Intención
de voto para el plebiscito
constitucional
Estado
de situación al
27 de octubre
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
OSCAR BOTTINELLI:
Estamos exactamente en el día menos
37 en la cuenta regresiva.
En primer lugar, aún a riesgo de
que se oiga como propaganda, hemos marcado
la primera encuesta, la semana pasada, que
ha habido en el país en materia de
intención de voto; hoy ya es la
segunda -a una semana y poco de iniciada
la campaña plebiscitaria-. Esta es
la única encuesta, que va a haber
por lo menos en los próximos
días, representativa del 100% del
país, es decir, tanto del
país urbano como rural.
Y el dato no es menor, porque una encuesta
que no comprenda al país rural
puede estar excluyendo casi la cuarta
parte de los votantes, lo cual da un
panorama bastante sesgado.
El fin de semana -19 y 20 de octubre- se
hizo una encuesta completa; el 26 y 27
otra. Ahora se presentan los datos de lo
que puede llamarse la semana completa, la
semana móvil, y vamos a presentar
los datos comparados con la semana
anterior.
La encuesta es representativa del 100% y
son encuestadas solamente las personas que
están en condiciones de votar el
ocho de diciembre.Es decir que hay una
diferencia con respecto a las encuestas
que veníamos difundiendo hasta
ahora, que abarcaban a las personas de 15
años en adelante. En este momento
no tiene sentido hacer eso, ya que no van
a incidir con su voto, que es lo que
estamos midiendo.
La pregunta era: "El Parlamento
aprobó un proyecto de reforma
constitucional que, entre otras cosas,
establece candidatura única por
partido a la Presidencia; establece el
balotaje o elección a dos vueltas y
la separación (en fechas distintas)
de las elecciones nacionales y
municipales. Habrá un plebiscito
constitucional en diciembre. Usted,
¿votaría a favor o en contra
de la reforma constitucional?".
Las respuestas fueron las siguientes:
Votaría "SI, seguro" el 25%, y esto
es igual que en la encuesta de la semana
anterior.
"SI, probablemente", 14%, que es un punto
más que la semana pasada.
"NO, probablemente", 6%,
prácticamente igual, unos decimales
más.
"NO, con seguridad", 14%, y eso es igual
que la semana pasada.
"Indecisos", 33%, dos puntos porcentuales
más que la semana pasada.
Y "sin opinión", aparece el 8%, que
es tres puntos porcentuales menos.
Si acumulamos los datos, tenemos:
"Proclives al SI", 39%; un punto
porcentual más que la semana
pasada.
"Proclives al NO", 20%; igual que la
semana pasada.
"Indefinidos", 41%; casi igual,
también, que la semana pasada, un
poquito menos.
La ventaja del SI: 19 puntos porcentuales,
creció uno en una semana.
Vamos a ver, entonces, algunos elementos.
Rápidamente, para concluir el
pantallazo. El SI está aventajando
al NO por 19 puntos porcentuales -39 a 20-
cuando hay 41% de personas que no se han
definido. Esto plantea una diferencia
entre Montevideo y el interior, o es
producto de una diferencia entre
Montevideo y el interior. En Montevideo,
la ventaja es más chica (es de 14
puntos) y en el interior es de 24.
Políticamente, el Partido Colorado
aparece con una posición muy clara,
50 puntos de ventaja. El Partido Nacional,
con una más chica, de 33. En el
Nuevo Espacio, la ventaja es intermedia,
44. En las personas que no tienen
opción partidaria va aventajando el
SI al NO en 17 puntos, pero ahí es
donde hay mayor grado de
indefinición, es casi del 60%. Y
entre los frenteamplistas hay dos datos
interesantes. El primero es que el NO
aventaja claramente al SI en 26 puntos de
diferencia. Concretamente, es 46 a 20.
Pero la diferencia se achicó
fuertemente en una semana. De 35 puntos
bajó a 26.
Por otro lado, hubo un fenómeno
inverso en el Partido Nacional. La ventaja
del SI se achicó, también,
fuertemente. Eso permitió este
equilibrio en que las cifras globales de
todo el país siguen igual, pero que
en términos políticos es, en
gran medida, de un crecimiento del NO o de
un achicamiento de la ventaja del SI en el
Partido Nacional, y un crecimiento del SI
o achicamiento del NO en el Frente
Amplio.
Ahora bien; vistas las cifras y visto,
además, cómo se distribuyen
todas las cifras tomando en cuenta
distintos elementos, se ve que el SI ha
iniciado la campaña, y ya tenemos
dos encuestas para considerarlo bastante
consistente. El SI tiene una ventaja
bastante solidificada sobre el NO. Sin
perjuicio de que esta ventaja de 39 a 20
es mucho más chica entre la gente
que está realmente segura de lo que
va a votar. Entre los que están
seguros de lo que van a votar, la
diferencia es de 25 a 14, es mucho
más chica.
