23 Ene. 2015

La participación de la oposición en la administración autónoma

Oscar A. Bottinelli – diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Este lunes se reunieron el presidente electo de la República con los representantes de los cuatro partidos de oposición. El tema: la participación de la oposición en la administración autónoma, descentralizada y desconcentrada, o más exactamente en los entes autónomos, los servicios descentralizados, las unidades reguladoras y comisiones binacionales.

OAB: Este lunes se reunieron el presidente electo de la República con los representantes de los cuatro partidos de oposición. El tema: la participación de la oposición en la administración autónoma, descentralizada y desconcentrada, o más exactamente en los entes autónomos, los servicios descentralizados, las unidades reguladoras y comisiones binacionales.

Para empezar aclarar un disparate que anda por ahí. Se dice que para otra etapa queda la discusión de la Corte Electoral y del Tribunal de Cuentas. Estos dos organismos nada tienen que ver con la administración autónoma.

Son poderes o cuasi poderes del Estado, como el Poder Judicial. En su designación no interviene para nada el presidente de la República, sino que la designación o elección la realiza el Parlamento, la Asamblea General, que es la reunión de ambas cámaras. En lo principal requiere el voto de los dos tercios del total de componentes, lo que en la próxima Legislatura quiere decir que solo se puede designar a esos organismos con acuerdo del Frente Amplio y el Partido Nacional, u otra posibilidad es un acuerdo del Frente Amplio con el Partido Colorado y el Partido Independiente. Lo más probable es que se busque un acuerdo de todos los partidos, o al menos de esos cuatro.

La negociación se hace siempre en el Parlamento. Esto no quiere decir que Tabaré Vázquez no opine o quede al margen, sino que si él participa, lo hace como referente o líder del Frente Amplio, pero no como presidente de la República. Esta es una aclaración necesaria. El tema de la Corte Electoral y del Tribunal de Cuentas no tiene nada que ver con las conversaciones sobre participación de la oposición en la administración autónoma. Es un tema completamente diferente.

FV: ¿Y qué se puede decir de la administración autónoma propiamente dicha?

OAB: Primero lo jurídico, lo formal. Los entes autónomos, los servicios descentralizados y algunos otros organismos los designa el Poder Ejecutivo previa venia de la Cámara de Senadores. Primero, no los nombra el presidente de la República sino el Poder Ejecutivo ¿Qué quiere decir? Que los nombra el presidente en acuerdo con el Consejo de Ministros o con el ministro del ramo correspondiente al respectivo organismo autónomo.

Segundo, requiere venia del Senado por 18 votos. Es decir, no les bastan los votos al Frente Amplio. Pero la Constitución establece una escapatoria: si una vez efectuado el pedido de venia no hay 18 votos, a los dos meses, a los 60 días, bastan 16 votos. En otras palabras, con un poco de paciencia, el oficialismo por sí solo puede nombrar los entes.

FV: ¿Y cuál es la historia?

OAB: Hay un largo análisis para hacer en otra oportunidad sobre la figura de la coparticipación en la historia del Uruguay, tema que arranca en el último tercio del siglo XIX, es decir, que tiene ya casi siglo y medio. Y la palabra coparticipación quiere decir muchas cosas diferentes.

También es para otro análisis la historia completa de la participación de los partidos en la administración autónoma, que comienza en los años treinta del siglo pasado.

También se le llama coparticipación a esto úiltimo, la participación de la oposición en la administración autónoma. Y esto requiere una aclaración previa: que haya más de un partido en los entes no necesariamente quiere decir que hay coparticipación gobiernjo-oposición. Lo hay si esos dos partidos uno está en el gobierno y otro en la oposición. Pero si esos dos partidos están en el gobierno o en el cogobierno, y no hay ningún tercer partido en los entes, entonces no hay coparticipación. Hay una participación solo del oficialismo.

A partir de esta aclaración se puede entender la historia reciente, la que arranca con la restauración democrática.

FV: ¿Y cómo es esta historia?

