Radiocero y Radio Monte Carlo
Murió Hugo Chávez, el comandante. Deja una Venezuela muy diferente a la que existía cuando él se alzó militarmente y deja también una herencia llena de incertidumbres, sobre el futuro del chavismo sin Chávez. [...] Ahora se abre el chavismo sin Chávez. Lo primero es qué pasará con las elecciones presidenciales. […] Luego vendrá el qué pasa con una Venezuela con serias dificultades económicas y emergentes problemas sociales.
OAB: Murió Hugo Chávez, el comandante. Deja una Venezuela muy diferente a la que existía cuando él se alzó militarmente y deja también una herencia llena de incertidumbres, sobre el futuro del chavismo sin Chávez.
Conviene hacer una breve descripción de la historia venezolana. A lo largo del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, con muy pocas excepciones, Venezuela fue una clásica republicana sudamericana, de caudillos poderosos y autoritarios, e inclusive en muchos casos dictatoriales. La democracia viene con la caída de Marcos Pérez Jiménez, el último dictador dictador, dictador a la antigua, la realización de un pacto entre los principales partidos con exclusión de la izquierda -conocido como Pacto de Tiro Fijo- y la elección como presidente de la República de Rómulo Betancourt, un socialdemócrata
Entre 1959 y 1992 Venezuela fue una democracia liberal casi plena, bipartidista: de un lado el socialdemócrata partido de Acción Democrática y del otro el socialcristiano partido COPEI. En esos 34 años hubo cinco presidencias socialdemócratas y dos socialcristianas.
En febrero de 1992 es cuando Chávez intenta un golpe de Estado contra el último presidente socialdemócrata, Carlos Andrés Pérez, que estaba casi al final de su segundo mandato. Lo hace a la cabeza del grupo militar denominado Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, MBR-200. Allí es derrotado y va preso por dos años.
Pero el sistema político estaba herido de muerte. Tres años ante se había producido el Caracazo, grandes manifestaciones populares de protesta ante la crisis económica. A fines de 1992 hay un segundo intento de golpe de Estado y a comienzos de 1993 se produce un golpe de Estado parlamentario, en que Carlos Andrés Pérez es destituido del cargo. A la crisis económica se sumó el desprestigio de los partidos políticos, con una imagen de corrupción y compra de votos.
Las elecciones de 1993 marcan el principio del fin de ese sistema: la socialdemócrata Acción Democrática que llegó a tener 110 diputados obtiene la mitad. El socialcristianismo se divide y el primer presidente de la República socialcristiano, Rafael Caldera, se va del partido y forma un movimiento de tintes populistas, con lo que gana las elecciones de 1994.
Cuatro años después, en otra alternativa populista diferente, llega al poder Hugo Chávez. Entonces, primera cosa: él no destruye esa democracia de partidos, sino que se había destruido antes; él no introduce el populismo, ya lo había introducido Rafael Caldera cuatro años antes.
FV: Chávez fue una figura muy polarizante ¿no?
OAB: Extremadamente polarizante. Sin duda no fue un hombre que adhiriera a los principios de la democracia liberal, fue un hombre de tintes autoritarios, aunque no cabe -al menos desde el punto de vista de la ciencia política- calificarlo de dictador. No es lo mismo autoritario que dictador, es una distinción quizás sutil, pero muy importante.
Ayudó mucho a Chávez la oposición, que erró permanentemente el camino hasta hace poco más de un año. La oposición fue por caminos antidemocráticos y produjo un golpe de Estado de éxito pírrico, que fortaleció a Chávez. También la oposición fue a la abstención electoral y dejó las instituciones en manos del chavismo. Y además estuvo profundamente dividida. Fue hacia 2011 cuando todos los opositores se juntan en Unidad Democrática y encuentran a un formidable líder, que no apoyó golpes de Estado contra Chávez, que siempre se presentó a elecciones, que fue alcalde y era (y ahora volvió a ser) gobernador del Estado de Miranda, el principal estado venezolano, que incluye más de la mitad de la población del Gran Caracas. Este líder joven, Hugo Capriles Radonski, de origen judío, de padre sefaradí y madre asquenazi, disputó con fuerza la presidencia y perdió de manera digna por 55% a 45%; y mantiene el liderazgo al ser reelegido gobernador de Miranda.
FV: ¿Y cuáles fueron los impactos de Chávez sobre Venezuela?
