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El Poder Judicial está siendo el centro de hechos con connotación política.Por un lado, la nueva ley que establece el fin de las prescripciones[...] Ahora, el procesamiento con prisión de la hasta hace pocos días presidente de la Asociación de Magistrados Judiciales del Uruguay y Ministra del Tribunal de Apelaciones, es un hecho absolutamente impactante.[...] Pero el procesamiento en sí de un miembro, en principio, no implica que la institución como tal pueda quedar afectada, cuando la propia institución toma todas las medidas para limpiar la situación.
El Poder Judicial está siendo el centro de hechos con connotación política. Por un lado, la nueva ley que establece el fin de las prescripciones, deja a la Suprema Corte de Justicia - como lo analizamos el jueves pasado - en el centro de la tormenta sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la ley, la aplicación o no de la prescripción, si hay retroactividad o no, lo cual va a generar una tensión muy grande sobre el Ministro de la Suprema Corte.
Ahora, el procesamiento con prisión de la hasta hace pocos días presidente de la Asociación de Magistrados Judiciales del Uruguay y Ministra del Tribunal de Apelaciones, es un hecho absolutamente impactante. No hay muchos antecedentes, probablemente sea el primer caso de un nivel tan alto de Ministro de Tribunal de Apelaciones, hay algunos casos, tampoco demasiado numerosos a nivel de jueces letrados, en lo que se puede llamar la historia moderna del país.
Aquí ha ocurrido algo que mancha al Poder Judicial? Bueno, lo que mancha a cualquier institución que haya una persona que pudiera haber realizado actos ilícitos o actos indebidos. En primer lugar, hay que tener la precaución, hay un procesamiento con prisión, el procesamiento implica que hay lugar a que se haga una causa, no hay condena, por lo tanto todo hay que hacerlo a cuenta de lo que ocurra en el verdadero proceso judicial, que puede resultar en la condena o en la absolución. Suponiendo, que los hechos quedan finalmente confirmados y ocurra condena, el Poder Judicial actuó, primero de oficio, no fue una presión externa, no fue una presión ni partidaria, ni social, ni corporativa, ni de otros tipos de actores externos al Poder Judicial. Lo cual, revela una fortaleza del punto de vista institucional, si bien el hecho golpea, uno diría que la institución como tal queda fortalecida.
¿Dónde aparece el debilitamiento?, claramente, si estos hechos ocurren durante varios años, han fallado controles. En general el Estado, hay por un lado, burocracias muy grandes, que luego no están acordes a los controles suficientes, y por eso, a veces se descubren hechos que son irregulares pese a haber pasado toda una sucesión de controles. No es un hecho del día de ayer, es un hecho que empieza hace alrededor de 7 años, que fue mediante varias etapas que se realiza esto, lo que quiere decir que hay una sucesión de faltas de controles, que no fue que una vez inadvertidamente ocurrió. Esto sí quizás, es lo que más puede afectar a la administración de justicia como otras administraciones, cuando los controles no funciona adecuadamente.
Pero el procesamiento en sí de un miembro, en principio, no implica que la institución como tal pueda quedar afectada, cuando la propia institución toma todas las medidas para limpiar la situación. Obviamente, impacta que sea nada menos que un Presidente de todos los magistrados judiciales del Uruguay, una persona que está en el escalón inmediatamente inferior a la Suprema Corte de Justicia.