FV: Como
todos los viernes a las 8:30 aquí en Radiocero y
Radio Monte Carlo presentamos el análisis político
de Oscar Bottinelli, director general de
Factum. El tema de
hoy:
Uruguay: un país pequeño en busca de una región
OAB:
Uruguay por su tamaño y por su ubicación geográfica
-en la periferia del mundo desarrollado- es un país
para el cual la política exterior y la inserción
internacional constituyen elementos clave en
términos históricos, en términos estratégicos. En
Brasil se puede vivir por años sin preocuparse qué
pasa en el mundo, en Uruguay es todo lo contrario. Y
un tema fundamental es lo que se llama la inserción
internacional ¿Qué quiere decir?
Para ello es
necesario hacer una explicación previa. El mundo
camina, más o lento o más rápido, hacia la
conformación de grandes bloques regionales. El
primer gran bloque regional es la Unión Europea, que
conformó una unión comercial, aduanera, económica y
política. En cierto modo puede decirse que es un
macroestado, un macro país. Los países sueltos
tienen cada vez menos espacio, salvo los muy grandes
y muy poderosos como Estados Unidos, China o India.
Pero ya hasta la poderosa Alemania necesita ser
parte de un bloque. En el otro extremo están los
países chicos, como el nuestro, en que la
integración a un bloque regional es esencial, a la
larga es de vida o muerte.
También es necesaria
partir de otro concepto. Guste o no, hay países más
grandes y poderosos y otros más pequeños y más
débiles. Se puede hablar de igualdad jurídica de los
estados, pero no todos los estados son iguales en
poderío. Y ello determina que hay países con más
peso internacional y otros con menos peso
internacional. Y los bloques se conforman en base a
liderazgos, que pueden ser de un país o liderazgos
compartidos de varios países, o liderazgos
competitivos entre varios países. Todo bloque tiene
su país o sus países líderes.
FV: ¿Y cuál es la
región, cuál es el bloque al que debe insertarse
Uruguay? ¿Cuál o cuáles son los países líderes de
esa región?
OAB: Bien, cuando se
habla de la necesidad de la integración regional, es
necesario primero de todo definir cuál es la región
de la que hablamos. Porque aunque a veces parece
obvio, lo más difícil de todo es definir cuál es la
región a la que pertenecemos, cuántos y cuáles son
los países que la integran, cuáles son sus límites.
Veamos distintas
palabras: Mercosur, Sudamérica, Suramérica,
Iberoamérica, América Latina.
FV: No quieren decir
lo mismo ¿no? Parecen cosas distintas.
OAB: Efectivamente
son cosas parecidas, pero distintas. Mercosur es la
región más chica: Uruguay, Argentina, Brasil y
Paraguay. Sudamérica son los 10 viejos países del
continente sudamericano, los 4 ya nombrados más
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Para mostrarlo en forma sencillo, los 10 países que
integran la Confederación Sudamericana de Fútbol. Y
el nuevo término de Suramérica agrega dos países
volcados tradicionalmente al Caribe y de otro
origen: Guyana, la ex Guayana Británica, y Surinam,
la ex Guayana Holandesa. Parece un sutil juego de
palabras, pero no lo es. Lo importante, lo que
tienen en común estos tres conceptos de regiones, es
que todas ellas giran en torno al liderazgo
sustancial de Brasil.
FV: ¿Y qué pasa con
Iberoamérica y con Latinoamérica?
OAB: Iberoamérica
son todos los países americanos de habla ibérica, de
lengua española o portuguesa. Son los diez países de
la Sudamérica clásica, más los seis de
Centroamérica, más Cuba, Dominicana y México. En
total, 19 países. Y Latinoamérica es más grande,
sobretodo en su formulación completa de “América
Latina y el Caribe”, porque agrega una constelación
de países que fueron colonias británicas y
francesas, casi todas ellas islas del Mar Caribe o
en el borde del Caribe. Lo importante es que
Iberoamérica o Latinoamérica, cualquiera sea el
concepto, a los efectos de este ángulo de análisis
presenta una diferencia sustancial con Sudamérica:
se termina el predominio indiscutido de Brasil y
aparece otra potencia, México.
FV: ¿Y eso qué
significa en términos prácticos?
OAB: Significa que
tener como objetivo la integración regional
sudamericana o la integración regional
latinoamericana no es un tema meramente de palabras.
Es una opción entre pertenecer a una región con una
sola potencia y por tanto con un liderazgo
individual, el de Brasil, o pertenecer a una región
con dos potencias y por tanto con dos liderazgos, el
de Brasil y el de México; liderazgos que pueden
complementarse o que pueden competir entre sí.
Este dilema es
sustancial para un país pequeño como Uruguay, porque
apostar a lo uno o apostar a lo otro implica juegos
diplomáticos diferentes, estrategias diferentes,
apuestas con riesgos distintos. Este es un punto que
el país entero debería discutir más en profundidad y
no lo está haciendo. Lo debería discutir en primer
lugar el sistema político, pero también el
empresariado, el sindicalismo, la intelectualidad,
las organizaciones sociales. De esta discusión sale
dónde queremos que funcione Uruguay en el mundo,
junto a quienes, liderado por quiénes y con qué
nivel de autonomía.
Producido a
comienzos del siglo XXI la desaparición de Argentina
como potencia, el fortalecimiento de Brasil y su
elevación al nivel de jugador a escala mundial, más
lejanamente el también despegue de México. Se
planteó entonces con toda crudeza la opción que
describimos entre Sudamérica y Latinoamérica.
FV: ¿Y cómo ha
jugado Uruguay en los últimos tiempos?
OAB: El gobierno
anterior, el de Vázquez, especialmente en su segunda
mitad, apostó mucho a México, en un camino iniciado
en gobiernos anteriores. Fortaleció las relaciones
uruguayo-mexicanas, concretó el Tratado de Libre
Comercio entre ambos países y buscó sin ninguno
tapujo el que México jugase un papel en el sur como
contrapeso al de Brasil.
Se presenta a veces
como una opción No es solamente una opción de
etapas: me integro a una región bajo el respaldo de
Brasil o me integro a una región más grande y con
dos liderazgos en competencia o en complementación:
Brasil o México. Esto es en realidad, desde el punto
de vista geopolítico, lo que quiere decir lo uno y
lo que quiere decir lo otro.
Este gobierno
aparenta hacer un giro significativo. Las relaciones
con México han bajado de tono y en cambio se ha
fortalecido enormemente las relaciones con Brasil.
Sin duda este gobierno uruguayo ha apostado todas
las cartas a los boletos brasileños y, con ello, al
proyecto sudamericano. Habrá que ver si esto es una
etapa circunstancial o un proyecto estratégico.
FV: El contenido de
este análisis y la grabación del mismo puede
encontarse esta tarde, a partir de las 14 horas, hoy
en el sitio digital de Factum: www.factum.edu.uy
Con Oscar Bottinelli
estaremos aquí, en Radiocero y Radio Monte Carlo, el
próximo viernes y todos los viernes a las 8:30