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De la impronta Rama a la
incertidumbre Bonilla
Entrevista
con el
politólogo Oscar A. Bottinelli.
EMILIANO COTELO:
A lo largo del último año la Administración Nacional de la
Educación Pública (ANEP) ha sido noticia frecuente. Ha sido
noticia por conflictos dentro de su Consejo Directivo Central
(Codicen), por diferencias entre el Codicen y los consejos
desconcentrados -Primaria, Secundaria y UTU-, y ahora por el
rumor, desmentido, de renuncia de su presidente, el sociólogo
Javier Bonilla.
A propósito de esta situación, el politólogo Oscar A.
Bottinelli, director de Factum, nos propone como análisis
político para hoy: "De la impronta Rama a la incertidumbre
Bonilla".
***
EC - Para introducirnos en esta realidad, comencemos con el
período Rama.
OSCAR A. BOTTINELLI:
El período Rama fue comunicacionalmente muy fuerte. Fue el
período llamado de "la reforma de la enseñanza". Era
presentada en singular, como una gran reforma, y efectivamente
se caracterizó por una comunicación muy fluida, muy
personalizada del presidente de ANEP, el profesor Germán Rama.
Esa comunicación tenía un sentido de difusión de lo que se
hacía, de convocatoria, de hacer una especie de cruzada en
torno a la reforma que estaba realizando. Este período también
se caracterizó por grandes cambios en materia de educación
preescolar, cambios fuertes en la educación secundaria, en la
división de los ciclos en tres y tres, cambios en los
institutos, institutos del primer ciclo liceal e institutos
del ciclo bachillerato y lo que se llamó los liceos de la
reforma. Es decir, toda una serie de instituciones que fueron
implementando un cambio fuerte, con extensión horaria, con
cambios en la forma de dar las materias y de reordenamiento y
unificación de materias.
EC - Una reforma que tuvo una fuerte oposición.
OAB - Una oposición muy fuerte por parte de los sindicatos de
la enseñanza y de algunos sectores de izquierda. No fue igual
la oposición dentro de todo el frenteamplismo,: hubo un
degradé con figuras importantes del Frente Amplio, vinculadas
a la dirección de la Vertiente Artiguista y al general Líber
Seregni, que participaron activamente de la reforma de la
enseñanza. Sin embargo, otros sectores estuvieron en una
oposición muy fuerte, muy dura.
EC - Una parte de esa polémica se debía a la propia
personalidad de Rama, ¿no?
OAB - Hubo dos enfoques de la oposición: uno es el que surge
de los sindicatos y de la izquierda, que se opone a la reforma
en sí y a la forma de gestión de Rama, y otro que se opone
exclusivamente a Rama. Por ejemplo, hubo conflictos internos a
nivel de cuerpos inspectivos que más allá de discrepancias
sobre los temas de fondo -que las había- había sobre todo un
problema de procedimiento, un problema de choque en la forma
en que Rama se movía que era recibida por los inspectores como
una forma autoritaria, poco participativa, que los relegaba a
un papel ejecutor de órdenes emanadas desde la dirección
general. Pero fuera del ámbito de la oposición normal que fue
generando esta reforma también se vio, a nivel de opinión
pública, a nivel de gente de filiación blanca, una actitud
dual de apoyo a la reforma pero de oposición a la gestión de
Germán Rama. No olvidemos que Rama, por ejemplo, en aras de la
defensa de su gestión, en un momento embistió contra los
productores rurales (por el cobro del impuesto de primaria),
lo que le fue generando rechines y resistencias fuera del
ámbito educativo propiamente dicho.
EC - ¿Cómo culminó esa gestión Rama en términos de opinión
pública?
OAB - Terminó, en una descripción a grandes líneas, de esta
manera: la reforma de la enseñanza termina el período con
cuatro de cada 10 personas a favor, tres en contra y tres en
actitud neutra, sea por no opinar o por decir más o menos. Es
decir, cuatro a tres a favor de la reforma. La gestión de Rama
termina exactamente al revés: tres de apoyo, cuatro en contra
y tres neutros, o sea que hay tres personas en contra de la
reforma y de la gestión, tres a favor de la reforma y de la
gestión, tres neutros y uno que está a favor de la reforma
pero en contra de la gestión.
***
EC - Pasemos al análisis del período vigente, encabezado por
Javier Bonilla.
OAB - La primera incógnita que surgió después de la elección
presidencial fue qué opción iba a hacer Batlle en materia de
enseñanza en general, lo que se reflejaría en la persona que
iba a elegir. Elige al sociólogo Javier Bonilla, un
profesional que estuvo muchísimos años fuera del país, que no
está vinculado a la estructura de la enseñanza que comprende
ANEP -Primaria, Secundaria y UTU- y que no se había dedicado a
la investigación de temas educativos y de organización
educativa, como en el caso de Rama. Aquí viene una primera
señal: buscar una persona que esté lo más ajena al sistema
posible, lo que también tiene como lectura ajena a los
intereses que se mueven en torno al sistema.
