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Las complicadas reglas del orden internacional
en un mundo en transformación
Oscar A. Bottinelli.
Las Naciones Unidas es un fenomenal
intento de construcción de un derecho internacional. El
derecho requiere, para ser tal, la capacidad de obligar por la
fuerza a cumplir la norma si uno no la cumple voluntariamente.
Si no, no es derecho: son normas éticas. No existe un derecho
internacional con órganos, tribunales y capacidad de obligar
al cumplimiento. En la actualidad, hay un orden internacional
que funciona si el que tiene más fuerza lo respeta.
EMILIANO COTELO:
Cuántos ángulos posibles hay para hablar de la guerra. ¿Cuál
elegimos?
OSCAR A. BOTTINELLI:
Son infinitos. Obviamente, habría un ángulo que es todo el
posicionamiento del gobierno uruguayo y de las fuerzas
políticas que va a ser el centro del próximo análisis.
EC – Eso será mañana, en una transmisión especial de En
Perspectiva.
OAB - Estamos viendo una teleguerra, como lo fue la anterior
guerra del Golfo. Me hace acordar los recuerdos de mi madre
cuando la gente se agolpaba en la rambla, creyendo que iba a
ver la batalla del Graf von Spee, que al final no hubo y el
barco se autohundió.
La teleguerra tiene una característica interesante. Primero,
uno la ve como desde una altura olímpica, una cosa muy
general. De lo que es la guerra en particular, cuando cae una
bomba y destroza todo, no tiene la más remota idea. Segundo,
hay que hacer un esfuerzo muy grande para informarse, porque
en los medios de comunicación o los partes que llegan de los
medios de comunicación se mezcla lo que es noticia con lo que
es guerra psicológica y comunicacional. Por ejemplo, se ha
contado como nuevo yo conté en un mismo canal siete veces la
rendición de las tropas iraquíes. Es más o menos como si cada
vez que Uruguay anuncia que tiene una ayuda del Fondo
Monetario, si sumamos cada vez que anuncia los 3.000 millones,
ya llevamos como 15.000 millones. Es muy peligroso.
Lo que más me ha interesado es ver lo que ocurre en la calle,
en las manifestaciones, lo que pasa en los actores sociales y,
sobre todo, las discusiones a nivel político que se están
dando en el mundo, sobre todo en el mundo que nos llega a
nosotros. Digamos claramente que de Occidente, porque de lo
otro no tenemos información directa, ni por cable ni por
Internet.
EC - Si entiendo bien, tú dices que a propósito del estado
exacto del ataque y de la invasión a Irak no es sencillo
obtener, por lo menos en lo inmediato, información confiable,
ordenada, clara; entonces lo que más te interesa de la
cobertura de los medios internacionales de noticias es
concentrarte en el manejo político.
OAB - Exactamente. Y a veces ver lo que hacen las cadenas, no
para informarme a través de ellas sino para ver cómo están
haciendo la guerra de noticias y la guerra psicológica. El
caso más extremo es el de la CNN.
EC - ¿Cómo estás observando el comportamiento periodístico de
la CNN?
OAB - Estoy observando a la CNN como una cadena que con mucha
sutileza, con mucha fineza está jugando una campaña
propagandística de la posición, naturalmente, de Estados
Unidos, donde todo lo que se lanza a título de rumor va como
noticia.
EC - Esto no se concretó ahora, con el inicio de las
operaciones militares; ya desde hace unos cuantas semanas se
nota en la CNN ese tono.
OAB - En la anterior guerra del Golfo fue clarísimo. Después,
los distintos medios han oscilado. Ayer en la televisión de
Chile vi una transmisión de estudios muy objetiva,
profesional, pero con corresponsales en Bagdad muy sesgados,
con una visión muy parcial del tema iraquí y de Saddam Hussein
–una cosa que me sorprendió–, hablando del temor al dictador
Hussein que habría dentro de Irak y hablando de una dictadura
como algo muy extraño y ajeno a los chilenos.
