Intención
de voto para el plebiscito
constitucional
Estado
de situación al
17 de noviembre
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
EMILIANO COTELO:
A media mañana, como todos los
viernes, nos encontramos con el
politólogo Oscar Bottinelli,
director de Factum. Semana a semana, en el
espacio La Opinión Pública,
estamos volcando encuestas actualizadas,
realizadas por Factum a nivel nacional,
representativas del 100% de la
población, de intención de
voto para el plebiscito del 8 de
diciembre. Hoy continuamos en esa
línea, con el sondeo cerrado el 17
de noviembre
OSCAR BOTTINELLI:
Hoy la ventaja del SI sobre el NO es de 11
puntos, y la ventaja del SI seguro sobre
el NO seguro es de seis puntos.
¿Qué pasa? Los que siguen
habitualmente este espacio
recordarán que el 27 de octubre
nosotros afirmamos que de cada siete
indecisos debían volcarse cinco
para el NO para que las cifras se
equilibraran. Si no, el NO no tenía
posibilidades. Había 18 o 19 puntos
y hoy hay 11. Lo que pasó es muy
interesante cuando uno mira las
gráficas de lo que ocurrió
desde el 20 de octubre a la fecha.
Del 20 al 27 de octubre fue todo igual.
Del 27 de octubre al 3 de noviembre
comienza el el cambio; es el punto de
inflexión en la relación
entre el SI y el NO, el achicamiento de la
brecha, que pasó de 19 puntos a 15
puntos. Y luego, de ahí viene un
cambio, que tiene otra connotación:
estos 11 puntos de todo el país, al
revés de lo que ocurría al
comienzo, cuando la diferencia era de 18 o
19 puntos, se debían a que la
diferencia en sí era un poquito
mayor en el interior y un poquito menor en
Montevideo. Es decir: lo que había
era matices de una misma tendencia.
A partir del fin de semana del 2 y 3 de
noviembre, o de la semana del 27 de
octubre al 3 de noviembre en que la gente
decanta sus posiciones y las vuelca en esa
encuesta, se rompe esa tendencia uniforme
y Montevideo va caminando hacia el NO,
disminuyendo la ventaja del SI hasta
achicarse a seis puntos el fin de semana
anterior, el 9 y 10 de noviembre, y pasar
a tener ventaja el NO en este
último fin de semana, por 33 contra
31 del SI.
En Montevideo, hoy está levemente
adelante el NO. Es un casi empate, pero
con ventaja para el NO: 33 a 31 contra 37%
de indefinidos.
En cambio, en el interior se mantuvo la
tendencia de alta brecha entre el SI y el
NO, sin haber disminuido la ventaja del
SI, incluso acentuándose en
algún momento. Es decir que en
Uruguay empieza a reproducirse el
fenómeno de un comportamiento
metropolitano, porque tanto en Montevideo
como en toda la franja metropolitana de
todo el departamento de Canelones es
bastante parecido, así como a otros
comportamientos del resto del
país.
E. C. - Así que hay un
comportamiento metropolitano y otro en el
interior puro, como alguna vez lo has
llamado.
O. B. - Sí; es el interior sin
mixturas metropolitanas.
E. C. - En Montevideo tenemos hoy una
ventaja del NO de dos puntos porcentuales,
y en el interior hay una ventaja del
SÍ de 22 puntos porcentuales.
O. B. - Son dos países, cosa que
quedó demostrada con mucha fuerza
en un referéndum histórico
que fue el del amarillo y el verde del 16
de abril del 89, el de la Ley de Caducidad
de la Pretensión Punitiva del
Estado.
Ustedes dirán que estoy haciendo un
énfasis fenomenal en la semana del
27 de octubre al 3 de noviembre. A
nosotros nos parece que el hecho mayor que
ocurrió gira en torno al
posicionamiento del doctor Tabaré
Vázquez, porque hasta ese entonces
el escenario era de un SI impulsado por el
Partido Colorado, el Partido Nacional y el
Nuevo Espacio, con mayor o menor fuerza en
los distintos partidos o en los distintos
grupos, con algunos malestares y algunas
disidencias, y un Frente Amplio con dos
posiciones. Una, de la mayoría de
sus sectores, con posición oficial
de su Plenario a favor del NO; y la otra,
la del grupo que tiene la otra mitad de la
bancada y tuvo el 40% de los votos, en la
posición de hablar a favor del SI,
sin hacer campaña por el SI, pero
diciendo por qué era buena la
reforma, lo que es una especie de
campaña por el SI. Y alguno de sus
miembros hizo explícita
campaña por el SI.
