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El voto de los uruguayos en el exterior
Oscar A.
Bottinelli.
Versión no corregida por
el expositor
EMILIANO COTELO:
Entre las iniciativas que el gobierno ha resuelto
privilegiar se encuentra la implantación del voto de los
ciudadanos uruguayos en el exterior. El politólogo Oscar
Bottinelli, director de Factum, analiza los distintos
ángulos del tema. El título: “El voto de los uruguayos en el
exterior”.
***
EC - Tú conoces bastante de este asunto, lo hemos tratado
otras veces en este espacio, pero además te ocupas de este
tipo de cuestiones en la Universidad de la República, eres
catedrático de Régimen Electoral Nacional.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Exactamente. Antes que nada, un ajuste a tu presentación,
porque un primer tema de debate en el mundo cada vez que se
establece este voto es si es un voto para los ciudadanos o
electores que están radicados en el exterior o es un voto en
el exterior, vale decir, que quien esté de viaje también
pueda efectuar el voto.
EC - Son dos situaciones distintas.
OAB - Son situaciones distintas y no es del todo claro hacia
dónde se va a ir. Obviamente que está pensado para los
radicados, pero podría ser también para el que esté
transitoriamente en el exterior.
EC - Hablemos del voto en el exterior, qué tipos de voto en
el exterior existen.
OAB - En primer lugar, por la naturaleza del voto puede ser
un voto hacia dentro del territorio en toda su profundidad,
como si la persona votara en el mismo lugar donde le
correspondió votar siempre. La persona está inscripta en el
departamento de Colonia y vota como si estuviera en Colonia,
va a elegir autoridades nacionales y autoridades
departamentales de Colonia. Así se vota, por ejemplo, en
España, la gente de España vota como si estuviera en su
región, en su provincia y en su ayuntamiento.
Un segundo modelo es cuando se puede votar hacia dentro pero
limitadamente. Por ejemplo es el caso de Brasil, se vota
para presidente y vicepresidente de la República, y punto.
Desde el exterior no se vota ni para los estados ni
municipios ni tampoco en las elecciones del Congreso
Federal.
Y una tercera modalidad que ha surgido en los últimos
tiempos en el mundo, que comenzó con una ley italiana y con
una colombiana, es crear una circunscripción parlamentaria
del exterior. En el caso de Italia, donde la jefatura de
gobierno, por ser un régimen parlamentario, surge del propio
Parlamento, se vota senadores y diputados desde el exterior
de gente que vive en el exterior. Por ejemplo, en el caso de
los uruguayos, recordemos (lo tratamos en marzo de 2006) que
se votaron candidatos de América del Sur. En el caso de
Colombia hay una única circunscripción exterior, también en
marzo de 2006 aquí votaron unas 50 personas para elegir
candidatos radicados en el exterior.
Son tres modalidades distintas.
EC - Y hay distintos tipos de debates a propósito de la
posibilidad de habilitar el voto en el exterior.
OAB - Justamente, lo que pretendemos en el programa de hoy
más que nada es hacer un punteo de las distintas cosas que
se debaten.
EC - Hay una discusión jurídica y una discusión política.
Vamos por partes.
OAB - Primero la discusión política. Desde el punto de vista
formal, si la introducción del voto en el exterior requiere
reforma constitucional o se puede hacer por ley, esta es la
esencia de la discusión. Luego aparece una tesis un poco
original que dice que basta una mayoría absoluta para
aprobar el voto en el exterior, pero en general toda ley que
reforme las elecciones y el Registro Cívico requiere dos
tercios, es una garantía para que una mayoría por sí sola no
cambie las reglas de juego.
Esta tesis se basa en que para reglamentar la obligatoriedad
del voto basta la mayoría absoluta, y estira el concepto de
obligatoriedad a decir que es una mera reglamentación. La
tesis dominante es la otra, dos tercios de votos o reforma
constitucional.
Luego tenemos la discusión de fondo, una discusión
político-filosófica.
EC - Me llega un mensaje desde fuera que dice: “Yo como
parte de la diáspora uruguaya en Miami no estoy de acuerdo
en que los que no vivimos día a día en el país y no estamos
involucrados en lo que sucede, por más que sigamos la
realidad mediante programas como los de El Espectador,
tengamos derecho a influir en la definición de las
autoridades”, etcétera.
OAB - Hay dos tesis. La tesis que refleja este mensaje es la
de quienes sostienen que el voto implica muchas cosas, es un
derecho-deber, uno al ejercer ese derecho está asumiendo las
consecuencias directas y por lo tanto si vota a un partido
político que va a imponer el impuesto a la renta luego va a
tener que pagarlo. Del exterior se puede decir “qué bien,
impongan impuesto a la renta y páguenlo ustedes, los que
están allá”. Esa es una de las tesis.
EC - Este oyente dice: “Oír la realidad o ver un informativo
por televisión o por internet no nos da la realidad
completa”.
OAB - Esa apreciación es un poco relativa porque no se sabe
qué nivel de información tiene todo el que vive en Uruguay y
vota acá. Ahí ya sería un test.
EC - Tú apuntas más a las consecuencias del voto.
OAB - Más bien a las consecuencias del voto, usted está en
un territorio en el cual sufre los efectos de lo que hace;
sufre en el sentido negativo o positivo, recibe los efectos.
