Elecciones
universitarias
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
EMILIANO COTELO:
Hace más de una semana, el
miércoles 22, tuvieron lugar las
elecciones en la Universidad de la
República, en las que participaron
los tres órdenes: estudiantes,
docentes y egresados. A propósito
de lo que las urnas arrojaron han ido
goteándose en estos días
distintas líneas de
interpretación.
Con Oscar Bottinelli vamos a encarar
por lo menos un primer análisis de
las cifras. Vamos a empezar por la
pregunta elemental: ¿qué se
eligió el 22 de octubre en la
Universidad?
OSCAR A. BOTTINELLI:
Mucho se da por supuesto y la estructura
de la Universidad es extraordinariamente
compleja. En primer lugar, la Universidad
es una estructura que uno podría
llamar de tipo federal, integrada por un
lado por 15 facultades, donde se elige la
autoridad de cada facultad y de cada una
se eligen lo que vendrían a ser
representantes a los órganos
centrales de la Universidad. Una primera
forma de explicar la estructura de la
Universidad es ésa, como una
estructura federal donde hay 15 estados
federados que son las facultades y un
órgano federal o central que son
los órganos centrales de la
Universidad.
En segundo lugar, cada una de las
instancias tiene a su vez dos planos, lo
que uno podría llamar una especie
de Poder Legislativo y Poder Ejecutivo. A
nivel de facultad está la Asamblea
del Claustro o el Claustro de Facultad y
el Consejo de Facultad como órgano
ejecutivo o directivo. A nivel central, el
Claustro se llama Asamblea General del
Claustro, el órgano deliberante, y
el órgano directivo es el Consejo
Directivo Central.
En tercer término tenemos
que, además, las autoridades de la
Universidad son elegidas por un lado por
los docentes, por otro lado por los
estudiantes y por un tercer lado por los
respectivos egresados de las
facultades.
En el caso de los Consejos de
Facultad se eligen cinco docentes, tres
estudiantes y tres egresados, y luego el
Consejo se completa con el decano de cada
facultad.
La Asamblea del Claustro se elige
con 15 miembros de los docentes, 10 de los
egresados y 10 de los estudiantes. Como se
ve, los tres órdenes no son parejos
entre sí, sino que estudiantes y
egresados tienen el mismo peso, mientras
que los docentes tienen un peso
mayor.
El decano de la facultad es elegido
por la Asamblea del Claustro y es el
número 12 de este consejo.
Las autoridades centrales, a su vez,
se integran por los tres órganos,
pero elegidos por cada una de las 15
facultades. En términos
electorales, uno diría que hay en
la Asamblea General del Claustro 45
distritos o 45 circunscripciones; es
decir, 15 facultades eligiendo docentes,
15 facultades eligiendo egresados y 15
facultades eligiendo estudiantes.
¿Cómo se integra el
cuerpo deliberante en la Asamblea General
del Claustro? Con tres delegados docentes
por cada facultad, dos delegados
estudiantiles por cada facultad y dos
delegados de egresados por cada facultad.
La Asamblea General del Claustro es la que
elige cada cuatro años al rector de
la Universidad de la República, que
es la máxima autoridad individual y
que preside el Consejo Directivo
Central.
El Consejo Directivo Central se
integra con tres delegados de los docentes
elegidos por el orden docente de la
Asamblea General del Claustro, tres
estudiantes por los estudiantes que
están en la Asamblea General del
Claustro y tres egresados también
elegidos por el orden de egresados de la
Asamblea General del Claustro. Tenemos
nueve, más un delegado por cada una
de las 15 facultades, más el
rector. Tenemos, pues, este Consejo
Directivo Central que es
multitudinario.
Vamos a ver las líneas de
debate en la Universidad. Primero tenemos
que hacer un análisis en
relación a la estructura
orgánica y luego en relación
a algunos conceptos electorales de la
Universidad.
Primero, la estructura
orgánica determina que no sea tan
simple una elección desde el punto
de vista de un votante, diciendo: bueno,
si hay dos corrientes, o dos corrientes
con sus matices, yo puedo votar a
ésta o a aquélla para que la
Universidad tenga tal concepción,
porque cada uno vota dentro de un
órgano, dentro de una facultad. Y
acá la oferta electoral no es la
misma en todos lados. Ha habido facultades
con lista única en cada uno de los
tres órdenes, ha habido facultades
con competencia en un orden y lista
única en otro. Por ejemplo,
Humanidades tuvo más de una lista a
nivel estudiantil, tuvo dos a nivel
docente y una sola a nivel de egresados.
Es decir que los estudiantes tenían
un cierto abanico de ofertas, los docentes
tenían una opción bipolar y
los egresados tenían lista
única. Ciencias Sociales tuvo lista
única para los tres órdenes.
En cambio, otras facultades tuvieron
oferta bastante grande. Agronomía,
por ejemplo, tuvo cuatro listas a nivel de
docentes.
Este es un primer problema que no
tiene la simpleza que puede tener una
elección nacional en cuanto a que
las ofertas están ahí, muy
claras, muy nítidas.
