Para
la gente ¿quién será el
próximo presidente?
Febrero de 1999
Oscar
A. Bottinelli - diálogo con
Emiliano Cotelo
OSCAR A. BOTTINELLI - Este es uno de
los distintos estudios que hacemos de las
encuestas permanentes, e incluso venimos
haciendo esta pregunta -aunque parezca un
poco fuera de lugar- desde el año
1996 y no sólo cuando estamos
aproximándonos a una
definición electoral. Y ello porque
quién cree la gente que va a ganar
tiene mucha importancia como
percepción de un estado de
opinión pública, que no
coincide necesariamente con a quién
va a votar la gente. Entre otras cosas por
el famoso tema del voto útil. Es un
tema que da para análisis y que
otras veces lo hemos tocado aquí,
hemos discutido qué es "voto
útil". Por lo pronto, en este
país, antes del año 1962 o
del 66 con el Frente Amplio, nadie hubiera
votado por los partidos menores
-Unión Cívica, Partido
Socialista, Partido Comunista- cuando no
tenían ninguna posibilidad de ganar
nada: la gente lo que quería era
tener una representación en el
Parlamento y en la lucha política
de determinadas ideas o concepciones,
apostando quizá
históricamente a cambios. Lo mismo
con el voto a candidatos que era notorio
para la gente que no
ganarían.
Es decir que no siempre se vota "a
ganador". Es algo que tenemos que tener
claro. Hay quien vota a ganador, hay quien
no tiene muy claro cuánto le
importa eso, y hay gente que vota
independientemente del resultado
electoral. Esto es lo que permite hacer
esta pregunta, porque no necesariamente
coincide creer que una persona gane con
votarla. Y lo que se preguntó a la
gente fue: "Independientemente del partido
al que usted piense votar, y sin tomar en
cuenta sus preferencias personales,
¿quién cree usted que va a ser
el próximo Presidente de la
República?. Por ahora los
candidatos son estos: Astori, Batlle,
Bouza, Hierro, García, Lacalle,
Michelini, Ramírez, Ramos,
Vailliant, Váquez y
Volonté". No están incluidos
ni los dos precandidatos de la
Unión Cívica ni el candidato
del Partido de la Buena Voluntad, que son
los que formalmente cierran la canasta,
aunque sí incluimos a todos los
candidatos de los cuatro partidos con
representación parlamentaria.
Hacemos hincapié en que a la gente
se le pide que trate de independizar su
respuesta no sólo del partido y el
candidato que vota, sino de sus
preferencias personales. Es decir: "No me
importa que a usted le guste Fulano o
Mengano. ¿Quién cree que
gana?". Porque muchas veces la gente
piensa que un campeonato de fútbol
lo gana tal cuadro o tal otro,
independientemente de que a uno le pueda
dar mucha rabia. Es más lo que
podamos llamar percepción popular o
pronóstico popular del
resultado.
Entonces, vamos a comparar en primer
lugar el porcentaje sobre el total del
electorado que vota a cada candidato, y el
porcentaje de los que creen que gana ese
candidato. Para no hacer una lista tan
larga vamos a presentar a los candidatos
que recogen mayor intención de voto
(los datos completos están en la
página Internet).
EC - Vamos a los números. A
Jorge Batlle lo vota 10,8% del electorado,
pero cree que gana el 8,2%. A Hierro
López lo vota 15,3%, pero cree que
gana el 19,7%. A Lacalle lo vota el 10,2%,
pero cree que gana el 15,4%. A
Ramírez lo vota el 10%, pero cree
que gana el 6,4%. A Volonté lo vota
el 3,8%, pero cree que gana el 1,9%. A
Astori lo vota el 4,6%, pero el 1,8% cree
que gana. A Tabaré Vázquez
lo vota el 24%, pero cree que gana el
14,8%. A Michelini lo vota el 6,5% pero
cree que gana el 1,3%. Y finalmente
están los indefinidos.
OAB - El 9,6% son los indefinidos en
cuanto a voto, y el 27,9% no arriesgan
pronóstico sobre quién puede
ser el próximo Presidente. Estos
últimos son casi tres veces
más que los que no tienen
opción de voto.
EC - ¿Podemos ver la tabla un
poco más despejada?
OAB - Sí. En primer lugar,
con respecto a dos candidatos, con
absoluta nitidez, hay mucha más
gente que cree que ganan que las personas
que lo votan. En otras palabras, no
sólo todos quienes los votan creen
que ganan, sino que hay un plus de gente
que no los votan (quizá no tengan
preferencias personales) pero cree que van
a ganar. Son Hierro López y
Lacalle. En el momento de este estudio, en
febrero, Lacalle tiene poco más del
10% de todo el electorado, pero el 15% de
todo el electorado piensa que va a ganar.
Los que creen que gana Lacalle son una vez
y media más que los que lo votan;
hay un 5% del electorado de todo el
país que no lo vota, pero cree que
va a ganar. En el caso de Hierro
López, hoy tiene el 15,3% de las
adhesiones pero hay un 19,7% que cree que
va a ganar; son un tercio más los
que creen que gana que quienes lo votan:
exactamente el 4,4% del electorado, cerca
de 90 mil personas, no votan a Hierro,
quizá no tengan preferencia por
él, pero piensan que va a ganar.
Son los únicos dos casos en que se
da esta percepción.