EC - Cuando acaban de pasar, hace muy poco tiempo, por una
dictadura particularmente sangrienta.
OAB - Ninguno de ellos tenía 13 años de edad. Me llamó la
atención que en general a los corresponsales en Bagdad uno los
sentía como viviendo en un microclima, transmitían más lo que
ellos pensaban y sentían (aparte de que era muy poco lo que
podían estar viendo, todos miraban por una ventana, con lo
cual todo lo que podían transmitir era poco y nada) y rumores.
Pero transmitían mucho más los rumores que venían desde
Estados Unidos, desde el exterior, que los que venían desde el
propio Bagdad, donde daba la impresión de que era muy difícil
obtener rumores.
Vamos a manejar el centro del análisis más en el orden
internacional.
EC - Tú manejabas recién dos ejemplos de cobertura televisiva,
no sé si ibas a continuar con otros…
OAB - Podría hacer un repaso. Me pareció muy profesional,
excelente, diría que me sorprendieron –desde el punto de vista
político– Televisa de México, la televisión de Galicia; la BBC
como es tradicional, aunque tuvo algunos momentos en que la
forma de presentar las noticias era muy la del gobierno
británico; la RAI osciló entre posturas muy profesionales, muy
neutrales, pero, sobre todo los corresponsales en Nueva York,
Bagdad y Kuwait en la línea de la CNN, transmitiendo posturas
políticas, el de Kuwait además en forma enfervorizada; TV-5 de
Francia en determinado momento se sesgaba hacia el otro lado,
con una presentación muy ácida, muy crítica de algunas
noticias; y la Deutsche Welle muy profesional, sobre todo la
emisión en inglés y lo que uno podía leer de los títulos en
alemán, mientras que la emisión en español osciló entre una
posición al estilo CNN y una equidistante, según el tipo de
programa.
EC - ¿Y Televisión Española?
OAB - Sin llegar a ser lo de la CNN, estuvo muy cerca de estar
manejando una información afín al gobierno, pero más neutral
con lo que tenía que ver con lo interno de España, pasando muy
equilibradamente todo lo interno.
***
EC - Pasamos al nudo de tu propuesta: las complicadas reglas
del orden internacional en este mundo en transformación.
OAB - Comencemos con una frase de Henry Kissinger, quien
además de ser un actor relevante de la diplomacia
internacional y hoy un asesor importante, es un historiador y
un teórico de la diplomacia y la política internacional.
EC - ¿Cuál es la frase?
OAB - “Los imperios no tienen ningún interés en operar dentro
de un sistema internacional: aspiran a ser ellos el sistema
internacional”.
En la historia de la Humanidad ha dominado el imperio, una
fuerza que en el mundo entero o en una región determinada,
según la época histórica, ejerce sin cortapisas el poder.
¿Cuándo el imperio cede la calidad imperial? Cuando hay algún
tipo de equilibrio de poder. El equilibrio de poder no es
producto de una convicción teórica, sino que se teoriza la
conveniencia del equilibrio de poder cuando hay la suficiente
cantidad de estados que tienen una fuerza más o menos
semejante, por lo menos para una bloquear a la otra. Lo arma
–para el interés de Francia–, lo teoriza Richelieu, y a poco
termina de alguna manera institucionalizado con la paz de
Westfalia en 1648; y más o menos los 350 años posteriores son
distintas formas de equilibrio de poder, con algunas
interrupciones en el medio, pero hay una revalidación de las
reglas del equilibrio de poder con el concierto de Viena tras
la derrota de Napoleón, armado por otro gran habilidoso
tejedor de la diplomacia internacional, como fue Metternich.
El equilibrio de poder se basa en la existencia de reglas más
o menos explícitas o más o menos implícitas que están
respaldadas en el poderío de los estados que se comprometen a
esas reglas. Para que no sea una cosa cruda, donde uno se
entere de lo que conviene o no al otro después de andar a los
cañonazos, hay reglas sobre cómo funciona la política en el
mundo, reglas que se respaldan en la existencia de ese poderío
económico, político y militar.
