Intención de voto para el plebiscito constitucional
Estado de situación al
1° de diciembre
Oscar A. Bottinelli - diálogo con Emiliano Cotelo

EMILIANO COTELO:
Nos estamos encontrando ya con Oscar Bottinelli, director de Factum para conocer y analizar la última encuesta de intención de voto para el plebiscito, cerrada el domingo.

Es el momento de conocer todas las cifras de este sondeo y sobre todo de examinar qué es lo que ha ocurrido y qué es lo que puede ocurrir.


OSCAR BOTTINELLI:
En primer lugar: el SI -tanto la gente que está absolutamente firme como la que tiene alguna duda de votar el SI- registra un 40,5% de los votos. El NO -también en las dos variantes, de gente firme y gente dudosa-, registra el 31%. Los indecisos propiamente dichos (gente que vota en blanco, anulado, gente que no contesta) constituyen un 28,4%. Esto da una ventaja del SI de 9,5%, que luego comentaremos. Pero lo importante es que hay aquí un cambio de tendencia.


E.C. - Antes de continuar, precisemos un dato: ¿dónde computan los votos en blanco?


O.B. - Acá, en este agrupamiento, los puse a todos dentro de los indefinidos.

Este 40,5% de votos por SI se divide en un 35% que está firme en el voto por SI y un 5,5 que tiene algunas dudas, todavía, en este voto. Es decir que el 40,5 es 35 firme y 5,5 dudoso.

En cuanto al NO, la situación es la siguiente: el NO tiene como voto dudoso una cifra bastante similar a la del SI dudoso, es decir un 5%, y no firmes un 26%.

A ver si nos entendemos, para que no haya demasiado entrevero de números. En el total de gente que dice SI o NO, en este momento la relación es de 40,5 a 31. En la gente que está firme, la relación es de 35 a 26. Es decir que, prácticamente, los que están dudosos para un lado y para el otro son más o menos los mismos.

Ahora vamos a ver cómo diferenciamos la tercera categoría. En el caso del que es propiamente indeciso, el individuo que realmente no sabe qué va a votar, estamos en el 21%. Los que no contestan son el 6% y los que afirman que votan en blanco son el 1,4%.

Si analizamos desde el punto de vista jurídico, en que los votos en blanco se computan junto con el NO y terminan valiendo en contra de la aprobación de la reforma, tenemos que la aprobación de la reforma está en una relación de 40,5 a 32,5. Es decir que la aprobación cuenta con ocho puntos de ventaja.

Esto es producto de dos resultados opuestos: una ventaja del NO que siguió aumentando en Montevideo (quedó 39 a 34) y una ventaja del SI que aumentó muy fuerte en el interior (46 a 25). Si vemos la tendencia -y los que han seguido el programa lo recordarán- en todo el país, el SI tuvo una ventaja holgada en octubre, cuando comenzó todo esto, de 18 o 19 puntos porcentuales. Cuando empieza noviembre, durante la primera quincena mantiene esa ventaja bajando a 15%. El 17 de noviembre estaba en 11, el 24 de noviembre en 8 y ahora está en 9,5.

El hecho es que, aunque en forma no demasiado fuerte (pero que es un dato importante), el SI quebró la tendencia descendente de ir perdiendo ventaja sobre el NO y aumentó levemente la ventaja (casi 10 puntos porcentuales).

En Montevideo, recuerden que empezó también una ventaja del SI de alrededor de 14 puntos, bajó a 10, bajó a 6; al 17 de noviembre se invirtió la tendencia, el NO pasó por dos puntos; la semana pasada estaba en cuatro de ventaja el NO y anteayer en cinco puntos. Es decir que en Montevideo no hubo cambios; si bien se fue enlenteciendo la aceleración de la ventaja, el NO siguió acumulando ventaja sobre el SI.

En cambio, el interior, que estuvo relativamente estable todo el tiempo, había tenido una caída el otro fin de semana y la recupera éste. Este fenómeno de recuperación, a pesar de que el NO gana un poco más en Montevideo, es lo que le permite al SI, en el conjunto del país obtener una mayor ventaja.

Interesa ver qué pasa con la gente según su adhesión partidaria. Efectivamente, el fenómeno que nosotros llamamos de partidización se acentúa. Los colorados obtienen ya el nivel más alto, se fueron definiendo. Ustedes vieron que el nivel de definición fue creciendo. Los indefinidos -incluyendo en blanco, etc.- ya están por debajo del 30%; la semana pasada estaban todavía bastante por encima. Y en la definición ocurrió lo siguiente: los colorados que se definieron, lo hicieron por el SI, y los blancos que se definieron, lo hicieron en general por el SI, aunque el Partido Nacional, que tiene un SI bastante similar al del Partido Colorado -los colorados tienen un 68%, los blancos un 62-, tiene un NO bastante alto (el de los colorados es de 6% y el de los blancos es de 13%).

Pero acá hay un dato muy importante y es la casi desaparición del SI entre los frenteamplistas; está en el 6%. Es decir que hay tantos frenteamplistas por el SI como colorados por el NO. Ese es un fenómeno importante; no nos olvidemos que llegó a estar arriba del 20%. Fue bajando y ahora ya quedó en los niveles mínimos; uno diría que es gente que por la libre vota distinto a su partido, pero esto no está reflejando la existencia de un líder de nivel presidencial y de todo un sector en una posición discrepante.


E.C. - Es el caso de Asamblea Uruguay, ¿no?


