25 Oct. 2015

Integridad territorial y autodeterminación

Oscar A. Bottinelli

El Observador

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas acaba de adoptar una importante declaración en que reafirma el derecho de todos los Estados a su integridad territorial y el derecho de todos los pueblos a su autodeterminación. La trascendencia de la declaración es necesario desmenuzarla a la luz de la posibilidad de conflicto entre ambos principios.

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas acaba de adoptar una importante declaración en que reafirma el derecho de todos los Estados a su integridad territorial y el derecho de todos los pueblos a su autodeterminación. La trascendencia de la declaración es necesario desmenuzarla a la luz de la posibilidad de conflicto entre ambos principios1.

La integridad territorial es el principio según el cual todo estado tiene derecho a la preservación de la totalidad de su territorio, a estar libre de injerencia de otros estados o conjuntos de estados; que nadie tiene el derecho a desgajar partes de ese territorio. Como diferente pero concatenado aparecen las reclamaciones de derechos sobre territorios sobre los cuales un Estado reclama soberanía pero no la ejerce efectivamente, generalmente por estar ocupado por otro estado o porque otro estado lo considera parte suyo.

La autodeterminación de los pueblos es el principio que consagra el derecho de los pueblos, de las sociedades, de los conjuntos humanos, a determinar su propio destino por sí mismos, a su libre y entero albedrío. Determinar su destino implica la posibilidad de decidir su constitución como estado, proclamar su independencia, asociarse a otro estado, anexarse con otro estado, determinar su organización política, civil, social y económica, así como su normatividad penal.

El enunciado de los dos principios es absolutamente trasparente e inequívoco. La integridad territorial puede ser afectada por otro Estado que pretenda ocupar parte o todo el territorio de otro, o desgajarlo, o anexarlo; y nada más nítido cuando esa anexión u ocupación es contra la voluntad de los habitantes del territorio anexado u ocupado. La autodeterminación de los pueblos se afecta cuando dentro de un Estado o territorio se impide a ese pueblo determinar su destino; lo más frecuente, mediante el ejercicio del poder por la mera fuerza, es decir, en regímenes de tipo autoritario. En ninguno de estos casos hay contradicción entre uno y otro principio.

Por otro lado, el tema de la autodeterminación es harto complejo, no solo en su aplicación práctica, sino aún en el plano teórico. Porque el problema de base es determinar cuál es el sujeto colectivo con derecho a determinarse a sí mismo. Para no ir muy lejos: los que tienen derecho a determinar colectivamente su destino ¿son todos los españoles? ¿ o son los catalanes? ¿o los habitantes de la provincia de Barcelona? ¿o los de la ciudad de Barcelona? ¿o los de un barrio de la ciudad en particular? Además, la población con derecho a autodeterminarse ¿es la que reside hoy o necesita una antigüedad determinada? Entonces ¿desde cuándo? ¿cuantos años, décadas o siglos se requieren para calificar que esa población es la dueña de los derechos sobre es territorio?

La integridad territorial por su parte requiere que el área que cubre ese territorio y los límites consiguientes, el perímetro que determina el territorio, estén fuera de toda controversia y haya sido aceptado por todos en forma clara, inequívoca y sin reservas de especie alguna.

Además de los problemas teóricos y prácticos que emanan de las preguntas antedichas, el pequeño problema que deja sin abordar la declaración del máximo organismo internacional es que una parte sustancial de los conflictos en el mundo se deben a la confrontación de los dos principios. Cuando por un lado hay una afectación de la integridad territorial de un Estado y esa afectación ocurre en función de que la población actualmente habitante se autodetermina por la separación o independencia respeto al Estado cuya integridad territorial se pretende. Vale decir, si prevalece la integridad territorial no rige la autodeterminación y si prevalece la autodeterminación se afecta la integridad territorial.

Hoy en el mundo hay conflictos muy importantes que ponen a ambos principios en contradicción. Sin duda lo que más golpea en este momento al mundo de origen hispánico es la posible independencia unilateral de Cataluña, que deja a las puertas la independencia del País Vasco y de Navarra, todos ellos con afectación de la integridad territorial de España. Por razones geográficas, históricas o de raíces de la uruguayidad, también golpean aquí las controversias sobre las Islas Malvinas (con afectación de los reclamos de soberanía de Argentina) o sobre el territorio del Alto Karabaj (también conocido como Nagorno Karabaj o Artsaj, autodeterminado como república por la población armenia del territorio, en afectación de la integridad territorial de Azerbaiyán). A la lista hay que agregar las afectaciones de las integridades territoriales de Serbia (por la independencia de Kosovo -declarada por los albano kosovares- que previamente fuese provincia autónoma de Serbia), Chipre (cuya población de origen turco constituyól a República del Norte de Chipre), Osetia del Sur y Abjasia (como desgajamientos de Georgia), Pridnestovia (también llamada Transnistria o Transdniester, en afectación de Moldavia), la República Árabe Saharauí ?Democrática ?(que reclama territorio cuya soberanía ejerce o reclama Marruecos) y Taiwan (república asentada en un territorio considerado propio por la República Popular China). A lo que hay que agregar amenazas que sufren Eslovaquia, Rumania o la propia Rusia (con Chechenia en primer lugar). Y la lista no se agota. Ni tampoco se toman en cuenta casos más complejos aún como los de Palestina o Siria

La declaración de la Asamblea General va por el camino del logro de los consensos manuscritos, esos acuerdos sobre un texto cuya redacción es lo suficientemente ambigua para permitir a cada uno seguir sosteniendo lo que sostenía hasta ese momento y mantener vivas las contradicciones y los fundamentos de los conflictos.


1 Ver como antecedentes: “La autodeterminación de los pueblos”, “La integridad territorial” y Uruguay, soberanía y territorio. Y ver el libro “La comarca, el vecindario y el mundo” (2015), de Oscar A. Bottinelli, editado por el Centro de Investigaciones Sociales y Políticas.