20 Abr. 2012

Los conflictos de Argentina y la política exterior del Uruguay

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Argentina, o más exactamente el gobierno argentino, está atravesando una fase delicada en sus relaciones con buena parte del mundo [...] En el caso uruguayo el tema es si debe predominar la afinidad ideológica del peronismo kirchnerista con el frenteamplismo mujiquista [...] O debe predominar el mayor realismo político y analizar si a Uruguay no le convenía más, o le conviene más, alinearse del otro lado [...] Este dilema, seguir por el camino de las ideologías o ir por el camino del pragmatismo, es lo que el Uruguay tiene planteado y debe debatir y resolver ahora mismo.

OAB: Argentina, o más exactamente el gobierno argentino, está atravesando una fase delicada en sus relaciones con buena parte del mundo, Veamos los tres tipos de hechos nuevos más importantes:

Uno. Desde fines del año pasado comenzó una política de creciente traba a las importaciones. Hay cerca de 40 países que están iniciando o estudiando iniciar acciones internacionales contra Argentina, por imponer trabas al comercio en contra de los acuerdos internacionales. ¿Qué son las trabas? Que no se admite que se importen cosas del exterior sin una previa autorización del gobierno, caso por caso. Esta restricción es debido a la falta de divisas que tiene el país para afrontar sus compromisos. Uno de los países perjudicados es Uruguay.

Dos. Argentina atraviesa como país serias dificultades económicas, que obliga al gobierno a recortar subsidios a la electricidad, el gas, el transporte. Como forma de crear hechos que deriven la atención de la gente hacia otro lado, el gobierno se ha lanzado en una nueva reivindicación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. No es que Argentina no tenga razón o no tenga derecho a ese reclamo. Ese es otro tema. El hecho es que ese reclamo aparece cuando el gobierno tiene dificultades. Así ocurrió hace 30 años cuando el régimen militar, ya hacia el final y con dificultades para sostenerse, emprendió la guerra por Las Malvinas. Y ahora, no por la guerra, pero sí mediante reclamos encendidos, pone la atención de nuevo en las islas. Resultado: confrontación con el Reino Unido, con Gran Bretaña o con Inglaterra, como se dice vulgarmente.

Tres. En la época de Menem, con apoyo de los Kirchner, entonces al mando del gobierno de la provincia de Santa Cruz, se privatizaron muchísimas cosas, entre ellas, la empresa petrolera YPF, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, el equivalente de ANCAP en Argentina, con la diferencia que en Argentina hay pozos de petróleo y reservas de gas natural y aquí por ahora no. YPF fue comprada mayoritariamente por la empresa española Repsol, que tiene hoy el 51% del capital de YPF. Días pasados, el gobierno intervino la empresa, echó por la fuerza a los directivos españoles y ahora tramita en el Parlamento una ley por la cual estatiza el capital español de YPF. Resultado: confrontación con España, con la Unión Europea que ha dado su apoyo a España y ha hecho sentir su alarma, y con Estados Unidos, preocupado porque empiecen olas expropiatorias.

Es decir, por una u otra razón, por uno u otro tema, Argentina está enfrentada con toda Europa, con Estados Unidos, Canadá y México, con Perú, Chile y Colombia, con Brasil y con Uruguay, o le crea dificultades al Uruguay. Esta es la situación

FV: Pero hay otros problemas entre Argentina y Uruguay

OAB: Hay varios que vienen de atrás. Analizamos esto hace algunas semanas (en los análisis "Las diferencias en Uruguay sobre las relaciones con Argentina" y "La relación de amor y odio entre los vecinos del Río de la Plata"). Uno es que Uruguay necesita que se haga el dragado, la profundización, del canal Martín García en el Río de la Plata, que es fundamental para mantener, mejorar y ampliar la navegación por el río Uruguay, vital para el desarrollo económico del Uruguay. Otro es una larga serie de proyectos sobre el río Uruguay, como la ampliación del puerto de Nueva Palmira, o la construcción de dos puertos privados.

A eso se suma la inversa, el reclamo argentino y su acción internacional contra Uruguay, para que Uruguay le dé información sobre todos los capitales argentinos radicados en este país.

FV: ¿Y qué está haciendo el gobierno uruguayo?

OAB: Por ahora está en la línea de buscar entendimiento por las buenas, evita no confrontar y dar señales de apoyo a la Argentina. No quiere ir por el camino que han hecho otros países del reclamo ante la Organización Internacional de Comercio, ni por el reclamo en el Mercosur. El presidente a título personal ha dado su apoyo a la expropiación de YPF, lo cual ubica al país en mala sintonía con España. Ha prohibido la entrada a puertos uruguayos de barcos con banderas de las Islas Malvinas, lo que deja al país en mala situación con los británicos.

