EMILIANO COTELO:
Este lunes se
anunció oficialmente
que Danilo Astori
renunciará al
Ministerio de
Economía en
setiembre; unos días
antes, el doctor
Jorge Larrañaga
había anticipado que
también en ese mes
dejaría la
presidencia del
Directorio del
Partido Nacional.
Con estas novedades,
los últimos
corredores
principales de la
carrera presidencial
se preparan para
ubicarse en la línea
de largada.
El politólogo Oscar
A. Bottinelli,
director de Factum,
analiza estas
preliminares de la
competencia
electoral. El
título: "Los últimos
corredores entran en
las gateras".
***
EC - ¿Te ganó el
espíritu olímpico?
OSCAR A. BOTTINELLI:
Estamos con toda la
llama de Beijing.
EC - Y con una
contaminación de lo
turfístico.
OAB - Sí, quizás
porque algunos
candidatos son muy
simpatizantes del
turf.
EC - No se sabe si
estamos hablando de
atletismo o de
carreras de
caballos.
OAB - Hace diez años
hicimos un
comentario parecido
sobre algo que
también nos llamaba
la atención. En el
caso de la
competencia en el
Partido Nacional
hemos visto
interesantes
declaraciones de los
distintos
precandidatos sobre
visión de país y
visión del Estado,
que marcan matices
muy importantes
entre ellos y han
pasado casi
inadvertidos.
Todo esto va camino
a una cobertura
similar a la del 99,
que en aquel momento
califiqué como una
mezcla de
transmisión de la
Vuelta Ciclista y de
la revista Hola,
donde los aspectos
sustantivos no se
recogían. En los
próximos espacios
vamos a empezar a
analizar partido a
partido cuáles son
las diferencias, qué
presentan los
partidos o qué
diferencias hay
entre los candidatos
sobre posición con
respecto a los temas
de fondo, porque en
general la gente
termina votando por
eso, por el modelo
de país y de
conducción que
quiere.
Además es un poco
preocupante cómo
empiezan a manejarse
las encuestas, en
una mezcla de
operativo político
en un proceso que en
otros países se da
con mucha fuerza y
que en Uruguay no se
daba desde hacía
diez años pero que
tenuemente ha
empezado a darse.
EC - Las encuestas
como arma
arrojadiza.
OAB - Como arma
arrojadiza, como
anuncio en el
momento conveniente
para hacer
operativos
políticos. Es un
poco preocupante.
EC - ¿Cómo ha
empezado la campaña
electoral?
OAB - Yo tengo la
postura de que la
campaña electoral
dura los cinco años,
y esto en un sentido
que no es
peyorativo, sino en
el sentido de que
los partidos, los
dirigentes políticos
están todo el tiempo
expuestos ante la
opinión pública, que
va formando su
opinión a través del
seguimiento
permanente de lo que
hace a la política,
no es meramente un
show mediático de
los últimos días.
No hay que confundir
las campañas
publicitarias
electorales y la
movilización de
actos con todo un
conjunto de cosas
que lleva a la gente
a decidirse. En
última instancia, en
Uruguay manejamos
que nueve de cada
diez personas tienen
más o menos decidido
el voto con relación
a partidos. Esto es
así hoy y era así
hace dos años, es
producto de que la
gente forma estas
decisiones con mucho
tiempo.
En cuanto a la
aparición de
candidatos, hay
algunos que pueden
considerarse obvios.
Danilo Astori está
en cierta
candidatura
presidencial desde
hace 20 años, pero
en lo relacionado a
armar una acción
directamente
electoral,
Bordaberry arrancó
el año pasado, fue
el que inauguró la
campaña electoral en
general y en
particular en el
Partido Colorado.
Este año el verano
trajo dos grandes
novedades. Una fue
la renuncia de José
Mujica al Ministerio
de Ganadería,
Agricultura y Pesca,
que hizo efectiva el
3 de marzo y que lo
situó desde ese
momento en una
campaña activa,
abierta, con giras
por el exterior, en
las que juega a que
es el candidato, no
es candidato, a que
no se sabe si va a
ser candidato o no
va a ser. Y la otra
fue que Luis Alberto
Lacalle, después de
una salida de escena
en mayo del año
pasado, reapareció
con gran dinamismo,
con un apoyo muy
grande, retomando
con absoluta firmeza
y fuerte apoyo el
liderazgo del
herrerismo.
EC - Esas fueron las
novedades del
verano.
OAB - Y ya casi en
otoño vino la
formalización de la
candidatura de José
Amorín Batlle, con
el grueso del
aparato de la 15 y
otros que no son de
la 15 detrás. Y
recientemente
ocurrió la
designación de Luis
Antonio Hierro López
como el precandidato
del Foro Batllista.
Para completar la
línea principal
falta que el 15 de
setiembre Astori se
vaya del gabinete,
vuelva al Senado y,
días más días menos,
comience su campaña
electoral
presidencial, y que
el 27 de setiembre,
con motivo de la
convención del
Partido Nacional,
Jorge Larrañaga
presente renuncia a
la presidencia del
directorio del
partido, con lo cual
dará el paso de ser
el referente
oficial, formal de
todo el partido, a
ser abiertamente un
candidato
presidencial en
liza.
