Razones
para haber votado por el rechazo: NO, en
blanco, nulo
Oscar
A. Bottinelli
Desde que comenzó este
año estamos haciendo un ciclo que
llevará todo el mes de enero
buceando en motivaciones, actitudes,
tiempos, resultados, efectos del
plebiscito constitucional del 8 de
diciembre. El viernes pasado analizamos
cuáles fueron las causas que
llevaron al voto por SI. Hoy vamos a la
explicación de la motivación
contraria, que prácticamente es el
otro medio país.
Cuál fue la principal razón
que los llevó a votar por NO, a
votar en blanco o a votar anulado. La
investigación se hizo a la semana
del acto electoral, el 14 y 15 de
diciembre en todo el país, tanto
urbano como rural, y se encuestó a
personas que habían votado en ese
plebiscito constitucional.
Recordemos que la gente que votó
por SI fundamentó la
decisión en razones de mejoramiento
que ocasionaba la reforma, más
libertad y transparencia, más
gobernabilidad, mejor que la
Constitución actual, o terminar con
la Ley de Lemas como la razón
más fuerte; esto lo hizo el 37%.
Por razones político-partidarias
(apoyo a su partido o al gobierno u
oposición a quien se oponía
al SI) lo hizo el 32%. Por la idea de que
algo había que cambiar en una forma
un poco más vaga, lo hizo el 22%, y
el 10% restante dio una gama muy amplia de
razones o directamente no supo mencionar
ninguna. Esto es lo que motivó a la
gente a votar por SI.
Hoy vamos a ver, entonces, el voto por NO.
Por qué los que votaron por NO, o
votaron anulados o votaron en blanco
votaron, de una u otra forma, en contra de
la aprobación del proyecto de
reforma constitucional.
Aquí, quizás, está un
poco más parejo. El primer lugar lo
comparten dos motivaciones diferentes.
Podemos decir que una es social y la otra
es política. "No resuelve los
problemas del país",
argumentó el 18%. Y la otra
votó en contra porque "votó
en contra de un engaño o de una
trampa"; lo hizo también un 18%.
Así que las dos razones que empatan
en porcentajes más fuertes apuntan
una a un tema más político
social y la otra a un tema político
partidario y político ético.
Considerar que la reforma no resuelve los
problemas del país es un
ángulo, considerar que esto era una
trampa o un engaño, en algunos
casos explícitamente manejado, para
trampear al Frente Amplio es otro,
llegó a ser el principal
elemento.
Luego vienen tres razones bastante
equilibradas, una con el 12% de las
adhesiones, porque "la reforma sólo
sirve a los políticos", luego
directamente una comparación porque
"considera que este proyecto es peor que
la Constitución actual", así
fundamentó su voto en contra de la
aprobación de la reforma el 10%. Y
una razón directamente
política otro 10%: "por oponerse al
gobierno".
Luego, por una razón
político-partidaria, es decir,
"apoyo al partido", en forma directa,
lineal, sin otra razón, fue mucho
más bajo que en el caso de los
votantes por SI, sólo el 8%. Lo que
podía ser una argumentación
bastante obvia de un voto en contra de la
reforma, que es decir: "yo voto, en
cambio, porque me gusta lo que
está", es decir que la
Constitución actual es buena, tuvo
sólo la adhesión de un 4%.
Sólo el 4% votó por
considerar que el régimen
implantado a partir de 1967 era mejor que
el proyectado.
Y la idea de que esto llevaba a demasiadas
elecciones motivó el voto contrario
o el voto no aprobatorio de otro 5%. Luego
tenemos un 13% que no define por
qué votó en contra, no opina
directamente o abre un abanico muy extenso
de razones.
Entonces, lo importante, lo más
fuerte es: "no resuelve los problemas del
país", con 18%; "contra un
engaño, una trampa", 18%; y en el
otro extremo, la razón menos
invocada (sólo un 4%), está
"la defensa de la Constitución
actual". Solamente ese 4% consideró
que era preferible mantener el texto
constitucional entonces vigente que ir a
la reforma constitucional.
Viendo globalmente, agrupando los temas,
encontramos que pesa en una forma muy
fuerte, la mayoría absoluta,
más del 50%, la razón
típicamente política, es
decir: oposición al gobierno, apoyo
al propio sector, porque esta reforma
sólo le sirve a los
políticos, o porque hay demasiadas
elecciones, o porque es un engaño y
una trampa.
Esto se puede dividir en dos: lo que
podríamos calificar de
visión negativa del sistema
político, de una visión de
rechazo a los políticos, a los
dirigentes, a los partidos, a como
actúan o a como se mueven, que
aparece en "demasiadas elecciones",
"sólo sirve a los políticos"
o "es un engaño, una trampa". La
suma de esto da el 35%, mientras que es un
18% las que podríamos llamar
razones políticas puras, más
de competencia política, como
"apoyar a su partido" y "oponerse al
gobierno".