Del 27 al 3 de noviembre viene la
convocatoria a un acto político
oficial del Frente Amplio en La Paz, que
tiene como único orador
Tabaré Vázquez. De alguna
manera, es su debut como virtual
presidente del Frente Amplio, ahora que
están de moda las realidades
virtuales. Bueno, la realidad virtual es
que Tabaré Vázquez oficia de
presidente del Frente, ya designado como
candidato a ese cargo por el Plenario
Nacional y a ser confirmado por el
Congreso. Y se posiciona por el NO. Es
decir, la gente tiene a mediados de esa
semana una señal que es el 3 de
noviembre, cuando el Frente comienza su
campaña como cabeza del NO. Eso
cambia las reglas del juego, para ambos
lados, porque a partir de ese momento el
NO pasa a tener rostro y posicionamiento
político, que antes no
tenía.
Esto produce un fenómeno muy
interesante: cómo se da la
evolución entre los simpatizantes
de los distintos partidos. Estamos
hablando de las personas que hoy mismo
dicen que votarían al Partido
Colorado, al Partido Nacional, al Frente
Amplio o al Nuevo Espacio. No nos
referimos a los que los votaron en el 94.
Es decir que estamos hablando de los
colorados de hoy, de los frenteamplistas
de hoy, etc..
El Partido Colorado es el que ha logrado
el alineamiento más perfecto.
Empezó con 55% SI y 10% NO, y en
este momento tiene 65% por SI y 4% por NO.
Tener 4% de incidencia es inexistente en
el 100%, es absolutamente imposible en un
acto plebiscitario.
Y sin duda, si bien la tendencia en el
Partido Colorado es lineal, a partir del 3
de noviembre se acentúa: lo ayuda
el pronunciamiento del Frente Amplio que
deja al plebiscito ya con una claridad de
dos polos muy fuertes, que si uno les
quiere poner rostro dice: de un lado
está el presidente de la
República y del otro lado el doctor
Tabaré Vázquez. Por lo menos
son dos rostros muy claros del SI y del
NO.
E. C. - ¿De qué manera
están jugando las figuras blancas
que se han pronunciado por el NO?
O. B. - Ya es muy difícil saber
qué papel juegan los blancos que se
pronunciaron por el NO o los blancos que
lideran el SI; vamos a ver lo que hace la
masa blanca. El problema es que en el
Partido Nacional el SI arrancó con
el 49, luego bajó a 41%,
subió a 45% y ahora está en
48%.
Y el NO empezó en el seis, ocho,
nueve, 11. Es decir, la diferencia entre
el SI y el NO en el Partido Nacional,
entre los votantes blancos no
varió; se achicó, se
agrandó un poquito, pero mirando
las cinco semanas, la diferencia no
varió, es casi una misma
línea. Lo importante es que bajaron
levemente -pero bajaron- los indefinidos.
Y bajando los indefinidos no mejoró
ni empeoró la relación del
SI y el NO entre los blancos. Es decir:
los blancos que se definen, se
están definiendo más o menos
en la misma proporción por el SI y
por el NO.
El electorado blanco no es uno de los que
tiene las mejores ventajas del SI sobre el
NO. Mientras que entre los colorados hay
61 puntos de ventaja, entre los blancos
hay 37 puntos de ventaja.
Aquí caben muchas hipótesis:
¿son los blancos que se han
pronunciado por el NO? ¿Es la
existencia de muchos blancos por el NI?
Hay dirigencias medias que son visibles,
que todo el mundo comenta, que
están en una línea de no
desafío a la decisión
partidaria, de no estar por el NO, pero
que se manifiestan con gran excepticismo
sobre la reforma constitucional. Esto, sin
duda, influye en la conformación de
la opinión pública del
electorado blanco.
A eso hay que sumarle un conjunto de
episodios. Es un momento difícil
para la imagen del Partido Nacional, a
raíz de una serie de sucesos que
golpean la imagen del ex presidente de la
República. Quiero ser muy claro: no
estamos diciendo que haya hechos correctos
ni incorrectos, ni que se tenga o no
razón en lo que está
ocurriendo. Lo que estoy diciendo es que
la imagen del ex presidente repercute
negativamente sobre la opinión
pública, y esto afecta a la
colectividad blanca.
Y después, hay una sucesión
de hechos, algunos más y otros
menos conocidos. El enfrentamiento
último de Machiñena y el que
hubo, quizás con menor impacto, en
la Asamblea General en el momento de
renovarse la Corte Electoral y el Tribunal
de Cuentas, más todo un clima de
enfrentamiento, que sin duda afecta a esta
colectividad.