Entre los candidatos de más
alta votación en que se da poca
pérdida en términos
proporcionales, está Batlle, cuyos
votantes creen que ganará en una
proporción de 4 sobre 5. Entre los
votantes de Ramírez, la
proporción de quienes creen que
ganará es de 2 de cada 3 de sus
votantes.
Hay otras situaciones en las cuales
los porcentajes de adhesión no
permiten hacer buenas desagregaciones: en
los casos de Bouza, García,
Vailliant, son muchos menos los que creen
que ganan que quienes los votan
(recordemos que los niveles de
votación están en cifras muy
bajas desde el punto de vista
estadístico para poder hacer
estudios profundos). Y en el caso de Ramos
es interesante que en el momento del
estudio está recogiendo 1,6%
(después subió un poco) pero
son 1,8% del electorado los que creen que
gana. En una dimensión diferente,
Ramos también recoge una
percepción de que tiene
posibilidades de triunfo mayores que el
electorado que se vuelca hacia
él.
En síntesis, Hierro y Lacalle
son los dos precandidatos que han logrado
en la opinión pública una
percepción de éxito
(más allá de abril y de
octubre, porque la pregunta es
quién será el próximo
Presidente, lo que implica quién va
a ganar las tres instancias).
Finalmente, Vázquez es sin
duda quien tiene individualmente
más votos entre todos los
precandidatos: prácticamente la
cuarta parte del país, el 24%, lo
vota a él (a Vázquez, no al
Encuentro Progresista - Frente Amplio).
Pero de cada 5 votos a Vázquez, 3
creen que gana. Tiene un 24% de votos, y
un 14,8% de convicción en el
éxito final.
EC - Eso en cuanto a la
situación actual. ¿Cómo
ha venido evolucionando esta
encuesta?
OAB - El estudio anterior lo hicimos
en noviembre. Fue un estudio que se
difundió En Perspectiva en el
espacio La Opinión Pública
el 1º de diciembre, y vemos en primer
lugar un cambio nítido de panorama
en el caso de Luis Hierro López. Se
puede decir, es verdad, que en noviembre
era un candidato "fresquito":
recién a fines de setiembre se
había definido la llamada interna
del Foro Batllista y se había
elegido a su precandidato, de modo que en
noviembre se estaba en proceso de
consolidar la candidatura. En ese momento,
el 9,7% del país lo veía
como próximo Presidente, y hoy lo
ve el 19,7%: logró más que
duplicar las expectativas de
percepción de resultado (no estamos
hablando de votos).
En segundo lugar, en cuanto a Batlle
-su contendor en el Partido Colorado- es
interesante que el porcentaje de quienes
creen que será el próximo
Presidente es el mismo que en noviembre,
cuando su candidatura estaba consolidada
(venía desde el día
siguiente de la elección de 1994:
nadie tenía dudas de que fuera a
existir). No creció como Hierro,
pero Hierro tenía necesariamente
que crecer porque recién
emergía, pero no decayó. Es
decir que sigue existiendo la misma
percepción de fortaleza de Batlle
por parte de la opinión
pública.
En relación a Lacalle, en
noviembre quienes creían que
será el próximo Presidente
eran el 14,7%, y en ahora en febrero son
el 15,4%: creció 0,7%.
Su rival más directo,
Ramírez, tenía 5,4% y ahora
tiene 6,4%. Es decir que, aunque siguen
siendo menos los que creen que gana
Ramírez que los que lo votan, igual
que pasaba en noviembre, aumenta
también la percepción de la
gente sobre su posibilidad de triunfo.
Como veíamos recién respecto
a Lacalle, esto ocurre con los dos
principales candidatos del Partido
Nacional. Y también pasó con
Ramos, que de 1 pasó a
1,8%.
La mayor caída se da en los
partidos tradicionales con Volonté
en el Partido Nacional (del 5,1%
pasó 1,9%).
En el Encuentro Progresista,
creció la percepción
favorable a Astori: de 1,3% pasó a
1,8%, y bajó la percepción
de que Vázquez puede ser el
próximo Presidente: en noviembre
era el 18%, y en febrero es el 14,8%
(bajó un 3,4% del electorado, lo
que implica que unas 70.000 personas
creían en noviembre que
Vázquez sería el
próximo Presidente y hoy ya no
creen así). Es probable que esto se
asocie con que Vázquez
también registraba una mayor
intención de voto en noviembre que
la que registró en febrero.
En cuanto a la gente que no arriesga
pronósticos, en noviembre era el
33,5% y ahora es el 28%. A medida que se
acerca la primera de las tres instancias
electorales, la gente tiende a arriesgar
un pronóstico en mayor
proporción.
En resumen entonces, Hierro y
Lacalle son los dos candidatos que generan
una mayor expectativa respecto a los votos
que efectivamente captarían hoy, es
decir que hay una percepción
más allá de la
adhesión a su candidatura de que
pueden ser el próximo Presidente.
Esa visión creció
sustancialmente en el caso de Hierro en
relación a noviembre, mientras
Batlle mantiene aquella percepción:
no ha crecido pero tampoco ha
caído. Y en el Partido Nacional,
tanto Lacalle como Ramírez han ido
incrementando la percepción de que
cualquiera de los dos puede ser el
próximo Presidente (aunque es mucha
más la gente que cree que lo
será Lacalle que la que piensa que
lo será Ramírez).
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