Intención
de voto para el plebiscito
constitucional
Estado
de situación al
20 de octubre
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
OSCAR BOTTINELLI:
Hoy comenzamos a explorar la
intención de voto de los uruguayos
en relación con el plebiscito de
reforma constitucional. Aunque ya hemos
manejado, en el pasado, otras encuestas a
propósito de la reforma
constitucional. Lo que pasa es que
recién ahora quedó
constituido el escenario de una consulta
popular en torno a un proyecto ya
redactado, terminado y que empieza a ser
conocido por la opinión
pública.
Ahora se largó la carrera. Una
carrera que tuvo un larguísimo
apronte, por lo menos en esta etapa, de un
año y medio. Los oyentes
recordarán varias encuestas que
hemos hecho, sobre todo en el
último año, que eran muy
abstractas. Se hablaba de balotaje y de
candidato único, pero no se
sabía quién estaba a favor y
quién estaba en contra.
Eso daba un escenario distinto al que
vamos a presentar hoy, que era
tremendamente favorable a la reforma. El
de hoy ya es de una competitividad
más lógica, más
propia de una contienda plebiscitaria.
Hemos realizado esta encuesta durante todo
el fin de semana pasado, el 19 y el 20 de
octubre. Fue entre dos y tres días
después de la aprobación de
la Cámara, cuando estaba fresquita,
yo diría, cuando el grueso de la
población empezaba a darse cuenta
de que había un plebiscito en siete
semanas, en ocho domingos, y empezaba a
preguntar qué pasa y quién
está de qué lado.
El otro dato es que antes de ese fin de
semana estuvo el mensaje del presidente
Sanguinetti, hubo un lanzamiento bastante
importante del Herrerismo, de la Lista 15,
y un pronunciamiento oficial de los
órganos del Frente Amplio o de la
mayoría del Frente Amplio. Este es
el contexto de la encuesta que, como
siempre, es representativa de todo el
país, tanto urbano como rural. Es
decir que esto representa al 100% del
electorado.
Nosotros veníamos haciendo las
encuestas a personas de más de 15
años. Pero ésta es a los que
cumplen o tienen cumplidos 18 años
al ocho de diciembre y que están en
condiciones de votar; es decir, que se
inscribieron antes del 30 de
setiembre.
Además de preguntarles por su
intención de voto, también
hicimos un abanico de exploración
sobre conocimiento y opinión sobre
el conjunto de la reforma.
La pregunta central decía
textualmente lo siguiente: "El Parlamento
aprobó un proyecto de reforma
constitucional que, entre otras cosas,
establece candidatura única por
partido a la Presidencia, el balotaje o
elección presidencial a dos vueltas
y la separación en fechas distintas
de las elecciones nacionales y
municipales. Habrá un plebiscito
constitucional en diciembre. Usted,
¿votaría a favor o en contra
de la reforma constitucional?".
Estas fueron las respuestas.
Contestó que votaría
"Sí, seguro" el 25%, y que
"probablemente vote Sí" el 13%.
"Indecisos", el 31%. "No probable", el 5%.
"No, seguro", el 14% y "No contesta", el
11%. Ahora acumulamos, agrupamos algunas
de esas categorías y entonces
tenemos: 38% de proclives al Sí,
20% de proclives al No, y 42% de
indefinidos.
Esto da una ventaja inicial en la cinta de
largada, como uno diría en
términos turfísticos. Hay
una ventaja del Sí sobre el No del
18%, cuando hay un 42% de indefinidos. Si
los "probables" (los que probablemente
voten Sí o probablemente voten No)
afirman esos votos, del 42% de indecisos,
para que empaten, de cada siete
indefinidos, dos se tienen que expresar
por el Sí, y cinco por el No. Si se
inclinan de una forma más pareja y
cada uno afirma las posiciones iniciales,
triunfa el Sí. Es decir que el No
tiene, de arranque, que afirmar a sus
probables, conquistar a muy buena parte de
los indefinidos y tratar de debilitar un
poco a los que están probables por
el Sí.
Aunque puede parecer bastante obvio, en el
caso de los blancos y los colorados hay
una ventaja muy nítida del
Sí. Colorados 55 a 10, blancos 45 a
seis y también los nuevoespacistas,
56 a ocho.
En el caso de los frenteamplistas, que es
el partido que está mayoritaria o
formalmente por el No, pero con una
posición distinta de Asamblea
Uruguay, es 50% por el No y 15% por el
Sí, contra un 35% de
indefinidos.
En cuanto a edades, hay variaciones, pero
las mismas no permiten afirmar que sean
lineales. Así que, por ejemplo,
cuanto más joven se es, o cuando
más viejo se es haya mayor
tendencia a una u otra opción, o
mayor grado de definición. Digamos
que todos tienen matices, y no hay
posturas muy claras en materia de
edades.
Hay otro tema importante: qué grado
de conocimiento tiene la gente sobre este
tema. Muchos dicen que están muy
confundidos. En primer lugar y para
aclarar, como en la pregunta se introduce
una serie de datos, esa pregunta sobre
qué votaría la gente se hizo
luego de haberle preguntado qué
conoce del tema, porque si no se la
estaría induciendo.
Es interesante lo siguiente: el 46%
sabía que ya se había
aprobado la reforma -se había
aprobado dos días antes-, el 28%
creía que todavía lo estaban
tratando y el 26% no sabía. Es
decir que de cada cuatro personas, dos
sabían que ya se había
aprobado, una que lo estaban tratando el
Parlamento y una no sabía. Es un
nivel bastante importante de
conocimiento.
Lo segundo es que de cada 10 personas,
siete sabían que hay un plebiscito
este año y tres todavía no
lo sabían. Es decir que a dos
días de haberse establecido un
plebiscito, el 70% sabía que
había un plebiscito este
año.