OAB: En gran medida de dos tipos, que constituyen sus dos caras: la que odia la oposición y la que adora la mayoría de los venezolanos. Lo que odia la oposición es la cara del hombre autoritario, insultante, perseguidor de opositores y de medios de comunicación, más allá de que el chavismo acusa a esos opositores y esos medios de conspirar contra el país y el gobierno. Lo que la población adora, lo que la mayoría que constituyen los sectores marginados, de muy bajo nivel de vida, son los planes sociales, la elevación del nivel de vida y en el último año la construcción masiva de cientos de miles de vivienda.
Lo que descubrió el líder opositor Capriles, es que la única forma de desafiar al chavismo era atacando su lado autoritario y el nivel de corrupción que considera que existe en el gobierno y el oficialismo, pero por otro lado defendiendo la obra de Chávez en el plano social. Así fue que llegó al 45% de los votos y ahora está en carrera para desafiar el heredero chavista, el presidente en funciones Nicolás Maduro.
FV: ¿Y cual fue el impacto sobre América Latina?
OAB: Se propuso ser el heredero de Fidel Castro, en clave posmoderna, del siglo XXI. Menos ideologizado, con un alto componente religioso y muchos más caudillista. Y construyó la Alianza Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América, más conocido como el ALBA, con la participación entre otros de Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
Y con un juego muy fuerte más el juego de los petrodólares, logró un fuerte apoyo de la Argentina de los Kirchner y durante un tiempo un protagonismo superior al de Lula. El fenomenal crecimiento de Brasil restableció el protagonismo de Brasil, pero se mantuvo la fuerte relación con Venezuela. En los últimos tiempos se vio además a Ecuador en una línea más independiente de Venezuela, en un rol propio.
FV: ¿Y cuál fue su juego hacia el mundo?
OAB: Hacia el mundo Chávez jugó a ser uno de los principales antagonistas de Estados Unidos, buscó un gran apoyo en el Tercer Mundo y estableció una fuerte alianza con Irán. Sin duda Venezuela ha sido el gran puente entre Irán y América Latina, y contribuyó mucho al acercamiento entre Brasil e Irán. Cabe señalar aquí que la política del canciller uruguayo está exactamente en esa sintonía.
FV: Queda por ver los impactos en relación a Uruguay
OAB: Bueno, lo que se puede observar es que cuando Frente Amplio llega al gobierno, Tabaré Vázquez apuesta muchísimo a Chávez. Al punto que apenas electo, antes de elegir al Canciller y de terminar de delinear el gabinete, había dado dos pasos inequívocos: la designación como embajador en Venezuela de un militar retirado, entonces muy amigo personal de Chávez; el segundo paso es invitarlo a la trasmisión del mando, otorgándole en esa ceremonia un rol protagónico.
Luego viene el desencanto de Vázquez con Chávez y un relativo alejamiento. Hasta que llega Mujica y vuelve a una relación muy intensa entre ambos gobiernos, y además muy afectuosa en el plano personal.
Mujica atribuye a Chávez una gran generosidad hacia Uruguay, expresada en el salvataje de la cooperativa COFAC, que pasa a ser el banco Bandes, y en la ayuda económica a diversas cooperativas de producción, como por ejemplo los casos de FUNSA y de Envidrio, la antigua Cristalerías del Uruguay.
Tanto Vázquez como Mujica, y el Frente Amplio como conjunto, llevaron en dos etapas la incorporación de Venezuela al Mercosur, en una decisión política polémica, que dividió al país, el Frente Amplio de un lado y toda la oposición del otro.
FV: ¿Conclusiones?
OAB: Ahora se abre el chavismo sin Chávez. Lo primero es qué pasará con las elecciones presidenciales. Todo indica que son favorables a la continuación del chavismo, entre otras cosas por el impacto emocional que significa la muerte de Chávez, y en que el chavismo al menos en esta etapa se ha solidificado detrás del presidente interino Nicolás Maduro. Es que las distintas corrientes han entendido que les va la vida en mantenerse unidos y compactos.
Luego vendrá el qué pasa con una Venezuela con serias dificultades económicas y emergentes problemas sociales. Y cuánto se consolidará Nicolás Maduro como líder del bolivarianismo. Un dato no menor es como sale la oposición de estas elecciones y en particular su líder renovador, Hugo Capriles, que ha demostrado ser el más lúcido de los opositores y el que ha encontrado la única estrategia válida par abrirse camino frente al chavismo.