Y ahora, para terminar con los
pronunciados oficialmente por el SI,
veamos qué pasa con el electorado
nuevoespacista. Este comienza con una
disidencia, quizás bastante alta,
pero menor del 8%. 56% a favor, ocho por
NO es una ventaja del SI en 44 puntos. Y
esto es lo importante: esto casi no
varía, o varía muy poquito
en la primera semana, del 20 al 27 de
octubre. Se produce un cambio sustancial
del 27 de octubre al 3 de noviembre. A
partir de ahí, hay un cambio en el
posicionamiento, en que esa ventaja de 44
puntos del SI sobre el NO se reduce a una
ventaja de 28 puntos.
E. C. - ¿Qué proporción
representa el Nuevo Espacio en el conjunto
del electorado?
O. B. - En materia de votos del 94, fue
algo cercano al 6%.
E. C. - Por eso, ¿es relevante esta
variación que tú
estás anotando?
O. B. - Hoy, en lo relativo a la
intención de voto actual,
está ya por el 8%.
E. C. - Entonces, esas variaciones dentro
de ese 8%, ¿son relevantes?
O. B. - Bueno, es lo suficientemente
relevante como para decir que se ha
producido un vuelco de unas 30 000
personas. Y en una elección normal
de 2 000 000 de personas, ¿qué
importan 30 000? Bueno, en Uruguay con 30
000 se cambiaba la Presidencia de la
República, por lo que tiene su
relevancia.
E. C. - Dos palabras más sobre el
Nuevo Espacio antes de pasar al Frente
Amplio o a los frenteamplistas.
O. B. - El Nuevo Espacio -y lo vamos a
analizar en otro programa- tiene un
problema de conformación de su
electorado, que no es uniforme, que
está muy en el medio, sujeto a
muchas tensiones. Una muy buena parte de
su electorado se siente (y uso palabras
que usó en algún momento el
senador Michelini) "parte de la familia de
la izquierda". Entonces, siente que su
relación con el Frente Amplio es
diferente a su relación con el
resto del sistema político, y es
muy permeable a este tan fuerte
posicionamiento del Frente Amplio por el
NO. Y sobre todo, de un NO que lanza
señales de que es un NO porque es
víctima de una especie de
conspiración, y esto afecta a ese
electorado del Nuevo Espacio.
E. C. - Vayamos, entonces, a la
evolución dentro de los
frentistas.
O. B. - Bueno. Tiene que ver con esto
mismo que acabo de decir: un Frente Amplio
que se posiciona en términos
extremadamente duros en la materia,
planteando la reforma como una cosa a la
que él considera mala, a la cual
hay que enfrentar con todas las fuerzas y
que en algunos casos ha manejado como algo
que considera negativo para sí
mismo. Esto deja poco espacio para una
libertad de posiciones, para decir:
"Bueno, la posición oficial es
ésta; esta otra puede ser
equivocada pero legítima". Va
planteando las cosas casi en
términos de lealtad-disidencia. Y
esto se refleja en números donde se
ha ido achicando el margen de los
frenteamplistas por el SI.
Fíjense que el 27 de octubre, entre
los frenteamplistas, el NO tiene 46% y el
SI 20%. Es una relación de 26
puntos a favor del NO. Y hoy es de 57% a
14%. Es decir que hay una diferencia de 43
puntos. Pero es producto, además,
de un doble fenómeno: que el NO
aumentó de 46 a 57, y el SI
bajó de 20 a 14. Se fue achicando,
no es demasiada la diferencia que hay
entre el NO dentro del Frente Amplio y el
SI dentro de los blancos.
A nivel de disidencia, ya no aparece el
Frente como un partido que tiene un sector
importantísimo del otro lado, del
lado del SI, sino con un nivel de
disidencia similar a otro partido que
tiene problemas internos de alineamiento,
sin un posicionamiento tan fuerte de
grupos políticos adentro.
Entonces, para redondear, lo importante
que ha ocurrido es que, en cierta medida
-y esto lo estoy diciendo con mucha
relatividad, no en forma absoluta-, a
partir de la semana del 27 de octubre al 3
de noviembre este plebiscito adquiere
importantes rasgos de partidización
en el alineamiento de la gente, sobre todo
muy claro entre colorados y
frenteamplistas. Y el NO tiene un rostro
visible y un posicionamiento que no
tenía antes del 3 de
noviembre.
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