21 Feb. 2016

El gorro tricolor y los mártires

Oscar A. Bottinelli1

El Observador

El nacimiento del frenteamplismo tiene su explicación sociológica y politológica. Y tiene sus construcciones míticas edificadas en el silencio y la oscuridad de la dictadura. Pueden mirarse a través de un relato y de una anécdota […] El relato, el gorro rojo, azul y blanco llevado en la cabeza en el silencio de la dictadura, marca el surgimiento del sentido de identidad con que se construye la pertenencia. La anécdota, la asimilación del martirologio frenteamplista durante la dictadura a las leyendas de los Mártires de Quinteros y de la Heroica Paysandú, marca los elementos profundos de historia que sueldan esa identidad y esa pertenencia.

El nacimiento del frenteamplismo tiene su explicación sociológica y politológica. Y tiene sus construcciones míticas edificadas en el silencio y la oscuridad de la dictadura. Pueden mirarse a través de un relato y de una anécdota2. El relato, titulado “Un gorro rojo, azul y blanco”, corresponde al escritor, periodista y creativo publicitario Claudio Invernizzi, publicado en Relatos de la Cárcel, 1986. Más vale su transcripción textual, por gentileza del cuentista, que un mal plagio

Era rubio, casi barbilampiño y más bien bajo. Tenía unas espaldas anchas hasta dar la sensación de que no le pertenecían. Había trabajado en la construcción.

”El último verano – contaba Blanquito -, el del 75, estábamos llenando una losa en Punta del Este. En un descanso miré hacia un costado y vi que el tipo que me voleaba los baldes, sacaba un gorro de lana y se lo ponía ¡Un gorro de lana en medio de ese calor! Era rojo, azul y blanco. Una de dos: o era fanático de Nacional o fanático del Frente. Después, mientras llenaba la planchada, pensé que el tipo, seguramente, era frenteamplista y estaba buscando a alguien con quien conversar, recordar en plena dictadura la miltancia en algún comité, putear a los milicos sin riesgos o ver cómo armar el sindicato. Rescatar a alguien de sus soledades políticas o que alguien lo rescatara a él. Al mediodía habíamos terminado de llenar la losa y comíamos asado. Me le acerqué,

- Hincha de Nacional … - afirmé deseando una respuesta negativa para poder confirmar su condición política.

- Hincha de Peñarol – dijo sonriendo y agregó

- Desde que jugaba el Pepe Schiaffino

Esperó que le devolviera la sonrisa. Eso hice y nos estrechamos las manos..

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La anécdota. Fue un sábado frío y nublado de junio de 1983. Un largo coloquio entre el profesor Manuel Flores Silva, joven líder de la exitosamente naciente Corriente Batllista Independiente, y este autor, entonces secretario político del general Liber Seregni, en su último año de prisión. Ocurrió en el living de su apartamento de Juan Benito Blanco. Allí Manolo, dueño de casa, agudo observador de la historia, dijo (transcripción libre según recuerdos del autor): “Con la dictadura el Frente Amplio tuvo su Quinteros y su Paysandú”.

Es decir, tuvo la cuota de sangre que los colorados tuvieron y elevaron a lo mítico con los Mártires de Quinteros del 2 de febrero de 1858 y días sucesivos, en que fueron fusilados, lanceados, destripados y degollados más de un centenar y medio de soldados y reclutas, con el general César Díaz a la cabeza; y la cuota de sangre que los blancos tuvieron y también elevaron a lo mítico con la Heroica Defensa de Paysandú, al compás de los bombardeos del brasileño Marqués de Tamandaré y del fusilamiento de Leandro Gómez y los suyos, el 2 de enero de 1865, ejecutado por el general colorado Gregorio Suárez, apelado el Goyo Jeta.

El Quinteros y el Paysandú del Frente Amplio lo fueron sus desaparecidos, sus miles de muertos, torturados, presos, destituidos, exiliados, perseguidos de mil formas. Lo que Flores Silva resaltó es que las tres colectividades históricas del Uruguay están soldadas por la sangre de cada uno de los suyos, en distintos tiempos, en diferentes formas y por diversos motivos.

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El relato, el gorro rojo, azul y blanco llevado en la cabeza en el silencio de la dictadura, marca el surgimiento del sentido de identidad con que se construye la pertenencia. La anécdota, la asimilación del martirologio frenteamplista durante la dictadura a las leyendas de los Mártires de Quinteros y de la Heroica Paysandú, marca los elementos profundos de historia que sueldan esa identidad y esa pertenencia. Durante varias décadas la intelectualidad y la izquierda despreciaron el culto de los blancos y de los colorados a sus símbolos y a sus propios muertos y minimizaron el valor identitario de ese culto. Seguramente hoy la experiencia en carne propia haya llevado a muy muchos a comprender que ese culto no era vacío de contenido y a sentir la profundidad con que suelda una identidad la tenencia de una historia compartida, con sangre y dolor de por medio,

Ese Frente Amplio estuvo cuestionado desde dentro, con diversas fundamentaciones y distintos proyectos alternativos, desde que aún no había cumplido los tres años (diciembre de 1973) hasta el 19 de setiembre de 2005, cuando desaparecen el Encuentro Progresista, la Nueva Mayoría y fracasa el intento de añadirle al FA el aditamento de Progresista (Frente Amplio Progresista). Fueron casi 33 años de cuestionamiento a su existencia, en sus primeros escasos 36 años de vida. Y también estuvo cuestionada su existencia desde afuera, y fue desconocido como sujeto político actuante. Y durante esos 33 años estuvo cuestionado el frenteamplismo, y todavía perdura el cuestionamiento al frenteamplismo en tanto identidad única o principal. Y todo esto es otra historia a desmenuzar


1 Secretario político de Seregni desde 1971 a 1987 y portavoz suyo en los tiempos de cárcel y proscripción; desde 1989 analista político independiente.

2 Novena y última nota de la primera serie del ciclo dedicado al centenario del nacimiento de Liber Seregni. La serie la componen: Hacia los 100 años de Liber Seregni, Las 10 etapas del Seregni político, De la conducción política en el F.A , Entre la síntesis y el péndulo, FA: ¿coalición, alianza, partido o qué?, FA: ¿partido, movimiento o qué?, Dos visiones sobre el FA desde el FA, El nacimiento del Frenteamplismo y la Simbología del frenteamplismo.