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La
crisis electoral en Estados Unidos
Entrevista
con el
politólogo Oscar A. Bottinelli.
EMILIANO COTELO:
Anoche quedó interrumpida la dilucidación de la elección
presidencial de Estados Unidos cuando George Bush quedó a sólo 226
votos de ventaja para alzarse con el Estado de Florida y la
Presidencia en momentos en que faltaba un condado para terminar el
recuento. Esto de Estados Unidos y lo que ha pasado después de los
comicios no es sólo un problema de conteos, es también un problema
de amenazas de recursos judiciales y juicios mientras sobrevuelan
exigencias de nuevas elecciones de condado o de todo el Estado de
Florida.
Mientras tanto, desde Europa se cuestiona duramente a Estados
Unidos. Este es el tema del análisis político de hoy, con Oscar A.
Bottinelli, director de Factum. Además de ser politólogo, Oscar es
catedrático de Sistemas Electorales en la Universidad de la República,
así que tiene bastante para decir de lo que hemos estado leyendo,
escuchando y viendo en estos días.
***
OSCAR A. BOTTINELLI:
Cuando pensé el tema para el análisis político de hoy era las
repercusiones sobre Uruguay de las elecciones de presidente con un
ganador. Había ganado Bush, así que ya tenía preparadas las
repercusiones; cuando me desperté, en la mañana del miércoles, el
ganador ya no lo era y estamos en medio de este problema.
El análisis importa, primero, porque el gobierno que tenga Estados
Unidos nos va a afectar y bastante, mucho más en estos procesos de
apertura y búsqueda de mercados, de integraciones económicas. En
segundo lugar, porque es una elección que puede dejar algunas
lecciones para nosotros.
Me interesa manejar tres cifras. En este momento, cuando falta una
serie de recuentos -Wisconsin, Iowa, Nuevo México, Colorado- la
ventaja en el voto total en casi 100 millones de votantes es de
180.000 votos de Gore sobre Bush de lo que se llama el voto popular.
Es como si en Uruguay hubiera 4.400 votos de diferencia, mucho menos
de la mitad de la diferencia por la que se aprobó la reforma
constitucional, que consideramos estrechísima. Con los 226 votos en
5:800.000 votantes de Florida ocurre como si acá la Presidencia se
estuviera dirimiendo por 85 votos, casi los votos de diferencia que
hubo en Tacuarembó.
EC - Eso se llama una elección pareja.
OAB - Mucho menos que la diferencia que hubo en Lavalleja. Pero además,
si decimos que la elección de presidente en Estados Unidos, donde
votan casi 100 millones de personas, está dependiendo de 226 votos,
es como si acá estuviéramos discutiendo cinco votos; ésa es la
proporción. Imagínense en cinco votos si habrá discusiones sobre
votos observados a los que faltó la firma del secretario pero
tienen la del presidente, sobre una hoja que tiene alguna raya, si
está marcada o no, donde las dos tesis son honestamente legítimas
y no se puede decir que tal o cual partido o candidato haya ganado
la Presidencia de la República. Yo no quisiera en el año 2004 un
resultado como éste en Uruguay.
EC - Es una situación realmente insólita.
OAB - Es una situación insólita, con una serie de problemas que
vamos a ir viendo. Estados Unidos tiene una larga historia de
elecciones federales, ininterrumpida desde 1792, pero es muy difícil
comparar porque, como pasó en todos estos países, a fines del
siglo XVIII las elecciones eran de elite, muy poca gente tenía
derecho a la ciudadanía y al voto, no sólo porque había menos
población sino porque además se consideraba que los ciudadanos
eran los que tenían propiedades. Hoy son elecciones ampliamente
populares, pese a que en Estados Unidos no vota todo el mundo porque
primero hay que registrarse, no se registra todo el mundo y de los
que lo hicieron vota más o menos la mitad. Además, ha habido
cambios sustanciales: si bien el sistema actual no cambió en teoría,
en la práctica fue cambiando y realmente es igual desde 1832 o
1836, cuando se generalizó este sistema de que el que gana en un
Estado se lleva todos los votos. Aún así, tampoco son comparables
todas las elecciones; no olvidemos que Estados Unidos es lo que se
llama una poliarquía, un régimen absoluta y plenamente competitivo
recién desde hace 28 años. Antes tenía restricciones fuertes, por
ejemplo el no voto de los negros en el Sur. Entonces, si bien hay
dos siglos de elecciones, por otro lado hay períodos muy disímiles.