EC - Aquí es donde estos antecedentes conducen a las Naciones
Unidas.
OAB - Esto conduce a las Naciones Unidas, con un intermedio:
el siglo XX marca, además, la gran irrupción, en forma
fenomenal, de la opinión pública en la política internacional.
Vemos el impacto que tiene la opinión pública hoy, en medio de
la crisis, deteniendo países para que hagan determinadas cosas
e impulsando a otros. El proceso de democratización de las
sociedades, entendido como sociedades en que cada vez es más
amplio el conjunto de personas que participa o influye en la
toma de decisiones y los avances hacia concepciones más
pacifistas o pacíficas y más humanistas, producto de la
evolución de la Humanidad por un lado y de la necesidad de
esquemas más estables para el propio desarrollo económico y
social de los distintos países, incluyendo los poderosos.
La Primera Guerra Mundial termina con un equilibrio de poder
que tiene una característica: es el primer equilibrio de poder
estrictamente de dos grandes potencias. Cuando se diseña, se
diseña en base a tres, se esboza en Teherán en 1943 y se
diseña en Yalta y Postdam de febrero a julio de 1945, entre
Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética. El tema es
que Gran Bretaña colapsa en 1946 como potencia mundial, cuando
no puede hacer frente a sus obligaciones en Grecia, y el mundo
queda dividido en zonas imperfectas de influencia.
Este es un dato de la realidad cuando la guerra fría –como se
le llamó– empieza siendo una cruda guerra fría, con algunos
episodios semicalientes, luego viene una segunda etapa de
deshielo o coexistencia pacífica y finalmente una etapa de
distensión, hasta que se puede decir que la guerra fría
termina, entre 1988 y la disolución de la Unión Soviética. En
la segunda parte del gobierno de Gorbachov ya la Unión
Soviética había perdido peso en el plano internacional. Ese
período, de los 70 en adelante, coincide con un mundo de dos
potencias y media, con la irrupción de China en la escena
internacional, sobre todo después de la formidable apertura
hacia China que hace el presidente Nixon, que cambia mucho el
escenario global.
Vale la pena recordar una frase de Richelieu en su testamento
político. Dice: “En cuestiones de Estado, el que tiene el
poder a menudo tiene el derecho, y el que es débil sólo
difícilmente puede no estar en el error”.
Las Naciones Unidas es un fenomenal proceso de intento de
construcción de un derecho internacional. Aquí vale la pena
hacer una distinción: el derecho –ahora lo enseñan ya en
Introducción al Derecho, en el último año de liceo– requiere
per se, para ser derecho, la existencia de la coercibilidad,
lo que se llama el poder de imperio, es decir la capacidad de
obligar por la fuerza a cumplir la norma si uno no la cumple
voluntariamente. Si no, no es derecho: son normas éticas. Uno
cumple muchas normas, algunas por convicción, otras es porque
le dicen “Mire que si usted cruza con luz roja lo multan y si
no paga la multa lo embargan”.
EC - Eso viene a cuento del derecho internacional.
OAB - El derecho internacional es algo que recién se está
construyendo, porque no existe un derecho con órganos,
tribunales y capacidad de cumplimiento en forma genérica, urbi
et orbi y para todos los casos, se ha ido avanzando hacia un
derecho internacional.
¿Qué pasa después del fin de la guerra fría, que es lo que nos
interesa para llegar a hoy? Después de la guerra fría tenemos
un equilibrio, entre 1988 y 48 horas antes, había por un lado
un equilibrio entre el G-7, el G-8 en el plano económico, ahí
se concertaban las reglas de juego a nivel económico mundial.
EC - Estamos hablando, aclaremos, del Grupo de los Ocho países
más ricos del mundo.
OAB - Económicamente más fuertes del mundo, que son Estados
Unidos, Canadá, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia,
Japón y –cuando es el G-8– Rusia, y el club de los cinco en lo
político militar, que son las cinco potencias o que fueron más
o menos potencias, que tienen poder de veto en las Naciones
Unidas y que casualmente tienen armas nucleares para respaldar
ese poder de veto, que son Estados Unidos, el Reino Unido,
Francia, Rusia y China.