La otra tesis es: la base de un país son sus ciudadanos en
términos genéricos, ellos son los dueños del país y por lo
tanto estén donde estén tienen derecho a decidir los
destinos de ese país. El derecho de la ciudadanía no tiene
por qué estar limitado a residir en el país, mucho más en
este mundo tan globalizado. Incluso, acortando la
argumentación, se sostiene diciendo que una persona radicada
en el exterior puede decir “yo quiero votar porque
determinado tipo de voto me puede asegurar que yo pueda
retornar a Uruguay”. En ese sentido está buscando ser
partícipe de los efectos del voto considerando que está en
el exterior porque el país la obligó a irse por
circunstancias económicas, etcétera.
Son las dos tesis. No hay nada original en este debate, se
pueden repasar los debates sobre voto en el exterior que ha
habido en España, en Italia, en Colombia, en el país que se
quiera, los argumentos son exactamente estos, estas son las
dos tesis que aparecen sobre lo que podemos llamar filosofía
conceptual de la ciudadanía y el derecho político.
EC - En el caso concreto de este debate en Uruguay, ¿qué
trasfondo político existe?
OAB - Siempre hay un trasfondo político inmediato en el cual
hay quien cree que alguien se beneficia y quien cree que
alguien se perjudica. Claramente en Uruguay la izquierda
tiene un imaginario de que el voto en el exterior lo
beneficia y los partidos tradicionales tienen un imaginario
de que el voto en el exterior los perjudica.
No hay ninguna investigación, ningún estudio que diga que
esto es así, no se sabe a quién va a beneficiar el voto en
el exterior, porque no ha habido ninguna investigación que
concluya nada. La gente más militante en el exterior es
frenteamplista, no cabe duda, pero los militantes no
necesariamente son los votantes, el número de votantes puede
ser muchísimo mayor y cambiar la estructura.
En Italia el voto en el exterior se discutió con las
coordenadas políticas al revés, la centroderecha consideraba
que el voto en el exterior la beneficiaba, y la
centroizquierda que la perjudicaba. La centroizquierda
combatió bastante el voto en el exterior y la centroderecha
fue la gran impulsora. Vinieron las primeras elecciones, en
abril de 2006, y el resultado fue el opuesto, fue un triunfo
arrollador de la centroizquierda, que hoy puede sostener al
gobierno gracias a que en el Senado le dan mayoría los
senadores electos en el exterior; con los senadores electos
en Italia estaría en una situación bastante complicada.
Esto demuestra que los imaginarios son imaginarios, no son
realidades, las realidades van a surgir el día que la gente
vote.
EC - Veamos el tema de las modalidades de voto en el
exterior y el tema de las garantías.
OAB - Esto daría lugar a un análisis en sí mismo, porque es
uno de los temas más delicados cuando se habla de introducir
el voto en el exterior.
EC - Vamos a puntearlo, aunque sea.
OAB - Uruguay tiene desde 1925 un sistema de garantías
electorales que sin ninguna duda, con algunos defectos, está
a la cabeza en el mundo. Es un sistema casi centenario que
ha dado grandes garantías y la garantía electoral es básica
para la confiabilidad electoral y democrática.
Hay distintas modalidades, básicamente una es lo que se
llama el voto epistolar, en última instancia cuando el voto
se emite desde lejos y llega a Uruguay para ser escrutado
aquí, puede llegar por correo o por vías más o menos
parecidas. Por ese camino anda el proyecto de ley y rechina
con todas las garantías electorales que hay en Uruguay. Es
entrar a sistemas de garantías más débiles.
EC - ¿Qué otras alternativas hay?
OAB - La otra garantía es el voto presencial, como se hace
en Uruguay cuando la gente va a un circuito de votación. Ese
es el voto consular, que es una modalidad, cuando se vota en
el consulado, pero puede haber voto presencial mediante la
creación de mesas de votación en lugares de alta
concentración de uruguayos. Tiene el problema de que puede
haber gente en países donde no hay posibilidad de instalar
una mesa y la mesa más cercana puede estar a 2.000
kilómetros. Aquí hay un tema grande porque cualquiera de los
dos tiene serios problemas de garantías, o cuando tiene más
garantías tiene serios problemas de ejecución.
EC - ¿Hay más posibilidades?
OAB - Como grandes modalidades son estas dos, o se vota a
distancia o se vota en forma presente, hay una gama de
posibilidades desde el punto de vista de cómo se ejecuta
cada una de ellas. En el voto a distancia lo más obvio es el
voto epistolar y el presencial puede ser en mesa especial de
votación o lo que se llama consular, pero eso es una
simplificación, reducir la mesa de votación solo adonde haya
consulado, se pueden abrir mesas de votación donde no hay
consulados.
EC - ¿Alguna conclusión adicional?
OAB - Tratar de puntear, para ver que no hay una discusión
sino un montón de discusiones. No es lo mismo la discusión
sobre la naturaleza, la filosofía, el considerar si hay
derecho o no, que discutir su legalidad o
constitucionalidad; que discutir las conveniencias o no,
para quién; que discutir cuáles son las modalidades más
prácticas o de menor costo o que dan más garantías, que es
toda otra discusión. Hemos visto que cuando se habla del
tema se entrevera lo uno con lo otro.
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