Radiocero y Radio Monte Carlo
Llegamos al final del año 2012, del décimo segundo año del Tercer Milenio. Cada año tiene sus particularidades. En materia política este ha sido un año con hechos fuertes [...] 2013 es el último año efectivo de gobierno. Lo que no se aterrice el año que viene, ya quedó para otro gobierno.
OAB: Llegamos al final del año 2012, del décimo segundo año del Tercer Milenio. Cada año tiene sus particularidades. En materia política este ha sido un año con hechos fuertes, que comienzan con el relevo del ministro de Turismo Héctor Lescano y culmina con todo un segundo semestre absorbido por el tema PLUNA y conectividad aérea.
El primer relevo marcó un duro golpe del presidente de la República al astorismo, al efectuar el cambio de un ministro astorista sin consultar a Astori, al el líder de la otra mitad del Frente Amplio. Pero también fue paradójicamente el final de la guerra que desde la Torre Ejecutiva se realizaba contra el astorismo y el equipo económico. De allí en adelante todo cambió.
Luego viene el tema Pluna, el manejo bastante desprolijo del equipo económico, en particular del presidente del Banco República Fernando Calloia, la guerra sin cuartel de la oposición, el juego a la defensiva del gobierno, con mucha improvisación, poca planificación de la estrategia a seguir y cometiendo una continua sucesión de errores. Al terminar el año el balance es un gran debilitamiento político de Danilo Astori y del astorismo por un lado, y en particular un importante desgaste político de Fernando Lorenzo. El gran desafío para todos ellos que trae el 2013 es primero frenar esta situación que los tiene arrinconados y luego intentar revertir la tendencia y recuperar el terreno perdido.
El tema Pluna es donde más exitosa ha sido la acción de la oposición, con gran destaque del Partido Nacional. Aunque en término de resultados hasta ahora el mayor éxito opositor contra el Frente Amplio ocurrió en el gobierno pasado, cuando logró la declaración de inconstitucionalidad del IRPF a los jubilados y pensionistas.
FV: ¿Qué otros acontecimientos se destacan de este año que termina?
OAB: Hay dos hechos relevantes en materia jurídico societal. Uno es la aprobación de la ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo, es decir el aborto, despenalización siempre que se realice dentro de las doce primeras semanas de embarazo y siguiendo un procedimiento que marca la ley y que regula luego el decreto reglamentario. Como se sabe se ha puesto en marcha la maquinaria que podría conducir a que el tema se decidiese en forma directa por la ciudadanía, a través de un referendo. Pero la interrupción voluntaria del embarazo ya funciona legalmente.
El otro hecho relevante es la media sanción, es decir la aprobación por la Cámara de Representantes del llamado “matrimonio igualitario”, que como tema central habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo; para convertirse en ley falta la aprobación de la Cámara de Senadores, que seguramente lo tratará en el primer semestre de este año.
Uruguay ya había iniciado el camino en este último tema en la Legislatura pasada, cuando se creó la figura de la Unión Concubinaria y la misma se habilitó tanto para parejas heterosexuales como para parejas homosexuales.
FV: ¿Y qué hay en cuanto a éxitos y fracasos del gobierno?
OAB: Para ser más exactos, en cuanto a resultados que el gobierno puede utilizar como éxitos, independientemente de cuanto haya sido obra del gobierno o cuanto hayan sido efectos externos, que son temas en debate. Al respecto corresponde señalar el todavía buen nivel de la economía, el alto nivel de los salarios y las pasividades, el alto desarrollo del consumo personal. Y en particular los indicadores en cuanto a disminución constante de la pobreza.
Por otro lado, en cuanto a resultados negativos, también con independencia de cuanto haya sido responsabilidad del gobierno o cuanto sea la culminación de largos procesos que es otro tipo de debate, cabe señalar la constante caída del país en materia educativa. Hace medio siglo Uruguay estaba en los primeros lugares del mundo, no solo a la cabeza de América Latina sino también en los primeros lugares en comparación con Europa. Hoy está de la mitad de la tabla para abajo en América Latina, detrás de casi todos los países europeos y detrás incluso de algunos países africanos.
Sin duda seguridad pública, educación, drogas, vivienda son los grandes déficits que exhibe el gobierno.
FV: ¿Qué dices en materia de competencia política?
OAB: Bueno, se termina el año del medio y se entra en la parte del camino donde al final del mismo se ven las elecciones. Ha sido un año muy pero muy estable en las preferencias políticas, medidas como intención de voto para el caso de que las elecciones se hiciesen hoy.
El Frente Amplio cierra el año con una adhesión del 42%, y en el año osciló entre un piso del 41% y un techo del 43%.
El Partido Nacional presentó una oscilación mayor, con un piso del 20% en el segundo trimestre del año y luego un 24% en los dos últimos trimestres.
El Partido Colorado está estable en el 16%, con una oscilación entre el 15% y el 17%
El Partido Independiente estable en el 2%
El voto refractario, es decir, el en blanco y anulado y los que dicen que no votarían a ninguno, oscila entre el 8% y el 10%
Los indefinidos por su parte oscilan un poco más, entre el 7% y el 12%.
FV: ¿Y dentro de los partidos?
OAB: Claro dominio de Larrañaga en el Partido Nacional y una larga indefinición de Unidad Nacional, de la otra ala blanca constituida por el herrerismo y aliados. Neta hegemonía de Bordaberry en el Partido Colorado y la novedad del relanzamiento de una segunda ala, encabezada por José Amorín y Tabaré Viera.
En el Frente Amplio: caída del MPP y aliados, es decir, del Espacio 609 al tercer lugar. Caída del astorismo, es decir del Frente Liber Seregni, al segundo lugar. Fuerte ascenso socialista, de La 90, que salta al primer lugar y alcanza el 11% del total del electorado nacional.
FV: ¿Qué desafíos ves para el año que viene?
OAB: En primer lugar hay que recordar que 2013 es el último año efectivo de gobierno. Lo que no se aterrice el año que viene, ya quedó para otro gobierno. El presidente ha dicho que se gobierna hasta el último día, lo cual es formalmente correcto y es sustancialmente correcto en situaciones graves o en temas de simple administración. Pero en impulsos de política de gobierno el último año es el 2013. El 2014 es el año en que se pueden terminar de ejecutar cosas ya impulsadas, pero no es un año en que se puedan iniciar cosas.
El tiempo de pensar qué debe hacer un gobierno para los gobernantes ya se terminó, será tiempo para analistas y planificadores, pero no para gobernantes. Entonces, el gran desafío es aterrizar planes y programas, exhibir resultados en áreas críticas, sobre todo en seguridad pública, en drogas y en educación. Este es el gran desafío, antes de que la campaña electoral absorba todo el esfuerzo político. Y en noviembre y diciembre del año que viene empiezan a definirse las candidaturas, las grandes alianzas y comienza sin duda la campaña electoral propiamente dicha.
El balance que hicimos es por supuesto muy parcial. Hay muchos temas que ni mencionamos. Es más bien el señalar algunos de importancia propiamente política. Quedan muchos en el tintero. Y es marcar algunos desafíos.
Llega a su fin el año 2012, resta despedirnos hasta el año que viene, que para nosotros aquí comienza el viernes 4, y desear a todos un muy feliz año 2013.