Los problemas actuales son de dos tipos y no hay que compararlos; he
visto muchos análisis que se entreveran. Hay un problema de sistema
electoral y otro de régimen electoral, que son diferentes.
EC - Los términos pueden confundir. Veamos qué es cada uno de
ellos.
OAB - Sistema electoral es el efecto del voto. Por ejemplo, en
Uruguay se cambió el sistema electoral cuando el presidente de la
República se dejó de elegir por mayoría simple y se pasó a
exigir mayoría absoluta; no basta con que exista una mayor cantidad
de votos sino que tiene que ser la mayoría absoluta. Cambió el
principio de decisión, es un cambio de sistema.
El cambio de régimen tiene que ver con los procedimientos, con la
organización, con las garantías. En Uruguay se cambió el régimen
electoral cuando se eliminó el voto interdepartamental, cuando se
eliminó el voto observado para la elección de octubre, cuando se
cambió las mesas que pasaron de estar integradas por designación
partidaria a estar integradas por funcionarios públicos, cuando se
estableció la exigencia de que el secretario -que es quien realiza
el acta- sea escribano.
EC - Esos son ejemplos de cambios de régimen electoral.
OAB - Tienen que ver con las garantías, con los procedimientos y
con la organización. Un problema de régimen electoral es hoy la
integración de la Corte Electoral, no es un problema de sistema. La
reelección presidencial es un tema de sistema electoral.
Veamos los aspectos que tienen que ver con el sistema electoral.
Aunque en los últimos días se ha hablado mucho de cómo es el
sistema estadounidense, vamos a repetirlo porque veo continuamente
que la gente sigue sin entenderlo mucho.
EC - Vamos a una breve síntesis para ubicar cómo funciona el
sistema electoral en Estados Unidos.
OAB - Desde el punto de vista formal, el presidente no es elegido en
forma directa por la gente, sino que ésta vota delegados en cada
Estado -538 en total- que eligen, por mayoría absoluta, por 270
votos, al presidente de Estados Unidos.
Se elige en 51 distritos, que son los 50 Estados de Estados Unidos más
el distrito de Columbia, donde está la ciudad de Washington, la
capital federal. En 50 Estados, el que gana el Estado lleva todos
los delegados; es un régimen catalogado de mayoría extrema porque
el que ganó en un lugar por un voto se lleva todos los delegados,
no hay ningún tipo de proporcionalidad. La única excepción es el
Estado de Maine, donde dos se eligen por este sistema y dos se
eligen en distritos. Luego hay un régimen supletorio para el caso
en que el Colegio Electoral no llegara a elegir; no es el caso,
porque hay sólo dos candidatos con delegados, por lo tanto uno de
los dos, salvo que haya empate, va a la Cámara de Diputados.
EC - Eso se da en el caso de que el Colegio Elector no defina.
OAB - La Cámara de Diputados vota, no por diputados sino por
estados. Los 52 diputados de California votan entre sí y dan el
voto a uno de los candidatos, el diputado de Alaska vota a uno. Los
Estados valen lo mismo, mientras que en el Colegio Electoral
California vale 54, Nueva York 33, Texas 32, Florida 25 y por otro
lado hay una serie de Estados como el distrito de Columbia, Alaska,
Dakota del Norte, Montana, que tienen el mínimo, que es tres.
EC - ¿De qué elección surgen esos diputados? Porque en esta
elección, además de definir presidente, se renovaban las Cámaras.
