El extraño “caso Peri Valdez”
Oscar A. Bottinelli.
EMILIANO COTELO:
Como nunca había ocurrido en el país hasta ahora, el fiscal de
Corte y procurador general de la Nación se ha transformado en
el centro de conflictos políticos cruzados y de extraños
agrupamientos a favor y en contra.
Estos hechos políticos son el motivo del tema del comentario
que nos propone hoy el politólogo Oscar Bottinelli, director
de Factum. El título: “El extraño ‘Caso Peri Valdez’”.
***
Recordemos, antes que nada, cómo se manejaba tradicionalmente
en Uruguay el fiscal de Corte.
OSCAR A. BOTTINELLI:
El grueso de la ciudadanía está descubriendo ahora la
existencia del cargo de fiscal de Corte o procurador general
de la Nación. Esto no quiere decir que el cargo sea
irrelevante, sino que tradicionalmente en Uruguay se ha
manejado con discreción, en silencio, como una función que no
era ni pública ni controversial, que no estaba en los medios
de comunicación. Esto cambió con el acceso al cargo de Peri
Valdez y particularmente a raíz de los conflictos entre éste y
los sucesivos ministros de Educación y Cultura.
Peri Valdez le ha dado al concepto de fiscalía, al concepto de
ministerio público y en particular al de fiscal de Corte, un
tinte –no nos referimos al punto de vista estrictamente
formal, sino más bien al papel público que hace ver al cargo–
que lo acerca a los fiscales del Derecho Penal sajón.
EC - ¿Qué quiere decir esto?
OAB - Hay dos grandes sistemas, el sistema inquisitivo, que es
el que se aplica en Uruguay siguiendo una tradición muy
francesa o muy española, y el procedimiento acusatorio que,
para decirlo de una manera muy simple y poco técnica, se
expresa cuando en un juicio penal en Estados Unidos se ve que
la carátula es, por ejemplo: “El estado de California versus
John Smith”; son dos partes en el juicio penal, como si fuera
una querella entre particulares. Una de las partes es el
estado –puede ser Estados Unidos también– y del otro lado está
el individuo acusado; el estado actúa a través del fiscal que
cumple el rol acusatorio. Además este rol se cumple de una
manera muy pública, en Estados Unidos los cargos de fiscal son
muy políticos, en un lado porque pueden ser cargos electivos
en determinados niveles, en otro lado porque a nivel de estado
o de Estados Unidos son miembros del gabinete; en ese país lo
que equivale en Uruguay a fiscal de Corte es una mezcla de
fiscal de Corte y ministro de Justicia, como se llama a veces
el fiscal general o procurador general en Estados Unidos,
cargo que ocupó, por ejemplo, Robert Kennedy, hermano del
presidente John Kennedy.
EC - Tú dices que en esta dirección giró la Fiscalía de Corte
con la asunción de Peri Valdez, o que al menos comenzó a tener
ese tono.
OAB - Digamos que jugó el tinte; esto a su vez estaba asociado
a un impulso de cambio del Código del Procedimiento Penal, que
más que un mero cambio de código era un cambio en la línea del
procedimiento penal, se planteaba la posibilidad de que
Uruguay pasara al procedimiento acusatorio, un cambio muy
fuerte con respecto a la tradición uruguaya.
La acción de Peri Valdez se inscribe en este marco; es un
fiscal con actividad de investigación muy estrechamente ligada
a la actuación policial que ha sido visto –toda la actuación
de Peri Valdez– dentro del ministerio público, es decir por el
conjunto de los fiscales, de dos maneras distintas: a unos esa
acción de Peri Valdez sintiéndose jefe de los fiscales en
cierto modo también en el plano técnico, haciendo
recomendaciones generales, los inquietó porque sintieron que
se reducía su independencia; y otro conjunto de fiscales lo
vio positivamente porque sentía que el fiscal –no sólo el de
Corte, los fiscales en general– pasaba a tener un rol mucho
más fuerte y protagónico, incluso más público que el que había
tenido tradicionalmente, en eso un conjunto se sentía
halagado, sentía que el cuerpo estaba siendo valorado por la
sociedad.
Esto se inscribe dentro de una línea de acción de un hombre
muy fuerte, muy dinámico, como Peri Valdez que, designado
durante la Presidencia de Sanguinetti, siendo Samuel
Lichtensztejn el ministro de Educación y Cultura, luego tiene
roces con los tres ministros sucesivos, empezando por Yamandú
Fau –un hombre que sin duda de ninguna manera pretende tener
una línea autónoma con respecto a la línea política del
presidente Sanguinetti–, luego con el ministro Antonio
Mercader, del Herrerismo, y ahora con Arturo Leonardo Guzmán.
EC - De todos modos esos no fueron los únicos conflictos de
Peri Valdez.
OAB - Peri Valdez tuvo muchas críticas desde el periodismo,
incluso una con pedido de destitución, remoción o dimisión por
parte de la propia Asociación de la Prensa Uruguaya, que
consideraba que por su accionar, por instrucciones dadas a los
fiscales, constituía una amenaza fuerte a la libertad de
prensa. En ese pedido fue respaldada a nivel internacional,
por ejemplo por la Sociedad Interamericana de Prensa.
EC - ¿Y cómo ha sido la relación de Peri Valdez con la
izquierda?
OAB - Acá empieza lo curioso: lo constante en la izquierda en
estos años había sido una visión suspicaz hacia Peri Valdez,
se lo veía –dicho con todas las palabras– como un hombre que
operaba para el Foro Batllista (FB) en el ámbito de la
Fiscalía; era una visión que estaba en el comentario
normalmente.
