24 Jul. 2019

Posicionamientos programáticos de los principales partidos

Oscar A. Bottinelli. Diálogo con Luis Custodio

Radio Uruguay - Puntos de Vista

¿Cuáles son los posicionamientos programáticos de los principales partidos? ¿Qué hay definido a la interna de cada colectividad y qué líneas de contacto hay entre las distintas fuerzas políticas?

L.C.: Hablemos de los posicionamientos programáticos de los principales partidos.

O.B.: Lo correcto sería hablar de posicionamientos ideológicos, pero hace un tiempo que la palabra “ideológico” molesta a mucha gente. Hay quienes dicen incluso que la ideología no existe. Es como decir que desaparecieron los valores en la humanidad. Es lo mismo cualquier cosa. Ya decir eso es un valor, una ideología.

¿Por qué programáticos? En Uruguay se confunde muchas veces programa con plan de gobierno. El programa es, por ejemplo, considerar que el Estado maneje toda la economía, produzca todo. O que sea el más absoluto libre mercado y no haya reglas. De un extremo al otro puede haber un Estado dirigista, un Estado planificador, libre mercado pero sujeto a reglas. Eso es programa, no si soy partidario de autorizar una planta de celulosa o una zona franca. Eso son planes de gobierno. Programa es si uno quiere que un Estado sea oficialmente de una religión, como lo fue Argentina hasta hace un cuarto de siglo, o lo es Irán, o un Estado que, sin pertenecer a una religión, esa religión influye y los gobernantes se refieren permanentemente a ella, o un Estado donde la religión no existe, y es una cosa del ámbito privado, como el caso de Uruguay.

Yendo a programas, veamos los cuatro principales partidos y, por ahora, los principales candidatos. Digo por ahora porque los partidos recién están en proceso de elaborar programas partidarios, con la excepción del Frente Amplio. Vamos a hablar de los cuatro partidos, que aparecen en los cuatro primeros lugares en las encuestas del segundo trimestre del año, y en el orden que están.

L.C.: Vayamos por el Frente Amplio.

O.B.: El Frente Amplio es el único que tiene un programa oficial del partido, y es una mezcla de programa y planes de gobierno. Tiene muchos planes de gobierno, pero tiene mucho programa, que fue largamente debatido y aprobado en un congreso. Ahora, para sorpresa, durante la campaña preelectoral hacia el 30 de junio, vimos a los candidatos decir “yo creo que, yo pienso que, habría que hacer”. Resulta que muchas de las cosas no estaban en ese programa, y otras eran variaciones del programa. En este momento se está viendo cómo se va a ajustar eso, cuando uno ve que el candidato y la candidata a vicepresidente hablan ya con ideas que pueden ser no exactamente las del programa del FA. Dejan dudas. Sin embargo, en lo que no hay disidencias entre los candidatos es en el aspecto más de fondo, ideológico, donde hay una duda en cuanto a cuánto dirigismo y cuánto apoyo a grandes inversiones; ahí puede haber algún tipo de contradicciones. Pero sí está claro que plantea un Estado relativamente fuerte en la planificación económica. La Ley de uso del territorio es claramente una ley planificadora, donde no se puede poner una fábrica en cualquier lado, no se puede cultivar cualquier cosa en cualquier tierra. Y un Estado fuertemente social, donde lo social es un componente central. Y, en general, un Estado fuerte en la nueva agenda de derechos, y relativamente en la laicidad. Por ahí va lo grueso, lo central del FA, que se puede identificar, en el esquema derecha-izquierda, con una política de centro izquierda, y en el eje conservador-liberal libertario, hacia lo liberal libertario.

L.C.: ¿Y el Partido Nacional?

O.B.: Hasta ahora, lo que hay como elemento dominante es el programa de Todos Hacia Adelante, la candidatura de Lacalle Pou, que representa el 55% del partido. Luego está lo de Sartori, que representa algo más del 20% del partido, que tiene muchos elementos comunes, y otros que debería que ajustar bastante. El programa de Lacalle Pou es un poco contradictorio. Claramente fue escrito por manos distintas. Incluso hay un caso en el que está escrito en tercera persona y otra habla de “nosotros”. Parecería que faltó un ajuste de unidad. Esto es común en todos. Lo importante es que, por ejemplo, en el tema de Relaciones Laborales, donde hay una crítica fuerte desde la oposición a la línea seguida por el FA, el documento central, que tiene que ver con el documento de Evolución, lanzado en diciembre, señala que va a haber ajustes, pero sin cambios sustantivos. Sin embargo, en determinado momento aparece una línea, muchos capítulos después, que habla de sustituir las negociaciones tripartitas por las bipartitas, empresas con sindicatos. Y a los efectos de fijar mínimos, y no las regulaciones plenas de los Consejos de Salarios. Hay un área de indefinición. ¿Cuánto hay de mantenimiento y cuánto de cambio de un tema central como el papel del Estado en las negociaciones laborales, y cuánto de libre juego entre empresas y sindicatos? Y hay otros aspectos que faltarían definir, sobre todo en el ángulo de políticas sociales, que aparece bastante fuerte en el programa de Todos Hacia Adelante, y mucho más aún en el de Sartori. En este último aparece una propuesta que fue criticada y hasta ridiculizada en el partido, que es algo dominante en Europa Occidental, que es que todos los jubilados, a partir de determinada edad, tienen los medicamentos gratis. Es un tema no menor si el PN va a ir por ahí o no. Sartori planteó un tema que el FA, con todas sus políticas sociales, nunca planteó. Es muy importante saber si va a ir hacia una economía mucho más de libre mercado puro, como intentó hacer el PN cuando gobernó en la presidencia de Luis Alberto Lacalle, y cuánto va a impulsar una economía con elementos dirigistas, y cuánto va a interceder en el tema Relaciones Laborales y el énfasis que va a poner en políticas sociales. Y, sobre todo, aunque es más de plan de gobierno que de programa, si va a tratar de domar la economía al menor costo, o si consideran que lo sano para el país es hacer un fuerte ajuste fiscal, como el que impulsa la Unión Europea a sus países. Esto implica recortes muy grandes, topes de aumentos salariales y pasividades. Esa es una definición que le está faltando, pero la palabra “ajuste” viene apareciendo bastante frecuentemente en los discursos, sobre todo del candidato.