Luego hay razones más de tipo
social: "no resuelve los problemas del
país", otro 18% y aspectos
típicamente constitucionales son
los que menos pesaron entre los votantes
del NO, en blanco o anulados, con el 14%,
porque "esta reforma es peor que la
Constitución actual" tiene el 10% y
"la Constitución actual es buena"
tiene un 4%. Aquí quiero aclarar
algo: alguna gente puede creer que ambas
respuestas son lo mismo y no es
así. Uno es un término
comparativo y el otro no está
diciendo que ninguna sea buena ni mala,
sino que una es peor que la otra. Uno
puede considerar que la
Constitución del 66 es mala pero
que el proyecto la empeora. Otro puede
considerar que la Constitución es
buena, pero el proyecto no la mejora
demasiado, pero también es
buena.
Otra cosa es partir -como lo hizo, por
ejemplo, el constitucionalista Cassinelli-
de una defensa de la Constitución
del 66 diciendo: "Este es un buen sistema
de gobierno". Esto, realmente, tuvo muy
poca adhesión. Lo que queda
bastante claro es que lo que menos juega
en la decisión del voto por el NO
es un tema de comprar un proyecto contra
una Constitución a partir de decir:
"No, esto es bueno, para qué lo
vamos a cambiar".
Como un análisis global de las
motivaciones por el SI y por el NO hay una
primera cosa que queda clara: que lo que
no estuvo en juego para nadie, en
términos significativos, fue
considerar que lo que se discutía
era mantener o no esta
Constitución, mantenerla como un
tema de decir "esto es lo que me gusta" no
estuvo en el camino. Los que votaron SI lo
hicieron porque la querían cambiar,
obviamente, y los que votaron NO porque
eran otras las razones que los llevaban al
NO que mantener esta Constitución,
o podía ser porque consideraban que
no siendo buena esta Constitución,
el proyecto era peor, o ya por ir a otro
tipo de atribuciones: el país tiene
otro tipo de problemas y esto no se
resuelve, o acá hay un juego
político que no les gustaba, porque
era sólo para los políticos,
porque hay demasiadas elecciones, o hay un
engaño o una trampa. Es decir,
había un juego político y no
entraban a ver qué estaba pasando,
es decir, si una Constitución es
mejor que la otra, sino rechazar un juego
político. Estas cosas pesaron, como
pesó también el apoyo a su
partido, si ese partido se opone, o
directamente oponerse al gobierno.
Si analizamos ahora según la
inclinación partidaria de la gente,
lo que nos encontramos es lo siguiente:
entre la gente sin opción
partidaria y entre los del Nuevo Espacio
hubo dos grandes motivaciones que los
llevaron al voto en contra de la reforma.
En primer lugar, que "no resuelve los
problemas del país" y, en segundo
lugar, "contra lo que se ve como un
engaño y una trampa". Entre los
frenteamplistas, que constituyen el sector
de más peso cuantitativo en el voto
contrario a la reforma, pesan
prácticamente por igual unas cinco
razones: la oposición a lo que se
considera un engaño y una trampa
fue la que tuvo más peso -18% - y
luego, equilibrado, apoyo al propio sector
-al Frente o a Vázquez-, oponerse
al gobierno, considerar que la reforma
sólo sirve a los políticos o
que no resuelve los problemas del
país.
Entre los blancos y los colorados que se
oponen a la reforma encontramos que tuvo
un peso, más o menos por igual, la
actitud de oponerse a lo que consideraban
un engaño, una trampa o que esta
reforma es peor que la Constitución
del 67. Pero luego hay una diferencia de
énfasis, para los colorados tiene
mucha más importancia que no
resuelve los problemas del país o
que sólo sirve a los
políticos, mientras que para los
blancos las demasiadas elecciones aparecen
con una fuerza que no tuvo entre los
colorados. Repito que estamos hablando de
los colorados y de los blancos que votaron
en contra de la reforma, que fue un sector
minoritario en ambos partidos, pero que
tuvo su explicación.
El apoyo a líderes
políticos, sectores o dirigentes no
aparece mencionado explícitamente
en estos casos, quizás porque
cuando se habla de dirigentes no estaban
pensando los encuestados en dirigentes
locales y sí en dirigentes
nacionales.
¿Por qué votó SI y por
qué votó NO la gente?
Votó SI, en gran medida, por
algunas razones vinculadas a la reforma
-mayor libertad, mayor transparencia,
más gobernabilidad, mejor la nueva
Constitución que la
Constitución del 67-, y en segundo
lugar por razones de apoyatura
política, al gobierno, a su propio
partido. Mientras que sobre por qué
votó NO, predominaron o actitudes
de desconfianza al sistema
político, de considerar que
aquí había un engaño,
una trampa, que sólo sirve a los
políticos, o por razones de
considerar que esto no resuelve los
problemas del país.
Entre los votantes por SI, el tema
político partidario y el tema
constitucional en sí mismo tuvo
mucho peso, mientras que en los votantes
por NO, el sistema político visto
negativamente y el tema ético como
jugada o planteo ligado al tema social
fueron las razones determinantes.
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