Al despuntar el siglo, cuando los funerales de Eduardo VII, entre los países centrales, los de Europa y América del Norte, hay representadas tan sólo dos repúblicas, los Estados Unidos y Francia, en medio de emperadores, reyes, zares, grandes duques, sultanes y beys. Se enterraba al rey de Inglaterra, Escocia, Irlanda toda, Gales, Isla de Man, Africa del Sur, Australia, Canadá y Nueva Zelandia, además emperador de la India, y en cuyos dominios y colonias jamás se ponía el sol.

Al finalizar el siglo, mañana, los funerales de la Princesa de Gales muestran un panorama diferente: apenas algunas monarquías occidentales, las que además se ocultan en una prestancia republicana: poco distinguibles son las funciones y atuendos del rey de Suecia o el presidente de Alemania, o del rey de España y el presidente de Francia. Pero la reina británica no lo es ni de Irlanda ni de Africa del Sur, ni es emperatriz de la India, a duras penas reina sobre Canadá y Australia, no se sabe hasta cuándo, y en sus dominios sí se pone el sol. Pero además se entierra a una princesa de Gales que ya no es alteza real, tras un sonado divorcio, como el que también afectó a varias de las altezas reales de la misma generación.

Lejos de los aires victorianos, los sucesos de la familia de Windsor no son noticia de las páginas políticas, sino noticia y foto del jet-set. La pompa monárquica se fue mezclando con el resplandor del jet-set. Y la muerte y los funerales de Diana Princesa de Gales, son todo un símbolo de esta combinación magestático-estelar.

La muerte de la princesa popularmente conocida como Lady Di ha generado múltiples polémicas. Sobre la forma de la muerte, el papel de la prensa sensacionalista, los paparazzi. Pero también sobre la familia real, sus estilos y conductas, y naturalmente una polémica sobre la propia vida de Lady Di. El impacto de este brutal accidente, de esta muerte de una belleza a los 36 años, ocasiona fuertes sentimientos, que sin duda contribuyen a una visión positiva de Lady Di.

Pero, sin estos contextos dramáticos, en momentos más fríos, qué opinión expresaron los uruguayos sobre Lady Di. La exploración la realizó Factum Opinión Pública en diciembre de 1995, inmediatamente del polémico reportaje de la BBC a Lady Di, que precipitara la decisión de la reina Isabel de impulsar el divorcio de la pareja de Gales. La encuesta se realizó en todo el país, tanto urbano, a personas de 15 años en adelante. La pregunta formulada fue "¿Qué opinión tiene Vd. de Lady Di?". No se preguntó específicamente sobre sus declaraciones, ni sobre su relación con el príncipe de Gales. Tampoco se explicó quién es Lady Di. La pregunta fue de carácter abierto, es decir, se registró la frase o concepto vertido por cada uno.

Bien, qué contestó hace año y medio la gente a la pregunta "¿Qué opinión tiene Vd. de Lady Di?". Agrupadas las respuestas en pocas y grandes categorías, arroja el siguiente resultado:

Tiene una opinión positiva de la princesa británica, el 20% de los uruguayos
Manifestó una opinión negativa sobre ella, el 8%
Considera que fue una víctima de la situación, las circunstancias o la Familia Real, el 5%
Entiende que fue parte de un juego político, de un circo, de una distracción publicitaria, el 4%
Siente que Lady Di fue una mujer común, con los derechos y problemas de cualquier otra mujer, el 2%
Le parece un tema intrascendente, el 1%

Y atención, dos datos altamente significativos:
No sabe quién era Lady Di el 11% de los uruguayos
No tiene opinión sobre ella o no le interesa opinar, el 50% de los uruguayos.

La primer conclusión es pues muy fuerte: de cada diez uruguayos, cinco no tenían opinión sobre Lady Di, una no sabía quién era y cuatro sí manifiestan algún tipo de juicio.

La segunda conclusión es que dentro de los que expresaron opinión, predominó una visión positiva o condescendiente: el 27% con un juicio favorable, o la consideró víctima de una situación, o sintió que fue una mujer con los derechos y problemas de cualquier otra. Y la visión negativa representó menos de la mitad de los opinantes favorables: el 12% expresó un juicio negativo o consideró que todo es un juego político o publicitario.

Las opiniones sobre Diana, Princesa de Gales, fueron expresadas mediante frases. Veamos ahora qué dijeron los uruguayos sobre Lady Di, inmediatamente después del famoso reportaje a la BBC que desencadenó la decisión real del divorcio. Estos fueron los juicios más repetidos:

* No se de quien me habla
* Es buena
* Es mona, linda, hermosa
* Me gusta
* Estoy de acuerdo con lo que hizo
* Da pena
* Es una pobre desgraciada
* Es una mujer común
* Es loca
* No me gusta nada
* Es elegante
* Tiene mucha personalidad
* Es una gran mujer
* Es simpática
* Es falluta
* Es inmoral
* Es de terror
* Es una artista como maneja las situaciones
* Es una frívola
* Es pura fantasía
* No tiene nada que ver con nosotros
* No vale nada
* Está sólo para figurar
* ¿A quién le importa?
* Es una mujer política
* Es muy valiente al soportar a la corona
* Lucha por sus derechos
* Sirve sólo para distraer de temas importantes
* Es una estúpida
* Tiene problemas igual que nosotros
* Es una aristócrata
* Habla demasiado
* Es una cortina de humo
* Trata de mantenerse en la realeza
* Recién comienza a vivir su vida
* Hace lo que quiere
* Es una cornuda
* No la entiendo
* Se quiere hacer famosa
* Flaca
* Es una falsa
* Es puro circo
* Es buena pero no da buen ejemplo
* Es muy desdichada
* Es la escoria de la sociedad
* Es sólo propaganda para ella
* Es franca, pero se perjudicó a sí misma
* Es bruta viva
* La admiro mucho
* Es una gran madre
* Pobre infeliz, se condenó
* Es excelente y gallarda al decir las cosas que dijo
* Humanamente le erró, no pensó en los hijos
* Es una vieja y se hace la nena
* Es extraordinaria como persona
* Es una muchacha de la calle
* Es una víctima
* Es una muñeca
* No se dejó someter por la aristocracia
* Es sincera, humana
* Su comportamiento no es digno de su rango
* Es inteligente
*Tiene los mismos derechos que todas las mujeres

Así opinaron los uruguayos hace dos años, en el momento de mayor enfrentamiento entre Diana, Princesa de Gales, y Carlos, Príncipe de Gales. Luego sobrevendrían el divorcio, los amores de Carlos y Camila, de Diana y Dodi, y el fatídico túnel del Alma.