OAB - Serían los diputados de la nueva Cámara. Luego habría una
tercera instancia, que nunca se aplicó, en el Senado. Esto no es teórico,
fue aplicado dos veces en la historia, casi en la prehistoria. En
1800, cuando los partidos todavía no estaban consolidados, fue
elegido presidente en la Cámara de Diputados el tercer presidente
de Estados Unidos, Thomas Jefferson, que le ganó a Aaron Burr en 37
votaciones en la Cámara de Diputados. En 1924-1925 -se extendió
hasta principios de año- John Quincy Adams, el quinto presidente,
le ganó a Andrew Jackson, que fue el presidente siguiente. Hay un
dato: esa elección no se logró resolver en el voto electoral, John
Quincy Adams fue segundo en el voto popular, segundo en el voto
electoral y ganó en la Cámara de Diputados. Hasta hoy fue el único
caso en que competía el hijo de un presidente. John Adams había
sido el segundo presidente y John Quincy Adams fue el quinto; esa
elección tan complicada fue el único caso, hasta que se presenta
el hijo de Bush, en que una elección resulta complicada.
EC - Ya sabemos entonces cuál es la causa de todo el lío.
OAB - Es un problema mezcla de sistema electoral con problemas
sucesorios filiatorios.
EC - Entonces hay antecedentes de elecciones que se han tenido que
definir con el régimen supletorio de la Cámara de Diputados. ¿Ha
habido antecedentes de discordancia entre el voto popular y el voto
en el Colegio Electoral?
OAB - Ese es uno de los temas que probablemente se dé en esta
elección; todavía no lo sabemos porque no sabemos quién gana el
voto electoral ni quién gana el voto popular. No olvidemos que va
ganando Gore por 180.000 votos, pero están todos los votos por
correo, están esos 27.000 votos que aparecieron en Colorado que no
fueron contabilizados, está el recuento en un condado de Nuevo México
y todo el recuento de Wisconsin, Iowa, Oregon, que quizás puedan
cambiar el resultado. No olvidemos que en un momento Bush llegó a
llevar 30.000 votos de ventaja en Florida y hoy lleva 226, de modo
que hay que tener cuidado con estas cosas.
| Presidente |
Votos
electorales |
Estados
ganados |
Votos |
| Bush |
246 |
29 |
48,889,821 |
| Gore |
260 |
20 |
49,108,420 |
| Nader |
0 |
0 |
2,685,168 |
| Total de votos
electorales necesarios para ganar la Presidencia: 270 |
Fuente: CNN
Resultados cuando faltaba definir los Estados de Florida y de Oregon
a la hora 10.19 AM (EST)
EC - ¿Qué antecedentes hay de discrepancias entre el voto popular
y el voto en el Colegio Electoral?
OAB - La primera tuvo lugar en 1876, cuando ganó el presidente
Rutheford Hayes; en 1988 Benjamin Harinosa le gana a Proveer
Cleveland; Cleveland era el presidente en ejercicio, ganó el voto
popular, perdió el electoral y la Presidencia con Harinosa, y
cuatro años después destronó a Harinosa y volvió a la
Presidencia. Como en Estados Unidos no se vota directamente por un
presidente sino que técnicamente se vota listas de delegados, en
1960 en Alabama, que tiene un sistema diferente, donde el elector
tiene tantos votos como delegados, apareció una lista de delegados
independientes, seis de los cuales no votaron a Kennedy sino al
senador Richard Bird, del Sur, y cinco a Kennedy. En esa ocasión
hubo dos análisis: uno que se hizo periodísticamente, que tomaba
todos los votos y los computaba a Kennedy, que le ganó a Nixon por
58.181, pero por otro lado se dijo que allí hubo cinco votos para
Kennedy, seis para Bird y que computando los votos de Alabama de esa
manera Nixon le ganaba a Kennedy en todo Estados Unidos. Se puede
considerar que en la elección de 1960 Nixon ganó el voto popular y
Kennedy el voto electoral; esto no se puede afirmar tajantemente
porque da lugar a todo un estudio analítico para concluir.
