09 Oct. 2021

El FA, la coalición y el movimiento

Oscar A. Bottinelli

El Observador

Se plantea una vez más el dilema sobre la naturaleza política del Frente Amplio, que es muy clara y nítida para los especialistas en sistemas de partidos (es un partido de tipo complejo) y muy confusa o contradictoria para la dirigencia de la propia fuerza política […] Porque el funcionamiento, la conducción y la toma de decisiones no es lo mismo en una coalición que en una alianza, o en un partido de tipo simple, o en un partido de tipo complejo. Y más complicado todo si a ello se agrega que además tiene la calidad de movimiento

Dudas sobre su naturaleza política pueden complicar su conducción

En el fin de semana del 2 y 3 de octubre se desarrolló el VII Congreso del Frente Amplio1. En ese marco, una de las dos personalidades que encabezan la conducción del Frente Amplio expuso: ““Me molesta mucho que el FA sea comparado con otras coaliciones”. Para luego agregar: "Hace 50 años el Frente Amplio nacía con dos señas de identidad que lo hacen único en el mundo: su condición de coalición y movimiento, y la unidad". Y más adelante añadir, en forma algo contradictoria: “El FA nunca fue coalición, ni siquiera cuando nació. Los comités de apoyo otorgaron desde entonces la cohesión que una coalición jamás podría tener por sí misma".

Se plantea una vez más el dilema sobre la naturaleza política del Frente Amplio1, que es muy clara y nítida para los especialistas en sistemas de partidos (es un partido de tipo complejo y nunca fue una coalición, sino al inicio, un alianza) y muy confusa o contradictoria para la dirigencia de la propia fuerza política. Al respecto, cabe señalar cuatro detalles significativos:

Uno. Durante la campaña electoral de 2019, ante las dudas sembradas por sus adversarios en cuanto a la capacidad del Frente Amplio de gobernar en coalición, el precedente presidente de la fuerza política respondió sobre las virtudes coalicionistas de la misma, al destacar medio siglo de eficiente funcionamiento como coalición.

Dos. Días atrás, en un evento académico, este analista generó incomodidad a importantes figuras históricas frenteamplistas al señalar la calidad de partido del Frente Amplio y su no condición de coalición. Incomodidad demostrada en la réplica recibida de que el Frente Amplio es una coalición de partidos y cuasi partidos.

Tres. Rara vez los dirigentes frenteamplistas hablan de “su partido”, sino de “su fuerza política” o “su coalición”.

Cuatro. Los estatutos del Frente Amplio (artículo primero) lo definen como “una organización con el carácter de coalición-movimiento”

De lo anterior surge con nitidez el empeño de buena parte de la dirigencia frenteamplista por resaltar la calidad de coalición. Pero ahora existe otro conjunto político con características de coalición, como lo es el bloque gobernante, conocido como “Coalición Multicolor”. Entonces, en cuanto a naturaleza política, a la dirigencia frenteamplista se le plantea el drama de querer ser una coalición como sus adversarios y no querer ser comparados; en otras palabras, el drama de querer ser y no querer serlo.

Ocurre que cuando a los ciudadanos uruguayos se les pregunta cuál es el partido político más votado en el país, la respuesta no tiene excepciones: el partido más votado en el Uruguay es el Frente Amplio. Si en cambio los uruguayos viesen al Frente Amplio como una coalición, la respuesta tampoco dejaría dudas: el partido más votado en el Uruguay sería el Partido Nacional.

Planteado así el problema, surge una interrogante: cuáles son los componentes de esa coalición Frente Amplio. Las observación de coaliciones político electorales gobernantes en el mundo no dejan dudas de cuáles son sus componentes: todos ellos son partidos, con estructura y naturaleza de partido, y con identidad única y excluyente de partido. En tal sentido se pueden identificar con total claridad los casos de la Unidad Popular en Chile, la Union de Gauche en Francia o L’Unione en Italia.

Se supone que si el nivel de Lema se utiliza como el aglutinante de una coalición, se supone entonces que los partidos se ubican en el segundo nivel, como Sublemas. Sin embargo, en las elecciones senatoriales de 2019 el Frente Amplio compareció con seis sublemas, ninguno de los cuales identifica a ninguna de las organizaciones que pudiesen pretender la calidad de partido: Partido Comunista, Partido Demócrata Cristiano, Partido del Nuevo Espacio, Partido Obrero Revolucionario, Partido Socialista, Partido Socialista de los Trabajadores, Partido por la Victoria del Pueblo. Ninguno fue sublema y uno solo obtuvo representación senatorial en una lista pura y exclusivamente conformada o encabeza por figuras de un partido, el Partido Socialista (componente del sublema “Frente Futuro”)

Entonces, ninguno de las presentaciones electorales de los autodefinidos como partidos políticos en el Frente Amplio, corresponde al comportamiento esperable en una coalición de partidos, como las mencionadas anteriormente. En Italia, en que la ley electoral de 2005 asemejó el sistema electoral al uruguayo, cada uno de los partidos coaligados presentó su propia lista de candidatos con su propia marca electoral.

Si se analiza la bancada de senadores del FA (13 miembros) resulta que hay solo dos integrantes de los denominados partidos: uno del Partido Comunista y otro del Partido Socialista. Los otros once senadores corresponden a grupos con denominaciones diferentes a partido, como ser movimiento, fuerza, vertiente, asamblea o lista; y así lo son el Movimiento de Participación Popular (5 senadores), Fuerza Renovadora (2), Vertiente Artiguista (2), Asamblea Uruguay (1) y Lista Amplia (1).

Por otro lado, en el departamento de Montevideo el FA presentó 38 listas de candidatos a la Cámara de Representantes, lo que en apariencia supone 38 sujetos políticos. Sin embargo, la realidad es que el número de sujetos políticos es considerablemente mayor, ya que algunas de dichas listas son a su vez agrupamiento de sujetos políticos, como las listas insertas en las hojas de votación 949, 1001 o 1983738. Entonces, una vez más ¿Cuáles son los sujetos de esa coalición? ¿Se considera que ese más que medio centenar está constituido por partidos o cuasi partidos?

Ahora bien. Hasta aquí el análisis parece una exquisitez u obsesión académica de un especialista en sistemas electorales sin ninguna connotación práctica. Por supuesto que es una exquisitez u obsesión académica, pero algo más. Porque el funcionamiento, la conducción y la toma de decisiones no es lo mismo en una coalición que en una alianza, o en un partido de tipo simple, o en un partido de tipo complejo. Y más complicado todo si a ello se agrega que además tiene la calidad de movimiento.


1 Primera nota de una serie sobre “El Frente Amplio, su naturaleza política y sus dilemas de conducción”

2 Ver al respecto los artículos “El coraje de mirarse al espejo”, “El dilema de qué es un partido”, “El FA ante su naturaleza política”, “FA y organizaciones sociales”, “La falta de cúpula directriz” e “Izquierda y centros de decisión”