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La visita de Bush hijo, el presidente de Estados Unidos
Oscar A.
Bottinelli.
Versión no corregida por
el expositor
EMILIANO COTELO:
Sin duda uno de los hechos más trascendentes de este período
de gobierno en materia de política exterior es la visita a
Uruguay del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Sobre esta visita, el politólogo Oscar Bottinelli, director
de Factum, nos propone enfocar algunos ángulos especiales.
El título: “La visita de Bush hijo, el presidente de Estados
Unidos”.
***
Oscar, empecemos por detenernos en quién viene.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Cuando uno ve las distintas expresiones parece que se
refieren a personas distintas. Para unos viene el invasor de
Irak y Afganistán, el ultraconservador, y para otros viene
el presidente de un país, de Estados Unidos de América, con
el que Uruguay tiene buenas relaciones diplomáticas, buenas
relaciones comerciales y quiere ampliar el comercio. Esto
marca que se ven dos personajes, dos tipos de visita y dos
actitudes frente a esa visita.
Interesa ver la visita anterior de un presidente de Estados
Unidos, la de George Bush padre, hace algo más de 16 años.
Fue una visita de Estado, concurrió al Palacio Legislativo y
recibió las llaves de la ciudad de manos del entonces
intendente Tabaré Vázquez. En esa ocasión hubo dos
discursos, el de Vázquez, y el del presidente de la Junta
Departamental de Montevideo, el actual embajador en Cuba,
Jorge Mazzarovich. Allí ya se vieron dos visiones de la
izquierda sobre las relaciones con Estados Unidos.
El de Mazzarovich fue el clásico discurso político
enfrentando al líder de la mayor potencia del mundo, que
desde un ángulo de la izquierda se considera imperial.
Tabaré Vázquez la encaró como la relación entre dos países
(aunque hablaba en nombre de la Intendencia de Montevideo)
con algunas visiones discrepantes y un conjunto de cosas en
las que podían caminar juntos. El discurso de Vázquez, que
se hizo en el entonces Salón de Fiestas del Palacio
Legislativo, fue respondido bastante efusivamente por George
Bush padre.
EC - Es interesante recordar esos discursos.
OAB - También hay una diferencia entre la visión de Estados
Unidos que se podía tener en el período Clinton y la que se
puede tener en el período Bush. En el período Clinton
Estados Unidos aparecía como el abanderado de un conjunto de
causas con las cuales la izquierda podía sintonizar muy
bien; en el período Bush lo que enarbola Estados Unidos le
rechina a la izquierda no sólo de América Latina sino del
mundo. E incluso hay una diferencia con Nixon, que fue un
presidente muy resistido en América Latina por los sectores
de izquierda y por los sectores nacionalistas, pero que, al
contrario, era muy bien visto en Europa y otras partes del
mundo porque mientras en América Latina se veía al Estados
Unidos que impulsaba golpes de Estado en el resto del mundo
se veía al país que había hecho la apertura hacia China
generando una gran distensión con la Unión Soviética, al
país que con su apertura política había bajado la
confrontación de la guerra fría. Había dos personajes.
En este caso hay un único personaje al que se ve igual en el
mundo y en América Latina, e Irak y Afganistán (Afganistán
está más presente en Europa que aquí en el manejo público)
aparecen como los símbolos de esa política de Estados
Unidos.
EC - Pasemos a los actos y las movilizaciones de rechazo que
se están preparando para hoy y mañana.
OAB - Tenemos el acto de Fucvam, autónomo, con su marcha
hacia la estancia San Juan de Anchorena, y dos muy
fuertemente diferenciados, el de la Coordinadora
Antiimperialista, que encabezan los sectores llamados
radicales, y el del PIT-CNT, que tiene el apoyo de
importantes corrientes del Frente Amplio (FA): 1001,
Movimiento de Participación Popular, Vertiente Artiguista y
Compromiso Progresista, para nombrar a los cuatro que tienen
representación parlamentaria; no aparece el Partido
Socialista oficialmente, aunque va a haber figuras de ese
partido; tampoco aparecen Asamblea Uruguay, la Alianza
Progresista ni el Nuevo Espacio.
EC - A los grupos políticos del FA que mencionaste que van a
participar en la marcha se suman 13 coordinadoras del FA de
Montevideo y la Departamental del FA de Canelones.
OAB - Me interesaba marcar los alineamientos políticos. Las
corrientes y las departamentales son consecuencia de los
juegos políticos.
En el fondo cuando hablan de la conveniencia de o del
disgusto por la visita de Bush hay dos perspectivas, los que
miran a Estados Unidos y al mundo y los rechazos que les
genera la política de Estados Unidos, y los que ven a
Uruguay y consideran que el país se aísla del mundo y se
preguntan qué nos conviene de la relación con ese país. Una
es una visión más globalizadora, le importan los grandes
principios ideológicos, y a la otra le importa lo que le
pase al país independientemente de si se habla con Dios o
con el Diablo.