L.C.: En esa tarea también está el Partido Colorado, que tiene la Convención el 3 de agosto, y para esa fecha espera tener el programa totalmente definido. Hablemos de los colorados.

O.B.: En el Partido Colorado son muy importantes las definiciones de tipo programático. No es lo mismo la concepción del grupo Ciudadanos que la de los batllistas. Ahí hay dos visiones. Talvi es una persona que ha ido haciendo una evolución en su pensamiento, partiendo de un extraordinariamente fuerte liberalismo económico, y faltaría ver la concreción de ese pensamiento, frente a un batllismo que tiene la visión de una intervención del Estado un poco más fuerte. Tienen matices incluso en sus puntos de mayor acuerdo, como en descentralizar la Enseñanza estatal o ir hacia una Enseñanza con una más fuerte gestión privada. Parecería que ahí hay algunos elementos clave. Para decirlo simplificadamente, cuánto de batllismo va a ofrecer, y cuánto liberalismo económico va a ofrecer. Ese es el nudo central del programa que unifique al PC hacia la Convención, que tiene en pocos días.

L.C.: Nos queda la gran incógnita para muchos, que es la propuesta de Cabildo Abierto.

O.B.: Cabildo Abierto es una incógnita para muchos. Hay cosas claras, y cosas muy poco claras. Lo muy poco claro es el tema de la visión programática en lo económico. ¿Es un partido de liberalismo económico, es un partido de dirigismo? Genera confusión en sus discursos. No olvidemos que es un partido esencialmente personalizado en la figura del general de Ejército Guido Manini Ríos, y en general lo que puede ser un modelo económico, libre empresa, dirigismo estatal, no aparece en el discurso. Sí se observa, por un lado, una personalidad muy comprometida con una visión fuertemente religiosa. Fue su gestión en la comandancia del Ejército fuertemente polémica, con la realización de un homenaje, en la Catedral, al que fueron algunos comandantes uniformados. La reapertura de la capilla en el Hospital Militar… La postura que tiene contra la Ley Trans. Por otro lado, en un aspecto más geopolítico, no es nada menor un esbozo de una política estructurada a partir de la Defensa Nacional. Muy soberanista y muy latinoamericanista. En ese aspecto hay muy grandes coincidencias entre el planteo de Cabildo Abierto y el del Frente Amplio. Por otro lado, en el aspecto del Estado, en aspectos esenciales de la economía, CA adhiere al modelo clásico del Uruguay, en el que las fuentes de agua, de energía, las comunicaciones, o son del Estado o son un rol central de conducción y dirección del Estado.

Lo ha fundamentado mucho más, no desde el ángulo social, como lo fundamenta el FA, o el batllismo, sino desde la defensa de recursos estratégicos que un país debe controlar y no debe perder, porque pierde soberanía. En ese aspecto, CA debe ser estudiado con mucho detenimiento, porque es la irrupción de un nuevo actor, con elementos que le tienden un puente muy grande hacia la izquierda, y otros elementos que pueden ubicarse en la derecha clásica. Y otros elementos que habrá que esperar a que se desarrolle un poco más el pensamiento en el plano económico. Desde el FA hubo, inicialmente, visiones muy simplistas sobre CA, sin haber meditado esto. Como hay en Uruguay visiones muy simplistas de, por ejemplo, Marine Le Pen, en Francia, o Matteo Salvini en Italia, donde no se ve que son los que están levantando la resistencia a las imposiciones del sistema financiero. Estos últimos días, desde el MPP, han salido varias líneas de contraindicación a lo que venía, desde la propia izquierda, tendiendo puentes muy fuertes hacia CA y Manini Ríos. No olvidemos que fue ascendido a general y nombrado comandante en Jefe bajo gobiernos del Frente Amplio. En la medida en que es un actor político partidario nuevo, las incógnitas son mucho mayores.

Si hay un lindo juego de puzzle, es armar un futuro gobierno, donde podría haber hasta nueve partidos en el Parlamento, y todos lejos de una mayoría parlamentaria. En ese puzzle, CA no va a ser una pieza menor, sobre todo si se maneja cuantitativamente como vienen dando las encuestas, y cualitativamente en estos juegos, donde puede haber contactos hacia los Partidos Tradicionales, particularmente el sanguinettismo, y otros puntos de contacto hacia el FA, especialmente hacia el mujiquismo.