La
descentralización
y la nueva constitución
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano
Cotelo
EMILIANO COTELO:
Vamos a abordar este tema político
que hoy concentra buena parte de las
expectativas, porque seguramente en esta
jornada va a quedar determinada la
composición de la Comisión
Sectorial de Descentralización
aprobada en la reforma constitucional, en
lo que tiene que ver con los delegados del
Congreso Nacional de Intendentes.
"Creo que es bueno que reseñemos
los hechos como han sucedido", dijo el
intendente de Paysandú, Jorge
Larrañaga, hablando con el diario
El País. Porque Larrañaga
defiende con énfasis que el
intendente de Montevideo debe ser uno de
los delegados del Congreso de Intendentes
a esa comisión y, en esta
posición, discrepa con lo que se
asegura va a ser la posición del
Directorio del Partido Nacional en el
día de hoy.
Larrañaga recordó que hace
unos 20 días, en la ciudad de San
José, los intendentes
nacionalistas, por una votación de
10 a uno, habían resuelto "aceptar
la integración de la
delegación de cinco miembros, dos
por el Partido Nacional, dos por el
Partido Colorado y uno por el Encuentro
Progresista. Esta decisión estaba
avalada por razones que consideramos
importantes: en primer lugar, como
precisión, no se puede confundir
descentralización con discurso o
acción política del interior
versus Montevideo con lo que significa
verdaderamente el criterio de
representación política.
Aquí estamos ante un caso de
representación política y
las razones que juegan para aceptar que
esa sea la integración (2 - 2 y 1)
son: uno, el propio artículo 230
habla de que son delegados del Congreso de
Intendentes y éste está
constituido por 19 gobiernos
departamentales.
"En segundo lugar el artículo 214
habla de los recursos para los gobiernos
departamentales y, en este caso, los
recursos desde el gobierno nacional pueden
ser para todos los gobiernos del interior
del país. Es decir, la
Comisión Sectorial del 230 no va a
tratar solamente temas inherentes a la
descentralización sino que
también abordará asuntos
vinculados a los recursos de los gobiernos
departamentales.
"Pero además de todo esto, hay una
razón fundamental: de cinco
delegados del Congreso de Intendentes, uno
por lo menos debe corresponderle a quien
representa a un gobierno departamental que
significa el 50 por ciento del
país. Es muy claro para un partido
como el nuestro que siempre ha defendido
la representación de los
demás y de las minorías.
Entre esta resolución de San
José y estos acontecimientos
políticos de hoy, ha mediado
solamente una decisión unilateral
del gobierno nacional, en el sentido de
que la representación del Poder
Ejecutivo en la Comisión Sectorial
sea de diez miembros. Después, como
consecuencia de los reclamos de los jefes
comunales y de la intervención del
presidente del Directorio del Partido
Nacional, aparentemente el gobierno
nacional se allanaría a equiparar
las representaciones", dijo
Larrañaga.
Y siguen las consideraciones de
Larrañaga: "Es obvio otro hecho
concreto: la negativa del Partido Colorado
a que el intendente de Montevideo, Mariano
Arana, integre la Comisión
Sectorial".
Por allí pasa buena parte del
debate que ha estado ocurriendo estos
días, un debate que el viernes
pasado llevó, según dicen
informes de prensa, a un duro altercado
entre el intendente de Cerro Largo,
Villanueva Saravia -contrario a la
inclusión de Montevideo- y
Larrañaga, durante un almuerzo que
tuvieron los intendentes blancos en el
Restaurant del Aguila.
Nos interesaba hoy abstraernos un poco de
lo que está sucediendo y
hablándose a nivel de los partidos
y de los intendentes y conversar sobre
este mismo tema con el politólogo
Oscar Bottinelli.
Oscar, la idea de conversar contigo de
este asunto, de pedirte tu
análisis, viene de toda la serie de
charlas que antes del plebiscito hicimos
contigo sobre el alcance de la reforma, y
también viene de notas que
tú escribiste en la prensa y
comentarios que también se hicieron
aquí, En Perspectiva, sobre
defectos o descuidos de redacción
que la reforma constitucional
tenía. En el caso de la
integración de la Comisión
de Descentralización, ¿estamos
ante un descuido de redacción?
OSCAR BOTTINELLI:
Creo que no, quizás acá
habría que centrar un poco el tema.
En primer lugar, en esto hemos sido muy
claros aún durante el proceso
previo a la aprobación de la
reforma, al ubicar el tema
descentralización como un tema
menor de la reforma constitucional ya que,
a diferencia de las reformas
políticas, las reformas electorales
causan efectos fuertes y directos sobre el
funcionamiento político del
país. En esencia, aquí
estamos ante un cambio de carácter
programático. Es decir, la
Constitución establece como un
ideal del Estado uruguayo la
descentralización del país,
así como en este aspecto
programático está que antes
de la Constitución del 67 Uruguay
tenía como un propósito la
integración latinoamericana.
