Intención
de voto para el plebiscito
constitucional
Estado
de situación al
24 de noviembre
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
EMILIANO COTELO:
Estábamos emitiendo las encuestas
sobre la intención de voto para el
plebiscito del próximo 8 de
diciembre los días viernes, pero
ahora nos hemos anticipado. Estamos en
condiciones de manejarla hoy. Me imagino
que ha sido una tarea complicada la de ir
a tanta velocidad en el procesamiento de
los datos.
OSCAR BOTTINELLI:
Exactamente. Sobre todo, al realizar
tantas encuestas -este es el sexto
sondeo-, con lo cual hemos logrado
presentar un panorama no sólo de
cómo está la
situación hoy sino de su
evolución desde que se
aprobó la ley constitucional hasta
hoy.
E. C. - Recordemos que estas seis
encuestas de Factum a propósito de
este tema son representativas del 100% del
electorado.
O. B. - Sí; son las únicas
que incluyen al Uruguay rural. Esto es muy
importante, porque en un plebiscito como
éste -y lo mismo pasa en
elecciones- hay un 20% del país (a
veces puede ser un poquito más) que
queda excluido si las encuestas son del
país urbano. Es una parte del
país que tiene un comportamiento
electoral completamente diferente al
promedio nacional, y particularmente a
Montevideo.
Los números del último
sondeo son los siguientes:
SI seguro: 26,2%
SI probable: 9,8%
Indecisos: 28,9%
NO probable: 5,5%
NO seguro: 22,8%
No contesta: 6,7%.
Si ahora agrupamos, tenemos por el SI 36%,
por el NO 28% y 36% de indefinidos. Por lo
tanto la ventaja del SI es ahora de ocho
puntos porcentuales.
Ahora sería conveniente ver un dato
que es muy importante, que a a partir del
3 de noviembre se dio con mucha fuerza: la
diferencia de comportamiento entre
Montevideo y el interior. Veremos los
datos agrupados.
En Montevideo hay un 31% por el SI, un 35%
por el NO y un 33% de indefinidos.
Así que, en el caso de Montevideo,
tenemos una ventaja del NO de cuatro
puntos porcentuales.
En el caso del interior, tenemos un 40%
por el SI, un 23% por el NO y un 38% de
indefinidos. Es decir que en el interior
hay una ventaja del SI de 17 puntos
porcentuales.
Acá hay un par de datos
importantes. El primero de ellos es que la
tendencia del departamento de Montevideo
es bastante clara, donde el NO ha ido
ganando terreno a partir del 3 de
noviembre, en forma sostenida. Comienza
esto con una ventaja de alrededor de 14
puntos, el 3 de noviembre es cuando se
produce el quiebre, baja a 10 -ventaja del
SI-, a seis... El otro fin de semana
pasó al frente el NO con 2%, y
ahora quedó con 4%.
Lo que sí se ha producido es una
reducción del proceso de
separación del NO respecto al SI en
Montevideo, una reducción de la
velocidad, digamos. Porque mientras del 10
al 17 de noviembre había habido un
crecimiento de la diferencia de ocho
puntos (seis de ventaja al SI y pasaron a
ser dos de ventaja al NO), ahora se
movieron apenas dos puntos.
Y en el interior, el fenómeno es
que después de una relativa
estabilidad en la diferencia entre el SI y
el NO, se ha producido un achicamiento de
una ventaja que era de 22 puntos a una de
17. Es decir que ambos fenómenos,
un leve aumento de la ventaja de NO en
Montevideo y un achicamiento un poco
más significativo de la ventaja del
SI en el interior, explican esta baja de
la ventaja del SI en todo el país
de 11 a ocho puntos.
Dentro de los votantes frenteamplistas
aumenta la ventaja del NO y se va
achicando el espacio que tiene el SI. El
SI ha quedado en un 9% y el NO en un 66.
Hay un 24% de indefinidos entre los
frenteamplistas.
A pesar de que lo aclaramos todos los
programas, hemos sentido comentarios que
dicen: "Bueno, no hay que olvidar que la
gente, después de una
elección, puede cambiar... ". No
estamos hablando de blancos ni de
colorados ni de frenteamplistas ni de
nuevoespacistas en función de lo
que votaron en el 94. Estamos hablando de
las personas que contestan la pregunta de
qué votarían hoy.
Esa es una diferencia metodológica
importante con otras encuestas que
están conociéndose en estos
días, de otras empresas. Factum
pregunta por la inclinación
política actual de los encuestados.
Es decir que los frenteamplistas son los
que hoy se definen como tales.
En cuanto a los que hoy se definen como
colorados, lo que se nota es que la
tendencia ascendente de la diferencia del
SI sobre el NO se quebró levemente,
pero sigue habiendo un espacio del NO muy
bajo. Tenemos 8% por el NO, 62% por el SI
y 29% de indefinidos entre los
colorados.
En el caso de los blancos hay una
diferencia realmente importante. Bajan
mucho los indefinidos entre ellos, que
constituían un porcentaje muy alto.
Eran el 41% y bajan al 32. Y
prácticamente el grueso de los
indefinidos blancos se pronuncia por el
SI. Esto es una novedad. Habría que
ver si hay alguna relación de esto
con la fuerte presencia televisiva del
Partido Nacional y la fuerte presencia
pública, particularmente en el
interior, de los principales dirigentes
blancos. Pero pasó el SI de 48 a
56%, y el NO aumentó solamente del
11 al 12.
Me refiero a los indefinidos blancos que
se definieron; lo hicieron por el SI, lo
que es un dato importante, porque el
Partido Nacional venía con una
debilidad interna muy grande, y ahora ya
empieza a consolidar una posición
importante por el SI.
Yo también atribuiría al
debate o a una presencia muy grande el
hecho de este crecimiento del NO entre los
frenteamplistas y la baja del SI. Es decir
que, a medida que se acerca el plebiscito,
son más perfectos los alineamientos
partidarios.
En el caso del Nuevo Espacio, no ha habido
tantas modificaciones. La ventaja del SI
sobre el NO era de 28 puntos y ahora es de
29. Y sigue habiendo casi un 40% (39%) de
indefinidos. Es decir que el Nuevo Espacio
sigue siendo el que tiene la mayor
tensión interna entre un electorado
proclive a sentir un parentesco con el
Frente Amplio y un electorado más
independiente, o que siente una mayor
lejanía del Frente.
Nos estamos acercando al plebiscito,
estamos por entrar en la semana final,
cuando tenemos un porcentaje de gente
volátil. Acá estoy sumando
la gente que tiene una inclinación
de voto pero la manifiesta en forma dudosa
o probable, y un porcentaje muy alto de
indecisos.
Si comparamos en forma extrema con la
elección, en este momento
estábamos ya por debajo del 8%. Es
verdad que una elección es otra
cosa; pero aún en la semana final
hacia el plebiscito de la Ley de Empresas
Públicas ya estábamos por
debajo del 15% de los indefinidos. Esto
está marcando que el panorama es
muchísimo más complejo que
en otras oportunidades.
Y en segundo lugar, las personas que no
tienen adhesión partidaria son las
que manifiestan, en sus dos terceras
partes, el grado de indecisión. Es
decir que hay una lejanía
política que, viendo otros
elementos de la encuesta, se relaciona con
algo que es muy fuerte: es mayoritaria la
gente que considera que está mal
informada en relación a este
plebiscito.
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