Por supuesto que en este período se da un cierto desequilibrio
porque hay un formidable desnivel entre el poder militar de
Estados Unidos y cualquier otro país. Sin duda en otro estadio
de la historia no habría equilibrio de poder, por el
formidable desnivel militar de Estados Unidos.
Ocurre que en este período hubo un uso moderado, por parte de
Estados Unidos, de esa supremacía militar, un vacío de
presencia de la Unión Soviética primero y de Rusia después. En
la segunda mitad de su período Gorbachov debilita mucho sus
posiciones externas e internas, deja de ser un líder; y Rusia
recién adquiere un papel importante en política internacional,
un papel de potencia, con la llegada de un líder como es
Vladimir Putin, que la restablece en el concierto
internacional.
¿Qué pasa en estos últimos 10 años? Me gustaría que se miraran
estas fotografías: quiénes estaban hace 10 años y quiénes
están hoy. Ojo: no se trata de la teoría de “Si hubiera estado
Fulano…” No: lo que importa es que si está Fulano es porque la
sociedad va en esa dirección y elige a Fulano para que la
dirija. Clinton, hoy Bush; Mitterrand, hoy el neogaullista
Chirac; Ieltsin, hoy Putin. Esto da una imagen –Clinton,
Mitterrand, Ieltsin– muy débil.
EC - Ese era un escenario.
OAB - En ese escenario el equilibrio se daba, entre otras
cosas, hasta por falta de grandes liderazgos o falta de
proyectos fuertes. Hoy tenemos aristas cortantes, parece la
elección uruguaya de 1999, en la que cada partido tenía el
líder de aristas más cortantes posible.
EC - Bush, Chirac y Putin.
EC - ¿Cómo se ha comportado el mundo en este juego de
equilibrio de poder y Naciones Unidas? Se ha manejado en base
a cosas jurídicas y cosas implícitas. Cada una de las
potencias tenía un cierto libre derecho, hasta donde llegaran
sus posibilidades internas y externas, en su zona de
influencia. Así tenemos las intervenciones directas o
indirectas de Estados Unidos en Guatemala, Dominicana,
Grenada, Panamá y Chile –la de Guatemala puede ser más
indirecta–, con la cobertura jurídica de la OEA. En el caso de
la Unión Soviética tenemos las intervenciones en Hungría y
Checoslovaquia con la cobertura jurídica del Tratado de
Varsovia. Cada uno tenía un pacto regional que le permitía
tener una cobertura jurídica para lo que hacía, admitida en el
marco del sistema de Naciones Unidas.
El tema se producía porque, como la división no era perfecta,
en los confines de las zonas de influencia podían darse roces,
a veces directos entre las potencias y otras veces eran
indirectos. A veces eran problemas internos de los países que
una de las partes veía como un juego de la guerra fría, aunque
no necesariamente lo fuera, y metía baza igual para ayudar y
de paso tratar de debilitar al otro. Así tuvimos los
conflictos de Afganistán, que empiezan en los años 1970 –la
Unión Soviética comienza su peripecia en Afganistán en 1973–;
varios conflictos en África, muy importante el del Congo,
cuando la independencia, entre una postura tercermundista con
el visto bueno de la Unión Soviética encabezada por Patrik
Lumumba y luego el golpe de Mobutu con una fuerte influencia
occidental; en el sudeste asiático Laos, Vietnam, Camboya;
algunas cosas en Grecia entre la guerrilla del Partido
Comunista y Gran Bretaña –que después tuvo que ser sustituida
por Estados Unidos–,Malasia e Indonesia.
Hubo prácticamente dos episodios en los que confrontaron
directamente las potencias: Berlín, en 1948-1949, y Cuba. Cuba
pasó a ser una cosa extraña, se le escapó a Estados Unidos de
su área de influencia, cuando quiso acordar había cambiado de
zona. La crisis de los misiles termina con una resolución
clásica del equilibrio de poder: la Unión Soviética retirando
los misiles y Estados Unidos comprometiéndose a no invadir más
a Cuba. ¿Era la palabra de honor? Se estaba diciendo que el
equilibrio de poder estaba en no invadir Cuba, eso rompía las
líneas del equilibrio de poder, a partir de ahí se leería de
otra manera si Estados Unidos llegara a mandar otra misión a
Cuba.