Sobre el contenido de la reforma, lo
más conocido es el tema del
candidato único a presidente; lo
conoce el 70%. Luego tenemos que el
balotaje, las elecciones internas, la
separación de elecciones nacionales
y municipales tienen un nivel de
conocimiento de entre el 45 y el 55%. Los
que conocen, conocen en forma correcta lo
que está incluido en la reforma.
Son muy pocos los que contestan en forma
equivocada; en cambio, hay alguna
confusión en que mucha gente cree
que hay un candidato único a
intendente. Esto lo cree el 55%. Por otro
lado, algo a lo que el Partido Nacional y
particularmente Volonté le dan
mucha importancia, las disposiciones sobre
descentralización, sólo el
25% sabe que están en el proyecto
de reforma.
Así que, resumiendo el tema
conocimiento, tenemos: siete de cada 10
saben que hay plebiscito, tres de cada
cuatro saben que el proyecto está
en el tapete, dos saben que ya se
aprobó y uno que está por
aprobarse. La gran mayoría sabe los
temas que incluye la reforma en forma
correcta. El equívoco más
grande es que se cree que hay candidato
único a intendente, cosa que no
está prevista en la reforma. Y no
se conoce el tema de la
descentralización.
Nos queda por ver el tema de opiniones
sobre estos temas. En general, casi todos
los temas de la reforma, con
excepción del balotaje, tienen una
muy amplia opinión a favor. Por
ejemplo: candidato único a
presidente 78%, que hay elecciones
internas para elegir el candidato
único 65%, incluso disposiciones
sobre la descentralización que la
gente no sabe que están, si hubiera
tienen un 51% a favor.
En cambio, aparecen algunos problemas: por
un lado, el candidato único a
intendente, que no está en la
reforma, tiene una adhesión tan
grande como el candidato único a
presidente. Por otro lado, que se separe
la elección nacional de la
municipal parece muy polémico: 36%
a favor, 39% en contra; si tomamos en
cuenta el margen de error hay un empate,
por ahora está mitad y mitad uno de
los temas importantes de la reforma. Y el
más importante de todos o uno de
los más importantes, que cambia
sustancialmente el sistema electoral en el
Uruguay, que es el balotaje o la
elección de presidente a dos
vueltas, es un tema altamente
polémico: tiene 38% a favor y 36%
en contra, prácticamente tiene a
todo el mundo dividido. Además no
hay posiciones muy categóricas: hay
una tendencia a favor del balotaje entre
blancos y colorados, con una
oposición muy fuerte en el Frente
pero con un núcleo muy importante a
favor. Y en el Nuevo Espacio, que es uno
de los claramente decididos por el
balotaje, la posición es mitad y
mitad con un poco más de la
posición en contra del balotaje. Si
bien hay una correlación, los
blancos y los colorados están
más bien a favor y los
frenteamplistas más bien en contra.
Los nuevoespacistas están
más bien en contra; las posiciones
nunca son decisivas.
Pero además aparece un tema muy
importante, que es una fuerte
oposición a la frecuencia de
elecciones. La reforma trae tres
elecciones en el mismo año; en el
99 habría en abril, octubre y
noviembre. Habría cuatro elecciones
en un plazo de un poquito más de 12
meses: de abril del 99 a mayo del 2000.
Las dos cosas son muy rechazadas: que haya
tres elecciones en el mismo año
tiene el 22% a favor y el 60% en contra.
Que haya cuatro elecciones en el mismo
año tiene 18% a favor y 63 en
contra. Este tema y lo polémico del
balotaje pueden transformarse en los
puntos débiles de una reforma que
arranca con una postura favorable, con una
ventaja de 18 puntos.
En líneas generales, la gente ubica
correctamente la posición de los 10
grupos políticos más
importantes del Uruguay, incluyendo
algunas posturas medio complicadas de
sectores que han dado señales no
muy claras, como Asamblea Uruguay o como
la Cruzada 94. En ambos casos, la gente
contesta sobre el voto dado por el grupo
en el Parlamento.
Las conclusiones parecen muy fuertes. La
primera es que se inicia la campaña
electoral con un 42% de indefinidos; es
una cifra alta. Pero también se
inició con una cifra incluso
superior a ésta, el
referéndum de la Ley de Empresas
Públicas del año 92. En
segundo lugar, la ventaja inicial del
Sí es de 38 a 20, de 18 puntos. Si
cada uno afirma los que tiene probables a
su favor, implica que el No tiene que
recuperar mucho terreno; es decir,
conquistar cinco de cada siete
indefinidos. En tercer lugar, hay un
conocimiento de la existencia del
plebiscito este año, de la
aprobación o tratamiento
parlamentario del tema y un conocimiento
bastante correcto de las posiciones de los
grupos políticos y de lo que
contiene la reforma. Quizás, los
equívocos mayores sean creer que
hay un candidato único a intendente
y el desconocimiento de las disposiciones
sobre descentralización. Y en
cuarto lugar, que las más
importantes disposiciones de la reforma,
con excepción del balotaje, tienen
posturas muy a favor en la opinión
pública.
El balotaje es un tema polémico.
Prácticamente se puede decir que,
de quienes se han definido, están
la mitad a favor y la mitad en contra; hay
un empate sobre ese tema. Y levanta una
enorme resistencia que haya tres
elecciones consecutivas en el mismo
año y cuatro elecciones
consecutivas en un plazo de 12 meses,
postura que es rechazada por el 60% y
sólo tiene a favor el 20%, es decir
que tiene un rechazo de tres a uno. El
balotaje y la cantidad de elecciones
consecutivas en un plazo muy corto
pasarían a ser los puntos
débiles de una reforma
constitucional cuya campaña
electoral arranca con una ventaja de
18%.
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