EC - ¿Por qué de casi 100 millones de votantes la elección
termina reducida a los casi 5,8 millones de Florida o a los pocos
centenares de votos de diferencia en los condados donde están
haciendo un recuento?
OAB - Tenemos un problema de sistema que hace tiempo que se viene
debatiendo en Estados Unidos pero que se fue dejando, en parte
porque cambiar el sistema de elección presidencial implica cambiar
toda la cabeza de cómo se encara una campaña electoral, sus
estrategias. El sistema actual de Estados Unidos no es irracional,
responde a una lógica; el tema es si esa lógica pervive hoy. La lógica
es la de un régimen federal; no olvidemos que el sistema son dos
cosas distintas, que no hay que unir: por un lado la elección es
indirecta y cada Estado tiene un número de delegados más o menos
proporcional a la población. Por otro lado, el que gana un Estado
se lleva todos los delegados. Son dos cosas distintas, no fue así
desde el principio, hasta 1831 la mayoría de los Estados elegía de
una manera diferente. Ese sistema estaba fundamentado primero en el
federalismo y el gobierno federal era lo que menos importaba a fines
del siglo XVIII y principios del XIX, importaba el dominio de cada
Estado e importaban los Estados pronunciándose como tales. En
segundo lugar, hubo un interés común de los partidos, el Federal y
el Democrático Republicano, que eran los dos de aquella época, que
querían tener el monopolio del Estado. Este régimen de que cada
uno se llevara todo era funcional a los partidos, a los que no
importaba tanto el resultado federal sino que en su Estado no
hubiera minorías que afectaran el monopolio. Hoy, cuando los
monopolios se han terminado -hasta hace 30 años el Partido Demócrata
ganaba invariablemente en el Sur; ahora sucede el revés, Bush se
impone en todo el profundo Sur-, el tema ya es más discutible, además
las pertenencias a los Estados no tienen el sentido de especie de
nacionalidad que tuvieron en los orígenes, todo el siglo XIX y
buena parte del XX. Hay que ver la movilidad que se ha dado en
Estados Unidos, de Este a Oeste, de Norte a Sur; hoy la gente del
Sur no es más la del profundo Sur. Mucha gente emigró del Norte
para ir a climas más benéficos, lo que llevó, por ejemplo, a la
explosión demográfica de Atlanta.
EC - Eso sin hablar de los inmigrantes.
OAB - Sin hablar de toda la inmigración, que no se aferra a ningún
Estado. El otro tema es que esto se justificaba cuando de una lista
que decía "John Smith" o "Peter Johns", que
eran los delegados que votaban, que en diciembre iban a depositar su
voto por alguien a presidente... Ayer veíamos en la televisión que
en las cabinas dice "Gore", "Bush",
"Buchanan"; no se está votando a un compromisario, se está
votando al presidente. En menos de la tercera parte de los Estados
se vota realmente a los delegados, el elector tiene realmente la
lista completa de delegados; aún así, la lista está encabezada
por Bush o Gore. Entonces, si el voto es directamente a un candidato
el sistema pierde el justificativo de un voto indirecto, de voto a
delegados y de preservar el territorio donde un ganador es exclusivo
y excluyente de todas las demás opiniones. Esto es lo que deja esta
discordancia entre voto popular y voto electoral como un tema cada
vez más difícil de sostener, porque se está derrumbando el
soporte teórico que fue racional por lo menos todo el siglo pasado.
***
EC - Tú explicabas cómo se vota en Estados Unidos, incluso yendo a
la historia. Vengamos ahora a los problemas de procedimiento y
organización electoral.
