EMILIANO COTELO:
Comenzó la segunda
de las tres etapas
del ciclo electoral
nacional 2009, el
que concluye con la
elección del
Parlamento el 25 de
octubre y con la
elección del
presidente de la
República ese mismo
día, o el 29 de
noviembre.
Este viernes el
politólogo Oscar A.
Bottinelli, director
de Factum, presenta
y analiza la
fotografía de los
competidores antes
de la largada hacia
octubre.
***
EC – Aclaremos cómo
es esta encuesta, o
mejor dicho
empecemos viendo
distintos tipos de
encuestas.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Sí, hay un poco de
confusión. Los
colegas e incluso la
Universidad de
Montevideo hicieron
unos comentarios,
insólitamente
confunden las cosas.
Una cosa son las
encuestas que uno
realiza y difunde
normalmente a lo
largo de más de
cuatro años, donde
lo que se trata de
medir es cómo sería
la cosa hoy:
“Imagine que haya
elecciones el
próximo domingo” o
“Imagine que haya
elecciones hoy”.
Esto tiene la
particularidad de
que se mide sobre un
escenario doblemente
imaginario: no sólo
no hay elecciones en
ese momento sino que
además se pregunta
qué partido vota y a
qué candidato,
cuando en Uruguay
desde 1996
desapareció la
posibilidad de que
hubiera más de un
candidato por
partido. De alguna
manera uno está
midiendo como si
fuera una especie de
elección de octubre
por un lado pero con
una especie de
elección de junio
por otro, pero como
opina todo el mundo
es como si fuera un
voto obligatorio.
Eso es lo que
presentamos hasta
marzo; lo seguimos
haciendo pero no se
difundió más.
Otra cosa es cuando
uno ya tiene el
horizonte adelante,
pregunta en función
de ese horizonte y
con las reglas de
juego de esa
elección, que es lo
que hicimos entre
abril y junio sobre
qué piensa votar el
28 de junio.
Y la tercera forma
es ya verdaderamente
preguntar hacia
octubre, y es la
primera vez que
Factum va a difundir
encuestas de
intención de voto
hacia el 25 de
octubre de 2009. Yo
diría que en
realidad es la
primera vez que se
difunden en el país
encuestas que midan
el escenario de
octubre porque el
escenario de octubre
es un escenario de
partidos con
candidato o fórmula
única que nunca se
presentaron hasta
ahora.
Esta es una encuesta
que mide la
intención de voto
por partido con
fórmula única y
partido. No
olvidemos -este es
un dato no menor-
que el tema no es si
se va a votar a
Mujica o a Lacalle,
porque se vota al
Frente Amplio (FA)
con Mujica de
presidente, Partido
Nacional (PN) con
Lacalle presidente,
Partido Colorado
(PC) con Bordaberry,
etcétera. Es decir,
no olvidemos que hay
una asociación entre
partido y candidato,
no es como en otros
países que se vota
sólo candidato sin
que esté asociado
directamente al
partido.
Lo que vamos a
presentar hoy es la
última encuesta
antes del 28 de
junio, pero ya
presentando un
escenario que
habíamos detectado,
que habíamos
confirmado, que es
el que tenía en la
cabeza por lo menos
las tres cuartas
partes de los
uruguayos.
EC – Entonces la
encuesta fue hecha
antes de las
internas.
OAB – Por eso
dijimos “antes de la
largada”, porque la
largada ocurre
después del 28 de
junio.
EC – ¿Entonces qué
se le preguntaba a
la gente?
OAB – Primero se le
daba la fórmula
Mujica-Astori, que
las tres cuartas
partes de los
uruguayos estaban
convencidas de que
iba a ser la fórmula
de ese momento, y a
su vez se le
presentaba el
partido. Una
aclaración: no se
presentaba fórmula
en los casos de
Bordaberry (PC) ni
de Mieres (Partido
Independiente) ni de
Raúl Rodríguez
(Asamblea Popular).
EC – Pero sí se
preguntaban fórmulas
en el caso del FA y
el PN. ¿Por qué?
OAB - Por dos
razones. Primero,
porque son las
fórmulas que
matemáticamente
tienen chances de
disputar
efectivamente la
Presidencia de la
República, yo creo
que esto está fuera
de toda discusión.
En segundo lugar,
porque es tal el
dominio de
Bordaberry sobre el
PC que en general
quién sea el
vicepresidente no es
un elemento
esencial. Sí lo era
en el PN y en el FA
porque era completar
dos corrientes. En
la disputa por los
indecisos no es lo
mismo que fuera
Lacalle con
Larrañaga que
Lacalle con otro, no
es lo mismo Mujica
con Astori que
Mujica con otro.
