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El Nuevo Espacio en la encrucijada
Entrevista
con el
politólogo Oscar A. Bottinelli.
EMILIANO COTELO:
El 6 de octubre el Nuevo Espacio (NE) reunirá a su Convención
Nacional para dar un paso trascendente: autorizar o no a su
dirección a iniciar contactos formales con el Encuentro
Progresista-Frente Amplio (EP-FA) y otras fuerzas políticas.
El propósito de estos contactos sería formar un gran bloque
político alternativo a los partidos tradicionales. Frente a
esta tesis, defendida por Rafael Michelini, se alza la postura
de quienes defienden la vigencia de un cuarto espacio
independiente, o sea mantener el lugar que el NE hoy ocupa.
El politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, nos
propone como análisis para hoy: "El Nuevo Espacio en la
encrucijada".
***
EC - Comenzamos con algunos breves antecedentes del Nuevo
Espacio.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Recordemos que el Nuevo Espacio surge básicamente como una
escisión del Frente Amplio (FA) conformada por el Partido por
el Gobierno del Pueblo (PGP) liderado por Hugo Batalla de la
99, más el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la Unión Cívica
(UC), una antigua escisión de la Democracia Cristiana que
venía independiente. Esto operó como una coalición de grupos
políticos en la que el PGP actuaba con una enorme autonomía.
EC - Se creó después de que el PDC y el PGP se fueron del
Frente.
OAB - Claro, se creó como producto de la salida del FA, esos
grupos políticos componen ese espacio político al que llamaron
Nuevo Espacio. Hacia las elecciones de 1994 el PGP, con Hugo
Batalla a la cabeza y el respaldo de la mayoría del partido,
da el gran paso de aliarse con el Partido Colorado y conformar
la fórmula Sanguinetti-Batalla. Eso produce una ruptura en el
PGP y a su vez el fin de ese Nuevo Espacio. La mayoría de la
99 va al Partido Colorado, otra minoría, encabezada por Díaz
Maynard, emprende el camino de juntarse con el FA y conformar
el Encuentro Progresista, y el PDC recorre ese mismo camino.
En esa situación de conflicto y vacío es que, con el liderazgo
de Rafael Michelini, se construye este nuevo Nuevo Espacio. Es
decir, se reconstruye ese cuarto espacio político pero ya como
un partido político.
EC - Antes era una coalición y a partir de ese momento pasó a
ser un partido.
OAB - Cuando se lanza ese nuevo partido político, a mediados
de 1994, estaba luchando por obtener una banca en la Cámara de
Diputados. A fines de agosto de ese año detectamos en una
encuesta Factum -que comentamos oportunamente en El
Espectador- un salto espectacular que lo llevaba a disputar
con comodidad un senador. Finalmente consiguió un senador y
cinco diputados.
Aquí hay un hecho que es crucial en la interpretación del
tema. En la legislatura anterior el NE tuvo un papel estelar,
producto de que tenía la llave en muchas decisiones
parlamentarias.
EC - La llave de los dos tercios.
OAB - En efecto, sin el NE los partidos tradicionales no
lograban dos tercios en la Cámara de Diputados ni en la
Asamblea General. Sin el NE el EP-FA no lograba el tercio en
la Cámara de Diputados para poder interpelar. Incluso en la
Cámara de Senadores, si fallaba -como pasó en algunas
oportunidades- Carlos Julio Pereyra los partidos tradicionales
perdían los dos tercios, mientras que el EP-FA con Pereyra y
Michelini llegaba al tercio para interpelar. Esa casualidad
matemática de 63 diputados de los partidos tradicionales y 31
del EP-FA dejaba al NE con una fuerza formidable; incluso le
sobraban diputados, con usar sólo dos ya tenía esta llave.
Veamos qué ocurrió en el ciclo electoral 1999-2000. Primero
hubo una baja electoral del 5% al 4,5%. Aquel partido que
surge como un impulso de gente muy joven, como una gran
aventura a la intemperie, desafiando a los tres grandes
partidos y que saca espectacularmente un 5%, no obtuvo con
aquel 5% un piso de arranque para seguir con saltos
formidables sino que no logra repetir esa votación. Eso ya fue
un golpe. Esa votación significa que de un senador y cinco
diputados queda con uno y cuatro, pierde un diputado. Pero lo
más importante es que el EP-FA supera holgadamente el tercio,
lo que significa que interpela como y cuando quiere en
cualquier cámara, no hay dos tercios para nada sin el acuerdo
del EP-FA, por lo tanto el NE dejó de tener llaves para
interpelar y para los dos tercios. En otros términos, no sólo
cuantitativamente se reduce y no queda como un partido en
expansión sino que además pierde ese protagonismo político que
en los cinco años anteriores llevó a ver el funcionamiento de
cuatro partidos, tres de gran tamaño e iguales en número y un
cuarto que por su posición en la escena política, por lo clave
en la adopción de decisiones equiparaba lo que era un menor
peso cuantitativo. Ese sistema de cuatro partidos desapareció
en esta legislatura; prácticamente están jugando tres
partidos, dos en un bloque de gobierno y uno en la oposición.
