Radiocero y Radio Monte Carlo
El viernes pasado analizamos las diferencias de estilo entre el presidente saliente y el presidente entrante. Dijimos además que “cada vez que hay un cambio de mando hay cambios significativos, de estilo y de contenidos, aunque el cambio se produzca dentro del mismo partido”. Las diferencias de estilo son muy perceptibles, pero hay además similitudes y diferencias en cuanto a conducción política y en cuanto a posicionamiento político o de valores.
OAB: El viernes pasado analizamos las diferencias de estilo entre el presidente saliente y el presidente entrante. Dijimos además que “cada vez que hay un cambio de mando hay cambios significativos, de estilo y de contenidos, aunque el cambio se produzca dentro del mismo partido”.
Las diferencias de estilo son muy perceptibles (ver http://factum.uy/analisis/2015/ana150220.php). Pero hay además similitudes y diferencias en cuanto a conducción política y en cuanto a posicionamiento político o de valores.
CD: ¿Por dónde empezamos? ¿Por la conducción política?
OAB: En materia de conducción política hay que tener en cuenta que ninguno de los dos es verdaderamente un estratega, es decir, el tipo de líder o conductor que señala cuál es el objetivo y hacia dónde hay que llegar. Mujica pertenece a la categoría de líderes proféticos: el que muestra cuál es la utopía que debe alcanzarse, cuál es la maqueta de ese mundo ideal. Y en lo político, no en lo gubernativo, es un conductor táctico, el que marca en cada etapa por dónde ir y cómo hacerlo hasta llegar a la posta siguiente. Vázquez se asemeja a un conductor profético, pero no esboza una utopía ni una maqueta de mundo ideal, sino que expresa sensibilidades, aspiraciones, sueños. Y no es un conductor táctico en tanto no conduce a un partido ni a su gobierno en el marcar en cada etapa por dónde ir y cómo hacerlo hasta llegar a la posta siguiente. Es un táctico en su manejo personal hacia el poder y en el poder. Estas son las formas de conducción política de estos dos presidentes, sus parecidos y sus grandes diferencias.
CD: Tu dijiste que hay otro campo de coincidencias y discrepancias que es el del pensamiento político y el de los valores.
OAB: Esto es extremadamente importante, porque es el que permite avizorar las continuidades y las posibilidades de disrupción en el cambio de gobierno. Conviene hablar primero de valores.
El presidente Mujica es un hombre contradictorio que tiene una veta de moral conservadora y otra de moral liberal o libertaria. Su veta de moral conservadora es especialmente en el papel de la mujer, cuando se le escapa la visión de que si el hombre le paga a su mujer, es porque ésta le clava los cuernos; o cuando habla de que la mujer “tiene que salir a trabajar”, visto que la mujer trabaje, como algo obligado e indeseado.
Por otro lado, expresa una moral liberal o libertaria cuando apoya la despenalización del aborto o el matrimonio homosexual y particularmente cuando impulsa personalmente la legalización de la venta de la marihuana.
Y hay momentos en que expresa vacilaciones o contradicciones, como ocurre con el tema del valor del trabajo y de la educación. Por un lado dice que los muchachos deben estudiar, y por otro lado exalta la gran cantidad de diputados que han sido elegidos sin completar estudios universitarios. O cuando dice que a los uruguayos no les gusta trabajar.
CD: ¿Y Tabaré Vázquez?
OAB: En el plano de los valores Vázquez aparece como un hombre también con contradicciones, pero con una fuerte énfasis en valores conservadores, de valores ligados a la moral tradicional y religiosa. Al respecto corresponde mencionar su oposición frontal a la despenalización del aborto, el exhibir una concepción muy tradicional del matrimonio y del rol de la mujer en el matrimonio, las constantes citas de la Biblia, el impulsar que fondos del Estado se canalicen a instituciones educativas privadas, su mala cara a la legalización de la venta de marihuana. Sin embargo, por otro lado apoyó con claridad el matrimonio homosexual.