El segundo dato tenía que ver con qué discurso realizaría
Bonilla cuando asumiera el cargo, qué pistas daría. Fue muy
importante que la primera pista fue una minimización del
período anterior, habla de que va a continuar las distintas
reformas o las reformas que se han venido impulsando en los
últimos 15 años. "La reforma" de Rama queda equiparada con las
distintas reformas, enmiendas, modificaciones, planes que
venían del período Pivel Devoto, Gabito, Rama, como un período
más, lo que implicaba continuidad total de esto y segunda
parte de esto no. Luego apareció claramente una línea de
marcar distancia con lo que había sido la gestión de una
persona muy vinculada al ex presidente Sanguinetti y al Foro
Batllista, como Germán Rama, como se dio en otros lados
-Ministerio de Turismo, Ministerio de Salud Pública-. Hubo una
serie de operadores ligados al presidente de la República que
jugaron rápidamente una línea de cuestionamiento de la gestión
anterior. En este caso fue primero de minimización y luego de
ir cuestionando muchas medidas y actos que se tomaron. Además,
ocurrió que las personas que ocupan cargos designados de
origen nacionalista actuaron en una línea también muy dura
hacia el período anterior, promoviendo investigaciones y
denuncias; ahí saltó el tema del faltante de computadoras y
algunos problemas administrativos que generaron la
intervención de la Auditoría Interna de la Nación y llevaron a
una polémica en términos políticos muy fuerte, blancos y
colorados por un lado y blancos y Foro Batllista, que se venía
dando entre la gente vinculada a la 15 y la gente vinculada a
Sanguinetti.
Por otro lado, una cosa muy fuerte de este período de Bonilla
ha sido la ausencia de una política comunicacional como venía
del período anterior y la despersonalización de la gestión.
Javier Bonilla, que ha tenido que salir a la palestra en estos
últimos días a raíz de todas estas versiones y rumores que
referíamos anteriormente, ha tenido un perfil muy bajo en este
año y medio de gestión, en contraposición a Germán Rama que
era un actor mediático permanente.
EC - En cualquier caso, además, las veces que Bonilla ha
aparecido en los medios de comunicación no se ha caracterizado
por afirmaciones tajantes, por pronunciamientos polémicos.
OAB - No, ha tenido un perfil poco polémico en la
comunicación. Como contrapartida ha sido una comunicación que
se puede llamar suave en el sentido de que la gente no tiene
una idea clara de adónde va la enseñanza, si sigue aquello, si
no sigue, cuánto sigue, cómo sigue, qué está bien, qué está
mal, cómo se evalúa. Sin duda hay una gran falta de
información como contrapartida a la fuerte información -que
algunos consideraban excesiva-, que había en el período
anterior. Hoy es muy difícil preguntarle a la opinión pública
si está de acuerdo o en desacuerdo con lo que están haciendo
las autoridades de la enseñanza pública, porque la primera
respuesta que se obtiene es "¿qué está haciendo?". No es que
no está haciendo nada, pero no se sabe qué está haciendo. Hay
una falta de información de la gente, lo que puede ser una
política deliberada de las autoridades de la enseñanza que, en
general, quisieron quitar el nivel de decibeles que tenía la
gestión anterior.
Pero lo que ha sido ausencia de conflicto hacia afuera se ha
transformado, como contrapartida, en fuertes conflictos hacia
adentro. El Codicen, que funcionó como un cuerpo compacto en
el período anterior, más allá de algunos roces que fueron más
que nada entre el Codicen y los consejos desconcentrados, en
este período está actuando con mucho conflicto interno, mucho
conflicto cruzado. Además ha habido conflictos entre el
Codicen y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que es
otro tema, producto de que el MEC ha tenido una actitud más
decidida de participación en los temas de la enseñanza, que no
tuvieron en todo el período anterior ni Lichtensztejn ni Fau.
Cuando hablo de la enseñanza me refiero a la no universitaria,
en la que tanto en el período anterior como en el actual ha
sido muy fuerte la intervención del MEC, particularmente, en
la educación terciaria universitaria de carácter privado. En
la enseñanza general hubo una abstención en el período
anterior y una intervención en el actual.
El tema es que toda esta situación de conflictos da
permanentemente ciertas señales de incertidumbre sobre el
manejo de la enseñanza: hacia dónde va, cuáles son los planes
y sobre todo, qué estabilidad tiene esta conducción. Más allá
de que haya sido desmentido el rumor, hay un viejo chiste en
Estados Unidos que dice "nadie cree en Washington los rumores
hasta que sale el desmentido oficial", es decir que cuando hay
un desmentido es que el rumor algo tenía de cierto; aquí hubo
el rumor y hubo el desmentido. Por otra parte hubo el expreso
apoyo del presidente de la República. Cuando se da un apoyo es
porque ese apoyo se requiere, no se da un apoyo todos los días
a todos los ministros y funcionarios: se supone que cuentan
con ese apoyo. Cuando se da un apoyo es porque hay una
controversia o un cuestionamiento. Hubo este apoyo y la
interpretación que se puede hacer es que no es una señal de
fortaleza sino de debilidad. El director del Codicen tuvo la
necesidad de un apoyo presidencial para continuar en la
gestión. Todo esto está generando incertidumbre: los
conflictos internos del Codicen, la ausencia de comunicación
sobre lo que está haciendo y hacia dónde va la enseñanza,
cuáles son los planes, en qué queda la reforma, qué se va
realizar y qué continuidad va a tener esta gestión.
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