OAB - Hay un primer problema. Estados Unidos no tiene una organización
electoral como la nuestra, como la que se ha ido extendiendo en el
mundo, con una estructura electoral, una justicia electoral
especializada y absolutamente independiente. La regulación de los
procedimientos electorales es un tema de los Estados, cada uno
establece su regulación y sus autoridades. La Presidencia de
Estados Unidos puede ser definida por el Electoral Board de Florida,
no por un tribunal federal. Es más: existe una Comisión Federal
Electoral -hace unos años estuvo aquí Andy McDonald, uno de los
miembros de la misma- que se preocupa de regular la obtención y el
uso de los fondos para campañas electorales, no de las garantías y
procedimientos electorales. Esa comisión está mucho más
preocupada por de dónde viene el dinero, quién lo aporta y cómo
se gasta que en esto que define a una elección.
EC - De modo que no existe una Corte Electoral como la uruguaya.
OAB - No existe. La uruguaya es la Corte Electoral más antigua del
mundo. Uruguay abrió un camino que se ha expandido, hoy es lo más
usual tener una corte electoral. Estados Unidos tiene un sistema según
el cual la organización es administrativa, lo organiza la
administración, por lo tanto los gobiernos; segundo, en principio
las decisiones son administrativas, el Electoral Board es presidido
por los gobernadores, y en Florida, como el gobernador es el hermano
de uno de los dos candidatos presidenciales, se excusó y el
Electoral Board es presidido por la secretaria de Estado de Florida,
una militante republicana. Y el segundo es el comisionado de
Agricultura, que públicamente, en una de las reuniones dijo ayer
"yo soy partidario de Bush, que va a ser un gran
presidente". Ese individuo está juzgando la elección. Si uno
reclama es procedimiento judicial ordinario, un juez común es el
que recibe denuncias de una irregularidad o un fraude, como si uno
estuviera denunciando un pagaré, un conforme comercial.
EC - Es interesante destacar estos aspectos porque aparecen
diferencias muy grandes con lo que estamos acostumbrados a vivir en
Uruguay.
OAB - Un juez de West Palm Beach, acostumbrado a resolver problemas
del lugar, de tránsito, de alquileres, es quien tiene sobre sí la
posibilidad de decidir nulidades que afectan la Presidencia de
Estados Unidos. Hay problemas de especialidad, de jerarquía,
incluso de neutralidad política; en general a los jueces se los
elige por su independencia con respecto a causas individuales, en
este caso se está juzgando una causa colectiva. Los estadounidenses
lo ven como un juicio entre un ciudadano y la comisión electoral,
como si fueran dos partes y no como un proceso que se está
regulando.
EC - ¿En la historia de Estados Unidos ha habido casos de fraude?
OAB - En Estados Unidos ha habido muchos problemas. Buena parte de
la carrera de Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos entre 1977
y 1981, surgió a raíz de la lucha contra el fraude en el Estado de
Georgia. Carter perdió una elección para el Senado estadual de
Georgia, inició acciones judiciales que demoraron más de un año y
terminó comprobando la existencia del fraude; a partir de un fallo
judicial de un juez de Georgia se terminó anulando una banca de
senador que se otorgó a Jimmy Carter. En general el fantasma del
fraude ha estado presente siempre en muchos estados. Nixon murió
convencido de que perdió por fraude la elección presidencial de
1960, el Partido Republicano sostuvo que en el Estado de Texas y
otros hubo manipulación del conteo de votos, hay muchos libros al
respecto. El Partido Demócrata siempre sostuvo que fue una invención
del Partido Republicano y Johnson siempre consideró esas
acusaciones como una infamia contra el Estado de Texas. Estamos
hablando de una elección muy importante, entre Kennedy y Nixon. Es
decir que los problemas, si no de fraude al menos de dificultades
que llevan a que el conteo de votos deje dudas, no aparecen por
primera vez.
EC - Estábamos hablando de problemas de procedimiento y organización
electoral. Empezamos viendo problemas del régimen electoral. Ahora
nos deteníamos en casos de fraude, presunto fraude o
irregularidades. Pero también ha habido errores, sin que fueran
fraudes.