FV: ¿Tenía otro camino?

OAB: Para eso hay que diferencias primero los problemas de fondo de las formas y procedimientos. Uno puede tener razón cuando le reclama un dinero a otro, pero no tiene derecho a ir y sacárselo por la fuerza. Lo mismo pasa en el derecho internacional. Para unos está bien que los recursos energéticos estén en manos del Estado, porque sostienen que así se defiende la soberanía y los recursos; es la teoría que defiende el 80% de los uruguayos. Para otros está bien que esos recursos sean explotados por los particulares, porque sostienen que así se es más eficaz y se crea más riqueza para todos; es la opinión minoritaria en el Uruguay, pero mayoritaria en otras partes del mundo. Así planteado, en el tema de fondo, el pensamiento dominante en Uruguay es coincidente con el fondo de lo hecho por Argentina.

Pero un tema distinto es si algo que uno privatizó, o que encomendó hacer a los privados, puede un buen día decir: ahora es mío y me lo quedo, y después veré si lo indemnizo y cuánto. Hacer esto es lo que se llama no dar seguridad jurídica. En general algo que ha diferenciado mucho a Uruguay de Argentina, es la seguridad jurídica que otorga Uruguay, donde el gobierno no puede hacer lo que se le ocurra, sino actuar dentro de las leyes, con frenos del sistema judicial; seguridad jurídica que no otorga Argentina, donde en general los gobiernos encuentran muy pocos límites a su voluntad.

FV: Pero parece que la línea de Mujica es buscar siempre el mejor relacionamiento con Argentina.

OAB: En política internacional hay varios caminos. Para acortar el análisis digamos que hay dos grandes caminos. Uno es el camino de la ideología, es decir, actuar en función de las convicciones ideológicas y hacer acuerdos con gobiernos que tengan la misma ideología.

FV: ¿Ese es un camino? ¿Y el otro?

OAB: El otro el camino dprivel interés nacional, lo que fue llamado durante tres siglos la “Raison d’Etat”, es decir, la Razón de Estado; más modernamente se la llamó la Realpolitik, es decir, el realismo político. ¿Qué quiere decir? Quiere decir: primero y ante todo pienso en el interés nacional, en el interés de mi país, me junte con quien me junte, aunque esté en las antípodas ideológicas.

Un ejemplo de Realpolitik. Durante la Guerra Fría, en Estados Unidos, el partido más belicosamente anticomunista fue en general el Partido Republicano y el partido menos belicoso fue en general el Partido Demócrata. Sin embargo, tanto los gobernantes soviéticos como los gobernantes comunistas chinos, cada uno por su lado, llegó a la conclusión que a pesar de su feroz anticomunismo y su belicosidad, los republicanos eran más fríos y realistas a la hora de aplicar la política exterior, mientras que los demócratas eran más ideologizados y menos pragmáticos. Y así hicieron todo lo posible para favorecer la elección del feroz anticomunista Nixon. Y tuvieron razón ¿Por qué? Porque con Nixon lograron tanto los soviéticos como mucho más los chinos, acuerdos muy importantes.

Porque en esa época, los gobernantes tanto soviéticos como chinos practicaban también una política exterior muy realista y pragmática. El gobierno comunista chino logró nada menos que ser reconocido como el legítimo gobierno de toda China, con lo que se deslegitimó al gobierno de Taiwan, la gente de Beijing, o Pekín, se sentó en las Naciones Unidas y la silla la perdió la gente de Taipei.

FV: ¿Y en el caso uruguayo?

OAB: Del realismo político hay muchos ejemplos en todo el mundo en los últimos 400 años. En el caso uruguayo el tema es si debe predominar la afinidad ideológica del peronismo kirchnerista con el frenteamplismo mujiquista, y que no es lo mismo que afinidad o no del peronismo con el frenteamplismo, es un tipo de peronismo, el kirchnerista, con un tipo de frenteamplismo, el mujiquista. Entonces, si predomina lo ideológico, alinearse con Argentina contra España y contra Gran Bretaña. O debe predominar el mayor realismo político y analizar si a Uruguay no le convenía más, o le conviene más, alinearse del otro lado, donde están España y toda la Unión Europea, Gran Bretaña y con ella también Canadá, y Estados Unidos; y en materia de comercio ir junto a todos esos países, más Chile, Perú, Colombia, México.

Este dilema, seguir por el camino de las ideologías o ir por el camino del pragmatismo, es lo que el Uruguay tiene planteado y debe debatir y resolver ahora mismo.