Ahora aparece una coincidencia, una extraña coincidencia,
porque si hay dos grupos que pueden tener muchísimas
coincidencias en muchos aspectos pero permanentemente tratan
de evitar coincidir, diferenciarse y enfrentarse, son el
Frente Amplio (FA) y el FB; hay una especie de obsesión en
ambas partes por situarse como la contraparte de la otra.
EC – Pero en este caso concreto están coincidiendo…
OAB - Cierta parte del FA está muy activa en este caso; no es
uniforme la posición del FA, hay legisladores que han estado
en silencio sobre el tema, hay legisladores que lo han seguido
sin dar ninguna opinión sino más bien indagando, otros han
manejado actitudes muy cautelosas, diciendo que hay que
esperar los resultados del sumario para luego tomar posición,
pero hay un sector muy activo que promovió, por ejemplo, la
comparecencia de Peri Valdez al Senado contra la opinión del
propio ministro de Educación y Cultura.
En el trasfondo está también el juego que se da entre el
ministerio público y la Fiscalía donde, como en todos lados,
hay intereses personales, intereses corporativos y aparece una
figura sin duda muy importante, que es la fiscal Mirtha
Guianze, quien adquirió mucho prestigio en ciertos sectores de
la izquierda por su papel en causas que pueden considerarse
vinculadas a violaciones de derechos humanos; es una persona
que ha jugado muy fuerte, con mucho papel mediático, que ha
creado hechos desde la Fiscalía…
EC - …y que en la crisis Peri Valdez aparece muy cercana al
fiscal de Corte.
OAB - Aparece muy cercana; Peri aparece acusando al ministro
de presionar para desplazarla de determinados casos o
determinadas situaciones. A su vez la fiscal Guianze es
considerada como una de las personas que aspiran a ser el
relevo de Peri Valdez dentro de algo más de un par de años,
como futura fiscal de Corte. Hay muchas cosas entrelazadas,
incluyendo una preocupación en ciertos sectores del FA en
cuanto a que una sustitución definitiva de Peri Valdez antes
del próximo 1º de marzo dé lugar a la designación de un nuevo
fiscal de Corte titular por un período de 10 años, que
abarcaría todo el próximo gobierno y prácticamente todo el
siguiente; mientras que el cumplimiento del mandato de Peri
Valdez en el término normal le da al próximo gobierno,
prácticamente a mitad de su gestión, la posibilidad de
impulsar a un nuevo fiscal de Corte; que no designa por sí
solo porque requiere una venia en el Senado de tres quintos de
votos, vale decir, 19 votos, número que en principio no es
probable que obtenga ningún partido en las próximas
elecciones, y por lo tanto necesitará acuerdos políticos; pero
obviamente, si el partido de gobierno se maneja con amplitud
normalmente tiene acuerdo para lograr los tres quintos o dos
tercios en causas extraordinarias.
EC - ¿Cómo ha repercutido el caso Peri Valdez dentro del
Partido Colorado (PC)?
OAB - Dentro del PC es notorio que ha puesto a cada mitad en
un extremo del tema: la Lista 15 respaldando al ministro de
Educación y Cultura, el senador Brause retirándose de sala
esta semana en la comisión de la Cámara de Senadores por
entender que la convocatoria que estaba haciendo esa comisión
al fiscal de Corte separado del cargo era violatoria del
sumario, de las medidas dispuestas por el ministro de
Educación y Cultura y de la Constitución. En el otro extremo,
varios actores del FB, entre ellos el senador Correa-Freitas
en una línea muy fuertemente defensora de Peri Valdez, con un
cuestionamiento fuerte al ministro (dentro lo que puede ser un
cuestionamiento fuerte para un Foro que pretende no aparecer
públicamente enfrentando al gobierno ni al presidente de la
República, mucho menos en campaña electoral y con candidato
común).
Pero lo más sorpresivo han sido las manifestaciones de
anteayer del candidato presidencial común del Foro y la 15,
Guillermo Stirling, más allá de que anoche intentó suavizar la
declaración diciendo que no era un ataque al ministro. Pero,
en la medida que mantuvo la sustancia de la declaración,
termina siendo un ataque al ministro de Educación y Cultura
sostenido por el presidente Batlle, en un acto que el
presidente respalda, como es el sumario a Peri Valdez.
Stirling se alineó totalmente y lanza en ristre en la posición
del FB.
Esto último da para todo otro análisis sobre la dificultad de
manejarse del candidato común de los dos sectores. No es, como
lo fue Batlle, el candidato común producto de haber ganado,
sino producto de un acuerdo; Batlle se representaba a sí mismo
porque si bien era el candidato común de todo el PC, había
ganado el cargo y hacía fórmula común con el Foro. La
candidatura de Stirling es producto de un acuerdo que implica
un equilibrio que, en este caso, el candidato rompió a favor
del Foro y en contra de la posición del presidente de la
República, que además es un misil más que recibe el ministro
de Educación y Cultura, pero este directamente del candidato
presidencial del oficialismo y el gobierno.
EC - ¿Cuál es la conclusión, después de todo este repaso?
OAB - Primero, se ha sumado un nuevo actor político en
Uruguay. Nosotros ya hemos venido hablando de este tema,
hablamos de los actores judiciales y ahora es el ministerio
público como tal, la Fiscalía, que pasa a ser un actor
político en la medida que genera hechos políticos, provoca
alineamientos políticos a favor y en contra. Pasa a ser un
actor en la campaña electoral y, por supuesto, crea una señal
de alerta en el PC en cuanto al manejo de esta campaña cuando
aparecen temas en los cuales la 15 y el Foro tienen fuertes
discrepancias y el candidato presidencial por ahora no ha dado
señales de navegar prudentemente tratando de contemplar todas
las posiciones, sino que se ha alineado fuertemente con una y
en contra de la otra. |