OAB - Si. Por un lado tenemos una serie de situaciones como éstas
donde se está recontando esa cantidad de miles de votos en
Colorado. En este caso es al revés: son el Partido Republicano y
Bush quienes están cuestionando los resultados en los Estados de
Colorado, Wisconsin, Oregon y Iowa, considerando que ha habido
desapariciones extrañas de votos en la noche de la elección en el
caso de Colorado; también hay que recontar Nuevo México. Ambas
partes están creando acusaciones de irregularidades no
intencionales o de actitudes del otro partido no del todo
transparentes.
Por ejemplo, en el caso de West Palm Beach, que se ha transformado
en el centro de la atención del mundo, se vota con una máquina.
Aquí se da un problema que en Uruguay y el mundo se ha discutido
desde hace varios años cuando se habla de tecnificar el voto. Estos
son los problemas de la tecnificación del voto: el individuo
aprieta un botón que perfora una tarjeta. Lo que se está haciendo
ahora es recontar tarjetas que ya fueron perforadas, el elector
nunca vio lo que se perforó. Esto no es un problema de mala intención,
es un problema de sistema, de mecanismo.
EC - Otra cosa es marcar en una papeleta.
OAB - Si uno marca mal el problema es de uno, si uno quiso agarrar
la lista 15 y agarró la 51 el problema es también de uno. En el
caso uruguayo, la 15 y la 51 eran dos de las listas más importantes
del país, sobre todo en Montevideo, la 15 estaba impresa en
colorado y la 51 en azul; en las listas aparecen fotografías, la de
Batlle y la de Vázquez. En Uruguay hay muchos elementos que hacen
que esa hoja que muchos consideran caduca sea un elemento que tiene
demasiadas indicaciones hacia el votante: símbolos, fotografías,
nombres de partidos, colores, números, que hacen que el error sólo
se pueda producir entre dos listas muy parecidas de la misma
candidatura. En el caso de Estados Unidos hay que apretar un botón
que perfora una tarjeta; luego el único documento de la intención
de voto del votante es una tarjeta que él no perforó.
EC - Eso ocurre en Estados Unidos; hay países donde se ha
tecnificado y se ha avanzado mucho más, como Brasil, donde ni
siquiera queda tarjeta perforada, es mucho más complicado.
OAB - Es la grabación de lo que uno vota en un soporte magnético,
en un disco, en una cinta o en varios discos y cintas. En el caso de
Brasil, antes de que se implantara el sistema se hizo una
experiencia probando máquinas, se hizo votar a 100 personas al
azar, se las hizo marcar en un papel y luego apretar el botón de la
misma opción; el resultado fue que el 15 por ciento había apretado
botones diferentes a la opción marcada en el papel.
Vayan a ver lo que a todos nos pasa diariamente en los cajeros automáticos:
es inevitable encontrar a alguien peleado con el cajero, que quiere
hacer un depósito y le sale la cotización de la moneda, no logra
extraer dinero...
EC - ¿Enseñanzas para nosotros?
OAB - Tener mucho cuidado con estas modificaciones. Cuando uno va a
un cajero muchas veces no tiene claro lo que le indica la pantalla,
si tiene que apretar el botón de arriba o el de abajo porque la
flecha quedó en el medio. El Partido Demócrata sostiene que esto
pasó en West Palm Beach.
EC - Detengámonos en cómo era la hoja de votación (ver
reproducción publicada por CNN)
OAB - Expliquemos rápidamente: a la izquierda una columna de
nombres, a la derecha otra, todos los botones estaban en el centro;
a la izquierda aparecían Bush y Gore, a la derecha Buchanan y los
otros. El botón uno era el de Bush, el dos el de Buchanan, que era
el primero de la columna a la derecha; el de Gore, que era el
segundo candidato a la izquierda era el tercer botón.
Se sostiene que puede haber habido un número muy importante, muy
superior a estos 226 votos, de votantes que quisieron votar a Gore y
apretar el botón de Buchanan.
EC - Porque Gore era el segundo de la columna de la izquierda y sin
embargo el botón correspondiente era el tercero.