EC - De todos modos
todavía queda alguna
incógnita.
OAB - Queda un par
de incógnitas. Por
un lado, en el
Frente Amplio hay
todo un movimiento
de sectores a los
que no termina de
convencer la
candidatura de
Astori, pero tampoco
tienen claro hacia
dónde va Mujica. Por
lo tanto juegan en
torno de dos
posibilidades: ir
por el lado de un
tercer candidato,
ver si se logra
consenso en torno de
una figura que no
sea ni Astori ni
Mujica; o la
posibilidad de que
Mujica finalmente no
sea candidato y en
ese caso la
necesidad de tener
un precandidato
alternativo a Astori.
Por otra parte, en
el Partido Colorado
no se sabe si esta
terna –por orden de
aparición de los
candidatos–
Bordaberry, Amorín
Batlle, Hierro López
cierra la
competencia
presidencial. Tabaré
Viera resignó la
candidatura con el
apoyo a Luis Hierro
López, en la
candidatura del
Foro, pero no hay
una definición
absoluta de cuál va
a ser el camino de
Washington Abdala, y
formalmente está
presentada la
candidatura de
Martín Aguirrezabala,
a la que no se le ve
gran movimiento,
pero tampoco se ha
bajado de la lista.
EC - ¿En síntesis?
OAB - A fines de
setiembre comienza
la carrera, a nueve
meses de los
primeros comicios,
que son las
preliminares –las
mal llamadas
"internas"– y a 13
meses de las
elecciones
nacionales.
EC - Pones mucho
énfasis en que en
setiembre comienza
la carrera, a nueve
meses de las
elecciones internas.
¿Por qué lo
destacas? ¿Qué
implica en
comparación con
otros períodos
electorales?
OAB - Lo marcamos
para llamar a
reflexionar sobre
qué está pasando. En
2003 la carrera
comenzó a fines de
diciembre; es verdad
que fue un ciclo
electoral muy
especial, el país
venía subsumido por
un lado por el
referendo sobre la
ley de asociación de
Ancap con privados,
que fue derogada, y
que llevó todo el
último tercio del
año como un gran
elemento central; y
por otro lado estaba
el efecto de la
crisis, que había
amortiguado
muchísimo todos los
temas
político-partidarios
y electorales.
Pero cinco años
antes, hace diez
años, en 1998 –más o
menos estamos en las
mismas fechas–, a
fines de setiembre
se definía el
candidato del Foro.
Ya estaba Batlle, ya
estaban los blancos
(Volonté, Ramírez,
Lacalle) y el cuadro
se terminó de
conformar a fines de
octubre con la
aparición de la
candidatura de
Ramos. Pero a fines
de setiembre de 1998
se estaba siete
meses antes de las
preliminares, que
fueron en abril
1994, no en junio.
Los tiempos estaban
menos adelantados
que ahora, porque el
cronograma electoral
era un poco más
extendido.
Esto con el nuevo
sistema. No hay que
olvidar que hubo un
cambio de sistema, y
que en la reforma
constitucional
pusimos mucho
énfasis en nuestros
análisis en que se
creaba un ciclo
electoral muy largo,
que alargaba las
campañas electorales
y que
consecuentemente
reducía el tiempo
útil de gobierno.
En las últimas
elecciones con el
sistema anterior, en
1994, la fórmula
Sanguinetti-Batalla,
que fue la que
triunfó, se definió
en mayo de ese mismo
año, seis meses
antes de las únicas
elecciones. Ramírez
fue elegido
candidato un poco
antes, pero en 1994,
dentro del año de
las elecciones. Es
verdad que eran
elecciones únicas,
pero se puede
considerar que en el
año 94 las
candidaturas se
delinearon seis
meses antes.
Y lo mismo ocurrió
en 1989, las
candidaturas se
delinearon más o
menos seis meses
antes, el 28 de mayo
del 89 Batlle y
Tarigo hicieron una
elección interna
voluntaria en el
Batllismo Unido para
definir la
candidatura.
De modo que los
tiempos electorales
de este ciclo
electoral 2009-2010
registran un
adelanto, si
pensamos que ya todo
2008 ha sido un año
de campaña electoral
muy intensa.
Consideramos que es
un tema sobre el
cual se debe
reflexionar; no digo
que esté bien ni que
esté mal, sino que
hay que analizar qué
ha llevado a este
adelanto de la
campaña electoral. Y
después considerar
si el problema
central que tiene el
país es
exclusivamente
definir las
elecciones de 2009,
que son elecciones
en las que hay
además se eligen
senadores y
diputados, y después
viene la elección de
los gobiernos
departamentales con
sus parlamentos. Sin
embargo está todo
demasiado centrado
en una única
elección de tipo
presidencial.
Sería importante,
primero, tomar
conciencia de que
estamos viviendo un
adelanto de campaña
electoral en el
sentido más intenso,
el mayor que
registramos desde la
restauración
democrática a la
fecha; y, segundo,
empezar a pensar por
qué se ha producido
este fuerte
electoralismo en el
país.