Lo segundo es que hay una cierta
resistencia a lo que algunos consideran
formas de partidización, pero no
partidización en cuanto a partidos
políticos nacionales sino en cuanto
a aceptar que queden consolidadas
corrientes como si fueran agrupaciones
permanentes dentro de la Universidad. No
nos olvidemos que hasta el 73 los gremios
universitarios rechazaban la existencia de
más de una lista, consideraban que
la elección se hacía dentro
de los gremios, dentro de la
Asociación de Docentes de la
Universidad, de los colegios profesionales
o de las asociaciones estudiantiles, y
luego el gremio presentaba sus candidatos
en lista única y lo fundamentaba en
el hecho de que luego esas personas
debían responder al gremio. Las
posturas que tomaba en los distintos
órganos de la Universidad las
discutía con el Colegio de
Abogados, con el Centro de Estudiantes de
Derecho, con el Sindicato Médico,
con la Asociación de Docentes de la
Universidad, y entonces el gremio a
través de sus asambleas tomaba
postura e indicaba posiciones al
delegado.
Si había más de una
lista, los que eran electos por listas no
gremiales no iban a tener esos referentes
de las asambleas gremiales y por lo tanto
iban a actuar per se. En definitiva, lo
que había era una discusión
muy de fondo entre ver esto como una
postura de delegatura, de personas
mandatadas que representan a estructuras
orgánicas que se reúnen, que
deliberan y que otorgan mandato, versus la
posición representativa, que es un
poco la postura teórica con que se
organiza el Estado uruguayo, donde las
personas son elegidas y durante todo el
tiempo actúan per se sobre la base
de una especie de mandato
implícito. Estas dos formas de
concebir la representación o
delegatura en la Universidad de la
República estuvo y sigue estando
presente, desde el momento en que vemos,
por ejemplo, que en Medicina, en el orden
docente, hubo dos listas y las dos se
consideraban representantes de la
Asociación de Docentes (ADUR). Una
llevaba el lema "ADUR" a secas y la otra
"ADUR-Medicina 2000".
Desde el punto de vista estructural
de cómo se disputan las elecciones
en la Universidad y del contenido de esta
disputa no es tan simple como analizar una
elección nacional donde los mismos
partidos se presentan en todos lados,
están nítidamente
diferenciados, con propuestas muy
claras.
Aquí, en primer lugar, se
habla genéricamente de un bloque
que a sí mismo se llamó
"renovador" y de otro bloque que fue
llamado "oficialista" por los renovadores,
que rechazó esa denominación
de oficialista.
Puede decirse que estos dos bloques
quedan más o menos perfilados a
partir de dos grandes manifiestos que hay
sobre la elección universitaria.
Uno de ellos, el espacio llamado
renovador, tiene ya una historia de varios
años. Comienza impulsado por lo que
entonces eran cuatro decanos: Wschebor en
Ciencias, Touyá en Medicina, Scarsi
en Veterinaria y Alvaro Díaz en
Agronomía. Este movimiento
renovador que ha tenido adhesión de
docentes y dirigentes de distintas
facultades podría sostenerse que
planteaba un cierto cuestionamiento a la
línea oficial de la Universidad y
tenía posturas diferentes a la
tradicional de la Universidad, por ejemplo
en relación a las universidades
privadas, a la forma en que se administra
y se gobierna la Universidad y al
relacionamiento de la Universidad con el
Estado y con el poder
político.
Aún así es muy
difícil hablar de un bloque
renovador en la medida en que analizando
posiciones sostenidas en las propias
facultades, se encuentra matices bastante
significativos entre Touyá, de
Medicina, y Wschebor, de Ciencias. Uno
podría poner a Touyá como
una especie de postura renovadora
más extrema y a Wschebor como un
poco más moderado.
A quienes son llamados
"oficialistas" les molesta el
término, lo toman como un
calificativo, aunque es una
definición relativamente correcta
en la medida en que de lo que se
está hablando es de quienes
están más o menos
defendiendo la actual línea de la
Universidad de la República, que
respaldan la conducción realizada
por el rector Brovetto y donde hay decanos
de diversas facultades detrás, como
Landinelli en Ciencias Sociales, Guarga en
Ingeniería, Zubillaga en
Humanidades. Del lado de los oficialistas
también hay matices muy fuertes
entre una posición extrema, que
encarnó con mucha claridad y mucha
firmeza el decano de Humanidades,
Zubillaga, desde un muy fuerte combate a
las universidades privadas, de una
línea de corte muy fuerte hacia el
poder político, de una defensa muy
central de lo actuado por la Universidad,
hasta líneas un poco más
tenues, no sólo en el discurso sino
en la práctica, como por ejemplo la
llevada adelante por Guarga en
Ingeniería, con una gran
inserción de la facultad en el
medio privado, con muchísimos
convenios con actividades empresariales en
las cuales la Facultad de
Ingeniería ha hecho
consultorías importantes y obtenido
recursos importantes.
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