OAB - Había una flechita que lo indicaba. Los demócratas sostienen
que la extraordinaria cantidad de votos a Buchanan que aparecen en
ese condado podrían ser votos a Gore mal realizados. El Partido
Republicano sostiene que el problema de confusión en las máquinas
se dio en muchos lados y que es probable que del otro lado haya
habido confusiones que hayan perjudicado a Bush. Esto no es
unidireccional.
En resumen, dos lecciones para Uruguay: una, la necesidad de
autoridades en las que confíen todos los actores políticos como
garantía de independencia en el procedimiento; la segunda, cuidado,
en el momento de querer modernizarse, con las garantías que se
puede perder.
***
EC - Finalmente, hablemos de la crisis institucional que se puede
dar.
OAB - Esto está afectando el prestigio de Estados Unidos. Los títulos
de la prensa europea de ayer fueron impresionantes; los más
extremos, en España, hablaban de "república bananera".
En segundo lugar, hay dificultades para superar esta crisis por métodos
institucionales porque Estados Unidos no tiene mecanismos
institucionales fáciles, lo más probable es que tenga que ir a
caminos políticos. Richard Nixon superó la crisis de 1960 con la
actitud de no impugnar las elecciones y diciendo que era más
importante preservar la institucionalidad de Estados Unidos. Otro
camino quedó sugerido ayer por Carter: una reunión del presidente
y los ex presidentes para buscar soluciones o reglas que den un
camino a esta crisis.
Pero además está qué pasa con un presidente que llega a una
Presidencia cuya legitimidad pueda quedar objetada. ¿Cómo queda en
el uso de su poder fuera de Estados Unidos la primera potencia
mundial, en este momento la moneda más fuerte -o una de las dos
monedas más fuertes- con un presidente sin mayoría popular, en una
elección cuestionada? Hay formas de recomposición política, que
esto se arregle con un gobierno bipartidario; el problema es que los
partidos son muy débiles, es muy difícil encontrar en Estados
Unidos alguien que piense que Bush y Gore puedan armar un gabinete
bipartidario, más allá de que Bush está dando señales de que si
asume la Presidencia va a incluir demócratas. Pero no es lo mismo
incluir demócratas que a todo el otro partido.
Anoche se hizo un llamado a que los candidatos no sigan dando pasos
que alimenten el fuego hasta no terminar con los pasos formales. El
primer paso es el recuento a mano que se va a hacer en West Palm
Beach, que empieza el sábado y termina obligatoriamente el 14 de
noviembre. Luego hay que esperar la apertura y el conteo de todos
los votos por correo, para lo que hay un plazo máximo del 17 de
noviembre, esperar los recuentos de todos los otros estados. Luego
empezar a buscar soluciones porque el prestigio de Estados Unidos
puede peligrar.
EC - Esa exhortación que tú mencionabas no está siendo atendida
por los partidos, al menos no por todos.
OAB - Algunos consideran que los pasos que está dando Carter son
parte de pasos para una jugada política del Partido Demócrata y no
para una pacificación. Están las dos interpretaciones sobre los
movimientos que está haciendo todo el mundo.
EC - Además está el ofrecimiento público que hace el Partido Demócrata
a través de un aviso a aquellos seguidores que quieran plantear
reclamos.
OAB - El Partido Demócrata está dando soporte judicial a todos
aquellos que en el Estado de Florida presenten reclamos judiciales
electorales. Hay nada menos que dos poderosos ex secretarios de
Estado de Estados Unidos, como James Burker, del ex presidente Bush,
y Warren Christopher, de Carter, liderando las actuaciones y los
reclamos de los respectivos partidos en el Estado de Florida. Es un
clima muy complicado. Ayer se produjo una entrevista de Clinton con
Arafat en la Casa Blanca, que pasó a un segundo plano frente al
hecho de que el presidente de la Unión tiene el poder un poco
acotado por el gran escándalo en torno a quién va a ser el
presidente. A Arafat o a Barak no les importa mucho lo que diga
Clinton, pero les importa saber quién lo sucederá y qué opina
sobre lo que está pasando en Medio Oriente.
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