Entonces, hay un primer tema que es
cómo están el SI y el NO,
las proclividades generales. El NO, para
ganar, necesitaría captar una
proporción muy grande de indecisos,
que es mucho más que cinco de cada
siete votos. Es decir que, en
términos normales, -normales digo,
si no hay ningún acontecimiento
extraordinario que cambie toda la
tendencia, lo que uno llamaría un
quiebre, o una corrida-, el NO tiene que
captar mucho más que el SI de los
indefinidos, no es que capte un voto
más, tiene que captar una
proporción de mucho más de
dos a uno. Pero además tiene que
lograr debilitar a los que están
"probablemente por el SI". No alcanza con
volcar los indefinidos por el NO, sino que
tiene que lograr que los que están
proclives al SI dejen de estarlo.
Si no, la diferencia del NO es una
diferencia en su contra demasiado fuerte
para
remontarla con comodidad en estos 37
días, repito, si no hay un quiebre.
Es decir, la campaña electoral
comienza a armarse, podría darse de
alguna manera. Da la impresión de
que es a lo que apunta la
conducción del Frente Amplio al
apostar a ligar el plebiscito a aspectos
vinculados a la gestión de gobierno
y a tratar de que el voto por SI o por NO
tenga que ver con satisfacción o
insatisfacción con la
gestión de gobierno. Y a apuntar
que la mayor posibilidad de
captación de votos esté
ahí más que en la reforma en
sí misma. Es una estrategia
válida, inteligente. En las
elecciones, lo que decide el voto nunca es
un tema estrictamente puntual, sino que
hay muchos elementos que llevan a que la
gente se decida por SI o por NO. Si logra
poner estos elementos en el voto del
plebiscito, tiene más
probabilidades el NO que los que tiene
estrictamente en la discusión de
reforma constitucional.
Lo otro es que el voto parece bastante
partidizado. Hay un alineamiento
importante entre la forma en que los
partidos se posicionan en la reforma y la
forma en que vota la gente. Se puede
decir: "Bueno pero en el Frente, en el
Partido Nacional, las posiciones opuestas
a la oficial son significativas".
Sí, es verdad pero en el caso del
Frente es notorio que hay un grupo
político que está a favor de
la reforma porque votó por
disciplina en contra, hablando a favor. Si
bien no hace formalmente campaña
por el SI, está dando argumentos
que hacen que se consagre la reforma como
buena, por lo cual, en términos
políticos, de imagen, de
códigos, de signos, es una imagen
por el SI.
Y en el Partido Nacional, si bien no
existe una postura tan fuerte, se refleja
en que el NO no es tan alto. En el Partido
Nacional ocurre que lo que ha ido bajando
es el SI. A un nivel de dirigentes medios
hay cierto malestar que es notorio y esto
ha creado algunos inconvenientes o
malestares. Los mismos se han traducido en
que el Partido Nacional tuvo, por un lado,
una desobediencia, llamémosle
así, o una independización
-según el punto de vista desde el
que se mire- en la votación
parlamentaria; hubo un diputado que no
acató la decisión partidaria
que era obligatoria al declararse asunto
político.
Pero además, tiene dos intendentes
que expresamente dicen que están en
la posición opuesta a la del
partido: el intendente de Cerro Largo y el
intendente de Treinta y Tres. De los otros
intendentes blancos, hay algunos que
están por el SI y
explícitamente han dicho que no van
a hacer campaña, fundamentando que
van a seguir ocupándose de los
asuntos municipales. Pero es una toma de
posición, porque cuando
algún intendente ha sido candidato
al Senado, ejerciendo el cargo, hizo
campaña electoral, y se
suponía que no consideraba que
estaba desatendiendo los deberes
comunales. Hay que entender esto como
mensajes políticos.
¿Por qué digo todo esto?
Porque hay una relación muy fuerte,
aunque con esto no quiero decir la gente
sólo vota en función del
partido al que pertenece o al que adhiere.
El partido que está por el SI con
menor disidencia es el partido con mayor
ventaja del SI. En el partido que
está por el NO, pero con algunas
desidencias, su gente está
mayoritariamente por el NO y la disidencia
se manifiesta en que es muy importante los
que están por el SI: no es poca
cosa que la quinta parte de los
frenteamplistas estén por el SI. Y
un partido que está por el NO sin
una disidencia clara, pero con lo que yo
llamo malestares, tiene muy bajo el NO,
pero el SI está menos fuerte de lo
que debería estar para la postura
del partido. Y lo que es más
importante, es que este fin de semana
está menos fuerte que el fin de
semana anterior. Eso ha marcado una
tendencia, precisamente en medio de una
semana en que esta actitud de esas
dirigencias medias y de dos intendentes
tuvo mayor grado de difusión.
La primera conclusión, no menor, es
que la foto se está moviendo. Si
bien el resultado permanece estable, no
porque no se haya movido nada sino porque
se compensaron los movimientos en favor
del SI y en favor del NO, hay
movimientos.
La segunda es que, como uno diría
en términos uruguayos, con respecto
a ese movimiento, nada crece ni cae en
siete días.
La campaña recién
está empezando. Pero además,
acá siempre los movimientos siempre
son muy estables. En tercer lugar, por
ahora aparece con mucha claridad la
relación entre la postura de los
grupos políticos. Y no sólo
de los partidos, sino de los sectores
políticos y de los dirigentes
políticos, así como la forma
en que está reaccionando la gente
en su predisposición al voto en el
plebiscito que se celebrará dentro
de exactamente 37 días.
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