La pregunta era: “¿A
quién se inclinaría
a votar en las
elecciones de
octubre si estas
fueran las fórmulas
presidenciales de
los principales
partidos?”.
EC – Y los
resultados que dio
esa encuesta fueron:
votaría por el FA
con la fórmula
Mujica-Astori el
46%; votaría por el
PN con la fórmula
Lacalle-Larrañaga el
39%; votaría por el
PC con Bordaberry
candidato
presidencial el 10%;
votaría por el
Partido
Independiente (PI)
con Mieres candidato
presidencial el 2%;
otros e indecisos
daba 3%.
OAB – Primero
algunos comentarios.
Como esto se hizo
antes de la largada
no recoge los
impactos de la
elección del 28, los
hechos sucesivos
sobre dificultades
en un caso y
facilidades en otro
para componer la
fórmula
presidencial, ni
estos primeros
chisporroteos que
han aparecido de
unos contra otros.
Es decir, es la
fotografía previa a
la largada.
Cuando decimos
“otros” incluimos a
Asamblea Popular con
la candidatura de
Raúl Rodríguez más
el voto en blanco
más el anulado, y la
suma de estas “otras
opciones” da un 2%
más o menos lo cual
nos está dando un
bajísimo nivel de
indecisos que sería
en este caso tan
sólo de 1%.
EC – Interesante ese
dato ¿no?
OAB – Sí, en ese
momento se ve que la
gente estaba más
dispuesta a
decidirse por el
voto de octubre que
a levantarse e ir a
la urna a votar el
28 de junio; una
cosa es actuar
solamente con el
pensamiento y otra
con el pensamiento y
el cuerpo.
Analicemos ahora las
evoluciones con una
precaución: no hay
antecedentes
nuestros de haber
preguntado igual,
por lo tanto estamos
comparando con
cuando se preguntaba
exclusivamente por
partidos en
abstracto, donde
podía estar Mujica,
Astori, Lacalle o
Larrañaga pero no
implicaba que
estuviera la fórmula
concreta.
En esta serie lo que
observamos es que el
FA en marzo de 2007
es cuando tiene el
55%. En junio
empieza un declive
-hace exactamente
dos años- hacia el
52% y empieza a
subir, caer, subir,
caer, hasta tener un
piso en noviembre de
2008 de 42%. Luego
tiene un gran
ascenso hasta que en
abril llega al 49% y
ahí observamos que
particularmente en
las últimas cuatro
semanas el Frente
cae sistemáticamente
desde el 49% a este
porcentaje. En
realidad si
preguntamos sólo el
partido daba un poco
menos, repunta
cuando se asocia FA
con Mujica
presidente y Astori
vicepresidente.
EC – Termina dando
46% entonces.
OAB – Sí. En el PN
encontramos que en
marzo de 2007 estaba
en el 21%, lo que no
quiere decir que los
partidos
tradicionales
estaban tan lejos
sino que había una
masa muy grande
indecisa entre el PN
y el PC, que después
se canaliza hacia el
PN. En noviembre de
2008 el PN está en
el 37%, tiene una
caída en abril que
llega al 32%, luego
una recuperación,
llega a junio
primero al 37% y
cuando al nombre PN
se le adosa la
fórmula completa
“Lacalle presidente
Larrañaga
vicepresidente” es
cuando salta al 39%,
que es el guarismo
más alto que nos da
el PN en todo este
período. Si
recordamos, 39% es
el porcentaje que
obtuvo el PN cuando
ganó las elecciones
nacionales en 1989.
Respecto al PC más
bien estuvo casi
siempre en torno al
8%, uno diría como
planchado en una
línea, y a veces
llegaba al 9%. Sin
embargo, ya próximo
al 28 de junio,
quizás con el gran
envión que empezó a
tener el PC con la
candidatura de Pedro
Bordaberry sin
necesidad de que se
expresara ningún
vicepresidente,
registra el 10%,
algo parecido a lo
que votó en 2004. Es
decir, el PC después
de estar
relativamente abajo
arranca con el mismo
nivel que llegó a
octubre de 2004.
Y el PI, que estuvo
más bien en el 1%,
en algún momento
1.5%, ahora casi
sobre la elección
del 28 de junio da
2%. Una curiosidad:
resulta que casi
toda esta gente se
quedó en la casa,
porque el PI el 28
de junio no elegía
nada, había
meramente que
registrar el
partido, casi lo
mismo que la
Asamblea Popular. El
PI obtuvo el 0.3%
pero tiene una
intención de voto
hacia octubre de 2%.
