Nostalgia del viejo mostrador

La mitad de los uruguayos compra pan en los propios locales de las panaderías y la tercera parte compra artículos de almacén en los almacenes
 

Hace cuatro décadas era frecuente en pueblos del interior ver las jardineras de a caballo del carnicero, la jardinera del frutero-verdulero y el charré del panadero. Todavía tres décadas atrás era frecuente en Montevideo el carro manual o la bicicleta-carro del panadero. Hoy la duda es si la gente va a la carnicería o al hipermercado, a la panadería o al autoservicio, a la feria o al supermercado. Así como las viejas tiendas de departamento al estilo del London Paris dieron paso primero a las galerías y luego a los shopping centers, se asiste al fenómeno del desplazamiento muy lento de la compra de las carnicerías a los hipermercados, la venta de pan de las panaderías a los almacenes y en menor grado la venta de frutas y verduras de los puestos y ferias a los autoservicios.

El proceso sin duda es muy desparejo y más bien hay que hablar de tres procesos. Uno es el que ocurre en el Gran Montevideo, otro en el interior urbano y un tercer tipo en lo que se puede llamar el "interior semi rural". El Gran Montevideo comprende al departamento de Montevideo y a ese continuo urbanístico que forma un semicírculo irregular en torno a la capital, cuyos límites pueden ser al este, Parque del Plata; al noreste, Pando; al norte, Progreso y al oeste, Rincón de la Bolsa; es decir, buena parte de ese conurbano está en el departamento de Canelones y el resto en el de San José. El interior urbano comprende a todos los conjuntos urbanos de más de 8 mil habitantes (conjunto urbano implica la ciudad con sus alrededores) y el denominado "interior semi rural" es ese país algo urbano y algo rural, o todo rural, constituido por las localidades de menos de 8 mil habitantes y la población propiamente rural.

Esta encuesta es un estudio social de hábitos y costumbres y no una investigación de mercado. Busca explorar el comportamiento de la gente en la compra de cuatro tipos de productos de consumo doméstico: carne, frutas y verduras, pan, y artículos de almacén. La carne (o las carnes) es el producto que menos viene sufriendo el cambio, o que lo sufre con mayor retraso, ya que la compra en carnicerías la hacen de cada 10 personas seis en el Gran Montevideo, ocho en el interior urbano y nueve en el semi rural (en este caso el individuo restante directamente no compra carne, la faena por sí mismo o la canjea con el vecino). El promedio nacional es la compra de carnes en carnicerías por parte de siete de cada 10 personas.

En el pan, por el contrario, se abre más el abanico de lugares de compra. En panadería compran de cada 10 personas menos de cinco en el Gran Montevideo, menos de seis en el interior urbano y menos de ocho en el semi rural. La gran competencia de las panaderías son los almacenes, donde compran tres de cada 10 personas tanto en el Gran Montevideo como en el interior urbano, y dos de cada 10 en el país semi rural. Por panadería se entiende un lugar destinado única o principalmente a la venta de pan, sin distinguirse si son panaderías habilitadas o panaderías ilegales.

En materia de frutas y verduras se abre más la oferta de tipos de lugares de compra. En el conjunto del país de cada 10 personas cuatro compran en puestos, tres en ferias, dos en autoservicios y supermercados barriales y algo menos de una en hipermercados.

La mayor dispersión aparece en la adquisición de productos de almacén y artículos de limpieza, como azúcar, harina, yerba, fideos y jabón. En este tipo de rubros es donde más pesan los hipermercados y también los autoservicios y supermercados de barrio. El almacén tradicional es el lugar de compra de tan sólo dos de cada 10 personas en el Gran Montevideo, de tres en el interior urbano y de casi ocho en el interior semi rural. Tanto en el Gran Montevideo como en el interior rural es muy fuerte la presencia de los autoservicios o supermercados de barrio y de las cadenas de supermercados. Los hipermercados aparecen muy fuertes en Montevideo y su área metropolitana y en algunos lugares puntuales del interior urbano.

Es importante esperar los resultados de los estudios del presente segundo semestre, a fin de analizar la evolución en el último año, en particular si se confirma una presencia creciente de los hipermercados. También es relevante verificar si los cambios que se impulsan a nivel de almacenes tienen o no efectos en evitar la caída de presencia de los mismos.

 
Publicado en diario El Observador
setiembre 15  - 2001