Radiocero y Radio Monte Carlo
Yo diría que lo primero es tener conciencia de qué es el Uruguay en el mundo y dónde está ubicado.[...] Vemos que la política exterior del país, la política internacional es algo muy importante para la gente. La diplomacia y la política diplomática son acciones políticas que terminan impactando sobre cada uno de los uruguayos.
OAB: De los distintos temas políticos y de gobierno, hay temas de gran interés para la gente y otros más lejanos. En Uruguay los temas de política exterior, los asuntos diplomáticos, en general se ven como muy lejanos para la gente. Da la impresión de que son temas para especialistas o entretenimiento para los que se divierten con el estudio de los juegos internacionales. Entonces, cuesta ver cuál es la importancia de estas cosas para el país y cuál es la importancia para la propia gente
FV: ¿Y cuál es la importancia de estas cosas para la gente? ¿Por dónde conviene comenzar?
OAB: Yo diría que lo primero es tener conciencia de qué es el Uruguay en el mundo y dónde está ubicado. Este no es un tema de nacionalismos buenos ni nacionalismos malos. Los uruguayos no somos de creernos “o melhor do mundo” ni tampoco de decir “Dios es uruguayo”, pero tenemos nuestro “¡Como el Uruguay no hay!”. Es muy bueno que la gente quiera a su país y considere que es el mejor lugar para vivir. Es que si uno vive en un país en el que no quiere vivir, realmente la vida es un sufrimiento, una frustración. Pero una cosa es querer el país, sentirse bien en él, defender al país, y otra cosa es no tener conciencia de sus ventajas y sus desventajas, de sus éxitos y sus limitaciones.
Entonces, para empezar por el principio, como diría Perogrullo, somos un país pequeño. No por su superficie. Cuando hace algún que otro año uno iba a la escuela, le enseñaban que dentro de Uruguay caben Suiza, Holanda, Bélgica y Luxemburgo sumados, que Uruguay tiene más superficie nada menos que Inglaterra y que Israel es más o menos del tamaño de Tacuarembó. Entonces, en superficie, no somos gigantes como nuestros vecinos pero tenemos un tamaño no tan chico.
FV: ¿No somos chicos, pero somos pequeños? ¿Cómo es eso?
OAB: No somos chicos en superficie. Pero nuestra pequeñez viene del tamaño de la población: somos 3 millones de personas en un mundo de 6 mil millones. Como ahora todo se presenta en porcentajes, lo que además es bueno, veamos: el 1% de 6 mil millones son 60 millones; es decir, una cifra tan insignificante como el 1% representa 20 veces la población del Uruguay. El uno por mil, que es la décima parte del 1%, o dicho de otra manera el 0,1%, son 6 millones: el doble de la población del Uruguay. Entonces la población uruguaya es en el mundo la mitad del uno por mil, o la mitad del 0,1%. Realmente somos muy pocos y pesamos poco.
Por otro lado, Uruguay no es un país muy rico, pero está dentro del tercio de países con mayor riqueza por habitante, lo que se llama el Producto Interno Bruto per capita. Pero como somos pocos, esa cantidad de riqueza en el mundo es muy poco. Estamos en la mitad de la tabla. Pero representamos el 0,06% de la riqueza mundial. Nada
No solo somos pequeños en población y pequeños en tamaño, sino que estamos lejos, muy lejos de los grandes centros de decisión del mundo. Todos los grandes centros de decisión están en el Hemisferio Norte, al norte del Ecuador: allí están Estados unidos y Canadá, está la Unión Europea, están Rusia, Japón, China, India. Hace muchos años Jaime Roos dijo que los uruguayos no tienen conciencia de donde viven, dijo más o menos que vivimos en un suburbio del mundo, lejos de cualquier avenida.
FV: ¿Esto tiene alguna importancia?
OAB: Entonces, ubicado lo que es Uruguay en el mundo, cuál es su peso, viene la respuesta a tu pregunta de si esto tiene alguna importancia. La respuesta es que sí.
Se habla mucho de la globalización, me parece más claro si usamos el término francés: mundialización. ¿Qué quiere decir esto? Que el mundo está todo interconectado, que ya no hay cosas que pasen en un lugar importante, por lejano que sea, que no afecte a todo el resto del planeta. El mundo está mundializado, globalizado.
Hace mucho tiempo, en base a nuestra lejanía del mundo y a lo lento de nuestros tiempos, estaba el chiste. “Si hay una guerra nuclear, me voy para Uruguay”. Eso, hablando de temas políticos, económicos, sociales, ya no es posible. Nadie se aísla.
FV: ¿Y cómo se puede ver esto en concreto?
OAB: Veamos algunos ejemplos en lo económico: hay gran crisis en Europa e importante crisis en Estados Unidos, y puede bajar el precio de los productos que produce Uruguay, como la carne o la soja. China compra menos, bajan los precios, entra menos dinero en Uruguay. Eso afecta la economía del país, y eso termina afectando la cantidad de fuentes de trabajo, o el nivel de los salarios, o lo que recauda el Estado para financiar la salud, la educación y la seguridad.
Esto mismo pasa en lo político. Días atrás apareció el tema de la OCDE. Parece un tema muy técnico. Esta organización, cuyo nombre completo es Organización de Cooperación y Desarrollo Económico es una especie de club de los países ricos y poderosos. Bien, desde abril de 2009 no ve bien a Uruguay por su política de refugio de capitales extranjeros. Esto que parece un tema técnico, es mucho más que eso. Porque si no se arreglan las cosas, se podrían comprometer las inversiones extranjeras en el país, especialmente las inversiones argentinas. Y si las inversiones argentinas se retraen, o se retiran, u ocurre eso con las inversiones extranjeras en general, la economía uruguaya se afecta, eso impacta sobre la cantidad de puestos de trabajos, sobre el empleo, y también sobre los salarios, impacta entonces sobre cómo vive la gente.
Entonces puede verse como lo que se cree es un tema técnico, es algo que impacta de manera directa sobre la gente. Además, evitar que esas consecuencias ocurran, no son decisiones económicas, son decisiones políticas. Parece ser un tema económico. En realidad no lo es, es un tema político que se manifiesta en el plano económico y trae consecuencias económicas. Pero no son los economistas ni los comerciantes quienes toman las decisiones, sino los gobiernos, los políticos. Es una relación de juegos de poder, es una relación política.
Entonces, en este ejemplo podemos ver la conexión entre esa cosa de especialistas que es la diplomacia y el interés cotidiano de la gente. Están íntimamente relacionados. Vemos que la política exterior del país, la política internacional es algo muy importante para la gente. La diplomacia y la política diplomática son acciones políticas que terminan impactando sobre cada uno de los uruguayos. Esto es importante comprenderlo, para ver la importancia que tienen estos temas.