El Observador
El Frente Amplio cuenta con una etapa inicial como alianza (de 1971 a algún momento en medio del periodo militarista), una segunda etapa como partido de tipo federativo (desde entonces hasta comienzos de los años noventa del siglo pasado) y luego a la actual etapa como partido de tipo complejo […]De la claridad o confusión sobre la naturaleza política depende la claridad o confusión sobre el análisis del pasado, el presente y el futuro.
Convive en medio de la confusión entre partido, coalición y movimiento.
En la era del autoanálisis del Frente Amplio adquiere particular relevancia definir su naturaleza política, si es o no un partido político, una coalición o qué1 . Por un lado, 65 de cada 66 frenteamplistas sienten que “son del Frente Amplio”, su relación es de pertenencia, son partidarios de un partido. Por otro lado, los dirigentes del Frente Amplio van a contrapelo de los frenteamplistas y hablan de la fuerza política como “coalición”. Y la palabra coalición es lo que gusta usar a los periodistas y a los adversarios. A su vez, el Estatuto del Frente Amplio se define como una “organización con el carácter de coalición-movimiento”. Aparece pues un nuevo término compuesto de dos conceptos: el concepto de coalición más el concepto de movimiento.
El problema se complica cuando por otro lado aparece la “Coalición Multicolor”. Más allá de las palabras y en función de conceptos ¿hay alguien en este país que crea que estructuralmente es lo mismo el Frente Amplio que la Coalición Multicolor?
El Frente Amplio cuenta con una estructura reglada que se basa en la existencia de afiliados (a los que denomina “adherentes”) y cuenta con diversos niveles orgánicos: Congreso, Plenario Nacional, Plenarios Departamentales (en el interior) o Zonales (en Montevideo), Mesas (Departamentales o Zonales) y, en los Comités de Base, Asamblea, Mesa y Secretariado. A su vez existen mecanismos de democracia directa. Por su parte, el Plenario Nacional se integra con una mitad de miembros elegidos por los adherentes mediante listas de candidatos y otra mitad de miembros elegidos por los mismos adherentes en la misma elección, por el método de voto plural personalizado. Además, cuenta con el principio del mandato imperativo, normas disciplinarias y tribunal disciplinario (el Tribunal de Conducta Política). Los órganos son de carácter permanente (con excepción del Congreso, que es periódico) y de duración similar a la de otros partidos políticos uruguayos, que en líneas generales coincide con la duración de los periodos de gobierno. La mera descripción es elocuente: es la estructura de un partido político.
A su interior contiene grupos o sectores políticos, reconocidos, los cuales tienen concedido el uso del lema. No hay diferencia alguna con la concepción estructural del Partido Nacional o del Partido Colorado. En la clasificación elaborada en 1992 por la Cátedra de Sistema Electoral de la Universidad de la República-Facultad de Ciencias Sociales, los tres partidos mencionados corresponden al modelo de partido de tipo complejo (modelo que se da también en Italia) y es diferente a los partidos de tipo simple que son los predominantes fundamentalmente en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Islandia, Noruega, Países Bajos, Portugal, Suecia.
¿Qué es una coalición? Una coalición política se constituye esencial o principalmente por partidos políticos. En base a la conceptualización de Maurice Duverger corresponde caracterizar una coalición por:
1. Su objetivo es de carácter puntual y no permanente, como afrontar una elección, sostener un gobierno, ejercer el gobierno, desarrollar un programa legislativo, en un periodo determinado. No hay ánimo de permanencia, aunque el acuerdo entre las partes sea renovado sistemáticamente
2. No construye un sujeto político por encima de los partidos coalicionantes, por lo que no genera una pertenencia.
3. Carece de autoridades. Su forma de funcionamiento es el de coordinación
4. Tampoco cuenta con mecanismos disciplinarios
5. La toma de decisiones es por consenso o acuerdo; ante el desacuerdo hay libertad de acción
6. Consecuentemente, carece de mandato imperativo
Esta descripción permite ver con absoluta claridad la diferencia entre la Coalición Multicolor (que reúne las seis calidades) y el Frente Amplio (que no reúne ninguna de ellas). Y con la misma claridad permite rechazar que se aplique al Frente Amplio el concepto de coalición.
Más aún. Cuando se funda el Frente Amplio carece de pertenencia (no existe el frenteamplismo, que se generará a lo largo de la dictadura), por lo que entonces no es un partido político. Pero en cambio cuenta con autoridades centrales a nivel nacional, departamental, zonal y de base, compuesta por todos los grupos políticos integrantes. Y lo más importante: decide por mayoría y cuenta con mandato imperativo. Pero además, su propósito no es puntual sino para cubrir un tiempo histórico, tiene un ánimo de permanencia por un largo ciclo. Todo ello, la estructura, la forma de decisión y el ánimo de permanencia, impiden calificarlo como coalición ya en el mismo momento del nacimiento.
En base a la misma conceptualización de Duverger, el FA nace como alianza, que se caracteriza precisamente por la tenencia de una estructura y el ánimo de permanencia. A poco de andar surge el frenteamplismo, y esa alianza deviene en partido. Pero su estructura no se basa en la elección de sus afiliados o adherentes, sino en una composición de tipo federal mediante representación de sus grupos políticos componentes. En la mencionada clasificación de la Cátedra de Sistema Electoral corresponde la categorización como “partido de tipo federativo”. Más tarde, cuando la base de la composición de sus órganos y de la toma de decisiones pasa de los grupos políticos a los adherentes o afiliados, en ese momento es cuando ese partido de tipo federativo pasa a ser un partido de tipo complejo. Entonces, el Frente Amplio cuenta con una etapa inicial como alianza (de 1971 a algún momento en medio del periodo militarista), una segunda etapa como partido de tipo federativo (desde entonces hasta comienzos de los años noventa del siglo pasado) y luego a la actual etapa como partido de tipo complejo.
Todo lo dicho no es una exquisitez académica. De la claridad o confusión sobre la naturaleza política depende la claridad o confusión sobre el análisis del pasado, el presente y el futuro.
1 Tercera nota de una serie sobre el reposicionamiento del Frente Amplio en su nueva etapa posgobierno, y en particular sobre la naturaleza política. Ver “El coraje de mirarse al espejo” y “El dilema de qué es un partido”, El Observador, octubre 31 y noviembre 7 de 2020