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Las esperanzas en
el fútbol
De cada 10 uruguayos seis creen
que Uruguay clasifica para el Mundial de Fútbol y
cuatro creen que no. Las esperanzas aumentaron luego
del triunfo ante Perú
Una constante para la afición futbolística
uruguaya en las últimas décadas es la zozobra sobre
la posibilidad de clasificación hacia la fase final
de la Copa del Mundo. De los últimos seis campeonatos
Uruguay estuvo ausente en cuatro. En las dos últimas
clasificaciones, hacia Estados Unidos 1994 y Francia
1998, la etapa eliminatoria supuso un extenuante
sufrimiento, donde el país mantuvo chances
matemáticas de clasificar casi hasta el final, o al
menos hasta bien avanzada la competencia.
Como es sabido, en esta oportunidad juegan todos
contra todos, los 10 países de la Confederación
Sudamericana, a dos rondas; para la fase final
clasifican en forma directa cuatro equipos, mientras
el quinto adquiere el derecho a definir un lugar con
Australia, ganador de la zona de Oceanía. Desde el
punto de vista matemático es vital el partido de
mañana contra Colombia, porque del mismo puede
depender que Uruguay quede consolidado entre los
cinco primeros. Luego tiene por delante a Ecuador y
Argentina, con probabilidades matemáticas complicadas
para remontar ese quinto puesto. Otra vez, más
parecido a las Eliminatorias de 1993, las chances son
producto de una combinación matemática con un alto
número de probabilidades a favor y en contra. Lo
interesante es que en el cálculo de probabilidades la
que aparece más fuerte es obtener el quinto lugar, lo
que en buen romance significa continuar con los
nervios de punta y apostar a una especie de alargue,
a un desafío a dos partidos en los puntos más
extremos del hemisferio sur.
Los uruguayos son moderadamente optimistas, al punto
que seis de cada 10 creen que Uruguay puede
clasificar; pero de esos seis sólo dos están seguros,
estiman que sí es segura la clasificación; para los
otros cuatro es probable que ocurra, pero no se
juegan a que sea plenamente cierto.
Los pesimistas son cuatro de cada 10: la mitad de
ellos afirma rotundamente que Uruguay estará ausente
de Japón y Corea, y la otra mitad de los pesimistas
piensa que lo más probable es que no vaya.
Es curioso que el porcentaje actual de quienes creen
en la clasificación es bastante parecido al que había
cuando empezaron las Eliminatorias. En otras
palabras, las expectativas actuales no difieren de
las iniciales. Lo que sí cambió es el proceso. Las
subas y bajas a lo largo de este año y medio. Cuando
comenzó el campeonato alrededor del 60% creía en la
clasificación; desde junio hasta fin de año ese
porcentaje trepó hasta moverse en una banda del 70%
al 74%.
Con el verano vino el desinfle, en particular tras la
renuncia de Passarella. En abril y mayo alrededor del
50% tenía fe en el pasaje a Japón-Corea; en junio y
julio bajó a poco más del 40%; tras la derrota ante
Venezuela llegó al piso del 39%. Y el triunfo ante
Perú, más la sucesión de resultados de otros partidos
que reubicaron a Uruguay en el quinto lugar,
justificaron ese formidable salto en las ilusiones.
Ese 39% pasó al 59%.
Son más optimistas los peñarolenses y nacionalófilos
(63% y 62% respectivamente) que los simpatizantes de
cuadros chicos (49%) y los sin cuadro (32%). También
tienen más esperanza los hombres (66%) que las
mujeres (53%). Y la expectativa es mayor cuanto más
joven es la gente, porque cree en la clasificación el
63% de los jóvenes, el 60% de los adultos medios y el
51% de las personas mayores.
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