Repitamos que hay
otro 2% que está
dando la Asamblea
Popular, que no se
puede definir exacto
pero está claramente
por debajo del 1%,
más en blanco, más
anulado, lo que suma
el 2% del
electorado.
EC – En resumen
entonces tenemos:
por el FA fórmula
Mujica-Astori 46%,
PN fórmula
Lacalle-Larrañaga
39%, PC Bordaberry
presidente 10%, PI
Mieres presidente
2%, otros e
indecisos 3%.
Entonces este es un
escenario de segunda
vuelta.
OAB – Creo que no
tiene importancia si
hay primera y
segunda vuelta
porque hay distintas
segundas vueltas. Lo
que tiene
importancia es cómo
queda definida la
elección el 25 de
octubre y realmente
hay tres escenarios:
a) Que el FA tenga
mayoría
parlamentaria y si
llega a haber
segunda vuelta
-porque es técnica,
porque le faltaron
unos decimales
porque había votos
en blanco anulados,
que en este país no
se mueven-, igual la
elección ya quedó
definida el 25 de
octubre. Si alguien
se ilusiona con
ganarle al Frente
después de que
obtuvo mayoría
parlamentaria el 25
de octubre,
realmente se
equivoca.
b) Que el FA el 25
de octubre no tenga
mayoría
parlamentaria y
además el PC y el PN
tengan por sí
mayoría
parlamentaria. En
este escenario se da
el trámite al revés,
el 29 de noviembre
salvo que haya
chisporroteos y
desajustes entre los
dos partidos
tradicionales
tendría que ganar el
PN.
c) Que hubiera una
paridad entre los
partidos
tradicionales de un
lado y el FA del
otro, el PI con uno,
dos, tres diputados,
y ahí fuera bastante
clave lo que hiciera
el PI. Ahí sí sería
la única de las tres
situaciones que
tendríamos un
balotaje
verdaderamente real.
EC – ¿Con esta
encuesta en cuál de
los escenarios
estamos? En el
segundo...
OAB – Estamos en el
segundo, es decir,
el escenario en que
el FA tendría 47
diputados, el PN más
el PC 50 diputados y
por lo tanto, se
vuelque adonde se
vuelque el PI, ya la
elección estaría en
contra del FA.
Es decir que el FA
un mes antes del 28
de junio -nosotros
hicimos hace tres
semanas un análisis
sobre eso- estaba en
condiciones de
largar mejor o tanto
mejor que en 2004.
En tres semanas
cambió completamente
el escenario y de
estar en condiciones
de largar mejor
larga peor que lo
que largó en 2004.
Larga con un
escenario donde sus
contrarios aparecen
más fuertes que el
FA. Cuando empieza
la largada el FA
pierde nueve días en
pasos muy confusos,
que disgustaron -y
no estamos hablando
de lo que dicen los
blancos y los
colorados sino de lo
que se recoge de la
opinión del
frenteamplista común
y silvestre-,
generaron una
fenomenal molestia y
desazón. No sólo
había sido mala la
votación del 28 de
junio del FA de
Mujica y de Astori
–cada uno por
separado– sino que
además no daban la
señal de buscar
rápidamente la
recomposición,
asumir el golpe que
significó el 28 de
junio y decir
“estamos otra vez en
carrera, con todo a
defender el
gobierno”.
Muchos están
trabajando para que
mañana -que el
Plenario Nacional va
a formalizar la
fórmula que después
convalidará
oficialmente el
Órgano Deliberativo
Nacional del Frente,
según el trámite que
exige la Corte- el
FA “cambie la
pisada” y empiece a
actuar con un
sentido mucho más
fuerte y recupere
estos 15 días de
ventaja que le ha
sacado el PN más la
ventaja que le sacó
con todos los
elementos simbólicos
del 28 de junio; que
empiece a revertir
esta fotografía con
que estaría
largándose la
carrera hacia el 25
de octubre. El FA,
que hace dos años
consideraba un mero
trámite la elección
de 2009, que después
empezó a tenerla un
poco comprometida y
muchos no se dieron
cuenta y seguían
pensando que el
Frente iba a arrasar
y que hace un mes
estaba en un muy
buen escenario,
arranca esta carrera
en el escenario más
difícil que se podía
imaginar.
Estas yo creo que
son las conclusiones
más importantes.