Vázquez presenta dos dudas importantes en cuanto a la continuidad de políticas impulsadas por Mujica. Uno en lo que tiene que ver con la legalización de la venta de Marihuana. El gobierno tiene un rol fundamental en impulsar o frenar su desarrollo, sin desconocer la ley o al menos la letra de la ley. Y muchos defensores de esta política sobre el cannabis, sobre la marihuana, temen que Vázquez imponga de manera silenciosa un cierto freno a su aplicación. El segundo tema tiene que ver con el aborto. Es también fundamental el rol del gobierno, del Poder Ejecutivo, del Ministerio de Salud Pública en la aplicación de la ley. El actual Ministerio jugó en la línea fuerte de vencer todos los obstáculos e incluso boicots para que la ley se aplicase. Otro Ministerio puede apoyarse en diversos condicionantes que pone la misma ley, para debilitar su aplicación y hasta casi anularla.
Este es uno de los temas en que pueden haber cambios silenciosos pero a la larga fundamentales, entre una Presidencia y otra.
CD: ¿Tú hablaste también de continuidades?
OAB: Sí, hay muchas continuidades. Puede haber sin duda énfasis o velocidades diferentes, no sustanciales, y también matices.
Lo más significativo es la continuidad total en materia de política económica, ya que es el mismo equipo que ha atravesado los dos gobiernos frenteamplistas. Las diferencias de Mujica han sido de palabra pero no de hecho. Por ejemplo le hubiera gustado una línea distinta para el Banco República, pero bajo su gobierno no la impulsó.
En materia educativa es más lo que está por hacerse que lo hecho. Así que es un libro abierto. En materia de seguridad pública todo indica que la línea impulsada por Bonomi va a tener continuidad plena y total apoyo del nuevo presidente.
Y quizás la continuidad más grande desde el punto de vista social y político es el mantenimiento y profundización de los planes sociales, que han dado extraordinario resultado en casi eliminar la indigencia y abatir sustancialmente la pobreza. Y que por otro lado resultó de muy alto rédito electoral para el Frente Amplio
Finalmente, una línea de cambio sin duda lo es la política exterior, aunque en las últimas semanas o meses se ha producido un significativo viraje del actual gobierno y del actual canciller, marcado en el fuerte distanciamiento con Irán y el acercamiento a Israel, y también un matiz de distancia con el gobierno de Venezuela.
CD: ¿Algún comentario más?
OAB: Se cierra una etapa y se abre otra, dentro del ciclo frenteamplista. Es la primera vez desde 1955 en que un mismo partido político retiene la titularidad del Poder Ejecutivo por al menos tres veces consecutivas.
Uruguay cuenta con un Estado moderno, con una democracia plena o semiplena, con elecciones plenamente competitivas y en libertad, con voto secreto, en un Estado moderno desde hace un siglo. Se puede contar el comienzo de este periodo o desde las elecciones para la IIa. Convención Nacional Constituyente en julio de 1916 o desde las primeras elecciones ya con la segunda Constitución, en 1918.
En este siglo el gobierno tuvo como titular o a un presidente de la República, o a un Consejo Nacional o las dos cosas a la vez. La titularidad de esa Presidencia de la República o la mayoría de esos consejos nacionales, los tuvo de manera consecutiva el Partido Colorado desde marzo de 1919 hasta marzo de 1959, cuarenta años de corrido y si se cuenta desde la elección previa de 1914, con cuarenta y cuatro años seguidos. El Frente Amplio cuenta ahora asegurados -salvo tsunamis que no hay a la vista- con quince años consecutivos. El Partido Nacional contó en estos casi 100 años con diez años consecutivos y con quince en total.
El pueblo elige presidente en forma directa desde 1919. Desde entonces, elegido directamente por el pueblo, Tabaré Vázquez es el segundo en ser reelegido, después de Julio Ma. Sanguinetti, electo en 1984 y 1994. Este domingo es pues, por todos esos datos, un acontecimiento histórico y además la apertura de un conjunto de incógnitas.