Es uno de los grandes dilemas que tiene la izquierda, porque
no es sólo que haya corrientes más pragmáticas y otras más
principistas sino que los propios individuos oscilan entre
el pragmatismo y el principismo, entre una política exterior
basada en principios e ideologías y una política exterior
pragmática basada en lo que se conoce desde hace casi 400
años como “raison d’Etat”, razón de Estado, razón de país,
por encima de cualquier tipo de consideración ideológica. En
general los analistas consideran que en el mundo en estos
400 años ha prevalecido la raison d’Etat por encima de
ideologías y de doctrinas. O a veces las ideologías como
cobertura de la raison d’Etat o soporte de la misma.
En el caso de este gobierno, muchas de las manifestaciones
tanto de Astori como de Gargano combinan aspectos
ideologizados con aspectos pragmáticos. No es lo mismo
oponerse a un TLC porque Estados Unidos es una potencia
imperial que invade Afganistán e Irak, que considerar que
las condiciones del TLC son perjudiciales para la producción
uruguaya. En este último caso es una visión de raison d’Etat
que discrepa con los partidarios del TLC en cuanto a si las
consecuencias comerciales son positivas o negativas. O
porque a la larga el interés nacional de Uruguay está en la
región, el TLC debilita al Mercosur y por lo tanto no le
conviene a Uruguay. Son visiones también pragmáticas, no
ideologizadas, no tienen nada que ver Irak ni Afganistán, es
una visión frente a otra que dice que el Mercosur ni a la
larga ni a la corta nos está sirviendo, que tenemos que
abrirnos al mundo y por lo tanto es bueno un TLC, o un TIFA
como paso intermedio o como solución final.
En el mundo el tema comercio y política siempre es
complicado para los países. Fidel Castro tuvo las mejores
relaciones con la España de Franco como forma de abrirse
frente a un bloqueo muy fuerte, mucho más fuerte que el de
hoy; jugaba con la razón de Estado, no con la
ideologización. Y uno de los casos más sonados fue el pacto
entre Gustav von Ribbentrop por la Alemania de Hitler y
Viacheslav Molotov por la Unión Soviética conducida por
Stalin, que a la Unión Soviética le sirvió para tener un par
de años de espacio para armarse ante lo que podía considerar
una inevitable confrontación con la Alemania de Hitler.
***
EC - Convendría ver qué es lo que busca Uruguay y qué es lo
que busca Estados Unidos.
OAB - Lo que busca Uruguay, entendido como la posición
oficial del gobierno, es básicamente un tema del área
comercial, Uruguay busca mejorar el comercio. El presidente
busca por un lado resolver la conflictividad que le generan
a la izquierda Estados Unidos como tal y el gobierno de
Estados Unidos como tal y la necesidad de ampliar el
comercio, que es lo que ha encontrado vía este TIFA, una
solución intermedia entre no hacer nada y un TLC. Uruguay
busca más entrada de productos uruguayos a Estados Unidos.
A Estados Unidos no le cambia la vida si Uruguay se llena de
productos estadounidenses o si no llega ninguno, por razones
de tamaño de uno y otro país. Muchos analistas señalan que
Estados Unidos busca lo que podría llamarse el aliado
perfecto desde el punto de vista político hacia América
Latina. El país históricamente más democrático de América
Latina, considerando un siglo de experiencia; un país
considerado responsable por su actitud internacional
tradicional, reforzado esto por la forma como se movió
después de la crisis de 2002 con su deuda externa; un país
pacífico, que siempre ha estado del lado de la paz y que no
ha protagonizado episodios bélicos; un país que siempre ha
buscado los términos medios, que no se ha alineado en
extremo; pero con un gobierno de izquierda y una sociedad
que en este momento es mayoritariamente de izquierda.
EC - Tú dices que sería el aliado perfecto de Estados Unidos
en América Latina.
OAB - Se puede presentar como un país que reúne todas estas
condiciones aunque tenga diferencias ideológicas muy fuertes
con la Casa Blanca o lo que domina en Estados Unidos, puede
ser presentarlo como el aliado perfecto desde ese punto de
vista.
Y naturalmente, con Brasil y Uruguay Estados Unidos está
jugando a un contrapeso de una izquierda mucho más radical o
mucho más extrema que se le puede estar armando en
Sudamérica, aparece siempre el fantasma de Chávez que, por
si no fuera suficientemente visible, aparece en la vereda de
enfrente en el estadio Ferro haciendo un acto a su favor o
en contra de Bush.
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