28 Dic. 2008

El gobierno también existe

Oscar A. Bottinelli

El Observador

El cuarto trimestre del año fue un año particularmente intenso en materia político-electoral, como para haber ocultado la gestión propiamente de gobierno. La nueva edición del intento reeleccionista presidencial (¿la cuarta? ¿la quinta?), el lanzamiento y posterior éxito de Mujica como precandidato presidencial oficial del Congreso del Frente Amplio, el fracaso de la fórmula Astori-Mujica, el relegamiento de Astori al tercer lugar en el Congreso, la dilatada y en dilución decisión de Vidalín sobre a qué sector nacionalista adhiere (si se pasa con Larrañaga o retorna al herrerismo), la carrera ciclística entre Lacalle y Larrañaga, donde seguidores de uno y de otro pelean por demostrar quien lleva algún centímetro de ventaja cuando todavía no se pasó hacia fuera el Santa Lucía y faltan mil quilómetros, el esfuerzo de los colorados por hacerse oír. Es una serie de hechos electorales que acompañan otros hechos políticos: el enfrentamiento del presidente con el Frente Amplio por la ley de liberalización del aborto, su desafiliación del Partido Socialista, la liaison entre el presidente y la oposición.

Pero si se levanta un poco la mira, se sale de la muy temprana anécdota electoral, desde el punto de vista gubernativo éste es el año de las reformas, un año denso en materia de reformas del gobierno. En primer término fue el año de puesta en marcha de la reforma de la salud, de la aplicación del Fondo Nacional de Salud, como extensión y generalización del anterior sistema de DISSE, puesta en marcha hecha el 1° de enero pero que tuvo coletazos hasta el 1° de julio, cuando se incorporan los últimos contingentes de esta etapa, básicamente la Universidad de la República. En cierto sentido la reforma ya había comenzado con dos cosas: una es la separación del Ministerio de Salud Pública, del sistema público hospitalario y de atención de la salud, que pasó a ser un servicio descentralizado con la denominación de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado); la otra es el pago a las mutualistas (técnicamente hablando, a las Instituciones de Asistencia Médica Colectivas, IAMC) por franjas de edad y sexo.

La reforma de la salud ha impactado de diversas maneras, con distintas evaluaciones según quien sean el protagonista político o el actor del sistema, y supuso un aumento impositivo (una vez y media para las personas sin menores o incapaces a cargo; dos veces para quienes sí tienen personas a cargo). A diferencia de la reforma tributaria, que fue el punto de inflexión que terminó con el crecimiento del Frente Amplio e inició su descenso, y también marcó el fin de la inevitabilidad de la llegada de Astori a la Presidencia de la República, el incremento impositivo en la reforma de la salud no afectó la valoración de la misma, con lo que resulta una de las realizaciones del gobierno Vázquez de fuerte aceptación de la opinión pública.

Fue también, a contracara, el año de las modificaciones a la flamante Reforma Tributaria, y más exactamente, al polémico Impuesto a la Renta a las Personas Físicas (IRPF). En el otoño la oposición logra, vía batalla judicial, perforar el blindaje de la reforma, lograr la primera victoria contra el gobierno y obligar al oficialismo a derogar la aplicación del impuesto a jubilados y pensionistas. Pero en el invierno, pasada la mitad del año, la reliquidación del IRPF desató una oposición de adentro del oficialismo, desde dirigentes medios y medio-altos, y desde parlamentarios, que llevó a elevar en una vez y media la franja exenta del tributo.

También fue el año de lo más positivo de la reforma educativa, medido en términos de apoyo de parte de la opinión pública: el programa de entregar una computadora por niño, conocido internacionalmente como “One laptop per child” y vernaculamente como Plan Ceibal. Fue el año en que el plan dejó la etapa experimental en la localidad de Cardal (Florida) y comenzó a extenderse primero por el resto del mismo departamento y luego por unos cuantos departamentos más del interior del país. Aparecieron sin duda muchas fallas: conexiones fallidas a internet, falta de alcance de las antenas o los equipos, un porcentaje muy elevado de equipos fallados, excesiva tardanza en atender las reparaciones. Pero lo que no cabe duda es que es una verdadera revolución educativa, ya que supone universalizar el acceso a la informática (porque los niños de las clases medias y altas ya acceden, pero no así los de las clases medias bajas a bajas), poner a todos los niños en el Siglo XXI. Curiosamente, el Frente Amplio puso la reforma educativa como un elemento central del programa para este periodo de gobierno. Y lo más importante en la materia surgió en forma lateral, no desde los actores de la educación sino desde los actores de la informática. Las otras dos facetas de la reforma educativa son el incremento formidable de los recursos para los organismos públicos de educación formal y ahora la nueva ley de enseñanza, que como elemento central tiene el cambio en la integración de los órganos de conducción de los organismos de educación pública, y una reprogramación de los ciclos educativos.

Queda por último la reforma del Estado, significativa dura y lenta reforma, en que el gobierno avanzó este año en etapas de planificación, de reorganización de sectores puntuales de la administración y en la etapa de experimentación en cuanto a simplificación de atención a la gente, a la búsqueda de un relacionamiento más personalizado entre público y Estado. Y como reforma sustantiva, aunque para regir dentro de un lustro, la creación selectiva y restrictiva de un tercer nivel de gobierno en el país, la administración verdaderamente municipal, comunal o local, electiva, que haría sus primeras armas con las elecciones de 2010 y restringida a una parte del territorio nacional.

Cuando se hizo la reforma de 1967 se fundamentó la extensión del mandato de los gobernantes de 4 a 5 años, en la necesidad de extender el periodo efectivo de gobierno. La reforma de 1997 fue en sentido contrario, y la prueba es que la segunda mitad del año previo al de las elecciones, quedó cubierta por los juegos electorales. Para un analista rescatar lo que hubo de gobierno en sí, parece una tarea arqueológica.