Recordemos que el NE y el FA parten de una misma familia. En
la época de Seregni y Batalla el FA era un poquito más del
doble del NE; ya con Vázquez en 1994 el EP-FA llegó a ser seis
veces más que el NE de Michelini, y en 1999 pasó a ser nueve
veces.
EC - Es un dato fuerte: hoy el EP-FA es nueve veces el NE.
OAB - Claro, el EP-FA es el doble de lo que era en aquella
época y el NE la mitad.
Veamos qué pasó en el balotaje. En el momento del balotaje el
NE estaba en el medio de los dos bloques que se oponían, entre
Batlle y Vázquez. Ese fue un tema crucial para el NE porque su
gente tenía más lejanías o más cercanías respecto a uno y
otro: no era un partido que podía tomar con facilidad la
decisión de jugarse con uno o con otro. Ocurrió que como
partido tomó una decisión que un partido político no puede
tomar en una elección, que fue decir "en esta mano yo paso".
Rafael Michelini como líder se jugó al apoyo a Vázquez, pero
se jugó él pero no fue un apoyo partidario. Eso también da una
señal de debilidad dentro de un partido, su líder tomó una
decisión pero el partido no. Según los estudios de Factum en
aquel momento, 3 puntos porcentuales del 4,5% que votó al NE
se inclinó por Vázquez y 1,5% por Batlle. Hoy el EP-FA ya
captó casi 2 de esos 3 puntos nuevoespacistas que votaron a
Vázquez en el balotaje. Es decir que en la historia posterior
a la elección ha sido muy difícil para el NE, ante el avance
su propio electorado del EP-FA.
EC - ¿Cómo le iría al NE si hubiera elecciones hoy?
OAB - Recordemos que manejamos esto en programas anteriores,
cuando hicimos los informes, y vimos que daba una intención de
voto expresada del 2%. En el estudio que hicimos tratando de
volcar a los indecisos el porcentaje se acercaba al 3%, sin
alcanzarlo.
EC - ¿Qué implicaría esto?
OAB - Que hoy el NE ya tiene un fuerte riesgo de perder la
banca en la Cámara de Senadores y quedar sólo con dos o tres
diputados.
***
EC - Mencionaste el pasar el cambio de escenario que implicó
la introducción del balotaje en las últimas elecciones, el
cambio en el sistema político; ¿cómo afectó al NE?
OAB - Se esperaban algunos resultados, algunas apuestas, un
poco la teoría de hace 50 años del politólogo francés Maurice
Duverger de que estos sistemas de elección mayoritaria a dos
vueltas ayudan al multipartidismo y a los partidos chicos.
EC - No ocurrió tal cosa.
OAB - La realidad es que no sólo fue el balotaje. La reforma,
que también creó las elecciones internas, las precandidaturas,
creó esta elección presidencial que llamamos por eliminatoria,
en tres etapas, presidencializó muchísimo la competencia
electoral, centró toda la visualización de la opinión pública
en la disputa presidencial. En los partidos grandes esto ahogó
a los grupos chicos, sobre todo en los partidos tradicionales,
y además ahogó a los partidos chicos. El NE quedó asfixiado
por el nuevo sistema electoral, lo que se vio además en la
elección municipal que lo llevó a no tener un solo edil en
ninguno de los 19 departamentos. El NE tuvo un impacto no
esperado de la reforma constitucional. En cuanto a la forma en
que se dio el balotaje, el hecho de que los partidos
tradicionales formaran una especie de coalición electoral
apoyando a Batlle en la definición contra Vázquez, dejó en
Uruguay ya mucho más consolidada que en el período anterior la
existencia de dos grandes bloques políticos. Se diría que hay
una especie de rebipartidización del país: por un lado un gran
partido, un partido federativo, con alas muy estructuradas,
con corrientes muy formales, incluso con ideologías
diferentes, que es el EP-FA, y por otro una coalición de dos
partidos tradicionales que se mueven de lo que claramente
aparece como otro bloque, con fronteras entre uno y otro
bloque. El país pasó del viejo bipartidismo blanco y colorado
a estar en un proceso de construir esto que podemos llamar un
bibloque.
EC - ¿Entonces cuál es el dilema del NE?