Estas cosas son muy importantes en los equilibrios de poder:
qué es lo permitido y dónde se traspasa el límite. Y nada de
esto pasó por Naciones Unidas.
EC - Es bueno el repaso que estás haciendo, porque en varias
de las discusiones que hemos tenido estos días en el programa
y las que se han dado en todo el mundo, la decisión de Estados
Unidos y Gran Bretaña respecto al caso Irak implica la
violación más grande y profunda de la Carta de las Naciones
Unidas desde que fue creada, ha dado lugar a réplicas. ¿Es
efectivamente la violación más grande y profunda? “Yo recuerdo
tal caso, yo recuerdo tal otro episodio; ¿Francia no hizo uso
de su poder en África en tal momento?, ¿Estados Unidos
mismo...?, ¿La Unión Soviética o Rusia…?”. Aparece
inmediatamente la comparación con el pasado. Entonces es bueno
este contexto que estás aportando porque nos va conduciendo a
tener una visión más global, más ordenada.
OAB - Yo no soy jurista, soy politólogo, y entonces analizo la
política. Lo que importa aquí es que las Naciones Unidas
funcionaban con un criterio en medio de ese equilibrio de
poder; nada de lo que pasaba por Naciones Unidas se
desconocía.
EC - Vamos a repetir la frase: nada de lo que pasara por las
Naciones Unidas después terminaba siendo desconocido. La
condición era que pasara por Naciones Unidas.
OAB - Pero si no pasaba… En principio, todo país tiene derecho
a llevar su caso a las Naciones Unidas, por lo tanto si no
pasaba era porque no había sido llevado. Segundo (vamos a
hablar de la vida cotidiana), nadie hace un juicio si no tiene
pruebas: si me deben plata y no tengo forma de probarlo el
abogado me va a decir que no haga un juicio. Nadie lleva un
caso a Naciones Unidas si sabe que por ahí no va a pasar. El
veto sólo se ejercía cuando un país quería demostrar que no
dejaba pasar algo, y no porque ingenuamente se dijera “No pasó
por Naciones Unidas”. Ya se sabía, cuando se llevaba un caso a
Naciones Unidas para obtener un veto era porque se quería
demostrar que había un veto para la contienda por la opinión
pública.
EC - Tú hacías recién una puntualización, “yo no soy jurista”,
es decir que no estabas hablando como experto en derecho
internacional, que no lo eres.
OAB - Para nada.
EC - Este es un análisis político. Pero permíteme, en todo
caso, que traiga a esta mesa declaraciones del doctor Héctor
Gros Espiell, que sí es experto en derecho internacional. Él
ha dicho que se cometió “la violación más grande y profunda de
la Carta de las Naciones Unidas desde que fue creada”.
Agregaba que se la ha violado y se la va a violar mucho más
cuando venza el ultimátum (lo decía antes de que Estados
Unidos efectivamente atacara). Y destacaba que según la Carta
de las Naciones Unidas la fuerza puede utilizarse “solamente
en dos casos”, una: en legítima defensa, individual o
colectiva frente a un ataque armado, como ocurrió durante la
Guerra del Golfo, cuando Kuwait fue invadido por Irak y Kuwait
pidió ayuda a sus aliados, “y la segunda forma lícita es
cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decide que
se puede utilizar la fuerza para mantener o restablecer la paz
y la seguridad internacionales”.