Ahora, los aspectos programáticos
pueden cumplirse o no, más bien
expresan un ideario de un país y no
cosas que obligatoriamente se cumplan, no
entra en la parte más normativa de
la Constitución. Es importante que
esté, porque están marcando
ciertas pautas del Estado, lo que no
quiere decir que porque esté en la
Constitución automáticamente
el país se descentralice.
Segundo, la comisión famosa,
ésta que se está
discutiendo, es una comisión
sectorial del Poder Ejecutivo, como hay
muchas en la órbita de la Oficina
de Planeamiento y Presupuesto. La
diferencia es que a ésta se le dio
rango constitucional, y lo que se
estableció es un forma de
integración entre delegados del
Poder Ejecutivo y cinco intendentes. La
verdad es que esta disposición de
cinco intendentes, que es una
disposición transitoria, es
demasiado preciosista frente a que no se
establece la cantidad de delegados del
Poder Ejecutivo, lo que pasa es que es un
exceso que en la Constitución
esté establecido cómo se
integra una comisión sectorial
asesora de una oficina del Poder
Ejecutivo. Acá fue un tema de
carácter político sobre una
de las banderas que uno de los grupos
políticos quería tener en
relación a la reforma
constitucional.
Así que el tema, desde ese punto de
vista, hay que aminorarlo mucho,
más allá de lo
programático que está
establecido en la Constitución, no
hay nada que se pueda hacer hoy en materia
de descentralización que no se
hubiera podido hacer en la
Constitución anterior, ni nada que
se esté obligado a hacer. Lo que
aparece más bien es un tema
político.
E. C. - La redacción de esa
disposición transitoria a la que
tú aludías, dice: "En tanto
no se dicte la ley prevista en el
penúltimo inciso del
artículo 230, la comisión
sectorial estará integrada por los
delegados de los ministerios competentes y
por cinco delegados del Congreso de
Intendentes debiendo instalarse dentro de
los 90 días a partir de la entrada
en vigencia de la presente reforma
constitucional". Los 90 días se van
a cumplir justamente ahora, a mediados de
mes, de ahí la urgencia en esta
discusión. La redacción no
aclara cuántos delegados del Poder
Ejecutivo -dice "por los delegados de los
ministerios competentes"- y ese ha sido un
tema de negociación Partido
Nacional - Partido Colorado. Y no aclara
quiénes son esos cinco delegados
del Congreso de Intendentes o, sobre todo,
si uno de ellos puede ser el de Montevideo
o no.
O. B. - Sobre el primer punto, es bastante
claro que el Poder Ejecutivo es el que va
a dictar el decreto y a designar
delegados. Va a ser un tema
político entre los partidos que
integren el Poder Ejecutivo o aún
los de la oposición, si
están de acuerdo o no con que la
representación del Poder Ejecutivo
sea más grande o más chica
e, incluso, quiénes la
integran.
E. C. - En principio, el Poder Ejecutivo
había optado por 10 delegados;
quedaba 10 a cinco.
O. B. - Es una comisión de
carácter asesor. No necesariamente
se puede hablar de dictámenes de la
comisión como una cosa preceptiva,
imperativa, más allá de que
teóricamente la comisión
tome una serie de resoluciones que, previa
aprobación del Poder Ejecutivo, se
ejecuten. El problema es que
después de la comisión, el
Poder Ejecutivo tiene la "llave" para
resolver o no. Siempre es un elemento de
presión que una comisión
resuelva algo.
Desde un punto de vista
político-institucional parece un
exceso que una comisión que tiene
un sentido relativamente paritario entre
gobierno central y gobiernos
departamentales, la representación
central, duplique a la
representación departamental;
parecería que esto estaría
un poco en contra del sentido.
Lo otro es que no parecería
demasiado claro que en materia de
descentralización 10 ministerios
sean competentes, cuando en total son 12.
El Ministerio de Relaciones Exteriores
poco y nada tiene que ver con la
descentralización, por ejemplo. O,
al revés, si se considera que todos
algo pueden aportar, van todos los
ministerios, todos los entes
autónomos, todo depende de con
qué vara se mida. En general, en
los temas que tienen que ver con la
descentralización y los gobiernos
departamentales, en Uruguay, los temas
nunca han ido más allá de
cuatro o cinco ministerios.
Con respecto al Congreso de Intendentes,
creo que acá la redacción es
absolutamente clara, hay cinco miembros de
un órgano que son elegidos por los
otros 19 para representarlos. Se habla del
Congreso de Intendentes, no de los
intendentes del interior. Acá se
están confundiendo o superponiendo
varias discusiones. Una es una renacida
discusión interior-Montevideo, que
está atravesando a los partidos
políticos, se está
instalando en el Partido Nacional con
bastante intencionalidad política
en cuanto a perfilar sectores y se
está instalando en el Partido
Colorado, sobre todo a nivel de manejo de
candidaturas. Ese es un tema viejo en
Uruguay, al cual nosotros, precisamente,
teníamos previsto para el jueves 17
dedicar el análisis político
de los jueves, el renacimiento o no de la
confrontación
interior-Montevideo.
