29 Abr. 2011

Uruguay: un país pequeño en busca de una región

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

El gobierno anterior, el de Vázquez, especialmente en su segunda mitad, apostó mucho a México, en un camino iniciado en gobiernos anteriores. Este gobierno aparenta hacer un giro significativo [...] Las relaciones con México han bajado de tono y en cambio se ha fortalecido enormemente las relaciones con Brasil. [...] Habrá que ver si esto es una etapa circunstancial o un proyecto estratégico.

FV: Como todos los viernes a las 8:30 aquí en Radiocero y Radio Monte Carlo presentamos el análisis político de Oscar Bottinelli, director general de Factum. El tema de hoy: Uruguay: un país pequeño en busca de una región

OAB: Uruguay por su tamaño y por su ubicación geográfica -en la periferia del mundo desarrollado- es un país para el cual la política exterior y la inserción internacional constituyen elementos clave en términos históricos, en términos estratégicos. En Brasil se puede vivir por años sin preocuparse qué pasa en el mundo, en Uruguay es todo lo contrario. Y un tema fundamental es lo que se llama la inserción internacional ¿Qué quiere decir?

Para ello es necesario hacer una explicación previa. El mundo camina, más o lento o más rápido, hacia la conformación de grandes bloques regionales. El primer gran bloque regional es la Unión Europea, que conformó una unión comercial, aduanera, económica y política. En cierto modo puede decirse que es un macroestado, un macro país. Los países sueltos tienen cada vez menos espacio, salvo los muy grandes y muy poderosos como Estados Unidos, China o India. Pero ya hasta la poderosa Alemania necesita ser parte de un bloque. En el otro extremo están los países chicos, como el nuestro, en que la integración a un bloque regional es esencial, a la larga es de vida o muerte.

También es necesaria partir de otro concepto. Guste o no, hay países más grandes y poderosos y otros más pequeños y más débiles. Se puede hablar de igualdad jurídica de los estados, pero no todos los estados son iguales en poderío. Y ello determina que hay países con más peso internacional y otros con menos peso internacional. Y los bloques se conforman en base a liderazgos, que pueden ser de un país o liderazgos compartidos de varios países, o liderazgos competitivos entre varios países. Todo bloque tiene su país o sus países líderes.

FV: ¿Y cuál es la región, cuál es el bloque al que debe insertarse Uruguay? ¿Cuál o cuáles son los países líderes de esa región?

OAB: Bien, cuando se habla de la necesidad de la integración regional, es necesario primero de todo definir cuál es la región de la que hablamos. Porque aunque a veces parece obvio, lo más difícil de todo es definir cuál es la región a la que pertenecemos, cuántos y cuáles son los países que la integran, cuáles son sus límites.

Veamos distintas palabras: Mercosur, Sudamérica, Suramérica, Iberoamérica, América Latina.

FV: No quieren decir lo mismo ¿no? Parecen cosas distintas.

OAB: Efectivamente son cosas parecidas, pero distintas. Mercosur es la región más chica: Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay. Sudamérica son los 10 viejos países del continente sudamericano, los 4 ya nombrados más Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Para mostrarlo en forma sencillo, los 10 países que integran la Confederación Sudamericana de Fútbol. Y el nuevo término de Suramérica agrega dos países volcados tradicionalmente al Caribe y de otro origen: Guyana, la ex Guayana Británica, y Surinam, la ex Guayana Holandesa. Parece un sutil juego de palabras, pero no lo es. Lo importante, lo que tienen en común estos tres conceptos de regiones, es que todas ellas giran en torno al liderazgo sustancial de Brasil.

FV: ¿Y qué pasa con Iberoamérica y con Latinoamérica?

OAB: Iberoamérica son todos los países americanos de habla ibérica, de lengua española o portuguesa. Son los diez países de la Sudamérica clásica, más los seis de Centroamérica, más Cuba, Dominicana y México. En total, 19 países. Y Latinoamérica es más grande, sobretodo en su formulación completa de “América Latina y el Caribe”, porque agrega una constelación de países que fueron colonias británicas y francesas, casi todas ellas islas del Mar Caribe o en el borde del Caribe. Lo importante es que Iberoamérica o Latinoamérica, cualquiera sea el concepto, a los efectos de este ángulo de análisis presenta una diferencia sustancial con Sudamérica: se termina el predominio indiscutido de Brasil y aparece otra potencia, México.

FV: ¿Y eso qué significa en términos prácticos?

OAB: Significa que tener como objetivo la integración regional sudamericana o la integración regional latinoamericana no es un tema meramente de palabras. Es una opción entre pertenecer a una región con una sola potencia y por tanto con un liderazgo individual, el de Brasil, o pertenecer a una región con dos potencias y por tanto con dos liderazgos, el de Brasil y el de México; liderazgos que pueden complementarse o que pueden competir entre sí.

Este dilema es sustancial para un país pequeño como Uruguay, porque apostar a lo uno o apostar a lo otro implica juegos diplomáticos diferentes, estrategias diferentes, apuestas con riesgos distintos. Este es un punto que el país entero debería discutir más en profundidad y no lo está haciendo. Lo debería discutir en primer lugar el sistema político, pero también el empresariado, el sindicalismo, la intelectualidad, las organizaciones sociales. De esta discusión sale dónde queremos que funcione Uruguay en el mundo, junto a quienes, liderado por quiénes y con qué nivel de autonomía.

Producido a comienzos del siglo XXI la desaparición de Argentina como potencia, el fortalecimiento de Brasil y su elevación al nivel de jugador a escala mundial, más lejanamente el también despegue de México. Se planteó entonces con toda crudeza la opción que describimos entre Sudamérica y Latinoamérica.

FV: ¿Y cómo ha jugado Uruguay en los últimos tiempos?

OAB: El gobierno anterior, el de Vázquez, especialmente en su segunda mitad, apostó mucho a México, en un camino iniciado en gobiernos anteriores. Fortaleció las relaciones uruguayo-mexicanas, concretó el Tratado de Libre Comercio entre ambos países y buscó sin ninguno tapujo el que México jugase un papel en el sur como contrapeso al de Brasil.

Se presenta a veces como una opción No es solamente una opción de etapas: me integro a una región bajo el respaldo de Brasil o me integro a una región más grande y con dos liderazgos en competencia o en complementación: Brasil o México. Esto es en realidad, desde el punto de vista geopolítico, lo que quiere decir lo uno y lo que quiere decir lo otro.

Este gobierno aparenta hacer un giro significativo. Las relaciones con México han bajado de tono y en cambio se ha fortalecido enormemente las relaciones con Brasil. Sin duda este gobierno uruguayo ha apostado todas las cartas a los boletos brasileños y, con ello, al proyecto sudamericano. Habrá que ver si esto es una etapa circunstancial o un proyecto estratégico.