OAB - A mí me interesa lo fáctico. La primera vez, que yo sepa
–no soy un experto en Naciones Unidas–, que se viola una
resolución de Naciones Unidas fue en 1948 cuando Naciones
Unidas decretó la partición de Palestina –en cuya redacción y
elaboración tuvo un papel de primerísima fila Uruguay– dando
origen al estado de Israel y hubiera dado origen a un estado
árabe palestino. Pero cuatro miembros de Naciones Unidas
(Egipto, Líbano, Irak y Siria), más un quinto que hoy integra
Naciones Unidas pero en ese momento todavía no, que era
Jordania, invaden el recién creado estado de Israel. Es la
primera violación a una resolución de las Naciones Unidas
mediante una acción armada ofensiva; capaz que hay otras, esta
es la que recuerdo. Y, por incumplimiento (lo destaca Robin
Cook en su discurso de renuncia al liderazgo en la Cámara de
los Comunes de la bancada mayoritaria), la resolución 242
obligó a Israel al retiro de los territorios ocupados, lo que
nunca cumplió. Aquí hay una diferencia clara, es una
resolución que no se cumple por omisión, por un retiro de
tropas; en el otro caso era una acción armada.
En la guerra de Corea, Estados Unidos aprovechó que había un
boicot de la Unión Soviética al Consejo de Seguridad en
protesta por el no reconocimiento del gobierno de China
continental y no ejerció el veto, entonces participó Naciones
Unidas como tal.
Modernamente se sitúan dos casos. El caso de Ruanda es muy
confuso, muy complicado y además fue un genocidio monumental,
incluso se reprocha que Naciones Unidas no haya intervenido
antes.
El caso de Yugoslavia, particularmente el conflicto de Kosovo,
en realidad es una intervención internacional dentro de
Serbia, para ser exactos dentro de la República Federal de
Yugoslavia, que era el sujeto de derecho internacional. Kosovo
es una provincia autónoma de la República de Serbia, miembro
de la República Federal de Yugoslavia. Por un lado hay un
fenomenal conflicto, un fenomenal genocidio recíproco entre
los serbios y los albanos kosovares, con participación de
Albania, y por otro lado la intervención armada se produce
dentro de un país. No es que Serbia hubiera invadido Kosovo,
que es la idea que se da; no es lo mismo que Irak sobre
Kuwait: es como si dijeran que intervienen en un problema
entre España y el País Vasco, es un problema interno, más allá
de que una zona tenga autonomía.
Aquí las coberturas son que “lo decidió la Unión Europea”,
pero Serbia y Yugoslavia eran miembros de la Unión Europea;
que “lo decidió la OTAN”, pero Yugoslavia no era miembro de la
OTAN; que “en la definición del tema tuvo una participación el
G-8”; que “Yugoslavia de alguna manera habilitó las
intervenciones en todas las etapas de mediación en que
participó la Unión Europea y se le decía que de otro modo
terminaba en la intervención”, que “habría habido una tácita
aceptación de Yugoslavia”, “que podría haber un poder de
policía de los mediadores”... Es el caso en que no sale muy
bien parado el tema, pero lo cierto es que tampoco aparece
llevado por Yugoslavia al Consejo de Seguridad y éste votando.
No pasó por el Consejo de Seguridad por una razón: Rusia
hubiera vetado la intervención, pero un veto jurídico, porque
lo que hizo fue decir “háganlo, pero no me obliguen a decirles
que sí”, por la histórica relación entre Rusia y Serbia, que
es bicentenaria.
EC - Ese es el matiz con lo que ha ocurrido ahora en el caso
de Irak. Los oyentes pueden preguntarse ¿no es lo mismo? En el
caso de la invasión a Irak, finalmente no se terminó votando
en el Consejo de Seguridad.
OAB - No se terminó votando, pero es como el que dice “yo no
rendí el rey”, pero pateó el tablero.
EC - Tú señalas que en el caso de Kosovo el tema no fue
llevado al Consejo de Seguridad, quizá porque había una
advertencia rusa de que en ese caso se produciría el veto,
pero lo cierto es que no fue llevado.
OAB - Era un veto que no tenía ganas de usar.
EC - Pero lo cierto es que no fue llevado al Consejo de
Seguridad. En cambio este caso sí fue llevado y luego retirado
cuando se vio que se iba a producir el rechazo.