Pero el otro tema que está
ahí y queda muy claro en las
palabras que tú acabas de leer del
intendente Larrañaga, es que no se
está discutiendo si va Montevideo o
no, sino que además se está
discutiendo si va el Frente Amplio o el
Encuentro Progresista.
E. C. - Sí, porque se había
establecido en una negociación dos,
dos y uno.
O. B. - Entonces, el tema no es si es
interior y Montevideo también, o si
es el Frente, además de los
partidos de la coalición. El hecho
de que el intendente del Frente sea el de
Montevideo, a la discusión la
confunde un poco. Por lo menos hay dos
ejes de discusión. Es si en esta
comisión van a participar los
partidos que integran la coalición
de gobierno o todos aquellos que tienen
gobiernos departamentales, y se mezcla con
el tema de Montevideo-interior.
Y esto tiene que ver, como un apunte muy
rápido, con dos ideas de
descentralización. Una es una
concepción en que descentralizar es
desmontevideanizar, que es una idea que
está muy subyacente en muchos
conceptos cuando se habla en contra del
centralismo, una frase muy común en
Uruguay, contra el centralismo
montevideano; y la otra es
decentralización en un sentido
más de arriba hacia abajo, es
decir, de un gobierno central que deja,
delega, abandona funciones para que sean
cumplidas por un nivel inferior. En el
caso de la intendencia de Montevideo
cuando descentraliza no es que
descentralice en una discusión
entre el centro de Montevideo y los
barrios, no, descentraliza entre el nivel
Intendencia y el nivel Juntas Locales, que
es un segundo nivel que abarca las 18
zonas de Montevideo en su totalidad.
Entonces, la descentralización
puede verse en los dos aspectos. La
Constitución, cuando habla de
descentralización, da la
impresión de que está
jugando en los dos planos, pero no tanto
en un plano estricto de gobiernos
departamentales sino además sobre
el tema del alto peso económico que
tiene Montevideo en el conjunto del
país. Es decir que las dos visiones
tienen asidero legítimo.
E. C. - Entonces, ¿estamos ante un
bache, ante una carencia de
redacción? ¿Este era un punto
delicado en el que se debió haber
sido más preciso al escribir la
reforma?
O. B. - No, creo que no, porque
éste es un tema esencialmente
político y de interpretación
y en esto hay que ser muy claro. Las
Constituciones tienen que ser precisas,
detalladas, cuando lo que está en
juego son reglas que dan garantías
a los procesos democráticos. Tienen
que ser muy claras las reglas de
cómo se elige un presidente o un
Parlamento, porque a eso hace la
transparencia de un sistema. Pero las
constituciones no pueden ser detallistas
si pretenden existir en el tiempo, ya es
demasiado detallista la
Constitución uruguaya. Creo que
incluso el haber nombrado que son cinco
delegados del Congreso de intendentes es
un exceso de detallismo, más
allá de que eso está en la
disposición transitoria y era para
que se pudiera aplicar de inmediato y no
esperar a que se aprobara una ley. Las
disposiciones transitorias son anexos a la
Constitución para facilitar su
aplicación inmediata y no son parte
del cuerpo de la misma. Pero no
convendría que el cuerpo de la
misma tuviera más detalles.
Y otro exceso de detallismo es
político, porque si se habla de que
se incluye o excluye un departamento, de
19 hay cinco delegados, por lo tanto hay
14 intendentes que no van a estar. Se
podrá o no excluir a Montevideo, a
Flores, a Tacuarembó o a
Lavalleja.
E. C. - Entonces, ponemos los puntos
suspensivos aquí. ¿Se puede
hacer una consideración final sobre
cómo zanjar este debate?
O. B. - Primero, creo que éste no
es un debate constitucional, que esto no
pasa por la redacción de la
Constitución. Es un debate
esencialmente político; creo que,
más bien, en lo que acabas de leer
sobre las declaraciones de la
discusión
Larrañaga-Villanueva Saravia no es
tanto el énfasis
Montevideo-interior, como el
énfasis Frente Amplio sí o
Frente Amplio no. Y eso lo dijo con mucha
claridad también Villanueva
Saravia. Larrañaga a favor,
Villanueva Saravia en contra: el tema va a
ser esencialmente político, y
allí se va a jugar el tema de la
amplitud o no que se le quiera dar a la
participación política en
esta comisión, cómo se
interprete lo positivo o negativo que
pueda ser que el Frente Amplio
también esté integrado a
esta comisión.
Y el tema Montevideo-interior va a estar
de trasfondo, porque si lo que va a estar
en juego, en definitiva, pueden ser
recursos, que esté -o no-
representado Montevideo es darle -o no- a
la Intendencia de Montevideo poder de
negociación para pelear -o no-
más recursos para ellos. Es decir,
si alguien va a dar 100 de recursos, una
cosa es si en esos 100 entra la
Intendencia de Montevideo, y otra cosa es
si a la Intendencia de Montevideo se la
deja fuera. Y ese es un tema
también político, de la
fuerte y clásica discusión
que hay de cómo distribuir recursos
que son siempre limitados.
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