OAB - El NE tiene dos posibilidades: una es formar parte de
uno de los bloques y construir uno nuevo; y la otra es
resistir la polarización, pararse frente a ella, persistir en
un cuarto espacio, buscar convocatoria de gente que resista la
polarización del país, la división en dos bloques para tener
lo que sería casi un tercer espacio entre dos bloques y no un
cuarto espacio entre tres partidos. Esto es lo que está
dividiendo al NE. Por un lado tiene a Rafael Michelini,
fuertemente impulsor de la línea de intentar la construcción
de un nuevo gran bloque que sea alternativo de los partidos
tradicionales; por el otro Iván Posada, diputado número dos
del NE en 1999, que largó su propia lista, la 1999, en las
elecciones pasadas, es un fuerte contendor de esta línea
política; también contiende con esta línea política el que fue
candidato a vicepresidente de la República y primer diputado
del NE, Pablo Mieres. Por aquí están básicamente los dos
grandes alineamientos.
***
OAB - Este paso implica dos grandes temas a discutir. Uno es
el tema de lo programático, de las visiones de país, las
soluciones para el país e incluso de los estilos políticos que
puede haber entre el EP-FA y el NE. Naturalmente el EP-FA es
muy grande, es un abanico muy extenso dentro del cual puede
haber sectores que por su estilo y sus propuestas tengan mayor
coincidencia con el NE y otros que estén muy lejanos.
Recordemos que el NE puede ubicarse como un partido que
sintoniza más ortodoxamente con la socialdemocracia europea
que el EP-FA, cuya visión de país está mucho más distante, que
tiene a su vez una visión mucho más fuerte del papel del
Estado y de las demandas a realizar al Estado que la que
tiene, por ejemplo, el NE.
EC - Ese es uno de los temas a profundizar.
OAB - Da para todo un análisis.
EC - ¿Y el otro?
OAB - El otro es el tema de arquitectura política, qué se
puede y cómo se puede construir. La apuesta que hace Rafael
Michelini, para la que espera tener apoyo el 6 de octubre,
para la que ya se ha anunciado una serie de apoyos que le
darían una holgada mayoría en la convención y por lo tanto
sería todo el partido oficialmente el que estaría en esta
negociación, es por un lado apuntar al EP-FA y por otro buscar
aliados en los partidos tradicionales. No parece que se vean
interlocutores de peso en el Partido Colorado, en el Partido
Nacional todos los intentos informales han sido canalizados
hacia Ramírez, pero las declaraciones de este último han
cerrado bastante las puertas. Si bien Ramírez por un lado ha
dado señales muy críticas respecto a su propio partido y a la
coalición de gobierno, ha dado señales bastante claras en
cuanto a que su camino es pelear dentro de su propio camino.
EC - ¿Entonces?
OAB - Lo que queda de este bloque es básicamente una
negociación entre el EP-FA y el NE.
EC - Una posibilidad que dentro del propio EP-FA despierta
resistencias.
OAB - En primer lugar despierta resistencias en el EP-FA. En
segundo lugar el problema es la dificultad de tamaño. Y por
otra parte, hay algo que parece muy importante: a Michelini y
el NE les es muy difícil concebir el tema como una
incorporación al EP-FA. Aquí hay un matiz que no es menor: una
cosa es que Michelini o el NE se plieguen al EP-FA, se
adhieran al mismo y sean parte de una estructura ya existente,
y otra es que sean partícipes de la construcción de un nuevo
bloque político. Esto es muy importante y depende de la
voluntad que haya en el EP-FA y el NE para dar un paso de esta
naturaleza, que de darse sería la sustitución del EP por una
nueva formulación política, a la vista de que el FA es un poco
inamovible por las fuertes adhesiones simbólicas que despierta
en los seguidores y el electorado de esa fuerza política. Es
una negociación relativamente desigual. Desde el punto de
vista del EP-FA la llave estaría en el interés que vean Tabaré
Vázquez y la dirigencia de la fuerza política en valorar al NE
como una carta que lo lleve más hacia el centro político.
EC - Más allá de lo cuantitativo estrictamente que a priori se
pueda visualizar en el NE.
OAB - Lo cuantitativo no es menor, en una elección que se está
definiendo por orejas, en la que el que saca la oreja más
adelante gana la Presidencia. Nadie desprecia que alguien le
aporte una oreja. Pero además, desde el punto de vista
cualitativo es limar aristas del EP-FA y posicionarlo más
hacia el centro.
EC - ¿Por qué? ¿Cómo es el escenario para el año 2004?
OAB - El escenario para el año 2004 daría esto que aparece
dicho por mucha gente: el que para ese año termine ocupando el
centro político es el que tiene más posibilidades de ganar la
elección. Aquí estaría la clave del éxito o no de una
negociación entre el NE y el EP-FA.
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