El Observador
La batalla de los partidarios de la LUC se debe concentrar en afirmar a sus propios votantes que se encuentren dudosos en el voto referendario, y con eso les alcanza [...] Los contrarios a la LUC no solo deben afirmar a los propios, sino recuperar a los que dos meses atrás se inclinaban por este bando, capturar a los indefinidos y refractarios, y además avanzar en los dudosos del bando contrario.
Hoy hay una alta correlación entre voto por partido y voto referendario
El 27 de marzo se realiza un referendum relevante, del cual lo único que se puede decir es que va a impactar mucho sobre la segunda parte de este gobierno: o el gobierno y en particular el presidente sale muy reforzado, o en particular el presidente sale debilitado, o a la uruguaya hay una especie de empate. En cuanto a la Ley de Urgente Consideración el resultado es jurídico, y por lo tanto o se abroga o se mantiene.
En primer lugar cabe cuantificar el universo. Los tres parámetros en cuanto al total de votantes validados, son:
a) Elecciones nacionales 2019 (octubre 27): 2.433.159
b) Segunda elección nacional 2019 (balotaje, noviembre 24): 2.432.801
c) Elecciones departamentales 2020 (setiembre 27) 2:309.063 (en pandemia)
De donde, dado que las variaciones en el total de habilitadas para votar van a ser mínimas, cabe partir de la hipótesis de un volumen de votantes más o menos unos 2.430.000.
Los votos nulos, que son los únicos efectivamente neutros en un referendum, fueron 44.597 en las elecciones nacionales y 53.193 en el balotaje. De suponerse la no existencia de cambios en el comportamiento, puede asumirse que el total de votos válidos podría ascender al entorno de 2.384.000.
De donde la cifra mágica para que la ley se abrogue o se ratifique está en algunas monedas por debajo de los 1.200.000 votos.
En cuanto a las adhesiones al recurso de referendum, corresponde anotar que quedaron sin verificar, por exceso en las adhesiones registradas, la suma de 66.063 (lo que una vez ratifica lo increíble de personas calificadas que en su momento expresaron dudas de que las firmas estuviesen)
Las firmas politicamente válidas pueden estimarse en 745.000, producto de sumar las firmas validadas, las firmas anuladas por razones estrictamente técnicas (impresión digital mal tomada, pero con plena coincidencia de nombres, apellidos, serie y número de credencial), más el porcentaje de validación habido aplicado a las adhesiones en exceso.
La Encuesta Nacional Factum de mediados de noviembre arroja en relación al referendum los siguientes datos:
Seguro | Probable | Total | |
---|---|---|---|
A favor de la LUC | 39% | 12% | 51% |
En contra de la LUC | 31% | 8% | 39% |
Indefinido/refractario | 10% | 10% | |
Totales | 70% | 30% | 100% |
Es muy interesante el dato que la intención de voto segura en contra de la LUC (31%), traducido a votos arroja unos 745.000, y coincide con el número politicamente válido de firmas en favor del referendum.
Como se puede observar con estos datos, el número de votantes en las elecciones internas del Frente Amplio (unos 140 mil) es irrelevante a los efectos de la definición cuantitativa del referendum. Su importancia está en que supone una masa crítica que puede operar en la campaña electoral personalizada, en lo que se conoce como el voto a voto.
En las elecciones del BPS, el voto a los movimientos sociales de izquierda (PIT-CNT y Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, ONAJU) suman 583 mil votos de un total de 1.225 mil (menos de la mitad). Si a ello se suma la mitad del voto a la lista empresarial oficial de las cámaras y centros comerciales, en el entendido que pueden ser micro y pequeños empresarios de sensibilidad hacia esos movimientos sociales, el total llega a cerca de los 610 mil votos de un total de 1.313 mil votos. Si se agrega la incidencia de un voto pro movimiento sindical en los afiliados a los otros sistemas (bancario, profesional, notarial, militar y policial), puede llegarse a una cifra cercana a los 650 mil. De donde, queda muy por debajo del número real de adhesiones políticas al recurso de referendum, y sigue siendo este último el piso a tomar en cuenta. Todo lo demás son indicadores por debajo.
De vuelta en la Encuesta Nacional Factum de noviembre y su comparación con la anterior de setiembre, se observa:
A favor de la LUC, globalmente, sube de 50% a 51% (+1%)
En contra de la LUC, globalmente, baja de 45% a 39% (-6%)
Indefinidos y refractarios, suben de 5% a 10%
Traducido todo a esto a voto en la hipótesis de 2.400.000 votantes validados, se pueden ver las siguientes escalas de voto:
A FAVOR DE LA LUC (en miles de votos) | Parcial | Sumatoria |
---|---|---|
Barrera de aprobación | 1200 | +24 |
Probable a noviembre | 192 | 1224 |
Plus seguro a noviembre | 24 | 936 |
Voto seguro a setiembre | 912 | 912 |
EN CONTRA DE LA LUC (en miles de votos) | Parcial | Sumatoria |
---|---|---|
Barrera de aprobación | 1200 | 120 |
Probable perdido a noviembre | 144 | 1080 |
Probable a noviembre | 192 | 936 |
Voto seguro a noviembre | 744 | 744 |
Otro elemento es la comparación intención de voto LUC con intención de voto a los bloques políticos en caso del imaginario de elecciones el próximo domingo, y comparativo además con lo que se considera electorados normales de cada bloque político, en base a la interpolación de los votos de octubre 2019, noviembre 2019 y setiembre 2020. Los porcentajes son:
VOTO 2019-2020 | Encuesta por bloque | Encuesta por referendum | |
---|---|---|---|
Coalición/Pro LUC | 50% | 50% | 51% |
Izquierda/Contra la LUC | 40% | 40% | 39% |
Volátil/indefinido/refractario | 10% | 10% | 10% |
Encuesta por bloque: Encuesta Nacional Factum de noviembre 2021, intención de voto a los partidos de cada uno de los bloques
Encuesta por referendum: Encuesta Nacional Factum de noviembre 2021, intención de voto a favor o en contra de la LUC
A esta altura, a cuatro meses del acto electoral, los números indican una alta estabilidad en el voto por partido y una alta correlación entre el voto por partido y el voto en el referendum. De allí surge que es bastante claro que la batalla de los partidarios de la LUC se debe concentrar en afirmar a sus propios votantes que se encuentren dudosos en el voto referendario, y con eso les alcanza. Los contrarios a la LUC, en cambio, no solo deben afirmar a los propios, sino recuperar a los que dos meses atrás se inclinaban por este bando, capturar a los indefinidos y refractarios, y además avanzar en los dudosos del bando contrario.
El análisis omite toda referencia al impacto del voto en blanco, que contribuye al mantenimiento de la ley pero cabe interpretarlo como distanciado del gobierno. Es muy temprano para evaluar el fenómeno.