OAB - Tomaría lo de Gros, pero más como algo que va entre lo
jurídico y lo político: es la primera vez que una gran
potencia patea el tablero ante la segura derrota en el Consejo
de Seguridad. Triple derrota: no pasar la resolución por la
existencia de uno, dos o tres vetos (los de Francia, Rusia y
China); segundo, no tenía la victoria moral de tener nueve
votos, que es lo que se exige para una resolución: están las
conversaciones que tuvo Aznar con Chile y Estados Unidos con
México que no lograron moverlos, entre otras cosas porque
ninguno se movía sin el otro, lo cual ya bloqueaba como máximo
siete votos, pero Angola, Guinea y un tercer país africano no
votaban si no votaban también México y Chile; entonces
–tercera cosa— ni siquiera había una mayoría que no sirve de
nada, en el Consejo de Seguridad, pero que por lo menos era
simbólica. La derrota era absolutamente segura. Frente a la
derrota dice: “La pelota es mía, se terminó el partido y me la
llevo para mi casa”.
El tema estaba, el caso de Irak estuvo siempre, arranca con la
resolución 678, que es la que dispara la guerra del Golfo, y
luego la 687, que es la que pone todas las condiciones a Irak
al término de la guerra, y la famosa 1441, que se viene
nombrando cada tres minutos, de noviembre, que lanza este
ultimátum a Irak.
EC - Fue un ultimátum sin fecha, ojo.
OAB - La verdad es que no fue un ultimátum, vamos a aclararlo,
porque el ultimátum técnicamente tiene caducidad y acá no
había caducidad, es una última amenaza, pero no un ultimátum;
ultimátum fue el que dieron Gran Bretaña y Francia a Alemania
cuando le dicen que si a la hora 12 del 3 de octubre se
declaran en guerra si no se retira de Polonia. Eso es un
ultimátum: tiene fecha, hora y condición para su cumplimiento.
Acá faltó lo que técnicamente es el ultimátum.
Hay un juego jurídico de Estados Unidos hacia Gran Bretaña que
honestamente –no estoy haciendo un pronunciamiento a favor de
nadie– a uno le suena –creo que a la mayoría de la opinión
pública occidental– como un juego de abogados defensores que
hacen lo que uno les pide muchas veces a los abogados: “Oíme,
tengo este problema, encontrá en qué puedo tener razón” y el
abogado dice “Si vamos por este camino podemos defenderlo”.
Como que están hurgando en las declaraciones.
Porque la pregunta es: si la 1441 era un ultimátum y
habilitaba el ejercicio de la fuerza, ¿qué estuvo haciendo el
Consejo de Seguridad estos días, para qué la reunión de las
Azores, para qué la presión sobre Chile y México, para qué los
ofrecimientos a los países africanos? Es claro que el partido
se estaba jugando en la sala de sesiones del Consejo de
Seguridad, es claro que éste estaba a punto de tomar una
decisión. Si hubiera habido un poder coercitivo que obligara a
la toma de la decisión y su cumplimiento, era obvio que había
una decisión negativa. No se puede decir “No sabemos si la iba
a haber porque no se llegó a votar”. Es como si alguien dijera
que el gobierno uruguayo sostuviera que “no sabe cómo hubiera
salido el referendo de Antel porque derogó la ley”. No: derogó
la ley porque tenía la más absoluta convicción de que había
una derrota espantosa del gobierno, espectacular, las
encuestas eran categóricas. Esto es parecido a eso.
EC - Ahí estaría la gravedad del caso.
