Los
Maracaná: de Obdulio
a la eliminación del
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Proyectado y construido para ser un
templo consagrado al Dios Fútbol,
Maracaná logró serlo: para
Brasil, el símbolo del fracaso,
para Uruguay los hitos inicial y final de
todo un largo ciclo. Ese monumental
estadio carioca ha significado para el
pueblo oriental el símbolo
mítico del país
próspero y satisfecho de los
años cincuenta, y su perfecto
corolario, la cuarta consagración
celeste como el mejor fútbol del
planeta. A casi medio siglo,
Maracaná representó el
quiebre final de la agónica
esperanza de disputar la rueda final del
último Campeonato Mundial, el
decimoquinto, jugada en los Estados
Unidos.
Después de Maracaná el
fútbol celeste inició un
proceso de subas y bajas, con dos cuartos
puestos, el último en 1970, en
México. Desde entonces, en el
cuarto de siglo transcurrido, comienzan a
darse dos visiones del fútbol
uruguayo:
Una visión negativa, pesimista,
recuerda que desde entonces el país
quedó fuera de la ronda final de
tres campeonatos mundiales, en otros dos
quedó eliminado en el segundo turno
y en otro ni siquiera pasó de la
serie clasificatoria.
La otra visión, positiva,
optimista, saca a relucir en este
último cuarto de siglo la
coronación como campeón de
campeones del mundo, cuatro títulos
mundiales a nivel de clubes, cinco
títulos sudamericanos
también a nivel de clubes y varios
campeonatos continentales en la
selección mayor y en las
juveniles.
De estas dos ópticas opuestas
¿con cuál se queda la gente?
Las opiniones fueron recogidas por FACTUM
Opinión Pública, en una
encuesta realizada en todo el país,
tanto urbano como rural, a personas de 15
años en adelante. La Encuesta
Nacional FACTUM es el único estudio
de opinión pública que se
realiza actualmente en el país,
representativo del 100% del territorio
nacional.
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¿Cuál es, a juicio de la
gente, el nivel del fútbol uruguayo
a nivel internacional, tanto en
selecciones como en clubes?
La visión pesimista, de que el
fútbol celeste ya no es más
de los mejores del mundo, pese a los
títulos continentales o inclusive
mundiales a nivel de clubes, es sostenida
por una contundente mayoría
absoluta de los uruguayos: 60%
La visión optimista, de que Uruguay
sigue siendo de las potencias
futbolísticas, logra el magro apoyo
del 16%
Ni tanto ni tan poco, algo así como
que no somos de los mejores mejores, pero
por lo menos estamos dentro del
pelotón de los mejores, es
sostenido por un 10%
No opina sobre el tema el 14%
Es interesante destacar que el porcentaje
de personas que expresan alguna
opinión en algún sentido, es
del 86%. Este porcentaje es mayor que la
gente que se siente en condiciones de
opinar sobre el Parlamento, los
sindicatos, las iglesias o las
universidades. Sin duda el fútbol
es un tema que deja indiferentes a muy
pocos uruguayos.
En general no hay diferencias importantes
entre los diferentes tramos de edad,
niveles socioeconómicos,
áreas de residencia, sexo o
filiación clubística. Pero
se insinúa un mayor nivel de
optimismo en el interior real, entre los
jóvenes, entre personas del nivel
socioeconómico semibajo y entre las
personas con educación
media.
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