputados, quedan de un
lado un senador y un diputado y del otro tres
diputados, se supone que una parte importante de ese
electorado -no tiene por qué ser ni la mayoría ni la
mitad- queda de ese lado. Es verdad que el NE votó
extraordinariamente mal en abril de 1999 porque
tampoco competía con nada.
CH - 15.900 votos, casi 16.000 votos, y luego
multiplicó por seis en la elección nacional.
OAB - Exacto, con 2.500 está en un nivel muy pequeño.
EC - ¿Y si comparamos Partido Independiente versus
Michelini hoy dentro del EP?
CH - Espectacular el crecimiento de Rafael Michelini.
Sólo doy la cifra que pude proyectar, que es la de
Montevideo: la 99.000 estaría sacando en el orden de
los 18.000 votos; si le ponemos cualquier complemento
del interior va a tener arriba de 25.000 votos, lo
que es formidable cuando sacó 15.000 en la interna de
1999 y sus escindidos sacaron 2.500 votos.
OAB - Claro, el tema es que hoy Rafael ya no es el
viejo NE solamente, o el segundo NE, sino que es una
opción dentro del EP-FA. Tú destacabas lo de
Lissidini…
EC - El Partido Intransigente, que obtiene 1.600
votos.
CH - Aproximadamente.
OAB - Por supuesto que en términos de votos es muy
poco, pero en el ranking de partidos menores no está
tan atrás del Partido Independiente… Claro, cuando
uno hablaba de los partidos en Uruguay hablaba de los
cuatro con representación parlamentaria, y cuando
hablaba de cinco incluía a la UC. Bueno: queda
delante de la UC.
EC - Sí, porque la UC tiene 1.200.
OAB - Es verdad que para todos estos partidos la
lucha política empieza recién ahora. Yo asigno al
Partido Independiente y a la UC espacios muchísimo
mayores que estos y Lissidini es una incógnita. Lo
primero es que ya salvó el primer examen en cuanto a
demostrar que era mucho más que lo que muchos
pretendían; lo veían como uno de los partidos que
podían entrar o no en los 500 votos y resulta que
quedó quinto en el ranking nacional. No es menor,
aunque sea con pocos votos, al haber salido delante
de la UC cambia un poco el imaginario de la
importancia de los partidos.
Otro comentario respecto del PL. Un partido que
pretende ser el partido de las ideas fuerza, que
fueron ideas que representó el gobierno de Lacalle en
algún momento, que representó Batlle, que dice: "Ya
no está en los partidos tradicionales, vamos a crear
una nueva opción", y la opción anda en los 1.000
votos… El camino parece equivocado, no era por ahí
que tenían que haber ido, sobre todo cuando en ese
partido hay personas que podían influir y mucho -o
que influyeron- dentro de los partidos tradicionales.
EC - Caso concreto del doctor Ramón Díaz.
OAB - Caso de varios nombres, porque algunos no eran
políticos pero sí empresarios o técnicos que como
tales eran hombres de consulta. Después de que uno se
mete en el terreno electoral valen los votos, ya no
vale su sapiencia sino lo que mostró en las urnas. Yo
creí que el PL iba a votar mejor. Eso es algo que
después tiene un costo muy grande, es un grupo de
personas que hicieron una aventura electoral y así
les fue.
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