OAB - Si el tema del derecho es usado en disquisición
jurídica… A uno le viene la imagen del Rubicon, que es un río
finito, que ahora se llama Fiumiccino, que queda al norte de
la metrópoli de la República Romana. La República Romana
tenía, como todo poder, una norma para que el poder no
estuviera en riesgo: ningún ejército romano que volviera podía
entrar en armas cruzando el Rubicon. Cuando César viene de las
Galias, en el año 49 antes de Cristo, cruza el Rubicon armado
y pronuncia esa frase –no sé quién tenía grabador, porque está
en todos los libros– “Alea iacta est”, “La suerte está
echada”. El Rubicon es más fácil de cruzar que el río Santa
Lucía, uno diría tanto lío por cruzar ese hilito de agua; ese
hilito de agua marcaba que el general estaba a la orden o en
sublevación contra la autoridad de la República. En este caso,
este es el hilo finito entre decir “Aquí hay un orden
internacional cuyas reglas funcionan” y “aquí hay un orden
internacional que funciona si el que tiene más fuerza lo
respeta”.
Creo que no podemos todavía dar una conclusión final de esto
hasta ver qué pasa con la guerra y qué pasa con todos los
actores una vez terminada la guerra, porque puede haber una
convalidación ex post factum. La oposición de Francia y
Alemania sigue siendo muy dura a la guerra, sin perjuicio de
lo cual permiten el sobrevuelo de aviones estadounidenses y
Alemania permite el uso de las bases militares en su
territorio, lo cual es una actitud que no entraría ni siquiera
en las leyes de la neutralidad de una guerra, porque hay un
apoyo logístico a una de las partes. Francia y Alemania
sostienen que esto se hace en base a los compromisos de la
Alianza Atlántica, como lo hacen también España e Italia.
Precisamente, los gobiernos italiano y español reprochan a su
oposición de centroizquierda que sus socios políticos que
gobiernan Alemania estén haciendo lo que ellos les reprochan a
los respectivos gobiernos de Berlusconi y Aznar. No olvidemos
que debemos inscribir todo esto en un contexto de un avance
del mundo hacia –lo del derecho internacional prefiero dejarlo
para los juristas– un orden internacional basado en reglas. Es
un largo proceso, pero que ahora ya ha ido a la construcción
de grandes estructuras, que no empieza ni termina en el
Consejo de Seguridad, que tiene que ver con muchos organismos
muchas veces polémicos, la Organización Mundial del Comercio (OMC),
la Organización Internacional del Trabajo y todos los tratados
laborales, todos los tratados en materia de derechos humanos
y, bastante ligada a eso, la Corte Penal Internacional (CPI),
la Organización de la Aviación Civil Internacional, la Unión
Internacional de Telecomunicaciones, la Organización Mundial
del Medio Ambiente.... No se puede pretender que son
intangibles las resoluciones de la OMC y no las del Consejo de
Seguridad, es todo un mundo que se está entrelazando.
Muchos analistas han señalado que estas actitudes de Estados
Unidos no están separadas de la no ratificación del Protocolo
de Kyoto que había firmado Clinton, del retiro de la firma
estampada por el gobierno Clinton en el protocolo de creación
de la CPI. Es decir que hay un Estados Unidos que –quizás esto
puede tener una importancia más fuerte que lo propiamente
jurídico– está cuestionando los condicionamientos que el orden
internacional se pone a sí mismo. Amenaza a Saddam Hussein con
un tribunal internacional ...que no se sabe cuál sería porque
ya existe la CPI pero Estados Unidos no está en ese sistema (e
Irak tampoco). Entonces, a partir de la existencia de la CPI,
¿qué sentido jurídico tiene la creación de un tribunal ad hoc
de crímenes de guerra cuando empieza a diseñarse un orden
internacional en el plano penal internacional, particularmente
de delitos de lesa Humanidad y crímenes de guerra?
Creo que cuando se habla de la violación al derecho
internacional –con gran respeto al doctor Gros, quien lo
analiza desde su ángulo, que es la especialidad jurídica–, hay
que ver la globalidad del derecho internacional que se está
pateando. Es un tema que puede afectar en larga duración la
relación con Estados Unidos en la opinión pública. Creo que la
discusión del ALCA tiene un antes y un después del conflicto
de Irak, no es lo mismo asociarse con Estados Unidos en un
mundo con reglas que con un Estados Unidos que puede actuar
con todo su peso dominante. Eso va a impactar en el debate de
opinión pública, va a tener todo otro tipo de consecuencias.
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