30 Set. 2011

¿Qué piensa los uruguayos del desempeño del gobierno? ¿Se cumplen o no se cumplen las expectativas previas?

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Este tipo de análisis sirve para entender, más allá de la aprobación de la gestión del presidente o de la gestión del gobierno, el grado de expectativas que deposita la población en los gobiernos y ver en qué grado esas expectativas se sienten cumplidas o no por la población. En este caso, notoriamente la población tiene una insatisfacción importante con respecto a las expectativas previas.

OAB: Lo que hoy presentamos es la evaluación del desempeño del gobierno y el cumplimiento de las expectativas.

Estas preguntas fueron realizadas por el Instituto Factum en su última encuesta nacional, la del mes de agosto, a 968 personas en todo el país, tanto urbano como rural. Las preguntas que se realizaron fueron:

1. ¿Cómo ve la gestión del gobierno?

2. ¿Cómo ve la gestión del gobierno según las expectativas que Vd. tenía antes de que se instalara?

Vamos a comenzar entonces por la primera pregunta, ¿Cómo ve la gestión del gobierno?


EB: Como vemos, un poco más de la mitad de la población considera Bien la gestión del gobierno, este es el primer dato, que muestra apoyo a la gestión del gobierno por la mitad de la población y un cuarto ve Mal la gestión del gobierno.

Ahora bien, veamos cómo es esta evaluación en relación con las expectativas que tenía la población con respecto al gobierno.

EB:


El dato más relevante es que dos tercios de los encuestados manifestaron que el gobierno está por debajo de lo que esperaba, es decir que existe cierta insatisfacción.

Entonces, lo que se encuentra como primer dato relevante es que la gestión del gobierno está bien evaluada por más de la mitad de la población, pero sólo un tercio se encuentra satisfecho con respecto a las expectativas que tenía en este gobierno.

Resulta relevante también destacar la disparidad de opiniones que existe entre los votantes del Frente Amplio y los de los partidos tradicionales. En este sentido, se destaca que 8 de cada 10 frentistas ven Bien la gestión del gobierno, mientras que en el caso de los partidos tradicionales es poco más de 3 de cada 10. Lógicamente, los frenteamplistas ven mejor la gestión del gobierno que los votantes de los partidos tradicionales.

Por otro lado también resulta importante señalar las diferencias entre votantes del Frente Amplio y de los partidos tradicionales en cuanto al cumplimiento de las expectativas previas, en este sentido los datos serían los siguientes:


Nuevamente, y como es lógico, los frenteamplistas están más satisfechos con respecto a sus expectativas. Sin embargo resulta interesante destacar que casi la mitad de los frenteamplistas encuentran insatisfactorio, por debajo de lo que esperaban, la gestión del gobierno con respecto a las expectativas previas que tenían.

FV: ¿Y cómo ha sido la evolución de estos indicadores en este gobierno?

EB:

Este quizás sea el dato más interesante, ver la evolución de la opinión pública en la gestión del gobierno y con respecto a las expectativas.

Como vimos la evaluación de la gestión del gobierno por encima de la votación del Frente Amplio en las últimas elecciones, sin embargo al ver la evolución del último año es donde se aprecia una caída en un año desde el 72% al 56%. En el tercer trimestre del año pasado la evaluación positiva de la gestión del gobierno se encontraba en 72%, en el trimestre siguiente (el último de 2010) bajó a 59%, tuvo un pequeño aumento este año y volvió a caer en esta última medición.

Más acentuado aún es el crecimiento de la visión negativa, que trepó del 9% hace un año, al 23%.

Y con respecto a las expectativas del gobierno, la evaluación con respecto a las expectativas es insatisfactoria en una relación de 2 a 1 con la satisfacción. La satisfacción en el cumplimento de las expectativas previas cayó del 49% al 34% en un año.

Y la insatisfacción saltó del 47% al 65%, es decir, la insatisfacción creció 18 puntos en un año.

Este tipo de análisis sirve para entender, más allá de la aprobación de la gestión del presidente o de la gestión del gobierno, el grado de expectativas que deposita la población en los gobiernos y ver en qué grado esas expectativas se sienten cumplidas o no por la población. En este caso, notoriamente la población tiene una insatisfacción importante con respecto a las expectativas previas.