Objetos de culto

Lo más sagrado para más de la mitad de los uruguayos es la familia. Dios, Jesús o la religión es lo que más sacraliza uno de cada siete
 

Qué es lo más sagrado para los uruguayos? Según la Real Academia Española de la Lengua sagrado es lo "que según rito está dedicado a Dios y al culto divino", o "lo que por alguna relación con lo divino es venerable", o también lo "perteneciente o relativo a la divinidad o a su culto". Estos significados concuerdan con la primera lista de sinónimos que elabora el lingüista Federico Sainz de Robles: sacro, santo, sacrosanto, consagrado, bendito, hierático, canonizado. Pero en sentido figurado, según la Real Academia sagrado es lo "que por su destino o uso es digno de veneración y respeto". Significado que Sainz de Robles enlaza con venerable, respetable, inviolable, intangible, improfanable.

Por ello, cuando a alguien se le pregunta ¿qué es lo más sagrado para usted? en realidad se le están haciendo dos preguntas: la primera es ¿Cuál es para usted la definición más importante de sagrado?, es decir, si vincula el término con algo digno de veneración y respeto, o si considera que sagrado es lo relacionado con Dios y la religión; la segunda pregunta es, a partir de la definición que se adopte, ¿Qué es en concreto lo más sagrado?

De las respuestas dadas por la gente surge que el concepto de sagrado está en forma dominante asociado a objeto de respeto con cierto sentido de protección, de cosa a salvaguardar, significado dado a la palabra por el 78% de los habitantes de esta tierra mayores de 15 años de edad. Un 15% vincula lo sagrado a su definición primaria, es decir, con Dios, la religión o la Iglesia, mientras un 5% no opina y un 2% considera que no hay nada sagrado. En otras palabras, de cada 14 uruguayos hay 11 que adhieren a una versión laica de lo sagrado, dos que se afilian a la versión religiosa y uno que no se pronuncia por nada.

Es un hecho relevante que lo más importante para la gente es la familia y en segundo término los hijos y nietos. La madre aparece relegada a un quinto lugar mientras que el padre aparece en un conjunto de conceptos que van del lugar número 12 al número 20. Es importante resaltar la significación de la familia como conjunto, como concepto colectivo, en particular en contraste con la madre, que en general aparece más resaltada en culturas más machistas que a la vez son más maternocéntricas. Pero es curiosa la importancia singular de la descendencia en relación a la ascendencia, de los hijos y nietos muy por encima de la madre y el padre. Mientras los descendientes son considerados lo más sagrado por el 13%, los padres sumados totalizan el 5%, mucho menos de la mitad de la significación de hijos y nietos. Y junto con el concepto general de familia (considerado lo más sagrado por el 33%) se añade el concepto de hogar (que es lo más venerado por otro 1%).

Un 10% de los uruguayos considera sagrado a Dios, más otro 1% que considera a Jesús, un 2% a la religión y otro 1% a la Iglesia o la eucaristía. Es ese 15% que vincula lo sagrado a la definición primera del término, a su sentido literal, es decir, a lo "dedicado a Dios y al culto divino".

Si no se toman en cuenta ni las figuras familiares ni los conceptos ligados a lo religioso, es decir, entre las figuras abstractas, lo que más sobresale es la vida. Y luego, en un mismo nivel, aparecen la amistad, el amor, la honestidad, la salud y el trabajo. Es decir que en conjunto hay cuatro figuras relacionadas con valores o virtudes (vida, amistad, amor, honestidad) y otras dos figuras vinculadas a la cobertura de necesidades personales, propias o ajenas: la salud y el trabajo.

Si se profundiza más en la tabla y se toman todas las opciones que han recogido al menos un 1% de adhesiones, las figuras relacionadas con valores o virtudes se amplían y comprenden además la independencia, la paz, la lealtad, la sinceridad, la libertad y el respeto. Del lado de las figuras vinculadas al aseguramiento de necesidades personales se agrega la comida, la alimentación.

Una conclusión importante tiene que ver con el bajo porcentaje de personas (15%) que asocian lo sagrado con lo religioso, lo cual es perfectamente coherente si se tiene en cuenta que tan sólo el 6% de la población se considera muy religioso y algo menos del 19% se autodefine como bastante religioso; es decir que el total de personas de alta religiosidad, entendiendo por tales a las que son muy y bastante religiosas, se acerca al 25% del total de la población de 15 años en adelante. Lo que en cambio sorprende es el altísimo valor otorgado a la familia y al hogar, en un país con una elevada y creciente tasa de divorcios, y donde el matrimonio como compromiso de por vida o con la intención de ser de por vida no es mayoritario.
 

 
Publicado en diario El Observador
octubre 13  - 2001