OAB: Hemos tenido seis gobiernos y seis Legislaturas. Los seis gobiernos fueron presididos sucesivamente por Sanguinetti, Lacalle, Sanguinetti por segunda vez, Batlle Ibáñez, Vázquez y Mujica. Desde el punto de vista de la figura presidencial, hubo tres gobiernos de presidencia colorada, dos de presidencia frenteamplista y uno de presidencia blanca.

Sin embargo, desde el punto de vista de la composición del gobierno hay tres tipos de gobierno: Uno. Gobierno de partido, donde el partido mayoritario gobierna por sí solo con mayoría parlamentaria propia, que es el caso de los dos gobiernos frenteamplistas, presididos por Vázquez y por Mujica.

Dos. Gobierno de coalición o entendimiento, donde el partido que tiene la Presidencia de la República gobierna en coalición o acuerdo con el otro partido. En ambos casos fueron coaliciones o acuerdos de los dos partidos tradicionales, y con formato diferente se dieron en los presididos por Lacalle, el segundo de Sanguinetti y el de Batlle Ibáñez

Tres. Gobierno de un partido, con colaboración de un segundo partido y relativo entendimiento con el resto del sistema político, que es el caso del primer gobierno de Sanguinebtti, en la peculiar situación política del país a la salida de la dictadura.

FV: ¿Y entonces qué pasó con los entes autónomos?

OAB: Pasó que en la primera administración Sanguinetti, sin duda por esa peculiar situación, todos los partidos participaron en los entes autónomos: el partido del presidente, el Colorado; los dos partidos con presencia de ministros, como el Nacional y la Unión Cívica, y el partido que podría considerarse de oposición, el Frente Amplio. Allí entonces estuvo representada la oposición. En el gobierno de Mujica en los entes estuvieron -todavía están- los tres partidos de oposición: Nacional, Colorado e Independiente.

En los gobiernos de Lacalle, segundo de Sanguinetti y de Batlle Ibáñez, solo hubo representación en los entes autónomos de los partidos que estuvieron sentados en el gabinete, es decir, solo hubo presencia del oficialismo. En esos tres gobiernos, ese oficialismo estuvo constituido en todo o en parte, o al menos totalmente en sus respectivos comienzos, por los dos partidos tradicionales. Y en ninguno de los tres gobiernos hubo presencia de la oposición: ni del Frente Amplio ni del Nuevo Espacio. Entonces, como resumen, solo hubo participación de la oposición en la administración autónoma en dos gobiernos: el primero de Sanguinetti y en el de Mujica.

En los otros cuatro gobiernos, de los tres partidos, la oposición quedó afuera.

FV: ¿Y si la oposición quedó siempre afuera, salvo ahora con Mujica y hace 30 años con Sanguinetti, por qué esta negociación?

OAB: Antes que nada hay que decir que el Frente Amplio siempre protestó por quedar afuera de los entes. Entonces, la actitud de Mujica de inclusión fue acorde con la historia del Frente Amplio. A la inversa, la actitud de Vázquez de exclusión de la oposición estuvo a contrapelo del histórico reclamo del Frente Amplio. Desde ese punto de vista, esta actitud de Vázquez de llamar a la oposición estaría más de acuerdo con la tradición frenteamplista.

Pero a diferencia de Mujica, la participación que ofrece Vázquez es restringida: en cantidad de cargos (nunca más de uno por organismo) y en cantidad de organismos. Lo más claro es que no quiere control opositor en la enseñanza, la salud y la seguridad social. Ahí el gobierno quiere dejar el manejo exclusivamente en manos de la izquierda, de la izquierda política y de la izquierda social, es decir, los sindicatos.

En cuanto a la oposición, en realidad su conducta como gobierno no le avala el derecho a reclamar participación en la administración autónoma. Sí les avale el hecho que Mujica les abrió el camino y pareció a todos que eso implicaba un camino nuevo y sostenible en el Uruguay.

Queda para otro análisis el ver las diferentes visiones que hay en los gobiernos sobre el papel de la oposición en los entes, debate que ya hubo en el primer gobierno de Sanguinetti.