O.B. - De Asamblea Uruguay y del senador Astori. Casualmente, se produce esta rebaja cuando aparece el senador Astori argumentando a favor del SI. También es verdad que es cuando aparece el Partido Colorado utilizando la imagen de Astori y de Seregni por el SI. Con esto no quiero establecer ninguna causa-efecto directa porque es muy difícil medir qué produjo qué.


E.C. - Estamos hablando simplemente de coincidencias en el tiempo.


O.B. - Claro, de coincidencias en el tiempo que pueden influir, pero uno no puede aseverarlo sin haberlo investigado a fondo. Es interesante que el 77% de los frenteamplistas se definan por el NO y 6% por el SI.

Y los del Nuevo Espacio -los que se han definido, que son menos; el Nuevo Espacio sigue teniendo el nivel más alto de indefinición- se han definido por el SI. Así que el Nuevo Espacio corta esa racha de que el SI iba cada vez perdiendo terreno frente al NO entre los nuevoespacistas.


E.C. - Y es muy interesante observar cómo entre aquellos que no tienen opción partidaria la indefinición es altísima.


O.B. - Entre los que no tienen definición partidaria, el SI le gana al NO por cuatro puntos (24 a 20); la semana pasada ganaba el NO por dos puntos. Pero aclaremos que esos resultados se obtienen cuando mucho más de la mitad (el 56%) no se ha definido.

Fijemos el nivel de indefinición, porque es interesante. Entre blancos y colorados es de alrededor del 25% o 26%. Es de un poquito menos en el Nuevo Espacio (24). Pero digamos que la cuarta parte de blancos, colorados y nuevoespacistas todavía no se ha definido. En el Frente es el 17%, mucho menos; es la sexta parte. Y entre los que no tienen opción partidaria, es el 56%.


E.C. - Esto fortalece la lectura a propósito de la fuerte partidización que está teniendo este plebiscito, ¿no?


O.B. - Sí. Cuando uno analiza variables tales como educación, nivel socio-económico o edad, se nota una fuerte correlación con la inclinación política. ¿A qué nos referimos? A que el NO está fuerte en los tramos de edad, de educación y de nivel socio-económico en que está fuerte el Frente Amplio, mientras que el SI está fuerte en los niveles en que están fuertes los colorados y los blancos. Esto marca, también, otro de los síntomas de partidización.

Otro dato interesante es cómo se ha ido reduciendo la diferencia entre hombres y mujeres. Hasta la semana pasada era muy elevado el porcentaje de mujeres indefinidas. Hoy bajó, aunque por supuesto es todavía más alto que en los hombres
-digo "por supuesto" por cómo venía la tendencia-; ya hay un 26% de hombres indefinidos y un 31% de mujeres, la distancia no es grande. Y cambió un poco que cuando había muchas mujeres indefinidas había una mayor proclividad de la mujer hacia el NO; ahora que empiezan a definirse, hay una mayor proclividad hacia el SI. Los hombres tienen 41% por el SI, las mujeres 40; los hombres por el NO 34, las mujeres 29. Eso también implicó un pequeño cambio de tendencia; la mujer indecisa de alguna manera se pasó al SI.

Y un último dato que es interesante es que nosotros manejamos un 6% de "no contesta". No es una persona que esté indecisa, sino que oculta el voto y que hay que tratar de desentrañar hacia dónde va el mismo. Los que no contestan el voto dicen que ya tienen decidido en firme qué es lo que van a votar; no llegan a las dos terceras partes, pero son mucho más que la mayoría. Es decir que el nivel de indecisos es un poco más bajo que ese 28%, porque hay un 6 del cual por lo menos tres o cuatro puntos sabe qué va a votar y lo está ocultando.


E.C. - El tiempo se nos fue y queda pendiente la pregunta, entonces, a partir de esta encuesta -que es la última, no habrá otra- si se puede avizorar alguna tendencia para el domingo. No sé si la contestamos hoy o la dejamos para mañana.


O.B. - Mañana yo preferiría completar la serie más informativa, de aspectos de la reforma y posicionamiento sobre la misma, y el jueves hacer un análisis final de cifras y tendencias.

Cuando el nivel de indecisos, de gente que no sabe qué va a votar, está en el 21% y la diferencia entre el SI y el NO es de 9,5; o entre la aprobación y la no aprobación de la reforma es de ocho puntos -recordemos que el voto en blanco ayuda al NO-, esos ocho puntos de ventaja no son decisivos. Por lo tanto, estamos en una situación en que los pronósticos son difíciles.

En segundo lugar, son difíciles porque uno puede ir viendo que esto se partidiza, pero por algo hay gente blanca, colorada, frenteamplista, que todavía -pese a que sus partidos entraron en una muy fuerte propaganda en los últimos tiempos- se mantiene indecisa. Es verdad que sigue siendo muy elevada la cantidad de gente que se siente desinformada. Entonces, éste es un tema que hay que analizar.

Lo cierto es que hasta ahora lo más significativo es que el SI ha logrado detener la caída, estabilizar la ventaja con el NO, distanciarse un poquito y esto le está dando una relativa ventaja sobre el NO en el arranque; de 21 indecisos que hay tienen que pronunciarse 13 o14 por el NO para que el NO le gane al SI. Lo cual, en la tendencia que hemos visto, no es un imposible. Pero prácticamente, de cada cuatro indecisos, cerca de tres tiene que pronunciarse por el NO y uno por el SI para que la situación quede relativamente equilibrada; por lo menos a nivel de números, que es de lo que estamos hablando.

Publicado en radio El Espectador - programa En Perspectiva - espacio La Opinión Pública
Diciembre 3 - 1996